Análisis de Lords of The Fallen: ¡Reducid sus almas a cenizas!

Cada año son más y más las empresas que intentan hacerse un hueco dentro del mundo de los soulslike, ya sea Team Ninja con Nioh o Wo Long, o Round 8 y Neowiz Games con Lies of P, pero pocos han sido los casos en los que dichas empresas han conseguido captar la quintaesencia de los juegos de From Software. Si bien parece ser que Lies of P se ha coronado en el top como uno de los mejores títulos de género que se han creado en estos años, ¿es posible que Lords of The Fallen, desarrollado por Hexworks, esté a la altura de los prestigiosos títulos antes mencionados?



Como en todo buen RPG se nos presenta con una gran premisa: la derrota del gran demonio y señor oscuro Adyr a manos de los caballeros sagrados. No obstante esta derrota no es para siempre, puesto que su intención es la de alzarse una vez más gracias a su ejército de acólitos y heraldos. Podríamos incluso decir que guarda ciertas similitudes con el Señor de los Anillos, no solo por su estética, sino por ese gran resurgir del Señor Oscuro que traerá la desesperación a la tierra de Mournstead. No hay que tener miedo, mis jóvenes aventureros, porque aquí es donde entran en juego los Cruzados Oscuros, la nueva élite de caballeros capaces de viajar entre el mundo real, Axiom, y el mundo de las sombras, Umbra, para librarnos de todos los males, o acabar descabezados sin remedio alguno. La vida de un caballero cruzado no es sencilla, te encargan un objetivo, lo vas cumpliendo y de repente te sigue un jefe extraño, además tienes que soltar tu lámpara hasta el pozo más cercano para que alguien tome el relevo y esto podría llevar días.

Comienza nuestra aventura en una tierra llena de peligros y muerte

Aquí es donde comienza nuestra aventura, con una lámpara que no sabemos que hace, un clérigo dándonos la bendición y un camino lleno de enemigos extraños que tendremos que ir superando poco a poco, con la única misión de reencontrarnos con este clérigo en un puente que se encuentra en las cercanías. Quizá podamos encontrar una ligera conexión entre este juego y el primer Dark Souls, puesto que ambos comienzan en una celda, sin un objetivo claro, siendo rescatados por una persona que nos da un objetivo, aunque esto no es malo precisamente ya que lo han hecho de manera que el juego tenga su propia personalidad siniestra y oscura. Volviendo a lo que nos concierne, tras unos tutoriales a modo de paneles (se pueden pueden consultar en cualquier momento como si de objetos se tratasen) repletos de guerreros, magos y paladines muertos que lanzan clavas explosivos, llegaremos al que seguramente para muchos será un buen desafío: Pieta la Santa de Restablecimiento. Este primer jefe se nos presentará como la primera gran amenaza real del juego, donde los caballeros sagrados han sucumbido frente a las blasfemias de Adyr. Pieta será un jefe sencillo en cuanto a mecánicas pero debido a que tiene dos fases, un rango elevado, daño explosivo y uso del propio daño sagrado será un combate que, para la fase tan temprana del juego, será todo un reto. Ahora bien, tras su derrota desbloquearemos el acceso al Puente del Descanso Celestial, donde nos aguarda Dunmire, el clérigo que nos otorgó su bendición al principio de la historia. Este lugar, que más que una Santa Sede parece una gran catacumba ajena al mundo exterior, servirá como nuestro base, es decir, hemos llegado al elemento común de muchos soulslike, el Nexo, el lugar donde descansamos y mejoramos nuestro equipamiento y pociones. También advertiremos que ciertos individuos de la zona recelan de cómo hemos obtenido nuestra lámpara e incluso se ofrecerán a quedarsela... por suerte no todos serán malos, al menos no por el momento.

"Por una vez la llegada a nuestro Nexo no es un camino de rosas y tiene coherencia dentro de un mundo lleno de hostilidades"

Una vez llegados a este destino confirmamos que hemos terminado “El prólogo”, o al menos eso nos da a entender esta aventura que nos presenta un mundo cambiante, asolado por las fuerzas del Mal, los humanos y la propia decadencia de Axiom, frente al desolador, frío y lleno de recuerdos del pasado del mundo de Umbra. Una aventura que no sólo nos permite vivir una realidad sino de dos de forma simultánea, dos realidades opuestas entre sí. De esta manera superaremos nuestros objetivos a través de ciertos puzles y descubriremos la verdad gracias a los "Puntos de Recuerdo", los cuales se activan con nuestra lámpara. Quizás en algún futuro descubramos cual es el secreto de nuestra lámpara y porqué un destino tan tormentoso es tan codiciado entre personas que anhelan una grandeza que sólo traerá muerte a su paso.

