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Análisis de Tekken 8 - El rey de la lucha 3D llega a la nueva generación
PC PlayStation 5 Xbox Series

Análisis de Tekken 8 - El rey de la lucha 3D llega a la nueva generación

El torneo del Rey del Puño de Hierro regresa con más fuerza que nunca, con una historia protagonizada por Jin Kazama.

Por Andrés JC,
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Hubo una época en la que Tekken tenía que codearse con muchos juegos de lucha 3D, y aún así, supo destacar. Gracias a su presencia primordial en PlayStation, el efectismo de sus puñetazos eléctricos y la altísima calidad de su sistema de combos, la serie de Bandai Namco ha "noqueado" a sus competidores históricos: Virtua Fighter, Dead or Alive o Bloody Roar han acabado en un estatus inferior, sin acercarse a las 10 millones de copias cosechadas por su anterior entrega, Tekken 7. Estamos ante el juego de lucha más popular, pero no por eso sus creadores se han relajado. Tekken 8 sigue expandiendo un subgénero que parece ocupado por él solo.

El retorno de la escuela Kazama

No es ningún secreto que Tekken 3 es la entrega más querida por muchos seguidores. Fue un juego histórico a finales de los 90, que muchos conocen por su adaptación a PlayStation pero también forma parte del legado de la franquicia en los arcades. El personaje más relevante de este juego, introducido como novedad, fue Jin Kazama, hijo del hasta entonces personaje principal Kazuya Mishima, y nieto del venerable Heihachi. Esta es una familia... complicada, en varias entregas se ha explorado el carácter sobrenatural de Kazuya, que procede de su esposa Kazumi y también ha sido extendido a Jin. Se trata de una semilla maligna, que convierte a su portador en una especie de demonio ansioso de poder. Tekken 8 otorga un papel protagonista a Jin después de más de dos décadas, y por primera vez, elimina a Heihachi del plantel, ausencia lógica tras los acontecimientos de la anterior entrega.



En esta entrega, además, se recupera el personaje de Jun Kazama, que solo había aparecido en la segunda entrega canónica. Se trata de la madre biológica de Jin, y la responsable de que la naturaleza demoníaca de Jin esté contenida, y tenga una salvación que parece imposible para su padre, Kazuya. Con Kazuya empieza todo, de hecho, la razón de ser argumental de esta entrega reside en las ambiciones de este magnate de ganar la legitimidad que necesita para ser el líder poderoso de la humanidad. Para ello convoca el histórico Torneo del Rey del Puño de Hierro, donde todos los luchadores del mundo están citados. El objetivo: conseguir un mundo guiado por la supremacía del más fuerte.

«Se nota un salto técnico pronunciado respecto al anterior»


Siendo honestos, el argumento de Tekken nunca había que tomárselo muy en serio y en esta octava entrega no hay excepción. Las situaciones que nos plantea su Modo Historia son más bien absurdas y pasadas de rosca, a veces revolcándose en el estilo del manga shonen fantástico, otras veces con situaciones de acción de serie B, cuando no haciendo parodias (el final de la historia de Bryan a lo Mad Max me hizo el día). Sin embargo, una cosa que hace muy bien Bandai Namco, y que pocos juegos de lucha consiguen, es potenciar el impacto de todo lo que ocurre en pantalla con una pátina cinematográfica, ya sea durante el combate, en ataques especiales o en cinemáticas. En esta entrega, además, se nota un salto técnico pronunciado respecto al anterior, con una fidelidad altísima de modelos poligonales, efectos de luz que quitan el hipo y la misma galería de movimientos de artes marciales que nunca dejan de impresionar.

