
PS3-PS Store
The Hard Side of the Moon
Lo nuevo de Feelplus para Square Enix cumple uno de sus objetivos: ser tan difícil como un juego antiguo.

0
0
0
El reciente Hard Corps: Uprising tiene varias cosas en común con Moon Diver, el nuevo juego descargable de Square Enix. Los dos están considerados los sucesores de beat 'em up tan recordados como Contra y Strider, de los que no heredan el título pero sí los saltos, la cantidad de enemigos y, por supuesto, esa dificultad que da más miedo a medida que pasan los años. Quedémonos con el segundo, todo un clásico de recreativas (también hubo una versión muy popular para Mega Drive) cuyas continuaciones, la última de ellas para PS One, fueron de todo menos destacables. Moon Diver, anteriormente conocido como Necromachina, no aspira a ser una de ellas, sino más bien una adaptación. Viene firmado por Koichi Yotsui, creador del Strider original, y Feelplus, estudio responsable de Mindjack y la versión para PS3 de No More Heroes que salió hace tiempo en Japón.
Sin que sirva de precedente, nos vamos a saltar la parte del argumento. Las escenas que preceden los doce niveles del juego son totalmente inconexas y el todo que forman no tiene sentido, así que quedemos con que sólo cuatro ninjas pueden salvarnos del Apocalipsis en un futuro en el que la Sagrada Familia ya está terminada. Ahora pasemos a otra cosa. El jugador veterano notará desde el primer momento las similitudes con Strider porque los fundamentos del control son los mismos: saltar, agarrarse a cualquier superficie y dar sablazos igualitos a los de Hiryu. Como es natural, el juego es más fluido, hay doble salto y los ataques se pueden cargar, pero no se queda sólo en eso.
En Moon Diver podemos elegir entre cuatro personajes: Seyfert, Hitori, Tolby y Ourion, uno por cada color del parchís. Todos suben de nivel de forma independiente y hay diferencias en el desarrollo de uno u otro, ya que no comparten ni el ritmo de aprendizaje de combos ni el aumento de los parámetros de vida, magia y fuerza, que dicho sea de paso es algo que queda en manos del jugador entra una fase y otra. La magia es bastante útil: hay 60 hechizos distintos o combinaciones lunares esparcidos por el juego y podemos llevar uno en cada dirección de la cruceta. Los hay de ataque, de apoyo, curativos (imprescindibles por razones que expondremos a continuación) y hasta de estados alterados para que ceguemos a los malos como en Final Fantasy.
El que quiera intentar pasarse Moon Diver en solitario debe saber a lo que se expone. Tras unos primeros niveles bastante fáciles (diríamos que sorprendentemente fáciles), el juego mete quinta y llena toda la pantalla ya no de enemigos comunes como avispas robóticas que parecen sacadas de Donkey Kong Country y soldados que explotan en cuatro direcciones a lo Bomberman, sino de láseres y más láseres mortíferos, con mucho alcance y extremadamente difíciles de esquivar o destruir. La experiencia no se pierde con cada muerte, y la verdad es que sólo faltaría, porque bastante tenemos ya con la penitencia de tener que repetir todo el nivel. ¿Demasiado hardcore para el que escribe? Tal vez, pero lo cierto es que el juego está pensado para disfrutarlo en grupo.
Sin que sirva de precedente, nos vamos a saltar la parte del argumento. Las escenas que preceden los doce niveles del juego son totalmente inconexas y el todo que forman no tiene sentido, así que quedemos con que sólo cuatro ninjas pueden salvarnos del Apocalipsis en un futuro en el que la Sagrada Familia ya está terminada. Ahora pasemos a otra cosa. El jugador veterano notará desde el primer momento las similitudes con Strider porque los fundamentos del control son los mismos: saltar, agarrarse a cualquier superficie y dar sablazos igualitos a los de Hiryu. Como es natural, el juego es más fluido, hay doble salto y los ataques se pueden cargar, pero no se queda sólo en eso.
En Moon Diver podemos elegir entre cuatro personajes: Seyfert, Hitori, Tolby y Ourion, uno por cada color del parchís. Todos suben de nivel de forma independiente y hay diferencias en el desarrollo de uno u otro, ya que no comparten ni el ritmo de aprendizaje de combos ni el aumento de los parámetros de vida, magia y fuerza, que dicho sea de paso es algo que queda en manos del jugador entra una fase y otra. La magia es bastante útil: hay 60 hechizos distintos o combinaciones lunares esparcidos por el juego y podemos llevar uno en cada dirección de la cruceta. Los hay de ataque, de apoyo, curativos (imprescindibles por razones que expondremos a continuación) y hasta de estados alterados para que ceguemos a los malos como en Final Fantasy.
El que quiera intentar pasarse Moon Diver en solitario debe saber a lo que se expone. Tras unos primeros niveles bastante fáciles (diríamos que sorprendentemente fáciles), el juego mete quinta y llena toda la pantalla ya no de enemigos comunes como avispas robóticas que parecen sacadas de Donkey Kong Country y soldados que explotan en cuatro direcciones a lo Bomberman, sino de láseres y más láseres mortíferos, con mucho alcance y extremadamente difíciles de esquivar o destruir. La experiencia no se pierde con cada muerte, y la verdad es que sólo faltaría, porque bastante tenemos ya con la penitencia de tener que repetir todo el nivel. ¿Demasiado hardcore para el que escribe? Tal vez, pero lo cierto es que el juego está pensado para disfrutarlo en grupo.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 4 de abril de 2011
Desarrollado por:
Feelplus