La eternidad vista por un gato

Analizado en PC. Código proporcionado por Valhalla Cats.

Posiblemente los gatos sean los animales más carismáticos del mundo. No suena objetivo pero ciertamente es una realidad. Han estado presentes en el transcurso de la humanidad durante siglos, protagonizan relatos del folclore y del ocio audiovisual, son unas de las mascotas más populares y básicamente son los dueños de Internet. Paradójicamente, en muchas de esas representaciones no se capta del todo su auténtico ser quedándose en la superficie y estereotipo de "criatura egoísta y maliciosa" o "bola de pelo juguetona". The Purring Quest no es así, nos descubre su lado más espiritual y sabio, pero también el más vulnerable.

Valhalla Cats es un pequeño estudio murciano comandado por la poderosa Tika, jefa gatuna que se cansó de vivir en la calle y adoptó a unos humanos a los que les dio un objetivo vital. Al igual que esta señora gata, cientos de gatos viven en el entorno urbano en libertad pero también con peligro. Todos ellos, junto a los domésticos con enfermedades crónicas son homenajeados en este juego, cuyo desarrollador donará parte del dinero recaudado de las ventas a las protectoras felinas. También está comprometido con Paw Project, una asociación que conciencia sobre la dañina práctica de la desangulación, y da a conocer la labor de otras como Milo o el santuario Blind Cat Rescue.

No detallaremos el argumento porque es uno de sus puntos fuertes pero de manera resumida trata sobre el gato Kimchi y la búsqueda de su amo perdido. Durante su periplo conocerá a gatos famosos como Nora la pianista, Oskar el gato ciego o Cooper el gato fotógrafo, quienes darán pistas sobre su destino y además le obsequiarán con sus pensamientos más profundos y filosóficos sobre la existencia, el arte, el amor, la muerte, el paso del tiempo o la fama. También conocerá a otros gatos, menos mediáticos pero igualmente dignos de nuestro respeto, como Sheldon, Tonks o Snikers. Todos ellos con dolencias como el síndrome de Manx, son tuertos o sordos, y fueron elegidos mediante concurso.

Zarpazos y saltos en mundos extraños

Estamos ante un título de plataformas 2D cuyos controles son tan precisos como el andar de un gato, no daremos saltos en falsos sin querer ni "resbalaremos" en el suelo al correr. Las físicas y los elementos del escenario están bien cuidados, no traspasamos repisas ni otros objetos sólidos al saltar ni andar, podemos mover objetos grandes o lanzar algunos pequeños como proyectiles, todo fluye de manera realista.

Kimchi tiene movimientos gatunos útiles como los zarpazos para atacar, se esconde para evitar peligros, trepa, salta normal o da un gran salto con impulso para alcanzar zonas elevadas. Son acciones que haría un gato por tanto tienen que ser realistas (y a la vez que respeten una mecánica jugable), es decir, sólo trepa por muros con enredaderas y tiene que prepararse bien en el suelo, no vale lanzarse con carrerilla tras un salto o una correría, los saltos con impulso sirven para elevarse pero no para llegar más lejos, puede dar zarpazos en un mega salto pero no en un salto normal.

Como reza la canción: "siete vidas tiene un gato, seis vidas ya he quemado, y esta última la quiero vivir a tu lado", así que ese será nuestro sistema de salud. Comenzamos con siete toques y cuando los perdemos todos nuestro espíritu "cruza el arcoiris". Hay cierto truco aquí: cuando morimos volvemos al último punto de control en vez de reiniciar la fase, ni tampoco sufrimos una penalización ni perdemos los objetos conseguidos hasta ese momento, así que no supone mucho trauma perder las siete vidas. Además los puntos de control están colocados en su justa medida y sólo recurriremos a ellos cuando muramos, nos pille un perro, caigamos desde una gran altura o dejemos la partida a medias.