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Análisis de Metal Eden, la lucha de la conciencia humana
Metal Eden es un shooter en primera persona de un ritmo vertiginoso que nos lleva a un mundo en el que la tecnología se apodera de la humanidad.
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Metal Eden es el nuevo título de Reikon Games, los padres de Ruiner, el título de acción futurista en vista isométrica que llegó a las tiendas en 2017. En esta ocasión siguen dentro del género de la acción, pero Metal Eden es un shooter en primera persona que luce realmente bien, y que tiene como principal premisa lo vertiginosa que es su acción. El juego ya está disponible en PlayStation 5, Xbox Series y PC. Te contamos cómo ha sido nuestra experiencia con el título.
Cuando juegas a Metal Eden sientes en el mando esa referencia a grandes títulos del género donde las grandes dosis acción y la velocidad de reacción son realmente importantes. Metal Eden tiene su propia identidad en cuanto a planteamiento, historia y ambientación, pero lo cierto es que se siente la esencia de obras como los últimos Doom, Ghostrunner, o incluso Metal: Hellsinger si dejamos en este último caso el componente musical a un lado. Si te gustan los shooters en primera persona con un nivel de acción rápido y frenético, no debes perderte Metal Eden.

Guerra futurista
La protagonista de Metal Eden es Aska, una potente androide de defensa que tiene la misión de recuperar los núcleos, unas piezas de vital importancia en una guerra entre lo poco que queda de humanidad y la cibernética. Lo cierto es que la narración puede ser interesante, pero en sus primeros compases es muy críptica, por lo que cuesta adentrarse en ella. Siendo sinceros lo realmente importante, y lo que nos hace estar aquí, viene acorde a la acción, y aquí cabe destacar que existen varios niveles de dificultad a seleccionar, para así ajustar la exigencia del título.
El arma principal de Aska es un fusil, que dispone de munición infinita, pero que tiene la contrapartida de sobrecalentarse. Ahora bien, empezamos con este único arma, pero muy pronto vemos que es muy poco efectiva contra las corazas de los enemigos. De esta forma vamos adquiriendo nuevo arsenal con diferentes efectos, para afrontar las debilidades de los enemigos que se interponen en nuestro camino. Estas armas secundarias no disponen de munición infinita, por lo que debemos gastar sus proyectiles con cabeza. En determinados puntos de los escenarios también accedemos a puntos de mejora del equipamiento, con los que podemos mejorar todas y cada una de las armas.
El doble salto o la esquiva son solo la base de la acción, y es que no podemos permanecer quietos ni un segundo cuando hay enemigos cerca. El ritmo del juego y la acción es muy rápido y satisfactorio. Ralentizar el tiempo es otra de las cualidades de las que dispone nuestra protagonista, así como lanzar granadas. Además podemos absorber los núcleos de los rivales, para lanzarlos como proyectil o bien realizar potentes puñetazos. Son muchas las opciones que ofrece el título más allá de los disparos. Sacar partido a todas las habilidades, especialmente en las dificultades más avanzadas, es algo que se tercia como obligatorio para no caer eliminados.
Una de las habilidades más curiosas de Aska, y que merece mención a parte, es la de convertirse en esfera, como si de Samus Aran se tratara. En esta forma podemos obtener ciertas invulnerabilidades, así como una rápida velocidad de desplazamiento, sin olvidar que podemos disparar rayos y marcar a los enemigos para utilizar misiles sobre estos. Desafortunadamente nos parece una característica del videojuego que no ha sido tan explotada como debería, ya que podría haber obtenido mucha más importancia durante el desarrollo de la aventura, y no solo en momentos muy concretos.

Una aventura muy guiada, pero bastante entretenida
Los niveles que encontramos son lineales, pero además hay pequeños caminos alternativos que nos deparan materiales para mejorar el equipamiento, vidas extras, u otro tipo de coleccionables. A la hora de desplazarnos por los escenarios también nos encontramos con múltiples tirolinas y plataformas de impulso, así como paredes por las que correr. En este sentido el plataformeo, llegando a ofrecer hasta pequeñas dosis de parkour, es bastante atractivo a la par que sencillo de realizar. Si unimos todo esto al rápido ritmo de juego del que hemos hablado previamente, el resultado es una experiencia muy enriquecedora y espectacular. Por el camino vamos descubriendo nuevos tipos de enemigos, pero la variedad de estos no es demasiado elevada. Los jefes por su parte también podrían ser más cuantiosos, aunque tampoco se le puede pedir mucho más a los 8 niveles o fases que componen la aventura.
A nivel artístico estamos ante un título muy llamativo, pese a que sus escenarios son algo repetitivos. Los efectos de los disparos y proyectiles tanto nuestros como enemigos ofrecen un cóctel de efectos en pantalla que llaman mucho la atención. En lo sonoro contamos con un doblaje en inglés y una banda sonora que se acentúa con ritmos mucho más acelerados cuando la acción es la protagonista. En cuanto al rendimiento del juego hemos encontrado una experiencia muy estable, donde no hemos sufrido bajadas de fps ni tirones que manchen la experiencia.

