
PlayStation 3
Objetivo: recuperar el espíritu perdido
Después de tres entregas para olvidar, PES 2010 llega con la misión de conquistar de una vez por todas la nueva generación de consolas.

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Es evidente que la entrada en la nueva generación de consolas no le sentó del todo bien al que por entonces era el juego futbolístico predilecto tanto para crítica como para los jugadores, Pro Evolution Soccer. Y no nos referimos a Pro Evolution Soccer 6, con el que debutó en esta generación, todavía es considerado por algunos como la mejor representación de la saga en estas nuevas plataformas. Hablamos de las dos entregas siguientes, es decir, las dos últimas que han llegado al mercado, que no ofrecían un sistema jugable o unos gráficos a la altura de las circunstancias, además de situarse muy por detrás de FIFA, su rival directo, en apartados como la innovación o el juego online. Esto se tradujo en un verdadero traspiés ante la crítica y un considerable descenso en los números de ventas, con más y más jugadores que se pasaban a las filas de EA Sports.
Por suerte, parece que esto ha funcionado como una cura de humildad para la compañía nipona, que este año parece haberse puesto las pilas con la entrega 2010. Un apartado gráfico creado desde cero, diversas novedades en materia jugable y la inclusión de licencias tan jugosas como la de la UEFA Champions League son algunas de las novedades más llamativas de esta revisión. Veamos si en esta ocasión han dado con la tecla correcta.
A pesar de que lo primero que llama la atención de Pro Evolution Soccer 2010 es el apartado gráfico, en primer lugar debemos hablar de lo que realmente importa, la jugabilidad. Sin lugar a dudas, lo que en un principio más nos sorprendió de PES 2010 fue el renovado aspecto táctico que presenta el título. Los desarrolladores han terminado por desechar ese hexágono tan clásico de la saga, a través del cual se reflejaban las cualidades de cualquiera de nuestros jugadores, por una serie de indicadores numéricos, menos eficaces bajo nuestro punto de vista. Como siempre, mediante estas medidas podremos encontrar la posición idónea en el campo de cualquiera de los integrantes del equipo o comprobar cuán eficaces son nuestros experimentos con las posiciones de nuestro pupilos.
Otra de las novedades es que esta vez sí podremos controlar hasta el más mínimo detalle del comportamiento de nuestro equipo sobre el terreno de juego. Gracias al apartado "Estilo de juego" podremos modificar todas y cada una de las características y movimientos automáticos de nuestro conjunto, tales como la posición en la que se situará la línea defensiva, la frecuencia de los pases, la estrategia ofensiva, si queremos que nuestros jugadores abran el juego a las bandas o la cantidad de presión que deben ejercer sobre el equipo rival. Evidentemente, algunas de estas estrategias no son compatibles, por lo que las controlaremos a través de un indicador que va de 0 a 100 y que podremos modificar a nuestro antojo. No obstante, si no os gusta toquetear todos estos aspectos, cada uno de los equipos trae consigo un estilo de juego por defecto que intenta imitar sus actuaciones en la realidad. Por ejemplo, la presión del F.C. Barcelona es asfixiante, mientras que el juego del Real Madrid es tan caótico como efectivo arriba. Por su parte, el sistema de alineaciones no ha cambiado lo más mínimo, por lo que sigue ofreciendo muy pocas variables dentro del clásico 4-4-2. Lo más sensato es modificar la alineación manualmente a nuestro antojo, como se ha hecho de toda la vida en esta saga.
