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Análisis de Starfield, un RPG de la vieja escuela al que Bowie pondría banda sonora
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Análisis de Starfield, un RPG de la vieja escuela al que Bowie pondría banda sonora

Bethesda, los últimos de un viejo clan, aterrizan desde el firmamento para ofrecer su visión futurista en este RPG espacial.

Por Vins,
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Diario de estelar 7-5-2330.

Día 1.

He perdido la cuenta de los días que han transcurrido desde que la Tierra se convirtiese en polvo. ¿Cómo pudo haber pasado?

Papá, mamá, ¿Dónde estáis?¡Os anhelo!

Apenas me quedan créditos, pese a que trato de racionar la comida de la mejor forma posible.

Día 30.

Llegué a esta luna hace un mes cuando Argos Extractors buscaba nuevos voluntarios “dusties” a los que malpagar en Vectera. Compartí aerotransportadora con tres personas más, pero uno de ellos ni siquiera medió palabra en todo el trayecto. Desde entonces estamos recluidos en este puesto minero. Al menos tengo comida, mi gorra azul New Era de los Yankees y una cama en la que dormir.

La supervisora Lin parece accesible, se preocupa en venir a vernos frecuentemente y nos pregunta cómo lo llevamos. Tenemos que someternos a desinfecciones del traje espacial a diario, al menos hasta que los signos de contaminación desaparezcan definitivamente.

Aún carecemos de lecturas acerca de si la atmósfera es respirable, por lo que de momento tengo que llevar la escafandra casi hasta para cagar.

Día 44.

Las muestras geológicas del equipo avanzan, pero he escuchado rumores sobre que lo que realmente estamos buscando son ciertas singularidades que se ocultan en este cuerpo celeste, y no hablo solamente de recursos en forma de mineral…

¡Joder! Llevo años currando y no he conseguido ahorrar ni tan siquiera para poder pagarme la ciudadanía de Colonias Unidas.

Día 49.

Esta mañana fue mi primer día. Descendí junto a Lin y Heller, un tío majo. Estar ahí abajo extrayendo mineral no es mejor que la vida en la superficie. Los compañeros de curro no están mal pero 8 horas al día con este cortador láser de 15 kilos de peso vuelven loco a cualquiera. Para colmo la batería dura casi menos que en aquellos terminales del logo de la manzana que existían en el Viejo Mundo.

En el reclutamiento no nombraron nada de extracciones en depósitos de Berilio. ¡Lo mejor para intoxicarte y palmarla a mis 39!

¡Espera! ¿Qué cojones es eso? Nunca había visto una cosa así. ¿Partículas brillantes orbitando sobre un depósito azulado? Todos están en la hora de la comida.

No tengo ni idea de lo que es pero me parece que va a ser mi billete de salida de esta luna, verás cuando se lo enseñe a la supervisora. Tiene pinta de valer una fortuna…



Mierda. No mola levantarte en la enfermería. Lin me ha dicho que llevo inconsciente dos horas. Tan solo recuerdo tocar esa mierda. Esas visiones no fueron muy distintas a cuando probé aquel psicotrópico de importación de Ryujin Industries en aquel garito de mala muerte en los suburbios.

Ese tal Barret, de la Constelación, de pronto apareció de la nada. La Flota Carmesí apenas tardó un par de minutos en hacerlo. ¡Les llevaba pegado a los talones! Esos piratas espaciales nos han puesto contra las cuerdas, y varios compañeros han caído. Ese tío es duro, dicen que es ducho en las armas de partículas. Por lo visto cursó estudios de ingeniería aeroespacial y tiene un máster en robótica. Un calculín en toda regla. Para colmo le acompaña ese droide, Vasco, que habla como un jodido humano. Me ha preguntado si yo también he experimentado “un viaje” cerebral. Si él supiera… quiere que me una a su expedición y vuele a Nueva Atlántida en su nave para llevar esa cosa a sus compañeros de la Logia, los últimos exploradores espaciales. Está muy grillado.


Hoy tenía que ser un día más en la rutina de un trabajador en una luna apartada. Hoy nadie tenía que haber descubierto un artefacto que cambiará el destino de la humanidad. Sin embargo, un minero anónimo se dispone a explorar el universo para defender algo cuya importancia aún desconoce… hoy comienza Starfield.