CONCLUSIONES
Metal Eden es una propuesta muy interesante que no acaba de explotar en algunos sentidos, pero con la que podemos pasar una gran experiencia disfrutando de su modo campaña. La acción que ofrece es muy rápida y frenética, por lo que se trata de un shooter en primera persona muy disfrutón que tiene como referencias grandes propuestas del género como Doom o Ghostrunner pero envolviéndolo en una temática futurista propia. Entre tantos lanzamientos es probable que pase algo desapercibido, pero no dudes en darle una oportunidad si buscas disparos y acción a toda velocidad.
Cuando juegas a Metal Eden sientes en el mando esa referencia a grandes títulos del género donde las grandes dosis acción y la velocidad de reacción son realmente importantes. Metal Eden tiene su propia identidad en cuanto a planteamiento, historia y ambientación, pero lo cierto es que se siente la esencia de obras como los últimos Doom, Ghostrunner, o incluso Metal: Hellsinger si dejamos en este último caso el componente musical a un lado. Si te gustan los shooters en primera persona con un nivel de acción rápido y frenético, no debes perderte Metal Eden.

Guerra futurista
La protagonista de Metal Eden es Aska, una potente androide de defensa que tiene la misión de recuperar los núcleos, unas piezas de vital importancia en una guerra entre lo poco que queda de humanidad y la cibernética. Lo cierto es que la narración puede ser interesante, pero en sus primeros compases es muy críptica, por lo que cuesta adentrarse en ella. Siendo sinceros lo realmente importante, y lo que nos hace estar aquí, viene acorde a la acción, y aquí cabe destacar que existen varios niveles de dificultad a seleccionar, para así ajustar la exigencia del título.
El arma principal de Aska es un fusil, que dispone de munición infinita, pero que tiene la contrapartida de sobrecalentarse. Ahora bien, empezamos con este único arma, pero muy pronto vemos que es muy poco efectiva contra las corazas de los enemigos. De esta forma vamos adquiriendo nuevo arsenal con diferentes efectos, para afrontar las debilidades de los enemigos que se interponen en nuestro camino. Estas armas secundarias no disponen de munición infinita, por lo que debemos gastar sus proyectiles con cabeza. En determinados puntos de los escenarios también accedemos a puntos de mejora del equipamiento, con los que podemos mejorar todas y cada una de las armas.
El doble salto o la esquiva son solo la base de la acción, y es que no podemos permanecer quietos ni un segundo cuando hay enemigos cerca. El ritmo del juego y la acción es muy rápido y satisfactorio. Ralentizar el tiempo es otra de las cualidades de las que dispone nuestra protagonista, así como lanzar granadas. Además podemos absorber los núcleos de los rivales, para lanzarlos como proyectil o bien realizar potentes puñetazos. Son muchas las opciones que ofrece el título más allá de los disparos. Sacar partido a todas las habilidades, especialmente en las dificultades más avanzadas, es algo que se tercia como obligatorio para no caer eliminados.
Una de las habilidades más curiosas de Aska, y que merece mención a parte, es la de convertirse en esfera, como si de Samus Aran se tratara. En esta forma podemos obtener ciertas invulnerabilidades, así como una rápida velocidad de desplazamiento, sin olvidar que podemos disparar rayos y marcar a los enemigos para utilizar misiles sobre estos. Desafortunadamente nos parece una característica del videojuego que no ha sido tan explotada como debería, ya que podría haber obtenido mucha más importancia durante el desarrollo de la aventura, y no solo en momentos muy concretos.

Una aventura muy guiada, pero bastante entretenida
Los niveles que encontramos son lineales, pero además hay pequeños caminos alternativos que nos deparan materiales para mejorar el equipamiento, vidas extras, u otro tipo de coleccionables. A la hora de desplazarnos por los escenarios también nos encontramos con múltiples tirolinas y plataformas de impulso, así como paredes por las que correr. En este sentido el plataformeo, llegando a ofrecer hasta pequeñas dosis de parkour, es bastante atractivo a la par que sencillo de realizar. Si unimos todo esto al rápido ritmo de juego del que hemos hablado previamente, el resultado es una experiencia muy enriquecedora y espectacular. Por el camino vamos descubriendo nuevos tipos de enemigos, pero la variedad de estos no es demasiado elevada. Los jefes por su parte también podrían ser más cuantiosos, aunque tampoco se le puede pedir mucho más a los 8 niveles o fases que componen la aventura.
A nivel artístico estamos ante un título muy llamativo, pese a que sus escenarios son algo repetitivos. Los efectos de los disparos y proyectiles tanto nuestros como enemigos ofrecen un cóctel de efectos en pantalla que llaman mucho la atención. En lo sonoro contamos con un doblaje en inglés y una banda sonora que se acentúa con ritmos mucho más acelerados cuando la acción es la protagonista. En cuanto al rendimiento del juego hemos encontrado una experiencia muy estable, donde no hemos sufrido bajadas de fps ni tirones que manchen la experiencia.

CONCLUSIONES
Metal Eden es una propuesta muy interesante que no acaba de explotar en algunos sentidos, pero con la que podemos pasar una gran experiencia disfrutando de su modo campaña. La acción que ofrece es muy rápida y frenética, por lo que se trata de un shooter en primera persona muy disfrutón que tiene como referencias grandes propuestas del género como Doom o Ghostrunner pero envolviéndolo en una temática futurista propia. Entre tantos lanzamientos es probable que pase algo desapercibido, pero no dudes en darle una oportunidad si buscas disparos y acción a toda velocidad.
Copia digital proporcionada por Plaion.
Alternativas
La trilogía de Doom. Ghostrunner. Metal: Hellsinger
Su rápido ritmo de acción. Las diferentes armas.
En algunos casos la historia es poco clara. Poca variedad de enemigos. Solo 8 niveles.
Metal Eden es un shooter en primera persona que gustará a los fans del género que buscan un buen ritmo y muchos disparos.




