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GRRRRRRWAAAAAAARRRRRRRGGGGGGH!
Robot Entertainment afianza el concepto de action tower defense con la segunda parte de Orcs Must Die!
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Que los Tower Defense son uno de los géneros más fomentados en el mercado de videojuegos independientes no es una novedad. Son juegos de mecánica sencilla, en general, con un objetivo claro pero a la vez con muchas posibilidades de implementar el concepto. Éste, el de "proteger una fortaleza con torretas" por llamarlo de alguna manera, no es exclusivamente un género cerrado, ya que hemos podido ver modalidades de este estilo en algunos shooters o en los propios juegos de estrategia clásica, en los que hay que defender nuestro territorio de las hordas enemigas.
Sin embargo, eso no significa que todo esté escrito sobre estos juegos. Robot Entertainment lo sabe, y de hecho su trayectoria da buena prueba de ello. Creadores ni más ni menos que de Halo Wars, Age of Empires Online o Orcs Must Die desde luego podemos decir que no nos han dejado indiferentes y han sorprendido a los usuarios por unos u otros métodos. Lo que nos interesa ahora es la segunda parte del último de los juegos mencionados, Orcs Must Die (OMD de ahora en adelante).
OMD ha pasado sin hacer mucho ruido, pero ha creado altas cotas de satisfacción a sus compradores. Para muestra de ello, el ímpetu que la propia Robot Entertainment ha puesto en la segunda parte, OMD 2, ya que le ha dado más repercusión y han ampliado un concepto de juego bastante novedoso que en la primera parte parecía una especie de ensayo.
Así pues OMD 2 continúa con la mecánica del primero: una fusión de tower defense y acción en tercera persona. La tentativa de defender nuestra "fisura" (la fortaleza) de las tropas de orcos recae en una amplia gama de trampas, pero también en el poder ofensivo del jugador. Los enemigos harán lo posible por llegar a la fisura en rondas separadas, en las cuales tendremos que gestionar nuestro dinero para comprar las trampas más efectivas, con la cabeza puesta en las peculiaridades de cada escenario. Mientras nuestras trampas de pinchos y disparadores de ácido trituran a los enemigos tendremos que enfrentarlos con espada, ballesta, hechizos o invocaciones, porque las trampas nunca serán suficientes para detener a todos los orcos.
OMD 2 sigue los mismos pasos del original en cuanto al planteamiento argumental, relegándole un papel totalmente anecdótico. Los personajes son bastante simplones y poco carismáticos, lo que sucede en el juego es insustancial y claramente una excusa para pasar a la acción. Y tampoco se echa en falta, porque el objetivo del OMD 2 es la diversión pura y dura. En este caso, eso sí, hay dos protagonistas, cuyas habilidades y armas serán diferentes. Así pues, podemos controlar tanto al mago del primer juego como a una maga que anteriormente fue jefa de los orcos. Elegir a uno u otro empezará una aventura independiente (que no diferente).
Sin embargo, eso no significa que todo esté escrito sobre estos juegos. Robot Entertainment lo sabe, y de hecho su trayectoria da buena prueba de ello. Creadores ni más ni menos que de Halo Wars, Age of Empires Online o Orcs Must Die desde luego podemos decir que no nos han dejado indiferentes y han sorprendido a los usuarios por unos u otros métodos. Lo que nos interesa ahora es la segunda parte del último de los juegos mencionados, Orcs Must Die (OMD de ahora en adelante).
OMD ha pasado sin hacer mucho ruido, pero ha creado altas cotas de satisfacción a sus compradores. Para muestra de ello, el ímpetu que la propia Robot Entertainment ha puesto en la segunda parte, OMD 2, ya que le ha dado más repercusión y han ampliado un concepto de juego bastante novedoso que en la primera parte parecía una especie de ensayo.
Así pues OMD 2 continúa con la mecánica del primero: una fusión de tower defense y acción en tercera persona. La tentativa de defender nuestra "fisura" (la fortaleza) de las tropas de orcos recae en una amplia gama de trampas, pero también en el poder ofensivo del jugador. Los enemigos harán lo posible por llegar a la fisura en rondas separadas, en las cuales tendremos que gestionar nuestro dinero para comprar las trampas más efectivas, con la cabeza puesta en las peculiaridades de cada escenario. Mientras nuestras trampas de pinchos y disparadores de ácido trituran a los enemigos tendremos que enfrentarlos con espada, ballesta, hechizos o invocaciones, porque las trampas nunca serán suficientes para detener a todos los orcos.
OMD 2 sigue los mismos pasos del original en cuanto al planteamiento argumental, relegándole un papel totalmente anecdótico. Los personajes son bastante simplones y poco carismáticos, lo que sucede en el juego es insustancial y claramente una excusa para pasar a la acción. Y tampoco se echa en falta, porque el objetivo del OMD 2 es la diversión pura y dura. En este caso, eso sí, hay dos protagonistas, cuyas habilidades y armas serán diferentes. Así pues, podemos controlar tanto al mago del primer juego como a una maga que anteriormente fue jefa de los orcos. Elegir a uno u otro empezará una aventura independiente (que no diferente).