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Bethesda da el primer paso hacia el futuro

25 años han tenido que pasar para poder ver el primer videojuego original de Bethesda, el estudio detrás de los aclamados Fallout 4 y The Elder Scrolls: Skyrim. Se dice pronto. 10 años de desarrollo para un juego que pretende marcar un nuevo hito para la compañía filial de Zenimax, o al menos repetir el éxito pasado. Puede que los ingresos generados por TESV: Skyrim puedan hacer creer que es capaz de hacer frente a todo tipo de contingencias, y que sólo es un pequeño paso para Bethesda, sin embargo es sin duda un gran salto para la marca Xbox, que se antoja como el primero de una nueva fase en la historia de ambas entidades. El principio del ciclo parece que -por fin- ha comenzado, aunque esto ya lo hemos leído en más de una ocasión. No sé si tenéis la misma sensación pero desde hace tiempo no respiraba esa densidad atmosférica: foros escalfados, baits, pasiones desmedidas, vídeos manipulados o comparativas absurdas sin ni siquiera haber probado el juego. Creo que la compañía de Maryland, consciente de lo que se traía entre manos - poner en duda su propio legado, su propio nombre-, ha ido gasificando poco a poco con información, y como si de una fuga de combustión se tratase, hasta que han tenido todos los sistemas a punto para conseguir dominar toda cobertura mediática desde el firmamento. Veamos qué acontecimientos nos deparan en esta epopeya espacial que sin duda romperá registros en los próximos años.

Tal y como anticipábamos en nuestra tábula a modo de prólogo, nuestra aventura principal transcurre tras unirnos a la Constelación, una organización formada por humanos de diversa índole bajo el respaldo económico de un mecenas multimillonario, comprometida con el descubrimiento de los misterios de la galaxia, y que son considerados como “el último grupo de exploradores espaciales”. Desde La Logia, centro de reunión de los diferentes miembros, accedemos al hilo argumental de la trama principal de la historia. Si bien, Starfield va mucho más allá. De pronto parece hacer clic, y funcionar como un planeta el cual resquebraja su corteza debido a una implosión interna de su núcleo para así ofrendar al jugador con un catering de un sin fin de planetas, estrellas y lunas por explorar, que nos permiten desviarnos y perdernos en el infinito. El vasto mapa estelar sirve para amplificar nuestros sentidos y realmente saber que nos encontramos ante un juego inmenso en contenido. Repartidos por el cosmos nos encontramos continuamente con misiones secundarias que nos llaman la atención, y que nos invitan a desviarnos de nuestros quehaceres como miembro de la Constelación.

"25 años han tenido que pasar para poder ver el primer videojuego original de Bethesda, el estudio detrás de los aclamados Fallout 4 y The Elder Scrolls: Skyrim."


Misiones interplanetarias en el cosmos infinito

Como viene siendo habitual en el estudio, encontramos misiones alternativas que pronto se desglosan en una subtrama muy interesante y que parece no tener fin. La inspiración es más que palpable. Existen también un buen número actividades, que funcionan como cometidos más sencillos, pero que igualmente incitan a auscultar cada palmo de cada planeta, de cada región, de cada emplazamiento. Casi toda tarea suele llevar implícita, de una u otra manera, una recompensa asociada, ya sea en forma de un arma de categoría especial, nuevos atuendos, recursos o registros de voz encriptados que pueden desbloquear nuevas tramas. A medida que visitemos nuevas ciudades y sondeemos planetas de otros sistemas, conocemos nuevas facciones a las que podemos unirnos. El cómo comportarnos con cada una de ellas depende exclusivamente de nosotros: podemos jugar a dos bandas, infiltrarnos hasta acabar con el líder de una organización, ganarnos la confianza de nuestro jefe para escalar rangos dentro de su tripulación y aprovechar nuestra posición para según qué tipo de cosas…