Un puñetazo de novedades

El plantel inicial de Tekken 8 incluye 32 luchadores, una cifra contundente aunque menor que los 36 del séptimo juego. Hay ausencias notables, como el mencionado Heihachi, Lei o Eddy, este último confirmado como primer personaje adicional por DLC de pago. Mientras que el contenido que encontramos aquí es más que de sobra para ofrecernos centenares de horas de juego para dominar a cada luchador, algunos veteranos sentirán esta entrega un poco extraña, incluso transgresora, en particular tras apreciar otras novedades que comentaré a continuación, como los nuevos invitados. En esta entrega se introducen tres personajes nunca antes vistos en la serie: Azucena, Victor y Reina.



En línea con el progreso de la franquicia, estos luchadores acarician el cliché y se regodean en el cachondeo. Azucena, de origen peruano, es una luchadora muy marchosa basada en el estilo rumi maki. Goza de una gran agilidad y capacidad para esquivar golpes con una técnica propia, y resulta fácil de utilizar pero difícil de dominar. Por otra parte, Victor, francés de nacimiento, es un eco cercano de Noctis, el personaje de Final Fantasy XV que apareció en Tekken 7 como DLC. Usa espada y pistola, y parece estar inspirado en las películas de acción de Hollywood, con movimientos vistosos y guays. Por último, pero con un papel relevante en la trama, tenemos a Reina. Se trata de una hija desconocida de Heihachi y representante del estilo Mishima. Sin embargo, a diferencia de su padre, utiliza mucho movimientos de finta y despiste para atacar, es un personaje atípico de controlar pero con un carácter muy adictivo.

«Tekken 8 sigue teniendo una horquilla muy amplia de dificultad, conocer en profundidad a cada personaje lleva muchísimas horas»


No quiero dejar de mencionar a Jun Kazama, mi personaje favorito y aunque no es un personaje nuevo, ha sido drásticamente evolucionado desde su aparición en Tekken 2. Jun es una luchadora grácil, que acostumbra a finalizar sus combos con ataques mágicos y elegantes. No me considero un experto en Tekken, una serie que en los últimos tiempos se categoriza como muy exigente y con gran dependencia del llamado legacy skill, o dicho de otro modo, la monstruosa cantidad de técnicas y combos que se han añadido con los años. Siempre he pensado que los combos aéreos duran más de lo que debieran: no me parece muy agradable arrebatar el control del mando a un jugador mientras el otro está 10 segundos golpeándole sin parar; aunque eso no te va a pasar muy a menudo a menos que juegues contra expertos. Aquí no hay medias tintas: Tekken 8 sigue teniendo una horquilla muy amplia de dificultad, conocer en profundidad a cada personaje lleva muchísimas horas (ya sea para controlarlo, o para defendernos de él). Sin embargo, esta entrega ha introducido varios conceptos para suavizar esta situación, además de diversas opciones de dificultad y accesibilidad.

Un mundo de luchas offline

Un jugador promedio encontrará un gran contenido offline de todos los niveles de dificultad, empezando por un nuevo modo llamado Arcade Quest que recuerda al World Tour de Street Fighter 6. En este caso particular nos traslada a un mundo mucho más adorable y con personajes de estilo chibi, y nos invita a recorrer varios salones recreativos virtuales, luchar con otros personajes y aprender los conceptos básicos por el camino. Sí, es un modo que sirve de tutorial, pero también ofrece una libertad suficiente para sentirse orgánico. Además, ganar a ciertos enemigos nos otorga recompensas curiosas, como objetos personalización.



El melón que ha abierto Tekken 8, que resulta fascinante y es algo magnífico para profundizar en la jugabilidad es el llamado Ghost Battle. En esencia, Tekken 8 registra el estilo de juego de cada jugador, incluido el nuestro y el de cualquier usuario que se conecte al servidor. De esta forma es capaz de generar una Inteligencia Artificial que combate de forma similar a su dueño. Dentro del juego hay fantasmas predefinidos, suponemos que del equipo de desarrollo de Tekken 8 (al menos, podemos ver al director Harada por ahí) pero si saltamos al online, también podremos ver miles, no, centenares de miles de fantasmas de todo el planeta y luchar contra ellos. ¿Por qué jugar contra un fantasma es interesante? para empezar, es una forma ideal para superar el "miedo al fracaso" que muchos jugadores sufren (sufrimos) jugando online por miedo a quedar en ridículo. Piénsalo: si eres capaz de superar al fantasma de un jugador que has visto en el salón online, ¿no es más probable que te animes a desafiarle a un combate? Incluso puedes buscar a uno de los mejores jugadores del mundo e intentar derrotar a su fantasma. Ya te adelanto que no es nada fácil, en general.

