
PC
Acero vs. pólvora
Shogun 2 amplía sus posibilidades estratégicas con la Guerra Boshin. La modernización llega a Japón.

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Vámonos de geishas
El escenario que ha preparado Creative Assembly es excelente sin lugar a dudas, pero donde está el grueso del entretenimiento es en las nuevas unidades. La nueva campaña va inevitablemente unida a la modernización militar, por lo tanto, aunque en un principio emplearemos samuráis como en Shogun 2, poco a poco necesitaremos desprendernos de la tradición japonesa para acercarnos al mundo militar occidental con cañones, gatlings, infantería, batallones de mosquetes... y las katanas quedarán en el cajón en mayor o menor medida si queremos triunfar. Contamos para ello con nuevas construcciones como escuelas militares o academias de artillería que nos proporcionarán todo tipo de unidades de tecnología occidental más eficaces; eso sí, mucho más caras que las de tecnología nipona. Hasta 39 unidades terrestres nuevas incorporaremos a nuestro ejército. Por último, pero no por ello menos importante, se han potenciado las batallas navales hasta tal punto que podemos tomar control de los barcos y cañones de nuestra flota para destruir o capturar navíos enemigos con diez nuevas unidades.
Los edificios y dominios de nuestro clan irán reñidos con la modernización también. Podemos transformar los puertos en distritos comerciales a la europea, construir herrerías o explotar los recursos mineros como el cobre o el oro, disponibles de manera exclusiva en diferentes provincias. En cuanto a las artes, tenemos prácticamente lo mismo. No sólo nos servirán de requisito para construir y explotar nuestra región, sino que además tendremos que elegir entre formar un clan bélico o cultural y, sobre todo, tener mesura sobre las decisiones de la occidentalización. Apostar más de la cuenta por la modernización levantará suspicacias en la población más acérrima a las tradiciones, pero de lo contrario podemos quedarnos atrasados respecto a otros clanes y pagarlo caro. Disponemos también de nuevos eventos que propiciarán las relaciones con los extranjeros. Si decidimos ser partidarios del shogun, los franceses y los holandeses nos proporcionarán apoyos para nuestro desarrollo, por ejemplo.
Hay que tener en cuenta que decidirnos por un bando implica que los del bando contrario serán difíciles de convencer diplomáticamente para mantener relaciones comerciales o militares, y del mismo modo, atacar a uno de nuestro mismo bando hará que nos quedemos prácticamente solos. Es un factor que hay que manejar con sumo cuidado, porque si un clan aliado se vuelve demasiado poderoso puede llegar a cohibir nuestro crecimiento. Para manejar este tema disponemos de tres nuevos agentes, personajes independientes de las tropas militares que podremos utilizar para nuestros intereses en otros clanes. La geisha ha sido ampliada y ahora es útil para embelesar y distraer a los generales enemigos, de tal manera que se unan a nosotros o se ausenten de la batalla respectivamente. El ideólogo (Ishin Shishi para los imperiales y Shinsengumi para el shogunato) puede convencer a un clan para que cambie de bando, asesinar a otro agente o general o reforzar las relaciones con un clan aliado por ejemplo. El extranjero veterano es un agente que supervisará el reclutamiento, hostigará a los enemigos o asesinará a nuestro gusto. Por último está el shinobi, también mejorado y muy útil para preparar el terreno en un ataque sorpresa, ya que puede sabotear edificios y asesinar generales, entre otras cosas.
Por último, el multijugador también se ha ampliado con novedades en el desarrollo y en la interfaz: más vasallos, más piezas de armadura y un nuevo cuadro de habilidades. Además no se han quedado cortos con el ámbito gráfico: las nuevas unidades lucen a las mil maravillas. Con esto, se puede decir que Creative Assembly ha metido mano a todos los recovecos de Shogun 2 y los ha mejorado y expandido para ofrecer una nueva experiencia, precisamente lo que buscamos en una buena expansión. Nos proporcionará muchísimas horas de juego, para un jugador sobre todo, en las que exploraremos y maquinaremos nuevas estrategias con la nueva perspectiva de la modernización que nos brinda La caída del samurái.