Una dosis pura de formato Souls, con un combate frenético y siendo un gran desgraciado.

Cuando hablamos de juegos del género soulslike siempre nos vienen a la mente dos factores cruciales: la historia y el combate, si bien es cierto que Demon Souls y Dark Souls no nos contaban una historia lineal persé, sino que teníamos que ir descubriéndola está claro que sentaron las bases de una modalidad de narrativa que no agradaba a todo el mundo. Lords of The Fallen nos da un poco de cal y un poco de arena, por una parte nos presenta su decadente mundo lleno de miseria tras la caída de Adyr, cimentando las bases de su mundo con dos cinemáticas bastante esclaceredoras. Por otra parte, no tendremos a un agradable pepito grillo que nos cuente qué ocurrió en cada ubicación que estemos atravesando. Tendremos que observar las armas, armaduras y objetos para encontrar la historia oculta, pero sin lugar a dudas lo que más información nos brindará serán las estatuas congeladas del mundo de Umbra, donde tendremos que usar nuestra lámpara para desvelar acontecimientos congelados en el tiempo, y recordad haced esto en las zonas de jefe que si no puede que se queden sin objetos de gran valor.



Una vez zanjado el formato narrativo pasaremos a hablar un poco más en detalle sobre el sistema de combate. Por un lado, tendremos varias clases iniciales que decidirán qué estadísticas usaremos: fuerza, agilidad, inferno… las cuales son muy similares a otras estadísticas como fuerza, destreza y magia, aunque con un toque característico. Por otra parte, los combates se pueden enfocar de dos maneras diferentes, es decir, tendremos la posibilidad de esquiva los ataques enemigos y golpear con ataques tanto pesados como ligeros, o podremos utilizar los parrys propiamente dichos, los cuales se podrán efectuar tanto con escudos como con armas. La finalidad de estos golpes o parrys será mermar la postura de nuestros enemigos, algo que ya hemos visto en Lies of P, Sekiro y más sutilmente con una abra interna en Elden Ring. Esta barra de postura está señalizada a la hora de fijar a nuestro enemigo de una forma muy cómoda, puesto que no acapara en exceso la pantalla, pero destaca lo suficiente como para poder estar pendientes de la misma.

"No me esperaba un combate tan fluido y veloz"

El sistema de combate muchas veces suele ser tosco y lento, aunque equipos como Team Ninja nos descubrieron que esto puede ser diferente, en el caso de Lords of The Fallen ocurre algo similar. Con una velocidad nunca antes vista tenemos un combate bastante frenético que nos mantiene alerta constantemente, enemigos tanto lentos como rápidos, molestos y con mucha vida que casi parecen mini jefes. En lo que atañe a los jefes no os esperéis algo sencillito por ser el principio porque son espectaculares, desafiantes y sobre todo majestuosos, bueno no todos algunos dan bastante grima, pero tienen ese encanto difícil de apreciar. La más clara prueba de ellos es nuestro primer combate serio contra Pieta, un caballero sagrado caído con la blasfemia recorriendo su cuerpo y que no discierne aliados de enemigos, utilizando sus artes sagradas y su majestuoso set de movimientos.

El apartado gráfico tiene un nivel de detalle de otro mundo

Habíamos visto que Lords of the Fallen contaba con un nivel de detalle muy elaborado, no solo por la decisión de crear mundos de manera simultánea, sino cómo se entrelazan y se necesita de ambos para acceder y desbloquear todas las recompensas de la zona. El hecho de observar un poblado, donde la putrefacción y la enfermedad han corrompido sus aguas y a sus habitantes, transmite un sentimiento nostálgico de esos juegos que se preocupaban por el detalle y diseñar un mundo que valiese la pena recorrer, donde quedarse contemplando un paisaje no fuese visto como una pérdida de tiempo, sino como un placer visual en toda regla.

Las zonas de combate de los jefes no se quedan atrás, pues mantienen la esencia del escenario en cuestión. Se nota que se ha dedicado tiempo en elegir el tipo de mapa adecuado para que al jugador no le resulte exasperante por la escasez de espacio o por elementos que provoquen que el personaje se atasque. Un detalle muy cuidado también es el mundo de Umbra que si bien puede parecer todo el rato lo mismo, el estar en continua tensión por los enemigos que pueden aparecer continuamente, los puzles a resolver y los atajos que descubrir hacen que esté muy bien cohesionado junto a Axiom.



