
PlayStation 5
Quien roba a un ladrón...
Os contamos nuestras sensaciones con la primera incursión de Nathan Drake y Chloe Frazer en PlayStation 5

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Pese a su condición de remasterización, Uncharted: El Legado de los Ladrones es el primer gran lanzamiento para PlayStation 5 en este 2022. Si bien es cierto que estamos ante una recopilación con unas cuantas mejoras, el regreso de la figura de Nathan Drake siempre será importante para Sony. Mucho ha llovido desde que Naughty Dog dejase a un lado las aventuras de Jak y Daxter para centrarse en la figura del intrépido cazatesoros. Uncharted no solo destaca por su calidad y espectacularidad, los principales pilares de la serie, sino por esas señas de identidad que han definido el catálogo de PlayStation Studios que tenemos hoy en día. Ahora, cinco años después de la despedida de Nathan Drake con Uncharted 4 y de todo un descubrimiento como Chloe Frazer de protagonista en El Legado Perdido, estos personajes vuelven a la vida en PlayStation 5 con varias novedades técnicas, con una calidad intacta y, por qué no decirlo, con algunas ausencias.
Antes de entrar en el meollo del asunto, repasemos algunas características a tener en cuenta de este Uncharted: El Legado de los Ladrones. Sony está haciendo todo lo posible por recuperar gran parte de su catálogo de PlayStation 4 y llevarlo a su nueva consola. Algunos de estos juegos llegan con un tratamiento muy sencillo en forma de parche gratuito que les añade una resolución dinámica o aumenta la tasa de fotogramas por segundo, como ocurre con God of War, Days Gone o The Last of Us: Parte II. En casos como el de Death Stranding o Ghost of Tsushima se les añade el subtítulo Director's Cut para evidenciar que, además de las mejoras técnicas, se le añade nuevo contenido, previo pago de actualización que varía según el título. Y por último, tenemos remasterizaciones como las de Marvel's Spider-Man, una versión muy mejorada que reúne todo el contenido que se lanzó tras el lanzamiento.
En el caso de Uncharted: El Legado de los Ladrones, se ha decidido unificar las dos últimas entregas lanzadas en exclusiva para PS4 y su tratamiento es muy similar al de Spider-Man, aunque salvando las distancias al tratarse de una remasterización muy básica. Una vez más, la actualización es de pago, en total unos diez euros para acceder a la nueva versión. Si solo posees uno de estos juegos en PS4, independientemente de si se trata de formato físico o digital, podrás acceder a los dos juegos en PS5 pagando solo la actualización. Es decir, no hay forma de adquirir un juego sin el otro. Por último, los usuarios que tengan la versión de Uncharted 4 de PlayStation Plus no podrán acceder a esta actualización de pago. Malas noticias, sí, pero Sony ya nos dejó claras sus intenciones al respecto con el lanzamiento de Final Fantasy VII Remake - Intergrade.
UNCHARTED 4: EL DESENLACE DEL LADRÓN
Comenzando por el plato principal, tenemos a Uncharted 4, el cierre de las aventuras de Nathan Drake, Víctor Sullivan y Elena Fisher. Tras los acontecimientos de Uncharted 3: La traición de Drake, Nate decide poner punto y final a su vida de cazatesoros para asentar la cabeza junto a la mujer de su vida. Sin embargo, por ahí aparece la figura de Sam Drake, su hermano --al que todos daban por muerto--. El asunto es que Sam está en problemas y Nate, que arrastra la nostalgia de las grandes aventuras, decide dejarlo todo para echarle un cable. ¿El objetivo? El gran tesoro de Henry Avery, escondido, en teoría, en Libertalia, una utopía pirata.
No es solo el juego más impactante a nivel de espectacularidad de la serie, sino que Bruce Straley y Neil Druckmann supieron dar pausa a la acción y tratar con más profundidad a los personajes de los que nos íbamos a despedir. En Uncharted 4 descubrimos los verdaderos orígenes de nuestro protagonista en una aventura que reflexiona sobre un mensaje real: no hay mayor tesoro que el valor de tener cerca a tus seres queridos. Pero no todo es sentimentalismo en esta historia, sino que hay lugar para algunos de los momentos más espectaculares que nos ha brindado la pasada generación. A Uncharted 4 no le ha dado tiempo a envejecer, y aunque ya se veía de escándalo en PlayStation 4, merece la pena volverlo a terminar unos años después. Los escenarios cuentan con una increíble cantidad de detalles, y algunas secciones como la zona abierta de Madagascar, continúan dejando con la boca abierta gracias a su músculo técnico y a su dirección artística.
