PC
A la tercera...
Tras la anodina segunda entrega de la serie, Pendulo echa por la borda sus errores para presentar un desenlace redentor.
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La segunda entrega de Runaway no consiguió mantener o superar la calidad de su lejano predecesor. ¿Motivos? A gusto de consumidor: quizás el primero de la serie fue como un oasis que sació la sed de aquellos aventureros que tuvieron que sufrir la sequía de inicios de década, mientras que la continuación surgió después de que el género despertase de su cabezadita y por lo tanto sus errores no obtuvieron el perdón esperado; quizás la obsesión de Pendulo Studios por llenar sus productos de puzles tanto ilógicos como demasiado lineales acabaron con la paciencia de sus seguidores; quizás el hecho de que fuera la única parte de la trilogía con el subtítulo en español (El sueño de la tortuga) provocó una desestabilización en la armonía astral de las escrituras arcanas...
Independientemente de lo ocurrido, la desarrolladora madrileña fue consciente del resultado. Prueba de ello se halla en la trama del esperado desenlace, A Twist of Fate, ya que ésta trata a El sueño de la tortuga como aquel primo lejano, tan pesado y agobiante que todo el mundo lo evita durante las fiestas familiares. La desconexión entre ambas entregas es tal que un recién llegado no tendrá ningún problema en seguir su historia.
Aun así, es posible que el inicio in media res deje al personal confundido: en lugar de optar por una continuación directa del final abierto de la segunda parte, el primer capítulo sorprende más a propios que a extraños centrándose en el funeral ficticio de Brian Basco (el protagonista de la serie) y en cómo Gina (cuyo diseño sufre crisis de identidad en cada entrega) debe sacarle de la tumba antes de que... bueno, antes de que no sea necesario. Cada episodio alterna tanto de tiempo como de personaje, hasta que al final todos los cabos sueltos quedan bien atados (algo inusual en una aventura de Pendulo), dejando satisfechos a aquellos que se asustaron tras la secuencia cinemática introductoria.
Pasando por alto la historia para evitar destripes indeseados, lo más destacable de la aventura es que la mayoría de la ilógica reinante en la trilogía no logrará salir de la tumba del inicio. Si bien es cierto que aún quedan algunos restos ponzoñosos aquí y allá, ningún encontronazo de esta índole arruinará la experiencia global. Asimismo, los personajes han abrazado al fin las ventajas de la cleptomanía inherente en el género y cogerán todos los objetos ipso facto en lugar de esperar a tener una razón para hacerlo. Por poner un ejemplo, es muy desquiciante no poder "adquirir" la regadera para rociar las plantas hasta que el protagonista no se haya doctorado en botánica y haya sopesado todos las ventajas e inconvenientes de dicha acción con un jardinero que pasaba por ahí.
Un problema menor de los Runaway (y mayor en las aventuras gráficas en general) son los puntos de interés, ya que a veces podían mostrar severos problemas de timidez, escondiéndose por el escenario y ralentizando así el ritmo del juego. Pese a que es complicado que ocurra algo similar en esta ocasión, los jugadores impacientes pueden activar una función que les mostrará todos los objetos disponibles para examinar o interactuar.
En este sentido, la desarrolladora se ha encargado de poner todo tipo de ayudas al jugador para que no se quede ofuscado durante la investigación. El sistema de pistas marca de la casa regresa con un pretexto magnifico: el alocado Joshua se ha metido a conserje de Pendulo Studios, y como el equipo se ha ido de vacaciones tras el lanzamiento del título, éste decide dar su opinión al usuario sobre la situación. El humor que destila este elemento ajeno a la historia central invita a probarlo aunque sea una vez. Además, los consejos no lo dejan todo tan mascado como antes, sino que se limitan a cortar levemente aquella carne que le está costando horrores al aventurero.
Independientemente de lo ocurrido, la desarrolladora madrileña fue consciente del resultado. Prueba de ello se halla en la trama del esperado desenlace, A Twist of Fate, ya que ésta trata a El sueño de la tortuga como aquel primo lejano, tan pesado y agobiante que todo el mundo lo evita durante las fiestas familiares. La desconexión entre ambas entregas es tal que un recién llegado no tendrá ningún problema en seguir su historia.
Aun así, es posible que el inicio in media res deje al personal confundido: en lugar de optar por una continuación directa del final abierto de la segunda parte, el primer capítulo sorprende más a propios que a extraños centrándose en el funeral ficticio de Brian Basco (el protagonista de la serie) y en cómo Gina (cuyo diseño sufre crisis de identidad en cada entrega) debe sacarle de la tumba antes de que... bueno, antes de que no sea necesario. Cada episodio alterna tanto de tiempo como de personaje, hasta que al final todos los cabos sueltos quedan bien atados (algo inusual en una aventura de Pendulo), dejando satisfechos a aquellos que se asustaron tras la secuencia cinemática introductoria.
Pasando por alto la historia para evitar destripes indeseados, lo más destacable de la aventura es que la mayoría de la ilógica reinante en la trilogía no logrará salir de la tumba del inicio. Si bien es cierto que aún quedan algunos restos ponzoñosos aquí y allá, ningún encontronazo de esta índole arruinará la experiencia global. Asimismo, los personajes han abrazado al fin las ventajas de la cleptomanía inherente en el género y cogerán todos los objetos ipso facto en lugar de esperar a tener una razón para hacerlo. Por poner un ejemplo, es muy desquiciante no poder "adquirir" la regadera para rociar las plantas hasta que el protagonista no se haya doctorado en botánica y haya sopesado todos las ventajas e inconvenientes de dicha acción con un jardinero que pasaba por ahí.
Un problema menor de los Runaway (y mayor en las aventuras gráficas en general) son los puntos de interés, ya que a veces podían mostrar severos problemas de timidez, escondiéndose por el escenario y ralentizando así el ritmo del juego. Pese a que es complicado que ocurra algo similar en esta ocasión, los jugadores impacientes pueden activar una función que les mostrará todos los objetos disponibles para examinar o interactuar.
En este sentido, la desarrolladora se ha encargado de poner todo tipo de ayudas al jugador para que no se quede ofuscado durante la investigación. El sistema de pistas marca de la casa regresa con un pretexto magnifico: el alocado Joshua se ha metido a conserje de Pendulo Studios, y como el equipo se ha ido de vacaciones tras el lanzamiento del título, éste decide dar su opinión al usuario sobre la situación. El humor que destila este elemento ajeno a la historia central invita a probarlo aunque sea una vez. Además, los consejos no lo dejan todo tan mascado como antes, sino que se limitan a cortar levemente aquella carne que le está costando horrores al aventurero.