
GameCube
El Zelda de la polémica
El primer Zelda para Gamecube llega con un renovado (y polémico) aspecto gráfico, con un buen desarrollo pero diversión irregular.

0
0
0
El nuevo juego de aventuras de la saga Zelda para Gamecube pasará a la historia por ser el que más polémica ha levantado entre la prensa del sector y los propios aficionados. Tras una impresionante demo tecnológica de Gamecube en la que se pudo ver una batalla entre Link y Ganondorf, todos nos hacíamos una idea de que podíamos esperar del futuro Zelda. Pero el gurú de Nintendo, Shigeru Miyamoto, decidió darle un lavado de cara, para sorpresa de medio mundo. En el Space World 2001 vimos un Zelda totalmente cambiado, con un Link en aspecto "superdeformed" y un nuevo look gráfico diseñado con la técnica Cell Shading, que hace que el videojuego parezca dibujos animados.
Estaba claro que este nuevo Zelda no había dejado indiferente a nadie. Mientras algunos daban el beneficio de la duda a Miyamoto, otros condenaron el videojuego al ostracismo.
Pero ahora que ya tenemos el videojuego en nuestras manos, ya se puede evaluar cual ha sido el resultado final de todo esto. Gracias al Cell Shading, Link puede expresarse como un libro abierto con sólo mirarle a la cara. Alegría, tristeza, miedo, sorpresa, agresividad, indiferencia, curiosidad, etc... son algunas de las cosas que veremos, y además, dan paso a numerosas situaciones cómicas en las que será imposible no reírse (la cara de sueño de Link, con pijama incluido, es impagable). El Cell Shading ha permitido dotar a cada personaje de una personalidad propia, incluido al propio Link, que a pesar de no hablar nunca (muy típico de toda la saga) ya muestra un carácter y una forma de ser.
La historia de The Wind Waker nos sitúa bastantes años después de lo sucedido en Ocarina of Time, donde el Héroe del Tiempo es recordado por haber salvado el Reino de Hyrule, y para celebrarlo, los niños se visten con las míticas verdes ropas, para que crezcan con el valor y la fuerza del que las vistiera años atrás. Y aquí es donde entra el nuevo Link, un niño perezoso al cual no le hace nada de gracia ponerse la ropa verde. Vamos, que cualquiera diría que tiene el perfil típico de un héroe. Sin embargo, cuando ve como su hermana Abril es secuestrada delante de sus narices, no le queda más remedio que embarcarse en una aventura para rescatarla, y descubrir cual es su verdadero destino.
Y en esta situación es donde comienza la historia de nuestro particular protagonista. Nuevamente tendremos que recorrer Hyrule, sin embargo, mucho han cambiado las cosas desde la última vez, y ahora, para poder moverse de un lado a otro, habrá que hacerlo por vía marítima, gracias a un pequeño barco de vela del que podremos disponer, debidamente impulsado gracias a la Batuta de los Vientos. Por tanto, el océano pasa a ser el "overworld" del juego, es decir, la zona principal que da acceso a las distintas localizaciones. Lo más destacable del mar es su inmensidad, tanto, que puede llevar unos 10 minutos recorrerlo de un extremo a otro yendo a toda vela. Por un lado, resulta agradable la sensación de navegar, pero por el otro, puede hacerse pesado, especialmente si el viaje es largo.
Estaba claro que este nuevo Zelda no había dejado indiferente a nadie. Mientras algunos daban el beneficio de la duda a Miyamoto, otros condenaron el videojuego al ostracismo.
Pero ahora que ya tenemos el videojuego en nuestras manos, ya se puede evaluar cual ha sido el resultado final de todo esto. Gracias al Cell Shading, Link puede expresarse como un libro abierto con sólo mirarle a la cara. Alegría, tristeza, miedo, sorpresa, agresividad, indiferencia, curiosidad, etc... son algunas de las cosas que veremos, y además, dan paso a numerosas situaciones cómicas en las que será imposible no reírse (la cara de sueño de Link, con pijama incluido, es impagable). El Cell Shading ha permitido dotar a cada personaje de una personalidad propia, incluido al propio Link, que a pesar de no hablar nunca (muy típico de toda la saga) ya muestra un carácter y una forma de ser.
La historia de The Wind Waker nos sitúa bastantes años después de lo sucedido en Ocarina of Time, donde el Héroe del Tiempo es recordado por haber salvado el Reino de Hyrule, y para celebrarlo, los niños se visten con las míticas verdes ropas, para que crezcan con el valor y la fuerza del que las vistiera años atrás. Y aquí es donde entra el nuevo Link, un niño perezoso al cual no le hace nada de gracia ponerse la ropa verde. Vamos, que cualquiera diría que tiene el perfil típico de un héroe. Sin embargo, cuando ve como su hermana Abril es secuestrada delante de sus narices, no le queda más remedio que embarcarse en una aventura para rescatarla, y descubrir cual es su verdadero destino.
Y en esta situación es donde comienza la historia de nuestro particular protagonista. Nuevamente tendremos que recorrer Hyrule, sin embargo, mucho han cambiado las cosas desde la última vez, y ahora, para poder moverse de un lado a otro, habrá que hacerlo por vía marítima, gracias a un pequeño barco de vela del que podremos disponer, debidamente impulsado gracias a la Batuta de los Vientos. Por tanto, el océano pasa a ser el "overworld" del juego, es decir, la zona principal que da acceso a las distintas localizaciones. Lo más destacable del mar es su inmensidad, tanto, que puede llevar unos 10 minutos recorrerlo de un extremo a otro yendo a toda vela. Por un lado, resulta agradable la sensación de navegar, pero por el otro, puede hacerse pesado, especialmente si el viaje es largo.