«Si eres capaz de superar al fantasma de un jugador que has visto en el salón online, ¿no es más probable que te animes a desafiarle a un combate?»


Por supuesto que los fantasmas no juegan igual que sus correspondientes humanos, es una característica un tanto extraña de explorar. Pero hay una cosa que sí es efectiva: cada fantasma juega de forma bastante distinta, y esto es clave para encontrar la chicha en un juego de lucha. Si por algo se caracteriza la serie Tekken es por la enorme cantidad de estrategias, combos y formas de jugar, y tener un repertorio de fantasmas para pelear es garantía de diversión: siempre hay algún desafío interesante que disputar. Incluso podemos jugar contra nuestro propio fantasma, y así hacerle aprender nuevas técnicas, o adoptar un estilo más esquivo, combos más largos, etc. Descubriremos, mediante las victorias contra nuestro fantasma, que cada vez nos cuesta un poco más ganar, y seremos conscientes de qué ataques son los más efectivos estando al otro lado.

Cuando un juego de lucha se siente bien

Siempre que escribo sobre un juego de lucha no puedo evitar caer en muchos tecnicismos y hablar más del qué, y poco del cómo. Con Tekken 8 me veo obligado a enfatizar su increíble acabado, y no me refiero solo al espectacular apartado técnico. Sí, es una salvajada gráfica, un espectáculo artístico donde los combos son coreografías magníficas, los golpes parecen fuegos artificiales. Pero además de eso, con el mando en la mano, de verdad que este juego se siente espectacular. Es gratificante como ningún otro que haya jugado, es catarsis en estado puro. Cada puñetazo, cada vez que estampas a tu rival contra la pared, o consigues dar esa última patada y mandarlo al suelo, es indescriptible lo bien que sienta. Street Fighter 6 ya ofrecía una excelente sensación en este aspecto, pero la naturaleza más realista de Tekken 8 permite que la satisfacción llegue aún más lejos. No puedo dejar de mencionar la banda sonora, que me parece de las mejores de la serie, y eso es mucho decir, pues el listón está muy alto. ¿He dicho que puedes configurar la música de cualquier juego de la saga en cualquier momento del juego?



Gran parte del impacto gratificante de Tekken 8 viene dado por una nueva mecánica, introducida por primera vez en la serie y que altera drásticamente el ritmo del combate. Anteriores entregas tenían cierta fundación defensiva en su forma de ser, y muchas veces era más conveniente quedarse agazapado y esquivando de lado a lado. Tekken 8 ofrece el Heat System, un comando muy fácil de activar y de usar que influye de forma drástica en el combate. Pulsa el botón R1 y tu personaje entra en modo Heat, aumentando mucho el daño y potenciando algunos combos durante 10 segundos. Este periodo de tiempo sale muy rentable ser ofensivo, y además permite ejecutar un ataque muy fuerte al final. La introducción de esta mecánica, que se resetea en cada ronda, empuja a los jugadores a atacar con más frecuencia y en consecuencia, a dejar más huecos abiertos para ser noqueados. Es una idea muy sencilla, pero muy efectiva, que además pone de relieve un concepto poco habitual: tanto el nuevo Heat como el antiguo Rage se recuperan cada ronda, así que sale muy a cuenta usarlos.

