
Game Boy Color
Análisis retro - De lujo
El Super Mario Bros de Nes llegó a Game Boy Color con un port cargado de extras.

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Hablar a estas alturas del Super Mario Bros original de NES es cuando menos innecesario, todo el mundo conoce uno de los juegos más influyentes de la historia que ha traspasado la barrera del videojuego para convertirse en un icono de la cultura popular. Pero esta versión para Game Boy Color no es tan conocida pese a tratarse de unos de los títulos más vendidos de la plataforma, más que nada porque muchos usuarios creen que es un simple port del original sin ningún añadido, pero nada más lejos de la realidad.
Super Mario Bros Deluxe cuenta con todas las fases del juego original pero además dispone de una serie de añadidos muy interesantes. El primero es la posibilidad de salvar la partida, por lo que ya no es necesario acabarlo del tirón, y además contamos con continuaciones infinitas, lo que hace que rescatar a la princesa sea más fácil. El segundo es que al terminar el juego por primera vez desbloqueamos un modo más difícil con más y diferentes enemigos y trampas. Y por último, existe una clasificación de puntuación en la que si conseguimos 100.00 puntos se desbloquea un modo carrera contra Boo muy interesante, que consiste básicamente en que Mario avanza teniendo que sortear un montón de obstáculos, mientras que Boo progresa sin problemas debido a su condición de fantasma. Y si llegamos a 300.000 puntos se desbloquea el Super Mario Bros: The Lost Levels, la verdadera segunda parte del juego que en su época sólo estuvo disponible en Japón y que se pudo disfrutar por primera vez en occidente con los gráficos originales en Game Boy Color, ya que la versión disponible en el Super Mario All Stars de Snes contaba con gráficos mejorados.

Además existen otros dos modos de juego. El primero es el Modo Versus, que consiste en carreras por diferentes fases contra un segundo jugador usando el cable link para conectar dos consolas. Y el segundo es el Modo Challenge, en el que en cada fase del juego original deberemos encontrar seis monedas rojas, un huevo de Yoshi muy bien escondido y superar una puntuación determinada. Es un modo de juego muy entretenido y que alarga bastante la duración del cartucho. También hay una serie de extras que no aportan mucho pero resultan curiosos, como una galería con imágenes que se pueden imprimir con el Game Boy Printer, un calendario en el que podemos marcar eventos y unas cartas del tarot con algún secretillo.
En la parcela técnica nos encontramos con los gráficos del original pero con alguna pequeña mejora, como nuevas animaciones para el agua, la lava y algunos personajes, y un mapa con las fases y nuevos sonidos. Debido a la menor resolución de la pantalla de la consola, el campo de visión es menor que en el juego original, lo que puede elevar la dificultad de algunas fases, algo que se intenta solucionar con la posibilidad de mover la pantalla hacia delante, atrás, arriba y abajo con la cruceta y el botón Select. Aún así esto no solventa del todo el problema y es más que probable que el jugador pierda algunas vidas por este motivo. Por lo demás, el aspecto jugable es exactamente igual que en el original, lo cual resulta una delicia. En cuanto a la banda sonora, seguimos disfrutando de las míticas melodías creadas por Koji Kondo en 1985.

En lo referente a la duración, el modo de juego principal cuenta con ocho mundos con cuatro fases cada uno; dependiendo de la habilidad del jugador se puede completar en una hora o incluso mucho menos si no es la primera vez que lo juegas. Los extras alargan mucho la duración del cartucho, en especial el modo Challenge y sobre todo el The Lost Levels, que es una sangría de vidas y que seguramente muchos jugadores no se lleguen a pasar.
CONCLUSIONES
En definitiva, Super Mario Bros Deluxe sigue siendo tan disfrutable hoy en día como cuando salió en 1999; es un juego atemporal y que todo poseedor de una Game Boy Color o Game Boy Advance debería probar.
Super Mario Bros Deluxe cuenta con todas las fases del juego original pero además dispone de una serie de añadidos muy interesantes. El primero es la posibilidad de salvar la partida, por lo que ya no es necesario acabarlo del tirón, y además contamos con continuaciones infinitas, lo que hace que rescatar a la princesa sea más fácil. El segundo es que al terminar el juego por primera vez desbloqueamos un modo más difícil con más y diferentes enemigos y trampas. Y por último, existe una clasificación de puntuación en la que si conseguimos 100.00 puntos se desbloquea un modo carrera contra Boo muy interesante, que consiste básicamente en que Mario avanza teniendo que sortear un montón de obstáculos, mientras que Boo progresa sin problemas debido a su condición de fantasma. Y si llegamos a 300.000 puntos se desbloquea el Super Mario Bros: The Lost Levels, la verdadera segunda parte del juego que en su época sólo estuvo disponible en Japón y que se pudo disfrutar por primera vez en occidente con los gráficos originales en Game Boy Color, ya que la versión disponible en el Super Mario All Stars de Snes contaba con gráficos mejorados.

Además existen otros dos modos de juego. El primero es el Modo Versus, que consiste en carreras por diferentes fases contra un segundo jugador usando el cable link para conectar dos consolas. Y el segundo es el Modo Challenge, en el que en cada fase del juego original deberemos encontrar seis monedas rojas, un huevo de Yoshi muy bien escondido y superar una puntuación determinada. Es un modo de juego muy entretenido y que alarga bastante la duración del cartucho. También hay una serie de extras que no aportan mucho pero resultan curiosos, como una galería con imágenes que se pueden imprimir con el Game Boy Printer, un calendario en el que podemos marcar eventos y unas cartas del tarot con algún secretillo.
En la parcela técnica nos encontramos con los gráficos del original pero con alguna pequeña mejora, como nuevas animaciones para el agua, la lava y algunos personajes, y un mapa con las fases y nuevos sonidos. Debido a la menor resolución de la pantalla de la consola, el campo de visión es menor que en el juego original, lo que puede elevar la dificultad de algunas fases, algo que se intenta solucionar con la posibilidad de mover la pantalla hacia delante, atrás, arriba y abajo con la cruceta y el botón Select. Aún así esto no solventa del todo el problema y es más que probable que el jugador pierda algunas vidas por este motivo. Por lo demás, el aspecto jugable es exactamente igual que en el original, lo cual resulta una delicia. En cuanto a la banda sonora, seguimos disfrutando de las míticas melodías creadas por Koji Kondo en 1985.

En lo referente a la duración, el modo de juego principal cuenta con ocho mundos con cuatro fases cada uno; dependiendo de la habilidad del jugador se puede completar en una hora o incluso mucho menos si no es la primera vez que lo juegas. Los extras alargan mucho la duración del cartucho, en especial el modo Challenge y sobre todo el The Lost Levels, que es una sangría de vidas y que seguramente muchos jugadores no se lleguen a pasar.
CONCLUSIONES
En definitiva, Super Mario Bros Deluxe sigue siendo tan disfrutable hoy en día como cuando salió en 1999; es un juego atemporal y que todo poseedor de una Game Boy Color o Game Boy Advance debería probar.
Copia física adquirida por el propio autor del texto.

Alternativas
Otros plataformas como Donkey Kong Country, Wario Land 2 y 3, Rayman o Shantae.
La cantidad y calidad de los extras.
El tamaño de la pantalla perjudica de forma leve la jugabilidad.
Uno de los juegos más importantes de la historia, con un montón de extras y portátil. Imprescindible para los amantes de los plataformas.