Nintendo Switch
Wii U
El estandarte del cambio
Nintendo Switch ya tiene su gran juego desde el primer día de su puesta de largo.
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Versión analizada en Nintendo Switch. Copia digital proporcionada por Nintendo.
En cierta forma, tiene que dar coraje. Que después de tanto tiempo, de tantas promesas, tu hermano pequeño se apropie de esa chaqueta tan chula que apenas has podido lucir. Que sí, que le queda ni que pintada, pero tú la fuiste a comprar, tú la elegiste, estaba hecha a tu medida... y ahora es él el que la ha heredado y el que la disfruta. Así se debe sentir mi Wii U, después de esperar una entrega de The Legend of Zelda creada expresamente para ella, es la versión de Nintendo Switch la que se lleva todos los honores y todas las menciones. Por eso mismo, el análisis de Breath of the Wild lo hemos hecho para Wii U, para honrarla como se merece. En este texto vamos a contar nuestra valoración desde el punto de vista de Nintendo Switch, pero como los dos juegos son idénticos en concepto, aquí nos vamos a centrar en los detalles característicos de la versión que estrena la nueva plataforma de Nintendo. Para conocer Breath of the Wild en profundidad, solamente tenéis que pinchar en el enlace que aparece en el nombre del juego.
Estamos ante el mismo juego, con la misma historia y las mismas características, pero en Switch se "coge" de otra forma. La nueva plataforma de Nintendo dispone de varias formas de control (la pantalla con los dos Joy-Con acoplados, en el modo Dock, con el mando Pro...) y en cualquiera de estas variantes encontramos un juego divertido y accesible, por lo menos mientras nos habituamos. Los accesos directos tienen su historia, así como deambular entre los menús para gestionar nuestro inventario. De todas las posibilidades, hemos encontrado la opción portátil de llevar la Switch custodiada por los dos mandos como la menos cómoda de las disponibles.
Ya hemos contado en el otro análisis las maravillas que el equipo de ingenieros de Nintendo ha sido capaz de crear con una hardware como el de Wii U, un trabajo de ensueño tanto en el apartado auditivo como en el visual. Una lástima que la suavidad de todo el conjunto se viese comprometida por los trompicones de la tasa de refresco de la imagen. La entrega de Switch es igual de meritoria en cuanto a su espectacularidad, además de verse mejor gracias al aumento de resolución cuando la conectamos a la televisión (900p frente a los 720p de Wii U), pero la tasa de imágenes por segundo también se ve comprometida en ciertos momentos. No es algo tan generalizado en la nueva plataforma (ambas máquinas manejan el juego a 30 fps), pero está presente y se nota. Cuando el juego corre sin el Dock, a 720p en la pantalla de nuestra Switch, se muestra más estable y compacto. La versión de Switch también mejora a la de Wii U en un filtrado de texturas de mayor calidad y en ciertos efectos sonoros que aportan más claridad y empaque. Por lo demás, son prácticamente iguales.
Nintendo Switch tiene en Breath of the Wild su perfecto caballo de Troya. El juego que acompañará al estreno de cada usuario con su nueva consola. Estamos ante un título tan bueno, que da igual la plataforma en la que se juegue, pero resulta un esperanzador arranque para todos los afortunados usuarios de una nueva plataforma. Esperemos que el equipo de Nintendo detrás de este juego tenga ideas nuevas, arriesgadas y aprovechen el tiempo en exprimir la nueva máquina que acaban de estrenar, porque ellos mismos han puesto el listón tan alto que resulta realmente difícil imaginar cómo lo van a poder superar.
En cierta forma, tiene que dar coraje. Que después de tanto tiempo, de tantas promesas, tu hermano pequeño se apropie de esa chaqueta tan chula que apenas has podido lucir. Que sí, que le queda ni que pintada, pero tú la fuiste a comprar, tú la elegiste, estaba hecha a tu medida... y ahora es él el que la ha heredado y el que la disfruta. Así se debe sentir mi Wii U, después de esperar una entrega de The Legend of Zelda creada expresamente para ella, es la versión de Nintendo Switch la que se lleva todos los honores y todas las menciones. Por eso mismo, el análisis de Breath of the Wild lo hemos hecho para Wii U, para honrarla como se merece. En este texto vamos a contar nuestra valoración desde el punto de vista de Nintendo Switch, pero como los dos juegos son idénticos en concepto, aquí nos vamos a centrar en los detalles característicos de la versión que estrena la nueva plataforma de Nintendo. Para conocer Breath of the Wild en profundidad, solamente tenéis que pinchar en el enlace que aparece en el nombre del juego.
Estamos ante el mismo juego, con la misma historia y las mismas características, pero en Switch se "coge" de otra forma. La nueva plataforma de Nintendo dispone de varias formas de control (la pantalla con los dos Joy-Con acoplados, en el modo Dock, con el mando Pro...) y en cualquiera de estas variantes encontramos un juego divertido y accesible, por lo menos mientras nos habituamos. Los accesos directos tienen su historia, así como deambular entre los menús para gestionar nuestro inventario. De todas las posibilidades, hemos encontrado la opción portátil de llevar la Switch custodiada por los dos mandos como la menos cómoda de las disponibles.
Ya hemos contado en el otro análisis las maravillas que el equipo de ingenieros de Nintendo ha sido capaz de crear con una hardware como el de Wii U, un trabajo de ensueño tanto en el apartado auditivo como en el visual. Una lástima que la suavidad de todo el conjunto se viese comprometida por los trompicones de la tasa de refresco de la imagen. La entrega de Switch es igual de meritoria en cuanto a su espectacularidad, además de verse mejor gracias al aumento de resolución cuando la conectamos a la televisión (900p frente a los 720p de Wii U), pero la tasa de imágenes por segundo también se ve comprometida en ciertos momentos. No es algo tan generalizado en la nueva plataforma (ambas máquinas manejan el juego a 30 fps), pero está presente y se nota. Cuando el juego corre sin el Dock, a 720p en la pantalla de nuestra Switch, se muestra más estable y compacto. La versión de Switch también mejora a la de Wii U en un filtrado de texturas de mayor calidad y en ciertos efectos sonoros que aportan más claridad y empaque. Por lo demás, son prácticamente iguales.
Nintendo Switch tiene en Breath of the Wild su perfecto caballo de Troya. El juego que acompañará al estreno de cada usuario con su nueva consola. Estamos ante un título tan bueno, que da igual la plataforma en la que se juegue, pero resulta un esperanzador arranque para todos los afortunados usuarios de una nueva plataforma. Esperemos que el equipo de Nintendo detrás de este juego tenga ideas nuevas, arriesgadas y aprovechen el tiempo en exprimir la nueva máquina que acaban de estrenar, porque ellos mismos han puesto el listón tan alto que resulta realmente difícil imaginar cómo lo van a poder superar.
Mejora la versión de Wii U. La cantidad de posibilidades y horas que ofrece. La portabilidad.
La tasa de imágenes desde el Dock. El manejo con los Joy-Con en la consola.
Breath of the Wild es el mejor juego de Switch del año, por lo menos hasta que Mario se ponga serio y haga acto de presencia en navidades.