Una familia unida a pesar de la distancia

El cine cuenta con muchas propuestas de elevada calidad dentro del género road-movie. La relación que se desarrolla entre los protagonistas es la piedra angular del argumento de estas películas y evoluciona a la par que se consumen kilómetros en las largas carreteras a bordo de vehículos que forman parte de la historia del séptimo arte. Sin ir más lejos, la propuesta de Little Miss Sunshine reunía a bordo de una Volkswagen Combi a una familia entrañablemente atípica, cada uno de los miembros con su propio carácter, sueños y miedos, combinados y mezclados dentro de la furgoneta de colores amarillo y blanco en su viaje a un concurso de belleza. Sin olvidarnos de otras grandes producciones como son Thelma & Louise, Easy Ryder o Las uvas de la ira, versión llevada al cine por John Ford del sensacional libro de John Steinbeck. Los videojuegos no cuentan con la misma longevidad que el cine, pero esto no significa que se dejen de lado las creaciones con un tono más intimista y humano. Prueba de esto se da desde títulos de pequeño presupuesto, como The Walking Dead o Death Road to Canada, hasta grandes producciones, como son los casos de Final Fantasy XV o The Last of Us. El último caso es el de Road to Guagdong, el primer proyecto de Just Add Oil Games con la colaboración en el guión de la escritora Ooi Yen, autora de libros como Sun: Queens of Earth o Eat.


En este título encarnamos a la joven Sunny quien, junto a su anciana tía Guu Ma, se embarca en un viaje por el sureste chino para estrechar los lazos con los miembros de su familia que tiene repartidos en diversas ciudades. Para tal fin, harán uso del viejo utilitario familiar conocido como Sandy con el que recorrerán distintos parajes de la provincia de Cantón, a la vez que se profundizará en las relaciones entre los personajes y las diferencias que existen entre las generaciones que componen la familia. El objetivo primordial no será otro que fortalecer los vínculos con una familia que, al igual que Sandy, requiere de los máximos cuidados para que ningún miembro se quede varado y solo. Por ello, conocer la idiosincrasia de cada persona que conforma nuestra familia será igual de complicado que reparar los desperfectos que aparecen en Sandy cuando se van sumando los kilómetros. A lo largo del viaje nuestro querido vehículo necesitará de ajustes o cambios para continuar con el trayecto, que consistirán no solo en parar y repostar gasolina, sino también en modificar algunas partes del coche, como son el motor, la refrigeración o las ruedas, entre otras. Por suerte, tendremos a nuestra disposición una serie de gasolineras y centros de chatarra donde podremos adquirir mejoras siempre prestando atención a nuestro presupuesto.

Las relaciones personales nunca han sido una tarea fácil. Menos aún cuando se trata de distintas generaciones, cada una de ellas con un modo de vivir y ver la vida completamente distinto. Este es el caso de Sunny y Guu Ma, dos personas de edades diferentes y puntos de vista que difieren en muchas situaciones, pero que gracias a sus discrepancias cada una de ellas aporta soluciones a los distintos obstáculos que aparecen en su viaje. El argumento de Road to Guangdong comienza en el instante en el que los padres de Sunny la dejan en herencia el restaurante familiar para que el negocio siga en funcionamiento. Con esta premisa, la joven necesitará del apoyo del resto de su familia quien, además de la ayuda que precise, proporcionarán a Sunny una receta de cocina. Eso sí, tanto para obtener el visto bueno de los miembros como para engrosar nuestro recetario, el jugador deberá prestar especial atención al carácter de los personajes y su percepción de la vida a través de las conversaciones al más puro estilo de las visual novel. En estas conversaciones profundizaremos en la idiosincrasia de los personajes y les ayudaremos en los diversos problemas que, aunque a primera vista puedan parecer nimios, pueden traer consecuencias para la protagonista.


Ahora bien, por desgracia la forma en la que se desenvuelve la relación entre Sunny y Guu Ma se antoja pobre. En los momentos en los que la pareja protagonista se encuentra en la carretera, apenas existe una conversación profunda entre sobrina y tía, con lo que el jugador en muchas ocasiones tendrá la sensación recurrente de que esta relación se podría haber desarrollado un poco más. Más aún, tratándose de un título que pone el énfasis en las diferencias entre la China tradicional y la China moderna en la década de los años 90. Sea como fuere, desde el momento en que nos subiremos al coche disfrutaremos de unos paisajes dibujados con un estilo Low Poly con entornos minimalistas y coloridos, tanto por la mañana como por la noche, y que ayudan sobremanera a crear una ambientación nostálgica. Así, el jugador disfrutará a lo largo del trayecto de los bonitos entornos que discurren a los lados de la carretera, desde los resplandecientes neones propios de las urbes hasta la arquitectura de las zonas rurales, pasando por zonas agrestes o montañosas. Por otra parte, la traducción al castellano posee algunos errores en los diálogos que, sin ser frecuentes, sí empañan el resultado final.



Conclusión

Road to Guangdong es un bonito aprendizaje sobre el valor de las relaciones personales encarnado en una familia china en la década de los 90. Junto a Sunny, Guu Ma y Sandy el jugador disfrutará de un "road game" de cinco horas de duración, aproximadamente, donde las imperfecciones, puntos de vista y los recuerdos familiares de cada miembros se deben tratar con tanto mimo y cuidado como los arreglos al vehículo. El más leve error puede dar al traste con los lazos familiares y que la cena de fin de año no la comportamos con nuestros seres queridos. Esperamos que el estudio Just Add Oil Games siga atreviéndose en un futuro a desarrollar historias con enfoques intimistas como este Road to Guangdong.