Otra inclusión importantes es que, en esta ocasión, los chicos de Konami han enfocado el juego hacia una vertiente en la que tiene mucho más peso la simulación, aunque todavía quedan reminiscencias del estilo arcade que siempre ha tenido la saga. Esto es algo que notaremos en nuestro primer partido, pues el ritmo de juego ha pasado a ser mucho más pausado y tanto las combinaciones de pases como las jugadas por las bandas tienen mucha más importancia que antaño. Es cierto que todavía, con algunos jugadores, podemos seguir la resabida táctica de coger el balón, salir disparados hacia la portería contraria y hacer un gol, pero la IA del contrario nos lo pondrá muy difícil. Parece como si los movimientos del equipo rival hubieran sido pensados para explotar el juego por las bandas, por las que es mucho más sencillo alcanzar la portería contraria, ya que superar la línea defensiva por el centro será una tarea muy complicada.
Por suerte, parece que esto ha funcionado como una cura de humildad para la compañía nipona, que este año parece haberse puesto las pilas con la entrega 2010. Un apartado gráfico creado desde cero, diversas novedades en materia jugable y la inclusión de licencias tan jugosas como la de la UEFA Champions League son algunas de las novedades más llamativas de esta revisión. Veamos si en esta ocasión han dado con la tecla correcta.
A pesar de que lo primero que llama la atención de Pro Evolution Soccer 2010 es el apartado gráfico, en primer lugar debemos hablar de lo que realmente importa, la jugabilidad. Sin lugar a dudas, lo que en un principio más nos sorprendió de PES 2010 fue el renovado aspecto táctico que presenta el título. Los desarrolladores han terminado por desechar ese hexágono tan clásico de la saga, a través del cual se reflejaban las cualidades de cualquiera de nuestros jugadores, por una serie de indicadores numéricos, menos eficaces bajo nuestro punto de vista. Como siempre, mediante estas medidas podremos encontrar la posición idónea en el campo de cualquiera de los integrantes del equipo o comprobar cuán eficaces son nuestros experimentos con las posiciones de nuestro pupilos.
Otra de las novedades es que esta vez sí podremos controlar hasta el más mínimo detalle del comportamiento de nuestro equipo sobre el terreno de juego. Gracias al apartado "Estilo de juego" podremos modificar todas y cada una de las características y movimientos automáticos de nuestro conjunto, tales como la posición en la que se situará la línea defensiva, la frecuencia de los pases, la estrategia ofensiva, si queremos que nuestros jugadores abran el juego a las bandas o la cantidad de presión que deben ejercer sobre el equipo rival. Evidentemente, algunas de estas estrategias no son compatibles, por lo que las controlaremos a través de un indicador que va de 0 a 100 y que podremos modificar a nuestro antojo. No obstante, si no os gusta toquetear todos estos aspectos, cada uno de los equipos trae consigo un estilo de juego por defecto que intenta imitar sus actuaciones en la realidad. Por ejemplo, la presión del F.C. Barcelona es asfixiante, mientras que el juego del Real Madrid es tan caótico como efectivo arriba. Por su parte, el sistema de alineaciones no ha cambiado lo más mínimo, por lo que sigue ofreciendo muy pocas variables dentro del clásico 4-4-2. Lo más sensato es modificar la alineación manualmente a nuestro antojo, como se ha hecho de toda la vida en esta saga.
Otra inclusión importantes es que, en esta ocasión, los chicos de Konami han enfocado el juego hacia una vertiente en la que tiene mucho más peso la simulación, aunque todavía quedan reminiscencias del estilo arcade que siempre ha tenido la saga. Esto es algo que notaremos en nuestro primer partido, pues el ritmo de juego ha pasado a ser mucho más pausado y tanto las combinaciones de pases como las jugadas por las bandas tienen mucha más importancia que antaño. Es cierto que todavía, con algunos jugadores, podemos seguir la resabida táctica de coger el balón, salir disparados hacia la portería contraria y hacer un gol, pero la IA del contrario nos lo pondrá muy difícil. Parece como si los movimientos del equipo rival hubieran sido pensados para explotar el juego por las bandas, por las que es mucho más sencillo alcanzar la portería contraria, ya que superar la línea defensiva por el centro será una tarea muy complicada.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 22 de octubre de 2009
Desarrollado por:
Konami