Algunas de las misiones se desarrollan en espacio aéreo, un lugar seguro cerca de las capitales gracias a la defensa de cruceros interestelares que velan por la seguridad de los ciudadanos, y que suponen un filtro de entrada para todo navío que trate de atracar en el puerto espacial. No dudan en emplear escáneres de seguridad sobre naves no registradas en busca de material de contrabando, que podemos tratar de ocultar para venderlo en el mercado negro. Si somos descubiertos con material delictivo, es posible que tengamos que recurrir a enfrentarnos a un escuadrón mucho más poderoso o bien optar por desviar toda nuestra energía al conjunto de bucles de campo gravitacionales para reducir los segundos de activación del hipersalto y escapar. Si, también es posible tratar de sobornar al personal, y es que ¿A quién no le vienen bien un puñado de créditos? La decisión está siempre en tu tejado. Al saltar a otros sistemas se ven naves volar con las que se puede establecer contacto e incluso podemos acoplarnos y abordar su nave de manera pacífica u hostil. Quizás sólo quieras hablar con el capitán para ver qué le trae por aquí. Nuestra reputación como explorador espacial nos precede, por lo que de vez en cuando nos veremos sorprendidos por piratas espaciales o mercenarios que buscan nuestra cabeza por la que se paga una buena cantidad de créditos. En cualquier caso, el pilotaje comienza siendo sencillo, y va mejorando en función de las mejoras y habilidades específicas aplicadas a esta rama.



Contamos con seis sistemas básicos -los diferentes tipos de armamento, motores, escudo y motor gravitacional-, en los que debemos distribuir puntos en tiempo real según nuestras necesidades de vuelo y combate ¿Prefieres reflectar impactos frontales o desactivarlos para transferir la energía a tu cañón láser? Según el tamaño, clase y masa contamos con bodegas más o menos amplias para albergar mercancía, un aforo limitado, una movilidad condicionada, un número finito de puestos de mando a los que podemos asignar a los diferentes compañeros de tripulación para potenciar los sistemas defensivos o de un tipo de ataque específico... Todo es muy completo, pero se vuelve más aún cuando desde cualquiera de los muelles de atraque podemos hablar con ingenieros navales para entrar dentro del "Modo Construcción". Desde el astillero podemos aplicar mejoras a los sistemas presentes, intercambiarlos por nueva tecnología o bien añadir habitáculos para emplazar depósitos de almacenaje, dependencias, arsenales… Incluso podemos ensamblar nuevas piezas de carenado tanto en vertical como en horizontal que permiten reformular y rediseñar nuestra nave por completo tanto de manera morfológica como estéticamente.

Algo similar ocurre con los puestos, asentamientos que podemos fundar en cualquier planeta para establecer una pequeña -o no tan pequeña- construcción. Estos nos permiten erigir silos para albergar material, instaurar tecnología para explotar los recursos tanto orgánicos como inorgánicos de ese planeta, crear laboratorios de investigación para mejorar nuestro equipo, armamento, o para la elaborar nuevas fórmulas farmacológicas o recetas de cocina para obtener súper alimentos que nos aportan diversos efectos de estado. Simplemente a lo mejor buscas un nuevo hogar. Los módulos necesitan de energía para funcionar, podemos crear defensas para proteger nuestras estructuras de ataques foráneos cuando te encuentres a cientos de miles de kilómetros de distancia. Son tantas las opciones que parece un juego diferente dentro del propio Starfield, voluntario para aquellos que lo deseen, patológico para los que les guste la parte creativa y de construcción. Un chupa horas en toda regla.

"Construiremos, mejoraremos y personalizaremos nuestra nave y los puestos levantados en los planetas."


Exploración y personalización más allá de las estrellas

Para aquellos jugadores que prefieran tomarse el viaje con mayor calma, podemos dedicar nuestro tiempo a viajar entre los diferentes sistemas de la galaxia estableciendo rumbos entre los diferentes sistemas. Algunos de ellos, a años luz de distancia. La exploración planetaria alberga sorpresas, pero básicamente se basa en una mecánica de búsqueda de recursos en la que usamos nuestro escáner de reconocimiento para identificar nuevas variedades de fauna, flora y rasgos específicos de ese planeta. Todos ellos cuentan gravedad, magnetosfera, temperatura y atmósfera específicas. Pese a que están generados de manera procedural, cada uno de ellos cuenta con elementos inexplorados handcrafted que invitan a la investigación y posteriormente podemos usar como zona rápida adicional de despliegue dentro de ese planeta. Un aspecto muy satisfactorio de Starfield es que se han incorporado un montón de elementos de calidad de vida para el jugador, que facilitan en todo momento los desplazamientos con viajes rápidos muy bien distribuidos, la navegación o la accesibilidad de un modo u otro.

