
PC
PlayStation 4
Xbox One
2021: La odisea del espacio
Bioware retoma su space opera después del ostracismo de Andrómeda para traernos la versión definitiva de su trilogía y un futuro lleno de esperanza.
0
0
0
Versión probada en Xbox Series X. Copia digital proporcionada por Electronic Arts.
De todas las quinielas, de todas las listas de juegos que el aficionado medio quería ver actualizado para los nuevos sistemas, siempre Mass Effect aparecía entre los más deseados. Y es que el juego de Bioware no tiene su público, su nombre ha trascendido y está tan bien posicionado dentro de la industria (hasta con aquel traspiés llamado Andromeda) que a los que no pudieron probarlo en su momento se suman casi todos lo que lo jugaron porque volverían a repetir. Al final Electronic Arts dio luz verde al proyecto y ya tenemos Mass Effect Legendary Edition entre nosotros, tres juegos adaptados a PlayStation 4, Xbox One y PC en los que se han sumado casi todo el contenido descargable, a lo que debemos sumar una serie de mejoras técnicas que permiten que los títulos luzcan como si se estrenasen en la actualidad. Habrá alguno que echará en falta el multijugador de la tercera entrega, un batiburrillo de rondas de supervivencia y oleadas pensado para que varios amigos sobrevivan cubriéndose las espaldas mutuamente. No han querido cerrar la puerta totalmente y ya se rumorea que podría llegar próximamente mediante una actualización. La que no estará será el contenido descargable Pinnacle Station, un pequeño DLC del primer juego desarrollado por Demiurge Studios que no se ha podido recuperar para la ocasión porque se perdió su código fuente hace años.
¿Qué es Mass Effect? Pues podríamos catalogarlo como un RPG de acción en tercera persona en el que creábamos a nuestro Comandante Shepard con un coqueto editor (homogeneizado en los tres juegos para que nuestro personaje sea el mismo de una entrega a otra) y la promesa de surcar las estrellas con nuestra nave y una tripulación que nos seguirá hasta el fin de los días. En cuanto a la jugabilidad, teníamos combates con tiroteos al más puro estilo Gears of War en los que el tipo de arma, las coberturas, dar órdenes sencillas a los compis de nuestro escuadrón y las habilidades desbloqueadas según nuestras subidas de nivel sazonaban la progresión. El resto del juego se dividía entre un sistema de conversaciones en el que podíamos elegir la respuesta que queríamos dar, misiones secundarias entre las que destacaban por méritos propios las que profundizaban en la historia de nuestra tripulación, algún que otro escarceo amoroso y la posibilidad de recorrer la superficie de algunos planetas a bordo del Mako, un vehículo de exploración más difícil de conducir que los coches de choque de la Feria con dos jarras de rebujito de más. El argumento giraba en torno a los relés de masa que había permitido a la humanidad viajar por el espacio y de paso, dar nombre al juego. Esta expansión hacía lo desconocido había permitido contactar con otros planetas hasta crear la Alianza, una fuerza de defensa e investigación que actuaría en todo el universo, un poco el rollo visto en Star Trek con la Federación de Planetas Unidos. El juego trata la llegada de los Segadores, una misteriosa raza alienígena de la que apenas se sabe nada y que pueden desencadenar la extinción del universo tal y como lo conocemos.

Pero en 2007 más de uno se llevó un chasco al empezar el primer Mass Effect. El primer gran enemigo, tan imponente e inabarcable que echaría para atrás a muchos jugadores ávidos de surcar el firmamento fue la Ciudadela. Sí, el escenario inicial, un gran urbe llena de personajes secundarios, tareas secundarias y viajes en ascensor en los que podías sacarte un doctorado. Una gigantesca toma de contacto con el lore del juego que todavía tiene traumatizado a más de uno. Por supuesto el primer juego empieza igual, con una porción de casi cuatro horas de conversaciones y tiroteos menores en la cantina de la Ciudadela hasta que consigamos (metafóricamente) las llaves de la nave para volar hacia lo desconocido. Evidentemente, el juego que más morbo despierta de este recopilatorio es el primero. ¿Los motivos? Pues porque es el más antiguo, porque es el que mejor recuerdo dejó de los tres y en parte porque nació como exclusiva de Xbox 360 en tiempos en los que uno creía de verdad que los juegos bandera se iban a quedar en tu plataforma para siempre. Contigo empezó todo que diría aquel.
¿Y por qué no un remake? Pues porque rehacer de cero (para que nos entendamos) sería un proyecto titánico, basta con echar un vistazo a lo que está liando Square Enix con su Final Fantasy VII Remake para hacernos una idea. Y no, no vale comparar ese4 hipotético proyecto con el remake de Resident Evil 2, el juego de Capcom es mucho más "básico" al centrarse solamente en la acción, mientras que Mass Effect tiene decenas de posibilidades al llevar un cuadrilla con varios personajes intercambiables, los diferentes planetas, las misiones secundarias, la líneas de diálogo o el propio Mako. Hasta se plantearon usar para esta Legendary Edition al Unreal Engine 4, pero al parecer desde Epic les quitaron las ganas: el trabajo sería enorme, no había posibilidad de pasarlo a pelo y aprovechar las mejoras que el motor gráfico ofrece. De esta forma, tenemos de nuevo el Unreal Engine 3, la misma herramienta que se empleó para hacer los tres títulos originales, pero la verdad es que poco tiene que ver aquella herramienta con la que hoy tenemos en nuestras pantallas gracias a todas las mejoras y modificaciones que se han llevado a cabo.