«La introducción de esta mecánica, que se resetea en cada ronda, empuja a los jugadores a atacar con más frecuencia»


Otra característica nueva y realmente impresionante en Tekken 8 está relacionada con las repeticiones. Acude al menú de replays para ver tus últimos combates, y prepárate: ahora puedes parar el combate que has disputado en cualquier momento para continuarlo desde ese instante, para aprender cómo continuar ese combo que se te había atragantado, o para entender cómo parar al enemigo. El juego ofrece una interfaz muy sencilla y fácil de entender para todo esto, es una herramienta extraordinaria para comprender Tekken 8 y no solo jugar mejor, sino sentirnos más cómodos jugando: cualquier derrota podemos analizarla más tarde con el mando en la mano, y descubrir por qué hemos fallado. A día de hoy, ningún juego de lucha ha ofrecido una funcionalidad tan didáctica y útil para aprender.

La guinda del pastel: el online

Sí, el rollback ha llegado a Tekken y lo ha hecho a lo grande. Si en el análisis de Street Fighter 6 señalé que esta era la referencia en juego online para el género. Hay buenas noticias, porque Tekken 8 está a la altura, y además considerando que por su naturaleza 3D estamos hablando de un tema notablemente más complicado. El equipo de Bandai Namco ha trabajado durante meses para llevarlo a cabo, desde la primera beta online hasta hoy el progreso es increíble. Como siempre decimos, un buen netcode no va a arreglar una conexión desastrosa, tampoco va a mejorar una conexión óptima, pero sí que mejora muchísimo una conexión con algún inconveniente, como la distancia geográfica o conexión wifi, por buena que sea.



Los modos online, además, incorporan un "hub" donde los avatares de los jugadores se pueden reunir (para combatir o hacer el tonto, jugar amistosos, jugar contra fantasmas y más) y es un ambiente muy agradable para animarte a jugar online. Se hace un poco extraño que ciertas características sean un tanto rebuscadas, en este aspecto el Battle Hub de Street Fighter 6 estaba mejor llevado a cabo. Sin embargo, el juego consigue lo que se propone, y supone una mejora dramática respecto a la anterior entrega. A grandes rasgos, todo en el online de Tekken 8 funciona mejor que en el 7, y otros juegos de lucha tienen que mirar en esta dirección para saber cómo hace las cosas.

En mi experiencia personal con Tekken 8 me encuentro saltando entre distintos modos constantemente. Me apetece jugar unas cuantas partidas online, entonces descubro que quiero mejorar mi posicionamiento o un combo y acudo a los modos de replay o práctica para ensayarlo, después salto a las Ghost Battle para llevarlo a cabo sin presiones, y de paso enfrentarme a los fantasmas de otros jugadores. Cuando necesito un respiro, los modos de personalización o el minijuego de volleyball histórico Tekken Ball están ahí para servirme. Pronto, vuelvo otra vez al ring online, y así vuelve a repetirse el ciclo. El juego es un vicio y ofrece muchas formas de entretenerse con él.

Conclusiones

El rey es más poderoso que nunca. Tekken 8 comparte con Street Fighter 6 una posición privilegiada, son juegos que han trabajado en las carencias que tenía el género. El juego de Bandai Namco mantiene su extraordinaria jugabilidad de siempre, con pequeños toques que potencian su fuerza. Entramos por la puerta de un modo historia cinematográfico que es un espectáculo; más adelante es capaz de ofrecer modos online y offline de muy buena calidad. Las herramientas para comprender este juego de lucha tan complejo permiten que todo parezca mucho más fácil, nos otorga el control para progresar en él sin sentirnos agobiados. Tekken 8 deslumbra como un puñetazo eléctrico bien dado.

Jugado en PlayStation 5. Clave digital proporcionada por Bandai Namco.



Alternativas
Virtua Fighter 5 Ultimate Showdown, Mortal Kombat 1.
Los ghost battles contra otros jugadores. Banda sonora de escándalo. Online de referencia.
Algunos combos demasiado largos. Modos arcade algo simples.
Tekken 8 refuerza sus raíces, potencia su estilo cinematográfico y ofrece miles de opciones para profundizar en su jugabilidad. Un juego redondo.
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