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Qué bonito es jugar videojuegos
Rime por fin está en las tiendas y lo tiene todo para convertirse en un juego de culto.
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Versión analizada Xbox One S. Copia digital proporcionada por Cosmocover.
Rime es un título que llevábamos esperando unos cuantos años. La obra de Tequila Works apuntaba como juego exclusivo para PlayStation 4, pero finalmente ha terminado llegando a Xbox One y PC, además de la plataforma de Sony, así como próximamente aterrizará también en Nintendo Switch. El estudio nacional encargado del desarrollo de Rime era conocido por el fantástico Deadlight, pero además del juego del que hoy vamos a hablar, en 2017 también han presentado The sexy Brutale.
Rime es una de esas aventuras que de vez en cuando nos presentan los videojuegos en las que nos enteramos de quiénes somos o qué es el mundo que nos rodea a medida que jugamos, ya que el título no tiene ninguna línea de diálogo, así como ningún narrador. De esta forma el jugador se mete de lleno en el bello mundo que se nos presenta y en los puzles que debemos superar para continuar averiguando más sobre la historia. Todo comienza cuando despertamos en una playa desierta y tras ponernos en pie comenzamos a andar y descubrir qué esconde el lugar en el que nos encontramos. A partir de aquí es el propio entorno y la música lo que nos guía hacia dónde tenemos que ir, así como un simpático y bonito zorro que nos hace ir tras él.
Para descubrir todo lo que oculta esta aventura tenemos las acciones básicas de cualquier juego de plataformas. Podemos correr, saltar, escalar, nadar, bucear, etc. El desarrollo del mundo que vamos conociendo no supone grandes dificultades en cuanto a plataformeo se refiere y la exploración apuesta más por hacernos conocer el entorno y los escenarios que por proponer difíciles situaciones que superar. Lo mismo ocurre con los puzles, ya que a lo largo de la historia nos topamos con diferentes rompecabezas que debemos solucionar para bien abrir puertas o poder seguir adelante en esas situaciones que no podemos avanzar.
La mayoría de los puzles son bastante fáciles de superar y es aquí quizás donde Rime flojea un poco más, ya que unos retos más difíciles o en los que hubiese que meditar más la solución hubiesen compuesto una experiencia increíble. No vamos a exponer casos concretos de puzles para que cada uno los compruebe por sí mismo, pero los hay en los que tenemos que mover piezas, coger objetos, activar pulsadores, etc.