En definitiva, Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón se mantiene como una de las obras maestras de la pasada generación. Es cierto que en ocasiones peca de contemplativo y que recupera esos cuestionables momentos donde por enésima vez se rompe la plataforma de la que cuelgas o cuando toca escapar de una sección que se desmorona, pero es fácil volver a disfrutar con su fórmula.

UNCHARTED: EL LEGADO PERDIDO
Para cerrar el contenido de esta colección tenemos Uncharted: El Legado Perdido, que nació como un pequeño contenido descargable y poco después se convirtió en un juego independiente. En este caso no se trata de un nuevo Uncharted como tal, sino de una expansión que amplía la experiencia de Uncharted 4. Un caso muy similar al de Marvel's Spider-Man: Miles Morales, pero con la sensación de que Insomniac Games hizo mucho más por distanciarlo de la experiencia original.
En ese sentido, Uncharted: El Legado Perdido es una expansión muy continuista que le permitió a Naughty Dog reutilizar su tecnología y los assets de sus juegos para ofrecer un producto con un coste de desarrollo mucho menor, por lo que no esperéis una secuela propiamente dicha. La exploración y la acción vuelven a ser los principales ingredientes de un cóctel explosivo repleto de secuencias frenéticas que se combinan -casi- a la perfección con momentos más pausados. Nuestra protagonista es Chloe Frazer, a la que recordaréis de la segunda y tercera entrega, que anda tras la pista del colmillo de Ganesh, un legendario artefacto hindú de gran importancia para Asalv, un líder rebelde indio que tomará el papel de antagonista. Chloe comparte protagonismo con Nadine Ross, villana en Uncharted 4 y otrora líder del ejército militar de Shoreline, pero que ahora no le queda remedio que vivir una nueva vida en solitario y alejada de su empresa.
El Legado Perdido peca en varios momentos de repetir los mismos esquemas que ya hemos visto, y el déjà vu es tal que a lo largo de las 7 horas que puede alcanzar la primera partida (sin la búsqueda de tesoros o la compleción de objetivos secundarios) serán varios los momentos que nos recordarán a situaciones vividas en Uncharted 4. Esto tiene sus pros y sus contras. Por un lado, es una apuesta segura por una fórmula casi perfecta. Un buen ritmo, mucha versatilidad en combate y una narrativa efectiva. Sin embargo, esa falta de ambición al no tratarse de un juego totalmente nuevo le pasa factura, y aunque pule y mejora ciertos elementos de Uncharted 4, no se atreve a probar cosas nuevas y no da pie a la sorpresa.
Pese a todo lo dicho, Uncharted: El Legado Perdido cumple con creces. Ofrece una aventura repleta de grandes momentos, y aún con la ausencia de Nathan Drake, se mantiene en todo momento las principales señas de identidad de la serie. Audiovisualmente es una delicia y jugablemente funciona tan bien como el primer día. No es el mejor de los Uncharted, pero sí que consigue volver a dejarnos boquiabiertos con su puesta en escena.
Adentrándonos en el apartado técnico de estas remasterizaciones, ya os adelantamos que no hemos notado mejoras a simple vista en ninguno de los dos juegos. Estamos hablando de dos juegos que son auténticos referentes en la industria por su acabado visual, y pese a que son dos títulos de 2016 y 2017 respectivamente, hay pocos juegos en la actualidad que puedan superarlos en este aspecto, por lo que no había mucho margen de mejora.