Bethesda además ha desarrollado un completo editor en el que elegimos un trasfondo para nuestro personaje además de tres rasgos principales que marcan nuestra personalidad en el juego, y que dependiendo de ellos, las reacciones y posibilidades tanto propias como de los demás toman un camino u otro. No es lo mismo ser un tío de equipo, empático y carismático, que un lobo solitario que se escuda en su introversión para evitar la ansiedad que le consume al sociabilizar. Para buscar una personificación aún mayor contamos con un árbol de habilidades extremadamente loco, que nos permite individualizar nuestra experiencia de juego al máximo. Las cinco ramas disponibles (físicas, social, combate, ciencia y tecnología) presentan un listado abrumador de competencias más especializadas, que su vez se dividen en cuatro rangos de nivel que se van desbloqueando al completar ciertos retos vinculados a ellas. La cifra de habilidades asciende a un total de 82 diferentes. Podemos especializarnos en uno de los campos, o bien tener un personaje totalmente híbrido, con un poco de esto y un poco de aquello. Todo depende de cómo afrontemos nuestro viaje al firmamento.



Algunas habilidades se centran en la maestría con diferentes tipo de armas o del daño a melee, el sigilo y robo, en mejorar nuestra velocidad de recarga o desarrollar la posibilidad de incapacitar a un enemigo disparándole en sus trigger points y extremidades para limitar su movimiento y acción en combate. Otras se enfocan en aptitudes persuasivas o de negociación, mucho más sociales, que abren nuevas líneas diálogo, e incluso nuevas posibilidades de cómo afrontar esa misión. Para los exploradores del firmamento, o simplemente para aquellos que quieran emular al mapache Rocket a mandos de su Milano, pueden dirigir los puntos hacia aquellas destrezas que desarrollan la certificación en el pilotaje, las cuales ofrecen mejoras en las capacidades de giro y maniobrabilidad, o bien amplificar sus escudos para mitigar el daño sobre el carenado, mejorar los diferentes tipo de munición o acrecentar la velocidad de crucero para alcanzar a embarcaciones más veloces. Puedes convertirte en un pirata espacial, abordar naves enemigas, convertirlas en polvo espacial… Estas son sólo algunas de las posibilidades que ofrece Starfield, y solo he nombrado en torno a un 10% de las disponibles. Y es que independientemente de cómo hayamos creado a nuestro personaje, y en cómo vayamos añadiendo los diferentes talentos para marcar más aún nuestra personalidad del avatar, el juego no escatima y nos ofrece continuamente situaciones en la que prima la palabra libertad. Puedes enfrascarte durante centenas de horas haciendo lo que realmente quieres y de la forma en que lo quieras hacer. Sin duda Starfield es puro ADN Bethesda.

Otra de las novedades jugables que más cambios ha sufrido ha sido el sistema de combate. Bethesda rescata ciertos elementos del género first person shooter y aspectos del motor Id Tech y los traslada con acierto al Creation Engine para mejorar el aspecto de Starfield. La inspiración es patente, con desenfoques de movimiento que aportan suavidad al conjunto. Ahora bien, si buscas un Doom o cualquier otro referente del género, este no lo es. Sin embargo el resultado sorprende por el dinamismo de los mismos, gracias en parte al uso de la mochila de propulsión que aporta gran movilidad y verticalidad en cada escenario. Además contamos con un gran arsenal dividido en armas convencionales, tecnológicas o de cuerpo a cuerpo. La gran mayoría de ellas pueden modificarse para mejorar sus prestaciones en los bancos de investigación con diferentes tipo de silenciador, empuñaduras, miras ópticas, bocachas que reducen el retroceso o cargadores con mayor tamaño. También existen diferentes categorías de armamento que suelen incluir alguna de estas mejoras de serie, además de modificadores balísticos que aportan daño elemental o efectos de estado. Asimismo nuestro traje espacial, caso y mochila tienen efectos positivos -o negativos- sobre ciertos atributos que debemos de tener en cuenta. Los enemigos responden de diversas maneras; te acorralan, buscan el contacto cuerpo a cuerpo, otros se parapetan, o se desplazan para buscar la superioridad táctica en altura. Todo funciona relativamente bien, aunque en más de una ocasión hemos sufrido cómo la IA enemiga se ha aturullado, e incluso, nuestros propios compañeros han bloqueado nuestro campo visual cruzándose literalmente por delante de nosotros en más de una ocasión.