El paisaje no es lo único por lo que destaca Lords of The Fallen, sino el nivel de detalle de los personajes, desde el propio creador de personajes hasta los enemigos y los jefes tienen un cuidado y un nivel de detalle que no esperarías de este tipo de juegos, puesto que suelen dejar este tema a un lado y centrarse en los combates. Los jefes son una auténtica locura tanto su historia personal como su imponente presencia en pantalla. Están tan cuidados y detallados que crean una atmósfera demencial a la altura de los grandes villanos del género.

Cómo funcionan las armas, las armaduras y cómo mejorarlas

Llegando por fin a uno de los aspectos más técnicos del juego, donde muchos se irán a por ese gran espadón de cabeza o a por ese estoque que destruya las defensas de los enemigos, tenemos que hacer hincapié en algunas cosas de las mecánicas de combate. Por un lado nuestro mundo es semiabierto, es decir, avanzamos a medida que nos lo permita el entorno, ya que no podremos acceder a puntos concretos hasta haber completado cierta misión, o abrir cierta puerta, o haber escapado de cierta mina. Por lo tanto, será obligatorio conseguir las armas de la ubicación del momento. Por otra parte, tenemos tres maneras de conseguir las armas: a través de enemigos que las dejen caer como recompensa, a través de cofres escondidos tanto en el mundo de Axiom como de Umbra y finalmente a través de mercaderes. Como consejo os comento que no todos los mercaderes están en el mundo de Axiom, sino que debemos viajar hasta el mundo de Umbra para acceder a todas las armas posibles, las de jefes incluidas. Ahora bien, para mejorar nuestras armas podemos "farmear" el "Deralio", material que iremos recogiendo sin darnos cuenta durante los primeros minutos. No sabemos para qué sirve exactamente aún así es recomendable guardarlo. Una vez lleguemos a nuestro Nexo observaremos el local del herrero, pero vacía. Esto se debe porque primero debemos que rescatarlo para poder acceder a mejorar nuestras armas, así que hasta nuevo aviso hay que ir a pelo por el mundo. Una vez que salvemos
buen hombre podremos mejorar nuestro equipamiento mediante nuestra moneda de cambio: el "Vigor". Se trata del equivalente de las almas, las runas o el ergo de otros juegos.



Una vez mejorada la equipación debemos tener en cuenta que causará más daño. No sólo aumenten los numeritos de las estadísticas sino porque el escalado innato que poseen aumentará también. Es decir, para que podamos observar cómo progresa el daño de nuestra arma tendremos que tener en cuenta el nivel que tengamos en las estadísticas principales, y también cómo de mejorada esté nuestra arma para intentar ir siempre a la par con el daño que nos recomienda el juego. También cabe destacar que las armas se pueden imbuir, es decir, encantar con grasas y aceites que les conferirán daño de cierto tipo de elemento a éstas, y la verdad es que se nota bastante si vamos contra un jefe con el daño adecuado. Además encontraremos armas tanto de efectos sangrado como de veneno, populares en otros juegos, pero aquí se llama "Putrefacción".

Conclusiones

Lords of The Fallen nos presenta un mundo tétrico y lúgubre asolado por las fuerzas del Señor Oscuro, humanos corrompidos y criaturas de otro mundo no demasiado amistosas, pero a su vez nos presenta un mundo lleno de posibilidades capaz de sanarse a sí mismo con la ayuda adecuada. Esto es lo que nos presenta esta aventura, el cómo por azares del destino la lámpara cayó en nosotros y cualquiera puede ser ese cruzado que salve al mundo, así entrando en sintonía con el propio Dark Souls y el destino del "No-muerto elegido", que puede ser cualquiera de nosotros. Una aventura donde los caminos los creas tú, donde puedes elegir dejar el mundo como está o avivar las llamas de la salvación. Un mundo que solo les puedo recomendar explorar pese a la dificultad, y la frustración que puedan llegar a sentir. Un lugar donde observar de qué es capaz cada uno y de cómo pese a las adversidades de un mundo hostil nos podemos llegar a sobreponer a estas y salir adelante.

Jugado en PC. Copia digital proporcionada por PLAION.