De partida, Uncharted: Colección Legado de los Ladrones nos da tres opciones de visualización para que acomodemos la experiencia a nuestro gusto, por lo que necesitaremos de un monitor (o televisor) en 4K para ver todo lo que puede dar de sí esta remasterización. Tenemos un modo Fidelidad, que se pone como objetivo una resolución 4K a 30 fotogramas por segundo. Con esta opción la imagen gana muchísima nitidez, pero no nos ha parecido tan relevante como para decantarnos por esta opción. Ahora, y gracias a la potencia de PlayStation 5, podemos elegir la opción de Rendimiento o Rendimiento+ para alcanzar los 60 o 120 fotogramas por segundo. El aumento de la tasa de imágenes por segundo supone una diferencia abismal respecto a la versión de PS4 Pro, limitada a 30 fps. Esta fluidez se traduce en una experiencia mucho más ágil y satisfactoria en momentos frenéticos y de acción. Eso sí, os avisamos de que Rendimiento+ funciona a una resolución 1080p y necesitaremos de una pantalla de 120Hz para activarlo, mientras que Rendimiento sirve como solución intermedia a 60 fps y 4K reescalado.
La parte negativa de esta colección es que nos hemos quedado con la sensación de que no se ha aprovechado en absoluto lo que puede dar de sí el DualSense. Sí se hace uso tanto de la retroalimentación háptica como de los gatillos adaptativos, pero no se le saca demasiado partido y las sensaciones son anecdóticas. Tras algo más de un año con PlayStation 5, se echa en falta un poco de imaginación más allá que aplicar algo de resistencia a los botones L2 y R2 cuando disparamos o conducimos. Por otro lado, la vibración no aporta demasiado a la experiencia y no sorprende en absoluto. Finalmente, destacar que los tiempos de carga se han reducido al mínimo, apenas debemos esperar dos segundos para retomar nuestra partida si lo hacemos desde las tarjetas de la interfaz de la consola. O diez segundos si lo hacemos ejecutando el juego de manera normal y corriente. Y si tenéis la oportunidad de aprovechar la característica del audio 3D, os recomendamos que lo probéis, ya que es una tecnología a la que se le saca mucho partido y es bestial el resultado que ha quedado en esta colección.
Para finalizar, no queremos pasar por alto el hecho de que se ha prescindido del modo multijugador, tanto la vertiente competitiva como la cooperativa. No es algo que afecte a la experiencia principal, pero es un detalle a tener en cuenta.
CONCLUSIÓN
Uncharted: Colección Legado de los Ladrones es una remasterización muy básica, pero es la forma más óptima de disfrutar de dos de las mejores aventuras de la pasada generación de consolas. Siguen siendo grandes títulos, y mientras que Uncharted 4 ofrece un broche de oro a sus personajes, El Legado Perdido expande la propuesta con momentos increíbles que se devoran rápidamente. La colección puede saber a poco a quienes explorasen en profundidad los títulos en su momento, pero cualquier excusa es buena para reivindicar dos juegazos imprescindibles.
Antes de entrar en el meollo del asunto, repasemos algunas características a tener en cuenta de este Uncharted: El Legado de los Ladrones. Sony está haciendo todo lo posible por recuperar gran parte de su catálogo de PlayStation 4 y llevarlo a su nueva consola. Algunos de estos juegos llegan con un tratamiento muy sencillo en forma de parche gratuito que les añade una resolución dinámica o aumenta la tasa de fotogramas por segundo, como ocurre con God of War, Days Gone o The Last of Us: Parte II. En casos como el de Death Stranding o Ghost of Tsushima se les añade el subtítulo Director's Cut para evidenciar que, además de las mejoras técnicas, se le añade nuevo contenido, previo pago de actualización que varía según el título. Y por último, tenemos remasterizaciones como las de Marvel's Spider-Man, una versión muy mejorada que reúne todo el contenido que se lanzó tras el lanzamiento.
En el caso de Uncharted: El Legado de los Ladrones, se ha decidido unificar las dos últimas entregas lanzadas en exclusiva para PS4 y su tratamiento es muy similar al de Spider-Man, aunque salvando las distancias al tratarse de una remasterización muy básica. Una vez más, la actualización es de pago, en total unos diez euros para acceder a la nueva versión. Si solo posees uno de estos juegos en PS4, independientemente de si se trata de formato físico o digital, podrás acceder a los dos juegos en PS5 pagando solo la actualización. Es decir, no hay forma de adquirir un juego sin el otro. Por último, los usuarios que tengan la versión de Uncharted 4 de PlayStation Plus no podrán acceder a esta actualización de pago. Malas noticias, sí, pero Sony ya nos dejó claras sus intenciones al respecto con el lanzamiento de Final Fantasy VII Remake - Intergrade.