El escenario que ha preparado Creative Assembly es excelente sin lugar a dudas, pero donde está el grueso del entretenimiento es en las nuevas unidades. La nueva campaña va inevitablemente unida a la modernización militar, por lo tanto, aunque en un principio emplearemos samuráis como en Shogun 2, poco a poco necesitaremos desprendernos de la tradición japonesa para acercarnos al mundo militar occidental con cañones, gatlings, infantería, batallones de mosquetes... y las katanas quedarán en el cajón en mayor o menor medida si queremos triunfar. Contamos para ello con nuevas construcciones como escuelas militares o academias de artillería que nos proporcionarán todo tipo de unidades de tecnología occidental más eficaces; eso sí, mucho más caras que las de tecnología nipona. Hasta 39 unidades terrestres nuevas incorporaremos a nuestro ejército. Por último, pero no por ello menos importante, se han potenciado las batallas navales hasta tal punto que podemos tomar control de los barcos y cañones de nuestra flota para destruir o capturar navíos enemigos con diez nuevas unidades.
Los edificios y dominios de nuestro clan irán reñidos con la modernización también. Podemos transformar los puertos en distritos comerciales a la europea, construir herrerías o explotar los recursos mineros como el cobre o el oro, disponibles de manera exclusiva en diferentes provincias. En cuanto a las artes, tenemos prácticamente lo mismo. No sólo nos servirán de requisito para construir y explotar nuestra región, sino que además tendremos que elegir entre formar un clan bélico o cultural y, sobre todo, tener mesura sobre las decisiones de la occidentalización. Apostar más de la cuenta por la modernización levantará suspicacias en la población más acérrima a las tradiciones, pero de lo contrario podemos quedarnos atrasados respecto a otros clanes y pagarlo caro. Disponemos también de nuevos eventos que propiciarán las relaciones con los extranjeros. Si decidimos ser partidarios del shogun, los franceses y los holandeses nos proporcionarán apoyos para nuestro desarrollo, por ejemplo.
Hay que tener en cuenta que decidirnos por un bando implica que los del bando contrario serán difíciles de convencer diplomáticamente para mantener relaciones comerciales o militares, y del mismo modo, atacar a uno de nuestro mismo bando hará que nos quedemos prácticamente solos. Es un factor que hay que manejar con sumo cuidado, porque si un clan aliado se vuelve demasiado poderoso puede llegar a cohibir nuestro crecimiento. Para manejar este tema disponemos de tres nuevos agentes, personajes independientes de las tropas militares que podremos utilizar para nuestros intereses en otros clanes. La geisha ha sido ampliada y ahora es útil para embelesar y distraer a los generales enemigos, de tal manera que se unan a nosotros o se ausenten de la batalla respectivamente. El ideólogo (Ishin Shishi para los imperiales y Shinsengumi para el shogunato) puede convencer a un clan para que cambie de bando, asesinar a otro agente o general o reforzar las relaciones con un clan aliado por ejemplo. El extranjero veterano es un agente que supervisará el reclutamiento, hostigará a los enemigos o asesinará a nuestro gusto. Por último está el shinobi, también mejorado y muy útil para preparar el terreno en un ataque sorpresa, ya que puede sabotear edificios y asesinar generales, entre otras cosas.
Por último, el multijugador también se ha ampliado con novedades en el desarrollo y en la interfaz: más vasallos, más piezas de armadura y un nuevo cuadro de habilidades. Además no se han quedado cortos con el ámbito gráfico: las nuevas unidades lucen a las mil maravillas. Con esto, se puede decir que Creative Assembly ha metido mano a todos los recovecos de Shogun 2 y los ha mejorado y expandido para ofrecer una nueva experiencia, precisamente lo que buscamos en una buena expansión. Nos proporcionará muchísimas horas de juego, para un jugador sobre todo, en las que exploraremos y maquinaremos nuevas estrategias con la nueva perspectiva de la modernización que nos brinda La caída del samurái.
Alternativas
El espectro de juegos de estrategia en PC es ilimitado. De épocas clásicas encontramos Civilization o los propios Total War.
Se amplían las posibilidades estratégicas sin lugar a dudas, y con ello las posibilidades de juego.
Pese a todo, el tema de la modernización es algo inflexible. O te modernizas o mueres.
Creative Assembly ha hecho los deberes. Un DLC en condiciones cuyo concepto es excelente. Muchas horas de juego.