
PC
PlayStation 4
Xbox One
PlayStation Vita
Felicidad forzada
La primera temporada de Psycho-Pass se amplia con una visual novel.

0
0
0
Versión analizada: Playstation 4. Copia digital proporcionada por .
El género de las visual novel es muy popular en Japón, pero en Occidente no termina de cuajar, al menos no lo suficiente en ventas como para que las distribuidoras se arriesguen a traerlas hasta aquí. La popularidad de las licencias en las que están basadas es probablemente el impulso necesario, tal y como ocurrió con Steins;Gate.
Psycho-Pass: Mandatory Happiness ocurre en un punto desconocido durante la primera temporada de la serie. Esto no quiere decir que sea necesario haber visto el anime, aunque probablemente todos los que se acerquen a este juego es porque les gustó lo que vieron. El universo de Psycho-Pass tiene una serie de claves, como el mismo concepto de psycho-pass, coeficiente criminal o estrés, que no es necesario conocer de antemano, ya que en el mismo juego se explican perfectamente. Y si necesitamos alguna anotación más, hay un glosario de términos bastante completo al que podemos acceder cuando queramos.
Haber visto el anime nos permite conocer a los personajes, ya que controlaremos a un recién llegado a la División 1, en la que están los mismos inspectores y ejecutores que en la serie. El protagonismo puede recaer en la inspectora Nadeshiko Kugatachi o el ejecutor Takuma Tsurugi. El juego es un poco torpe a la hora de esconder sus cartas y se ve desde el principio dónde están la sorpresas. La historia se queda a la mitad. Aunque plantea un tema que encaja con la temática de la obra original, no termina de profundizar en él y podría dar más de sí.
Si nos ceñimos estrictamente a la definición de visual novel, es cierto que Psycho-Pass cumple con sus mecánicas, pero es una pena que se desaprovechen momentos de investigación para darle algo más de variedad e inmersión al título. Al menos, muchas de nuestras decisiones van enfocadas hacia dónde ir o qué hacer para continuar con la operación en marcha, que puede salir bien o mal, incluso acabar en muerte (muy pocas veces, eso sí).
El punto más fuerte de Psycho-Pass es la capacidad que tienen las decisiones de cambiar la historia, algo de lo que debería aprender Telltale. Evidentemente, hay momentos clave que no varían, pero sí las condiciones en las que llegamos a él. También hay un evento que cambia drásticamente el punto de vista de la historia. La rejugabilidad está asegurada si queremos conocer más detalles.
Como nota final, hay un minijuego basado en Threes que sirve para desbloquear contenido adicional, como imágenes y sonidos. Aunque no tenga nada que ver con Psycho-Pass, el minijuego engancha bastante.
Psycho-Pass: Mandatory Happiness es una visual novel hecha para los fans de la serie. No porque ellos comprenderán mejor el universo en el que está basada, sino porque su historia no termina de enganchar y está desaprovechada en varios momentos.
El género de las visual novel es muy popular en Japón, pero en Occidente no termina de cuajar, al menos no lo suficiente en ventas como para que las distribuidoras se arriesguen a traerlas hasta aquí. La popularidad de las licencias en las que están basadas es probablemente el impulso necesario, tal y como ocurrió con Steins;Gate.
Psycho-Pass: Mandatory Happiness ocurre en un punto desconocido durante la primera temporada de la serie. Esto no quiere decir que sea necesario haber visto el anime, aunque probablemente todos los que se acerquen a este juego es porque les gustó lo que vieron. El universo de Psycho-Pass tiene una serie de claves, como el mismo concepto de psycho-pass, coeficiente criminal o estrés, que no es necesario conocer de antemano, ya que en el mismo juego se explican perfectamente. Y si necesitamos alguna anotación más, hay un glosario de términos bastante completo al que podemos acceder cuando queramos.
Haber visto el anime nos permite conocer a los personajes, ya que controlaremos a un recién llegado a la División 1, en la que están los mismos inspectores y ejecutores que en la serie. El protagonismo puede recaer en la inspectora Nadeshiko Kugatachi o el ejecutor Takuma Tsurugi. El juego es un poco torpe a la hora de esconder sus cartas y se ve desde el principio dónde están la sorpresas. La historia se queda a la mitad. Aunque plantea un tema que encaja con la temática de la obra original, no termina de profundizar en él y podría dar más de sí.
Si nos ceñimos estrictamente a la definición de visual novel, es cierto que Psycho-Pass cumple con sus mecánicas, pero es una pena que se desaprovechen momentos de investigación para darle algo más de variedad e inmersión al título. Al menos, muchas de nuestras decisiones van enfocadas hacia dónde ir o qué hacer para continuar con la operación en marcha, que puede salir bien o mal, incluso acabar en muerte (muy pocas veces, eso sí).
El punto más fuerte de Psycho-Pass es la capacidad que tienen las decisiones de cambiar la historia, algo de lo que debería aprender Telltale. Evidentemente, hay momentos clave que no varían, pero sí las condiciones en las que llegamos a él. También hay un evento que cambia drásticamente el punto de vista de la historia. La rejugabilidad está asegurada si queremos conocer más detalles.
Como nota final, hay un minijuego basado en Threes que sirve para desbloquear contenido adicional, como imágenes y sonidos. Aunque no tenga nada que ver con Psycho-Pass, el minijuego engancha bastante.
Psycho-Pass: Mandatory Happiness es una visual novel hecha para los fans de la serie. No porque ellos comprenderán mejor el universo en el que está basada, sino porque su historia no termina de enganchar y está desaprovechada en varios momentos.