UNCHARTED 4: EL DESENLACE DEL LADRÓN
Comenzando por el plato principal, tenemos a Uncharted 4, el cierre de las aventuras de Nathan Drake, Víctor Sullivan y Elena Fisher. Tras los acontecimientos de Uncharted 3: La traición de Drake, Nate decide poner punto y final a su vida de cazatesoros para asentar la cabeza junto a la mujer de su vida. Sin embargo, por ahí aparece la figura de Sam Drake, su hermano --al que todos daban por muerto--. El asunto es que Sam está en problemas y Nate, que arrastra la nostalgia de las grandes aventuras, decide dejarlo todo para echarle un cable. ¿El objetivo? El gran tesoro de Henry Avery, escondido, en teoría, en Libertalia, una utopía pirata.
No es solo el juego más impactante a nivel de espectacularidad de la serie, sino que Bruce Straley y Neil Druckmann supieron dar pausa a la acción y tratar con más profundidad a los personajes de los que nos íbamos a despedir. En Uncharted 4 descubrimos los verdaderos orígenes de nuestro protagonista en una aventura que reflexiona sobre un mensaje real: no hay mayor tesoro que el valor de tener cerca a tus seres queridos. Pero no todo es sentimentalismo en esta historia, sino que hay lugar para algunos de los momentos más espectaculares que nos ha brindado la pasada generación. A Uncharted 4 no le ha dado tiempo a envejecer, y aunque ya se veía de escándalo en PlayStation 4, merece la pena volverlo a terminar unos años después. Los escenarios cuentan con una increíble cantidad de detalles, y algunas secciones como la zona abierta de Madagascar, continúan dejando con la boca abierta gracias a su músculo técnico y a su dirección artística.
En definitiva, Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón se mantiene como una de las obras maestras de la pasada generación. Es cierto que en ocasiones peca de contemplativo y que recupera esos cuestionables momentos donde por enésima vez se rompe la plataforma de la que cuelgas o cuando toca escapar de una sección que se desmorona, pero es fácil volver a disfrutar con su fórmula.


UNCHARTED: EL LEGADO PERDIDO
Para cerrar el contenido de esta colección tenemos Uncharted: El Legado Perdido, que nació como un pequeño contenido descargable y poco después se convirtió en un juego independiente. En este caso no se trata de un nuevo Uncharted como tal, sino de una expansión que amplía la experiencia de Uncharted 4. Un caso muy similar al de Marvel's Spider-Man: Miles Morales, pero con la sensación de que Insomniac Games hizo mucho más por distanciarlo de la experiencia original.
En ese sentido, Uncharted: El Legado Perdido es una expansión muy continuista que le permitió a Naughty Dog reutilizar su tecnología y los assets de sus juegos para ofrecer un producto con un coste de desarrollo mucho menor, por lo que no esperéis una secuela propiamente dicha. La exploración y la acción vuelven a ser los principales ingredientes de un cóctel explosivo repleto de secuencias frenéticas que se combinan -casi- a la perfección con momentos más pausados. Nuestra protagonista es Chloe Frazer, a la que recordaréis de la segunda y tercera entrega, que anda tras la pista del colmillo de Ganesh, un legendario artefacto hindú de gran importancia para Asalv, un líder rebelde indio que tomará el papel de antagonista. Chloe comparte protagonismo con Nadine Ross, villana en Uncharted 4 y otrora líder del ejército militar de Shoreline, pero que ahora no le queda remedio que vivir una nueva vida en solitario y alejada de su empresa.
El Legado Perdido peca en varios momentos de repetir los mismos esquemas que ya hemos visto, y el déjà vu es tal que a lo largo de las 7 horas que puede alcanzar la primera partida (sin la búsqueda de tesoros o la compleción de objetivos secundarios) serán varios los momentos que nos recordarán a situaciones vividas en Uncharted 4. Esto tiene sus pros y sus contras. Por un lado, es una apuesta segura por una fórmula casi perfecta. Un buen ritmo, mucha versatilidad en combate y una narrativa efectiva. Sin embargo, esa falta de ambición al no tratarse de un juego totalmente nuevo le pasa factura, y aunque pule y mejora ciertos elementos de Uncharted 4, no se atreve a probar cosas nuevas y no da pie a la sorpresa.
