PlayStation Vita
Un mundo de papel
Media Molecule sigue demostrando que a talento y a creatividad no le gana nadie. Tearaway es su última obra, hecha de papel.
Por Rodrigo Aliende,
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Media Molecule es un estudio destacado en el panorama actual gracias a unas propuestas que se salen de la normal, sobre todo en el plano artístico. Después del soplo de aire fresco que supuso LittleBigPlanet, los chicos de Guildford han optado por dar el salto a Playstation Vita. Recordemos que, aunque haya una entrega de LBP para la portátil (muy recomendable, dicho sea de paso), fue un desarrollo conjunto entre varios equipos y los de Media Molecule sólo estuvieron como colaboradores, así que Tearaway es su primer proyecto en el que se meten de lleno en Vita. Y vaya forma de estrenarse...
Tearaway nos sumerge en un mundo de papel y todos sus elementos están hechos de dicho material. Controlamos a un mensajero (su cabeza de sobre lo delata), que bien puede ser masculino, Iota, o femenino, Atoi. Si tienes el juego en formato físico, además, podrás conjuntarlo con tu protagonista elegido gracias a la carátula reversible. Tearaway no se corta en hacer parte al jugador del juego, ya que el objetivo del mensajero somos nosotros mismos, una especie conocida en su mundo como "tú". Media Molecule directamente derriba la cuarta pared y muestra nuestra propia cara durante muchos momentos, sacada de la cámara interior de la consola. Aunque esto es más bien anecdótico y forma parte de la forma de concebir el mundo, en ocasiones es necesaria algo de interacción con la cámara. La historia se nos presenta a través de una pareja de narradores que le de un aire de cuento que le sienta a la perfección. En este caso, la sencillez de su historia es una ventaja.
Tearaway entra dentro del género de plataformas, pero no es uno más del paquete, y eso es fácilmente demostrable. Durante las primeras horas del juego, el protagonista no es capaz de saltar. Una habilidad tan básica en este género (como el disparar en un shooter) no está disponible desde el principio, y aún así, sigue brillando durante todo el recorrido.
Otra cosa que hay que alabar del trabajo de Media Molecule es su habilidad de integrar los controles especiales de Vita. Cuando un aparato tiene especificaciones diferentes a los botones y los sticks, siempre hay muchos intrépidos desarrolladores que quieren hacer uso de estas capacidades y acaban incluyendo mecánicas metidas con calzador que rompen la experiencia más que potenciarla y mejorarla. Con Tearaway ocurre todo lo contrario, cada una de estas posibilidades es aprovechada en mayor o menor medida (paneles táctiles, cámara, micrófono, giroscopio; todo forma parte de la jugabilidad).
Tearaway nos sumerge en un mundo de papel y todos sus elementos están hechos de dicho material. Controlamos a un mensajero (su cabeza de sobre lo delata), que bien puede ser masculino, Iota, o femenino, Atoi. Si tienes el juego en formato físico, además, podrás conjuntarlo con tu protagonista elegido gracias a la carátula reversible. Tearaway no se corta en hacer parte al jugador del juego, ya que el objetivo del mensajero somos nosotros mismos, una especie conocida en su mundo como "tú". Media Molecule directamente derriba la cuarta pared y muestra nuestra propia cara durante muchos momentos, sacada de la cámara interior de la consola. Aunque esto es más bien anecdótico y forma parte de la forma de concebir el mundo, en ocasiones es necesaria algo de interacción con la cámara. La historia se nos presenta a través de una pareja de narradores que le de un aire de cuento que le sienta a la perfección. En este caso, la sencillez de su historia es una ventaja.
Tearaway entra dentro del género de plataformas, pero no es uno más del paquete, y eso es fácilmente demostrable. Durante las primeras horas del juego, el protagonista no es capaz de saltar. Una habilidad tan básica en este género (como el disparar en un shooter) no está disponible desde el principio, y aún así, sigue brillando durante todo el recorrido.
Otra cosa que hay que alabar del trabajo de Media Molecule es su habilidad de integrar los controles especiales de Vita. Cuando un aparato tiene especificaciones diferentes a los botones y los sticks, siempre hay muchos intrépidos desarrolladores que quieren hacer uso de estas capacidades y acaban incluyendo mecánicas metidas con calzador que rompen la experiencia más que potenciarla y mejorarla. Con Tearaway ocurre todo lo contrario, cada una de estas posibilidades es aprovechada en mayor o menor medida (paneles táctiles, cámara, micrófono, giroscopio; todo forma parte de la jugabilidad).