"Las habilidades se centran en la maestría de armas, dotes sociales y e pilotaje, ofreciendo más de 82 posibilidades."


Técnicas artísticas y filtros visuales para representar la ciencia ficción

El sistema de iluminación se calcula en tiempo real y es uno de los aspectos más llamativos desde los primeros segundos de la aventura, pero es especialmente en el mundo abierto cuando adquiere mayor protagonismo, proyectándose según la estrella cercana y la composición de la atmósfera del planeta que estemos explorando en ese momento. Existen resplandores que se apagan durante el transcurso del ciclo día y noche, que se atenúan dependiendo de los diferentes elementos climatológicos que suceden. Los entornos de cada planeta son completamente diferentes y ayudan a ofrecer una diversidad en colores y tonos realmente sorprendente. Mientras algunos son páramos desolados en los que los sistemas rocosos de color tostado predominan bajo un cielo ocre en el que irrumpe un resplandor blanco y cegador, otros albergan una luminiscencia atípica producida por los recursos poco comunes que tímidamente se extienden bajo la superficie de ese planeta.

A estas técnicas de iluminación las escuda la aplicación de un filtro visual cinematográfico que le aporta un sabor retro que en momentos te hace abstraerte de tal forma que crees estar ahí, dentro, enfundado en tu traje espacial y sin ver ni sentir más allá de lo que queda dentro del perfil del marco de tu televisor/monitor. Es una sensación de ensimismamiento que personalmente me ha recordado a lo que en su día me evocaron clásicos de la talla de Star Wars, o si nos ceñimos a este arte, el mismísimo Mass Effect. Es fácil soltar los pulgares de los sticks y quedarte atónito mirando al infinito, y minutos más tarde -tras volver de tu viaje cósmico particular-, entrar en el modo foto para recrearte durante horas jugando con los diferentes efectos, cámaras, poses y marcos. Todas las instantáneas que tomemos aparecen como fondo de pantalla durante las ligeras cargas con las que cuenta el título, lo que me ha parecido un detallito de agradecer.



La recreación de los diferentes modelados de los personajes y NPC así como las expresiones faciales de estos han sufrido un buen boost respecto a anteriores trabajos de la desarrolladora, aunque es cierto que siguen presentando cierta rigidez marca de la casa. La mejoría es notable, es algo que ya se aprecia en cuanto entras al editor de personaje. No es lo mejor, es cierto, hay otros títulos que plasman una representación más realista y detallada en este sentido, pero creo que nadie puede poner en duda que es un avance más que evidente, actualizado, y que solapado al resto del conjunto artístico y ambientación da como resultado un conjunto tan mágico como magistral.

En comparación a otras series de la compañía, Starfield despega con un apartado gráfico tremendamente pulido. Se nota que el estudio ha estado trabajando en ofrecer una experiencia lo más gratificante posible para el día de lanzamiento, y ese retraso de un año respecto a la fecha inicial prevista, le ha servido para pulir fricciones, y eliminar el máximo de bugs que suelen aparecer en juegos tan inmensos. La contribución de mano de obra de ID Software en este apartado sin duda ha servido para enriquecer la experiencia. En todas las horas de aventura que llevamos (>60h) no usaríamos todos los dedos de una mano para contar las veces que haya pasado algo raro en pantalla, y sobre todo lo hemos detectado en elementos de contenido generados de manera procedural en los planetas lejanos.

"El sistema de iluminación se calcula en tiempo real y es uno de los aspectos más llamativos desde los primeros segundos de la aventura, pero es especialmente en el mundo abierto cuando adquiere mayor protagonismo,"


Sonido y doblaje de alta fidelidad para personajes memorables

Da igual lo juegues en primera o en tercera persona (con dos vistas disponibles). Starfield es la visión de Todd Howard y su equipo sobre el futuro de la humanidad, pero sin duda va más allá. Es un claro homenaje a la época dorada de los viajes espaciales, con un buen cúmulo de guiños a la historia, y es que aunque la tecnología ha evolucionado enormemente respecto al mundo que conocemos, se queda lejos de abrazar el componente sci-fi, y coquetea continuamente con un estilo punk en los que se distinguen componentes retro, o elementos analógicos que crean un contraste icónico entre lo nuevo y lo nostálgico. Las dependencias, la decoración o incluso modelos arquitectónicos hacen guiños constantes a sucesos pasados, a modas vintage que perduran en el tiempo. Incluso, si somos mínimamente curiosos, es posible que pronto relacionemos señales o incluso parajes con otros mundos, a modo de eastern eggs.