Pese a todo lo dicho, Uncharted: El Legado Perdido cumple con creces. Ofrece una aventura repleta de grandes momentos, y aún con la ausencia de Nathan Drake, se mantiene en todo momento las principales señas de identidad de la serie. Audiovisualmente es una delicia y jugablemente funciona tan bien como el primer día. No es el mejor de los Uncharted, pero sí que consigue volver a dejarnos boquiabiertos con su puesta en escena.


Adentrándonos en el apartado técnico de estas remasterizaciones, ya os adelantamos que no hemos notado mejoras a simple vista en ninguno de los dos juegos. Estamos hablando de dos juegos que son auténticos referentes en la industria por su acabado visual, y pese a que son dos títulos de 2016 y 2017 respectivamente, hay pocos juegos en la actualidad que puedan superarlos en este aspecto, por lo que no había mucho margen de mejora.
De partida, Uncharted: Colección Legado de los Ladrones nos da tres opciones de visualización para que acomodemos la experiencia a nuestro gusto, por lo que necesitaremos de un monitor (o televisor) en 4K para ver todo lo que puede dar de sí esta remasterización. Tenemos un modo Fidelidad, que se pone como objetivo una resolución 4K a 30 fotogramas por segundo. Con esta opción la imagen gana muchísima nitidez, pero no nos ha parecido tan relevante como para decantarnos por esta opción. Ahora, y gracias a la potencia de PlayStation 5, podemos elegir la opción de Rendimiento o Rendimiento+ para alcanzar los 60 o 120 fotogramas por segundo. El aumento de la tasa de imágenes por segundo supone una diferencia abismal respecto a la versión de PS4 Pro, limitada a 30 fps. Esta fluidez se traduce en una experiencia mucho más ágil y satisfactoria en momentos frenéticos y de acción. Eso sí, os avisamos de que Rendimiento+ funciona a una resolución 1080p y necesitaremos de una pantalla de 120Hz para activarlo, mientras que Rendimiento sirve como solución intermedia a 60 fps y 4K reescalado.
La parte negativa de esta colección es que nos hemos quedado con la sensación de que no se ha aprovechado en absoluto lo que puede dar de sí el DualSense. Sí se hace uso tanto de la retroalimentación háptica como de los gatillos adaptativos, pero no se le saca demasiado partido y las sensaciones son anecdóticas. Tras algo más de un año con PlayStation 5, se echa en falta un poco de imaginación más allá que aplicar algo de resistencia a los botones L2 y R2 cuando disparamos o conducimos. Por otro lado, la vibración no aporta demasiado a la experiencia y no sorprende en absoluto. Finalmente, destacar que los tiempos de carga se han reducido al mínimo, apenas debemos esperar dos segundos para retomar nuestra partida si lo hacemos desde las tarjetas de la interfaz de la consola. O diez segundos si lo hacemos ejecutando el juego de manera normal y corriente. Y si tenéis la oportunidad de aprovechar la característica del audio 3D, os recomendamos que lo probéis, ya que es una tecnología a la que se le saca mucho partido y es bestial el resultado que ha quedado en esta colección.
Para finalizar, no queremos pasar por alto el hecho de que se ha prescindido del modo multijugador, tanto la vertiente competitiva como la cooperativa. No es algo que afecte a la experiencia principal, pero es un detalle a tener en cuenta.


CONCLUSIÓN
Uncharted: Colección Legado de los Ladrones es una remasterización muy básica, pero es la forma más óptima de disfrutar de dos de las mejores aventuras de la pasada generación de consolas. Siguen siendo grandes títulos, y mientras que Uncharted 4 ofrece un broche de oro a sus personajes, El Legado Perdido expande la propuesta con momentos increíbles que se devoran rápidamente. La colección puede saber a poco a quienes explorasen en profundidad los títulos en su momento, pero cualquier excusa es buena para reivindicar dos juegazos imprescindibles.
Jugado en PlayStation 5. Copia digital proporcionada por PlayStation España.
Alternativas
El resto de Uncharted, pero también la última trilogía de Tomb Taider.
Dos juegazos imprescindibles. Los 60 fps y su audio 3D. Audiovisualmente espectacular.
No incluye el modo multijugador. Sin grandes novedades para el DualSense.
PlayStation 5 recupera dos juegazos imprescindibles, pero se le echa en falta algo más.