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Hasta que todos seamos uno
La continuación de la aclamada obra La guerra por Cybertron ya está aquí y pretende convertirse en el mejor juego de Transformers de la historia.
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Ya está aquí, tras varios megaciclos de espera, la ansiada segunda parte de Transformers: La guerra por Cybertron. Es increíble cómo los chicos de High Moon Studios han conseguido inyectar tanta calidad a una serie que por norma general siempre ha contado con unos videojuegos bastante mediocres. En esta generación ha habido varios de esos lanzamientos, principalmente debido a las tres entregas correspondientes a las películas, incluso el juego de El lado oscuro de la luna ha sido desarrollado por ellos, pero esta serie que nos acompaña está simplemente a otro nivel. Transformers: La caída de Cybertron continúa la recreación de la cruenta batalla que disputan Autobots y Decepticons por el control de su planeta natal, Cybertron, tanto en Playstation 3 como en Xbox 360. Veamos si este tiempo de espera ha merecido la pena y qué novedades podemos encontrar en la última obra de High Moon Studios.
La historia sitúa los acontecimientos justo después de la caída de Trypticon y tras el choque entre Megatron y Optimus Prime en La guerra por Cybertron. La batalla se ha tornado mucho más violenta si cabe y ambos bandos están al borde del colapso. Pero no sólo ellos, ya que el planeta sufre las indudables consecuencias de eones de guerra civil constante y las cicatrices del núcleo están abiertas. Es por ello que los Autobots, exhaustos y a sabiendas del estado en el que se encuentra Cybertron, deciden construir un arca que les lleve más allá de las estrellas en busca de un nuevo hogar. Por supuesto, el bloqueo que Megatron ha impuesto no permite que nadie abandone la órbita de Cybertron y mucho menos atraviese el portal estelar, por lo que el enfrentamiento final entre Autobots y Decepticons por la supervivencia está a punto de comenzar.
La caída de Cybertron sigue las pautas establecidas por el anterior título de la serie, tanto en sistema de juego como en planteamiento general. Lo primero a lo que debemos jugar nada más meter el disco en la consola es a la esperada campaña. Si ya en la primera entrega todos los seguidores de Transformers nos quedamos alucinados, La caída de Cybertron continúa con esta misma tónica. No cabe duda de que la inclusión de Grimlock en la historia y cómo se integran sus Dinobots en la narrativa es absolutamente genial. Toda la campaña está dividida en trece trepidantes capítulos en los que controlamos a los dos bandos, Autobots y Decepticons. A medida que avanzamos a través de estos episodios, poco a poco tocamos muchos tipos de situaciones. La acción por supuesto es lo que más predomina gracias a los enfrentamientos sin descanso contra una gran variedad de enemigos. Hay capítulos en los que disparar no lo es todo y gracias a las habilidades de Cliffjumper, por ejemplo, disfrutaremos de un completo nivel en el que la infiltración es el único camino posible. A medida que llegamos al final de la campaña tomamos el control de varios de los miembros más carismáticos de cada bando, como por ejemplo la pequeña rebelión encabezada por Starscream, la sublime escalada de Grimlock o el papel fundamental que desempeña el peligroso Soundwave en esta historia. Todos estos personajes protagonizan grandes momentos dentro del juego, aunque nada comparado con la excelente planificación de acontecimientos de la que goza el último nivel del juego, la guinda final para una historia sublime dentro del mundo de Transformers.
La historia sitúa los acontecimientos justo después de la caída de Trypticon y tras el choque entre Megatron y Optimus Prime en La guerra por Cybertron. La batalla se ha tornado mucho más violenta si cabe y ambos bandos están al borde del colapso. Pero no sólo ellos, ya que el planeta sufre las indudables consecuencias de eones de guerra civil constante y las cicatrices del núcleo están abiertas. Es por ello que los Autobots, exhaustos y a sabiendas del estado en el que se encuentra Cybertron, deciden construir un arca que les lleve más allá de las estrellas en busca de un nuevo hogar. Por supuesto, el bloqueo que Megatron ha impuesto no permite que nadie abandone la órbita de Cybertron y mucho menos atraviese el portal estelar, por lo que el enfrentamiento final entre Autobots y Decepticons por la supervivencia está a punto de comenzar.
La caída de Cybertron sigue las pautas establecidas por el anterior título de la serie, tanto en sistema de juego como en planteamiento general. Lo primero a lo que debemos jugar nada más meter el disco en la consola es a la esperada campaña. Si ya en la primera entrega todos los seguidores de Transformers nos quedamos alucinados, La caída de Cybertron continúa con esta misma tónica. No cabe duda de que la inclusión de Grimlock en la historia y cómo se integran sus Dinobots en la narrativa es absolutamente genial. Toda la campaña está dividida en trece trepidantes capítulos en los que controlamos a los dos bandos, Autobots y Decepticons. A medida que avanzamos a través de estos episodios, poco a poco tocamos muchos tipos de situaciones. La acción por supuesto es lo que más predomina gracias a los enfrentamientos sin descanso contra una gran variedad de enemigos. Hay capítulos en los que disparar no lo es todo y gracias a las habilidades de Cliffjumper, por ejemplo, disfrutaremos de un completo nivel en el que la infiltración es el único camino posible. A medida que llegamos al final de la campaña tomamos el control de varios de los miembros más carismáticos de cada bando, como por ejemplo la pequeña rebelión encabezada por Starscream, la sublime escalada de Grimlock o el papel fundamental que desempeña el peligroso Soundwave en esta historia. Todos estos personajes protagonizan grandes momentos dentro del juego, aunque nada comparado con la excelente planificación de acontecimientos de la que goza el último nivel del juego, la guinda final para una historia sublime dentro del mundo de Transformers.
