GameCube
Mario contra todos.
Mario Party vuelve con más minijuegos y más de todo en general, además, sigue con la genuina diversión que caracteriza a la saga.
Por Mijackt Mijackt,
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Batallando que es gerundio
A todo videojugador le encantan las tardes de domingo delante de una consola con cuatro (o más) amigos jugando y echándose unas risas. Los comentarios irónicos, diabólicos y jocosos se suceden cuando gana, y las quejas al árbitro, al juego y a los familiares de los creadores cuando es derrotado. Ciertamente, dejando de lado las verdaderas obras de arte videojueguiles que te atrapan irremediablemente con su argumento y su calidad, estos son los mejores momentos que podemos disfrutar con nuestras máquinas. Estamos ante un título que pertenece al género definitivo para estas tardes de batallas feroces, los "party games". Son juegos basados en toneladas de minijuegos simples y divertidísimos donde cuatro personas compiten para hacerse con la victoria y hundir al resto en la miseria más absoluta. Muchos de ellos contienen un modo de juego para hilvanarlos de forma lógica y para darles un sentido competitivo más allá de tener que contar manualmente cuantos triunfos has acumulado. Generalmente son tableros donde los jugadores avanzan o se disputan la hegemonía del espacio. Además, gustan a casi todo el mundo, pues son realmente variados y fáciles de jugar, y además muchos de los juegos dependen a veces mucho más de la suerte (y la condición física de nuestros pulgares) que de la habilidad de los participantes, lo que iguala bastante la cosa.
Y dentro de este género, el juego más conocido es la saga nintenderil de los Mario Party, que nos propone una batalla a ultranza entre los personajes más famosos de los juegos de nuestro amigo el fontanero bigotudo. Están todos, los "buenos" (Mario, Luigi, Peach, Daisy...) y los "supermalos" (Waluigi, Wario, Bowsy, Boo...). Además tenemos apariciones estelares de todos los enemigos de la saga, desde el villanísimo Bowser hasta los peones del lado oscuro de Nintendo, los diferentes Koopas o los Goombas. Estos últimos sólo aparecerán en algunos minijuegos para complicar la vida a los esforzados personajes en los mismos, o en el tablero.
Estos retos se pueden agrupar en dos grupos: los archiconocidos "machacabotones", también conocidos por los programas de atletismo y demás disciplinas olímpicas. Como su propio nombre indica, consisten en dejarse los dedos destrozando al pobre botón, para saltar muy lejos, hacer florecer una planta con la fuerza mental o hace caer a los rivales de una plataforma tirando de una cuerda. El segundo grupo son los de habilidad, minijuegos que pueden consistir en multitud de tareas que pueden ser recoger bolitas de helado con un cucurucho, evitar que uno de los rivales te tire de una cuerda floja tirando pelotas de circo desde arriba...
Además, Nintendo ha ideado un modo historia para intentar mejorar algo el juego individual, pero realmente no es nada del otro jueves. El título entero está ambientado en el mundo de los sueños, llamado Oniria. Unas estrellas nos guiaran por los distintos modos y nos explicarán cada uno de los modos. Bowser intenta destruir Oniria para convertirlo en un lugar de pesadilla donde él lo domine todo. Para hacerlo, manda a sus hijos. Tú debes detenerles para conservar los sueños maravillosos de las personas. No, ciertamente no es muy original ni elaborado. Además, se hace enormemente pesado y repetitivo, y no sirve ni para desbloquear minijuegos porque normalmente sólo los hay de duelo.
A todo videojugador le encantan las tardes de domingo delante de una consola con cuatro (o más) amigos jugando y echándose unas risas. Los comentarios irónicos, diabólicos y jocosos se suceden cuando gana, y las quejas al árbitro, al juego y a los familiares de los creadores cuando es derrotado. Ciertamente, dejando de lado las verdaderas obras de arte videojueguiles que te atrapan irremediablemente con su argumento y su calidad, estos son los mejores momentos que podemos disfrutar con nuestras máquinas. Estamos ante un título que pertenece al género definitivo para estas tardes de batallas feroces, los "party games". Son juegos basados en toneladas de minijuegos simples y divertidísimos donde cuatro personas compiten para hacerse con la victoria y hundir al resto en la miseria más absoluta. Muchos de ellos contienen un modo de juego para hilvanarlos de forma lógica y para darles un sentido competitivo más allá de tener que contar manualmente cuantos triunfos has acumulado. Generalmente son tableros donde los jugadores avanzan o se disputan la hegemonía del espacio. Además, gustan a casi todo el mundo, pues son realmente variados y fáciles de jugar, y además muchos de los juegos dependen a veces mucho más de la suerte (y la condición física de nuestros pulgares) que de la habilidad de los participantes, lo que iguala bastante la cosa.
Y dentro de este género, el juego más conocido es la saga nintenderil de los Mario Party, que nos propone una batalla a ultranza entre los personajes más famosos de los juegos de nuestro amigo el fontanero bigotudo. Están todos, los "buenos" (Mario, Luigi, Peach, Daisy...) y los "supermalos" (Waluigi, Wario, Bowsy, Boo...). Además tenemos apariciones estelares de todos los enemigos de la saga, desde el villanísimo Bowser hasta los peones del lado oscuro de Nintendo, los diferentes Koopas o los Goombas. Estos últimos sólo aparecerán en algunos minijuegos para complicar la vida a los esforzados personajes en los mismos, o en el tablero.
Estos retos se pueden agrupar en dos grupos: los archiconocidos "machacabotones", también conocidos por los programas de atletismo y demás disciplinas olímpicas. Como su propio nombre indica, consisten en dejarse los dedos destrozando al pobre botón, para saltar muy lejos, hacer florecer una planta con la fuerza mental o hace caer a los rivales de una plataforma tirando de una cuerda. El segundo grupo son los de habilidad, minijuegos que pueden consistir en multitud de tareas que pueden ser recoger bolitas de helado con un cucurucho, evitar que uno de los rivales te tire de una cuerda floja tirando pelotas de circo desde arriba...
Además, Nintendo ha ideado un modo historia para intentar mejorar algo el juego individual, pero realmente no es nada del otro jueves. El título entero está ambientado en el mundo de los sueños, llamado Oniria. Unas estrellas nos guiaran por los distintos modos y nos explicarán cada uno de los modos. Bowser intenta destruir Oniria para convertirlo en un lugar de pesadilla donde él lo domine todo. Para hacerlo, manda a sus hijos. Tú debes detenerles para conservar los sueños maravillosos de las personas. No, ciertamente no es muy original ni elaborado. Además, se hace enormemente pesado y repetitivo, y no sirve ni para desbloquear minijuegos porque normalmente sólo los hay de duelo.
Elección de personaje en el magnífico juego de hockey.
El voley-playa es difícil de dominar.
Una de las posibilidades del modo minijuegos.
