
Xbox 360
Seguir con vida
El estudio sueco DICE, bajo el apadrinamiento de Electronic Arts, pone toda la carne en el asador para ofrecernos una fórmula tan original como arriesgada: un plataformas en primera persona.

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Rompiendo ideas preconcebidas
A veces es difícil innovar en un género y no por la falta de ideas. Otra "buena" razón para no hacerlo es porque las bases de dicho género están tan asentadas que a las desarrolladoras ni se les pasa por la cabeza indagar en él al pensar que no hay más donde rascar. O también directamente porque se presupone que introducir según qué elementos en su fórmula provocará una catástrofe con toda seguridad. Uno de los ejemplos por antonomasia de todo esto eran las plataformas en los títulos en primera persona. Si bien es cierto que unos pocos juegos conseguían introducirlas con relativo éxito (y con esto nos referimos a que no molestaban), su implementación solía verse con malos ojos hasta tal punto que más de un supuesto experto de diseño de jugabilidad se empeñaba en aconsejar no poner nada ni remotamente parecido a una plataforma en juegos de vista subjetiva.
Esto da una idea del gran valor y gallardía que supone el título que nos toca analizar hoy. Mirror's Edge es un juego que destacó desde el primer momento por ofrecer un concepto que por norma general sería rechazado a la primera de cambio por la gran mayoría de productoras: un plataformas con vista en primera persona. Más todavía teniendo en cuenta que las dos ideas por separado no gozan de mala salud precisamente. Incluso han tenido juegos innovadores como Super Mario Galaxy por parte de las plataformas y Portal por parte de los juegos subjetivos, y ambos datan del año pasado.
Por todo esto no es de extrañar que Mirror's Edge consiguiera despuntar cuando fue presentado en la Game Developers Conference de 2008 con una demo técnica que levantaba esperanza y recelo a partes iguales. Amén de lo desconcertante que un juego tan arriesgado viniera financiado por Electronic Arts, una compañía que, a pesar de que en los últimos años ha conseguido levantar cabeza en lo que a prestigio se refiere con juegos como Crysis, sigue sin quitarse del todo la imagen de compañía "sacacuartos". Sin embargo la idea del estudio sueco DICE consiguió atraer todas las miradas gracias a su soberbia dirección artística (¡Por fin algo de color en esta generación sobresaturada de marrones y grises!), el carisma visual de su protagonista, la perfecta recreación de sensación de primera persona al estilo Las Crónicas de Riddick y lo prometedor del diseño de niveles que se mostraba en los videos. Además que el poderío económico de EA le vino de maravilla para publicitar la idea con una campaña de marketing contundente muy beneficiosa.
Ahora que el juego ha llegado a nuestras manos podemos comprobar de primera mano (valga la redundancia) si la llegada de Faith rompe por fin el tópico de que las plataformas y la primera persona son incompatibles.
A veces es difícil innovar en un género y no por la falta de ideas. Otra "buena" razón para no hacerlo es porque las bases de dicho género están tan asentadas que a las desarrolladoras ni se les pasa por la cabeza indagar en él al pensar que no hay más donde rascar. O también directamente porque se presupone que introducir según qué elementos en su fórmula provocará una catástrofe con toda seguridad. Uno de los ejemplos por antonomasia de todo esto eran las plataformas en los títulos en primera persona. Si bien es cierto que unos pocos juegos conseguían introducirlas con relativo éxito (y con esto nos referimos a que no molestaban), su implementación solía verse con malos ojos hasta tal punto que más de un supuesto experto de diseño de jugabilidad se empeñaba en aconsejar no poner nada ni remotamente parecido a una plataforma en juegos de vista subjetiva.
Esto da una idea del gran valor y gallardía que supone el título que nos toca analizar hoy. Mirror's Edge es un juego que destacó desde el primer momento por ofrecer un concepto que por norma general sería rechazado a la primera de cambio por la gran mayoría de productoras: un plataformas con vista en primera persona. Más todavía teniendo en cuenta que las dos ideas por separado no gozan de mala salud precisamente. Incluso han tenido juegos innovadores como Super Mario Galaxy por parte de las plataformas y Portal por parte de los juegos subjetivos, y ambos datan del año pasado.
Por todo esto no es de extrañar que Mirror's Edge consiguiera despuntar cuando fue presentado en la Game Developers Conference de 2008 con una demo técnica que levantaba esperanza y recelo a partes iguales. Amén de lo desconcertante que un juego tan arriesgado viniera financiado por Electronic Arts, una compañía que, a pesar de que en los últimos años ha conseguido levantar cabeza en lo que a prestigio se refiere con juegos como Crysis, sigue sin quitarse del todo la imagen de compañía "sacacuartos". Sin embargo la idea del estudio sueco DICE consiguió atraer todas las miradas gracias a su soberbia dirección artística (¡Por fin algo de color en esta generación sobresaturada de marrones y grises!), el carisma visual de su protagonista, la perfecta recreación de sensación de primera persona al estilo Las Crónicas de Riddick y lo prometedor del diseño de niveles que se mostraba en los videos. Además que el poderío económico de EA le vino de maravilla para publicitar la idea con una campaña de marketing contundente muy beneficiosa.
Ahora que el juego ha llegado a nuestras manos podemos comprobar de primera mano (valga la redundancia) si la llegada de Faith rompe por fin el tópico de que las plataformas y la primera persona son incompatibles.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 13 de noviembre de 2008
Desarrollado por:
DICE (Digital Illusions Creative Entertainment)
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Hace 16 años
Por Nombu