Cada juego tuvo sus taritas, una serie de críticas más o menos generalizadas que curiosamente no consiguieron enturbiar el impacto de la serie en el colectivo de usuarios. que si el primero la trama principal era muy corta, que si la segunda se centraba demasiado en la acción y mejor no hablamos del final del tercer juego. Lo normal es que cuando se hace una remasterización, se mejore el apartado técnico pero la jugabilidad se quede prácticamente igual por aquello de no tocar lo que en su tiempo funcionaba de perlas. Eso no ha ocurrido aquí y Bioware ha corregido los elementos más criticados de sus juegos para ofrecernos la mejor versión posible. Como era de esperar, la primera entrega es la que más trabajo ha tenido, era el juego más viejuno y el que más necesitaba restaurarse. Para empezar, tendremos puntos de guardado a cada ratito, siempre con la posibilidad de guardar nosotros cuando queramos siempre que no estemos en mitad de una refriega contra enemigos.
Necesitaba una buena revisión y eso han hecho, el sistema de apuntado ha sido ajustado para no dejarnos vendidos y los enfrentamientos contra los jefes finales han pasado por la lupa de los desarrolladores para que no nos resulten tan frustrantes. Eso sí, hemos notado que han aumentado la puntería de algunos enemigos que resultaban muy fáciles de superar y ahora tienen una puntería prácticamente perfecta, como las enormes fauces trilladoras que nos aparecerán del suelo cuando vamos montaditos en nuestro Mako. Y ya que mencionamos el vehículo terrestre, el manejo es muchísimo más suave y preciso hasta el punto que nos podremos animar a intentar cabriolas con los dos impulsos disponibles (hacia adelante y hacia arriba). Hemos visto que han quitado las penalizaciones de las armas basadas en las clases, por lo que todas las categorías pueden empuñar todas las armas disponibles... solo que no podrán entrenarse ni mejorarla al subir de nivel, pero al menos podrán empuñarlas y usarlas si es menester.


Enumeremos las mejoras que trae esta Legendary Edition y empecemos por lo esperado, se ha remasterizado a 4K, se ha añadido HDR y la tasa de imágenes por segundo se puede doblar en PS4 Pro y Xbox One X si lo activamos en el menú de opciones. En las consolas de nueva generación, Xbox Series y PlayStation 5 no hace falta elegir entre resolución o rendimiento, corre directamente a 4K y 60fps. Claro que las consolas de Microsoft tienen una considerable ventaja en este caso, mientras que Sony desarrolló una retrocompatibilidad hermética que impide implementar ajustes de configuración que sean imposibles en PS4 Pro, las Xbox sí que permiten aprovechar fácilmente la potencia adicional de sus sistemas por lo que podremos correr el juego a 120fps con una resolución de 1440p siempre que tengamos una pantalla que lo soporte. En cuanto a las mejoras visuales, encontraremos nuevos modelos mucho más detallados, un nuevo sistema de iluminación (que queda muy bien cuando visitamos los planetas pero en los personajes queda regular), shaders para las sombras y multitud de detallitos más.
Parece que la gente de Bioware ha llamado a J.J. Abrams por sus dos películas Star Trek en las que los "lens flare" (esos llamativos destellos que podéis ver en las imágenes) están a la orden de día, o por lo menos en los juegos originales no los recordamos tan intensos. En cuanto a los tiempos de carga, para facilitar la rapidez de acceso se han descomprimido las texturas para evitar que aparezcan de forma repentina en pantalla (seña de identidad del primer juego) y se han reescalado para ajustarse a la nueva resolución. Claro que la retrocompatibilidad de Xbox vuelve a llevarse el gato al agua y mientras que en apenas 3 segundos estaremos ya jugando, en PlayStation 5 casi llegaremos a los 14 segundos para hacer lo mismo. Lo mismo, la retrocompatibilidad de Sony vuelve a ir a lo seguro para evitar posibles problemas.
Pasa el tiempo. Crecemos, maduramos y al echar la vista atrás la nostalgia nos engaña con eso de que cualquier tiempo pasado mejor. Pasa con los libros, el cine, las relaciones y la familia. Por supuesto también con los videojuegos, por lo menos con aquellos que se quedaron atrincherados en nuestro recuerdo y que esta industria consumista resucita mediante versiones mejoradas actualizadas al potencial de las máquinas actuales. En esta ocasión toca hablar de la trilogía Mass Effect, porque si algo hizo Bioware bien en su momento fue darnos tres entregas que, con sus irremediables altibajos, consiguieron posicionarse con la alternativa dentro del ocio digital a marcas tan rotundas como Star Trek o Star Wars. Resulta muy curioso, cada una de las tres entregas tiene sus detractores y sus merecidas críticas a cosas que no gustaron de forma generalizada... pero pocas trilogías tienen esa aureola alrededor de su nombre que con solo mencionarlo imaginamos inmediatamente estar montados en un nave espacial, rodeados de compañeros alienígenas que darían la vida por nosotros y aventuras que nos llevarán a atacar naves en llamas más allá de Orión. Mass Effect es un viaje a lo desconocido, una aventura total de la que al regresar, al bajar de la nave o apagar la consola, ya nunca volveremos a ser los mismos. Por eso, tanto si nunca has montado en la SSV Normandía o si ya hiciste este viaje en el pasado, entendemos que los pelos de tu nuca se ericen y retrases lo posible el pulsar el botón para empezar a jugar en el menú principal... una vez despegues, te costará volver a nuestra triste, normativa y mundana realidad.
Redactado por Juan Emilio Palomino (Spiderfriki) ![]() |
Tres juegazos con casi todo el contenido. La cantidad de ajustes y mejoras son increíbles...
... pero en el fondo, es el mismo Mass Effect de siempre. Sin multijugador ni Pinnacle Station.
A pesar de la complejidad del proyecto, Bioware sale airosa a la hora de actualizar su serie de ciencia ficción a las nuevas generaciones.