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Análisis de Tales from Candleforth, un espeluznante relato point and click de origen español
Brujas, maleficios y lugares encantados son el escenario para esta aventura gráfica de estilo tradicional y mucha creatividad

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Cuando probé Tales from Candleforth en la feria BeeAfraid de Madrid quedé inmediatamente prendado por su propuesta. Una aventura gráfica de point and click, de las de toda la vida, con un estilo realmente tenebroso y puzles originales que se funden con el entorno. Por aquel entonces era solo una demo, pero ya supe que había encontrado mi juego favorito de la feria, y en cuanto vi que además iba a salir a la venta para consolas, y que había conseguido atraer la atención internacional, no pude estar más que contento. Tales from Candleforth es un pequeño caramelo irresistible.
El cuento de terror que sale de la página
Sarah es una aprendiz de bruja, de aspecto ciertamente sombrío, que vive con su abuela Dorothy. Su hogar, en medio de un paraje rural, está rodeado por un aura extraña y siniestra. La aventura comienza cuando Dorothy abandona a su nieta tras descubrir que se están abriendo fisuras astrales sin control, conectando la realidad material con el mundo de pesadillas y muertos. Tratando de arreglarlo, Dorothy deja un encargo a Sarah para poder recuperar la normalidad, una última prueba para convertirse en dueña de los poderes mágicos que domina su abuela.

Aunque Tales from Candleforth es un juego de estética tenebrosa y temática terrorífica, no es un juego de terror al uso. No hay jumpscares, no hay momentos de tensión en los que Sarah tenga que luchar por su vida, tampoco hay enemigos. Es un juego clásico de puzzles y como tal, el ritmo pausado y tranquilo prima sobre todo lo demás. En esta calma se desenvuelve el relato espeluznante que otorga a Tales from Candleforth un estilo especial, como de cuento ilustrado, ya que todo en este juego está dibujado a mano. Podemos saborear la atmósfera tétrica del juego sin miedo a represalias, un placer inigualable.
Los puzles de la aventura siempre están integrados en los elementos de naturaleza folk-horror de cada escenario. Muebles antiguos, simbología de ultratumba, decoración barroca y oscura, esqueletos y marionetas animadas... la mayoría de veces, muchos de estos rompecabezas son simples minijuegos clásicos, que se pueden solucionar directamente, y otras veces requieren explorar el escenario y encontrar pistas u objetos. Nunca es nada muy complicado, ni tampoco hay escenarios muy amplios; he echado en falta una pizca más de complejidad para alargar un poco las 3 horas que dura la aventura.

Aunque estamos claramente ante un juego de factura indie, el trabajo por los pequeños detalles es innegable. Conforme avanza la historia, la narrativa se vuelve cada vez más siniestra y surrealista, y sorprende la imaginación que esconden algunas escenas. Es fácil encariñarse con Sarah y su incertidumbre, que no sabe muy bien lo que está ocurriendo y a veces se ve sobrepasada por los horrores que está descubriendo y las acciones mágicas que se ve obligada a realizar. En alguna ocasión he encontrado que la interfaz puede ser confusa, y no queda claro si ciertos elementos son interactuables; también hay algunas ralentizaciones inexplicables, aunque en términos generales nada que estropee la experiencia.
Conclusiones
Magnífica aventura gráfica con mucha personalidad, a la que solo le pediría un mejor acabado en un par de aspectos. Tales from Candleforth demuestra que en nuestro país sigue habiendo talento en todas las facetas de los videojuegos, y que a veces es realmente atractivo un juego sencillo cuando tiene ideas frescas y estilo artístico especial. Espero que el próximo trabajo de Under the Bed Games llegue pronto, porque seguro que volverá a sorprender.
El cuento de terror que sale de la página
Sarah es una aprendiz de bruja, de aspecto ciertamente sombrío, que vive con su abuela Dorothy. Su hogar, en medio de un paraje rural, está rodeado por un aura extraña y siniestra. La aventura comienza cuando Dorothy abandona a su nieta tras descubrir que se están abriendo fisuras astrales sin control, conectando la realidad material con el mundo de pesadillas y muertos. Tratando de arreglarlo, Dorothy deja un encargo a Sarah para poder recuperar la normalidad, una última prueba para convertirse en dueña de los poderes mágicos que domina su abuela.


Aunque Tales from Candleforth es un juego de estética tenebrosa y temática terrorífica, no es un juego de terror al uso. No hay jumpscares, no hay momentos de tensión en los que Sarah tenga que luchar por su vida, tampoco hay enemigos. Es un juego clásico de puzzles y como tal, el ritmo pausado y tranquilo prima sobre todo lo demás. En esta calma se desenvuelve el relato espeluznante que otorga a Tales from Candleforth un estilo especial, como de cuento ilustrado, ya que todo en este juego está dibujado a mano. Podemos saborear la atmósfera tétrica del juego sin miedo a represalias, un placer inigualable.
«En esta calma se desenvuelve el relato espeluznante que otorga a Tales from Candleforth un estilo especial, como de cuento ilustrado, ya que todo en este juego está dibujado a mano»
Los puzles de la aventura siempre están integrados en los elementos de naturaleza folk-horror de cada escenario. Muebles antiguos, simbología de ultratumba, decoración barroca y oscura, esqueletos y marionetas animadas... la mayoría de veces, muchos de estos rompecabezas son simples minijuegos clásicos, que se pueden solucionar directamente, y otras veces requieren explorar el escenario y encontrar pistas u objetos. Nunca es nada muy complicado, ni tampoco hay escenarios muy amplios; he echado en falta una pizca más de complejidad para alargar un poco las 3 horas que dura la aventura.


Aunque estamos claramente ante un juego de factura indie, el trabajo por los pequeños detalles es innegable. Conforme avanza la historia, la narrativa se vuelve cada vez más siniestra y surrealista, y sorprende la imaginación que esconden algunas escenas. Es fácil encariñarse con Sarah y su incertidumbre, que no sabe muy bien lo que está ocurriendo y a veces se ve sobrepasada por los horrores que está descubriendo y las acciones mágicas que se ve obligada a realizar. En alguna ocasión he encontrado que la interfaz puede ser confusa, y no queda claro si ciertos elementos son interactuables; también hay algunas ralentizaciones inexplicables, aunque en términos generales nada que estropee la experiencia.
Conclusiones
Magnífica aventura gráfica con mucha personalidad, a la que solo le pediría un mejor acabado en un par de aspectos. Tales from Candleforth demuestra que en nuestro país sigue habiendo talento en todas las facetas de los videojuegos, y que a veces es realmente atractivo un juego sencillo cuando tiene ideas frescas y estilo artístico especial. Espero que el próximo trabajo de Under the Bed Games llegue pronto, porque seguro que volverá a sorprender.
Jugado en Nintendo Switch. Copia digital proporcionada por Nintendo.
Alternativas
Las aventuras gráficas de Amanita Design.
Magnífico arte dibujado a mano. Atmósfera excepcional, que potencia una sencilla historia de terror.
Muchos puzles son triviales. La interfaz puede ser confusa en ciertos momento
Deliciosa aventura gráfica que no para de sorprender, muy condensada pero muy elegante