Un videojuego jamás podrá ser una obra maestra si su banda sonora no acompaña en calidad. He tenido la posibilidad de disfrutar Starfield en un sistema Dolby Atmos compuesto por un sistema de sonido Sonos - barra ARC, Sub y dos unidades de los Era 300 a mis espaldas- y puedo decir que esta aventura es quizás una de las experiencias sonoras más sobrecogedoras que he vivido en un videojuego. La actualización del sistema ayuda, no hay duda. No obstante es realmente enfermizo la diversidad de efectos sonoros que podemos llegar a percibir, muchos de ellos se centran en pequeños detalles: bufidos de esclusas tras su ciclado, repetidores, circuitería que mantiene la refrigeración de componentes, sonidos de señal solapada, interferencias de radio producidas por artefactos, el ronquido de los diferentes tipos de propulsores… A ello se le suma un repertorio de voces originales de gran calidad, con un Vasco magistral, que emerge como una humanización de un personaje droide de lo más carismático.



Pese a que nuestro viaje continúa en versión original, hemos tenido tiempo de comprobar el doblaje al castellano, el cual existe y está representado con muy buena calidad, al igual que la traducción, también muy cuidada. Si bien sin desmerecer el resultado, personalmente soy de los que prefiere disfrutar de estos viajes como se concibieron en un inicio. El año pasado, la Orquesta Sinfónica de Londres interpretó Starfield Suite del compositor Inon Zur (Fallout 4, Dragon Age 2) durante el Concierto del 10º Aniversario de TES V: Skyrim, dando lugar a una melodía de tono épico que ha convertido en el estandarte de cada trailer del videojuego. Zur se inspira en los grandes temas de John Williams y Jerry Goldsmith para aportar ese tono épico que todo odisea espacial merece, sin olvidar otros compositores clásicos. También se distinguen pistas en los que priman sonidos más minimalistas, o incluso situaciones en las que los sintetizadores toman el control, momentos en los que parece idealizarse a otras bandas sonoras como la de Blade Runner. Si aún no has tenido la oportunidad de escuchar el tema “Children of the Sky” de Imagine Dragons, estás tardando en hacerlo.

Conclusión

Como si de un viejo roquero en activo se tratase, Bethesda se expone delante de sus seguidores, y de aquel publico que no lo es. Se subleva para dar voz a aquellos compañeros de profesión que cayeron en combate, homenajea a aquellas compañías de videojuegos que recordamos con nostalgia y que fueron absorbidas y desmanteladas por mega corporaciones, representando así a la vieja escuela del gaming. Va por Westwood, Lionhead, Bizarre, Maxis…. Esperemos que Microsoft sepa aplicar los cuidados y tiempos necesarios para mantener a flote tal inmensidad de talento. Da igual las horas que juegues a Starfield, el firmamento es tan infinito como tu quieras que sea: cada rincón de la galaxia alberga sorpresas, te recompensa, te invita a seguir creando y mejorando tus refugios, a modificar tu montura, a seguir superando las resplandecientes ondas de radio de cada púlsar, a continuar surcando millones de partículas de polvo cósmico. Es un simulador espacial, una experiencia astral, un título extraterreste que conseguirá llenar el cosmos de jugadores con un único propósito: explorar. Pon tu jetpack a punto, sincroniza tu ChronoMark y establece las coordenadas 6-9-23 (o 1-9-23 si eres poseedor de un ticket de vuelo anticipado) en Xbox Series, Xbox Game Pass y PC (Xbox Anywhere y Steam). Hasta entonces nosotros prometemos ser la voz de Major Tom. Buscando la señal…

Analizado en Xbox Series. Copia digital proporcionada por Ziran

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Alternativas
Fallout 4, The Elder Scrolls V: Skyrim
Contenido de calidad tan infinito como el propio firmamento. Es un "elige tu propia aventura".
Errores de IA en los combates tanto de los enemigos como de tus aliados.
Starfield consigue aferrarte a tu silla, y ofrecerte un contenido vasto, repleto de intensidad y narrativa profunda.
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