
PlayStation 2
Nunca viajes a España
León S. Kennedy, Ashley Graham y toda la fauna de Resident Evil 4 llegan a PS2 por la puerta grande. ¿Pero cómo de grande?

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Todos conocemos de sobra la consagrada saga Resident Evil, así que es mejor dejarse de presentaciones que sólo serían útiles a gentes de otros mundos y analizar qué han estado los chicos de Capcom los últimos meses desde que se anunció que, el hasta entonces exclusivo de GameCube Resident Evil 4, aparecería también en PS2. ¡Incluso con más extras que en la versión original! Rápidamente la gente se refugió en la idea de que dichos extras servirían para paliar los efectos de una demacrada calidad gráfica debido a la conversión a una consola teóricamente inferior como es Playstation 2 respecto a GameCube. Pero nada más lejos de la realidad, Resident Evil 4 llega con el impresionante aspecto que le hizo característico en la consola de Nintendo desde las primeras imágenes aparecidas para demostrar que la gente de Shinji Mikami (creador de la saga) merecía algo más que nuestro voto de confianza. Polémicas aparte, a lo largo de la crítica valoraremos ésta versión sobre la consola en la que está hecha y en el espacio temporal en el que ha aparecido. Y aunque va a ser inevitable comparar ciertos aspectos con los de la versión de GameCube, se tendrá en cuenta que muchos usuarios de Playstation 2 no conocían nada del juego hasta hoy.
Para la cuarta parte de la saga de zombis más famosa se optó por cambiar el estilo de juego. Seguimos jugando en tercera persona, sí, pero ahora la cámara estará pegada en todo momento a la espalda de nuestro protagonista, el "policía por un día" y guaperas León Scott Kennedy. Ambientado años más tarde de los sucesos de los anteriores juegos, y ya con Umbrella desaparecida, nuestro protagonista ha dejado de ser policía para trabajar con el gobierno. El problema esta en que la hija del presidente de los Estados Unidos, Ashley Graham, ha sido secuestrada, y los últimos informes de Inteligencia sugieren que la pobre quinceañera ha sido vista en los alrededores de un pueblo europeo, concretamente un pueblo español. La primera misión de León en su nuevo trabajo deberá ser, cómo no, rescatar a la muchacha de las garras de sus secuestradores. Da pues comienzo nuestra inesperada aventura, adentrándonos en una especie de pueblo con habitantes en su mayoría agricultores y con un comportamiento bastante extraño debido en gran parte a su violenta conducta y a la extremada cantidad de groserías que dicen por minuto. Algo raro está pasando, parece que una secta se ha apoderado de los alrededores y retienen a Ashley para sus oscuras intenciones. Con un plantel de salida tan simple se irá desarrollando una historia que, a pesar de no estar argumentalmente a la altura de otros juegos como el Resident Evil original, o más recientemente Code Veronica, nos servirá de excusa para pegar tiros a diestro y siniestro sin descanso. Y es que el nuevo camino abierto por Resident Evil 4 es más similar al de un Shoot Em' Up que al de un Survival Horror. A lo largo del juego habrá que ir deshaciéndose de todo lo que se nos ponga por delante para aclarar qué es lo que está pasando y llegar hasta la pobre Ashley.
La localización del juego está bastante conseguida, aunque parezca la España del siglo XIX. Los habitantes nos hablarán (más bien amenazarán, insultarán...) en nuestro idioma, las monedas que manejaremos son las pesetas e incluso León se atreverá a soltar algún "Hasta Luego" durante el juego. Los lugares que visitamos pasarán desde un oscuro bosque, a un antiguo pueblo y cómo no los laboratorios y otras localizaciones más modernas. El desarrollo peca de ser excesivamente simple y lineal, pero es algo que se olvida fácilmente en cuanto llegan los momentos de acción que, por suerte o por fortuna, no son pocos. Básicamente nuestro cometido será avanzar sin descanso, resolviendo algún pequeño puzzle (de baja dificultad) y acabando con todos los enemigos. ¿Dónde está la diversión? -nos preguntamos-. Pues bien, no es una pregunta sencilla de responder, pero hay algo que lo define fácilmente, y es que da la sensación de que Resident Evil 4 ha sido programado para divertir. Así es, divertir sin complicaciones, y eso lo consigue con sus numerosos detalles. ¿Quieres conocerlos? Sigue leyendo...
Para la cuarta parte de la saga de zombis más famosa se optó por cambiar el estilo de juego. Seguimos jugando en tercera persona, sí, pero ahora la cámara estará pegada en todo momento a la espalda de nuestro protagonista, el "policía por un día" y guaperas León Scott Kennedy. Ambientado años más tarde de los sucesos de los anteriores juegos, y ya con Umbrella desaparecida, nuestro protagonista ha dejado de ser policía para trabajar con el gobierno. El problema esta en que la hija del presidente de los Estados Unidos, Ashley Graham, ha sido secuestrada, y los últimos informes de Inteligencia sugieren que la pobre quinceañera ha sido vista en los alrededores de un pueblo europeo, concretamente un pueblo español. La primera misión de León en su nuevo trabajo deberá ser, cómo no, rescatar a la muchacha de las garras de sus secuestradores. Da pues comienzo nuestra inesperada aventura, adentrándonos en una especie de pueblo con habitantes en su mayoría agricultores y con un comportamiento bastante extraño debido en gran parte a su violenta conducta y a la extremada cantidad de groserías que dicen por minuto. Algo raro está pasando, parece que una secta se ha apoderado de los alrededores y retienen a Ashley para sus oscuras intenciones. Con un plantel de salida tan simple se irá desarrollando una historia que, a pesar de no estar argumentalmente a la altura de otros juegos como el Resident Evil original, o más recientemente Code Veronica, nos servirá de excusa para pegar tiros a diestro y siniestro sin descanso. Y es que el nuevo camino abierto por Resident Evil 4 es más similar al de un Shoot Em' Up que al de un Survival Horror. A lo largo del juego habrá que ir deshaciéndose de todo lo que se nos ponga por delante para aclarar qué es lo que está pasando y llegar hasta la pobre Ashley.
La localización del juego está bastante conseguida, aunque parezca la España del siglo XIX. Los habitantes nos hablarán (más bien amenazarán, insultarán...) en nuestro idioma, las monedas que manejaremos son las pesetas e incluso León se atreverá a soltar algún "Hasta Luego" durante el juego. Los lugares que visitamos pasarán desde un oscuro bosque, a un antiguo pueblo y cómo no los laboratorios y otras localizaciones más modernas. El desarrollo peca de ser excesivamente simple y lineal, pero es algo que se olvida fácilmente en cuanto llegan los momentos de acción que, por suerte o por fortuna, no son pocos. Básicamente nuestro cometido será avanzar sin descanso, resolviendo algún pequeño puzzle (de baja dificultad) y acabando con todos los enemigos. ¿Dónde está la diversión? -nos preguntamos-. Pues bien, no es una pregunta sencilla de responder, pero hay algo que lo define fácilmente, y es que da la sensación de que Resident Evil 4 ha sido programado para divertir. Así es, divertir sin complicaciones, y eso lo consigue con sus numerosos detalles. ¿Quieres conocerlos? Sigue leyendo...