Los Sims se van de viaje

No hacía falta ser muy listo para saber que, tarde o temprano, Electronic Arts sacaría una expansión de su última entrega de la éxitosa saga Los Sims. La productora californiana no ha esperado ni siquiera un año para dar el esperado paso y ha decidido empezar a exprimir ya a su gallina de los huevos de oro. Trotamundos se centra en los viajes a distintas ciudades imaginarias, aunque basadas en la realidad. Han querido aprovechar una de las novedades de Los Sims 3, que es el barrio y todas sus nuevas oportunidades, para recrear utiilizando ese sistema diferentes lugares.

Nada más instalar el juego y comenzar a jugar, no notaremos ninguna diferencia a simple vista, salvo por algunos objetos nuevos para colocar en la casa. En este aspecto también encontramos novedades en el modo Construir, donde ahora podemos construir hasta cuatro niveles bajo tierra y reproducir las mazmorras que veremos en el extranjero, con todo lujo de detalle, incluidas trampas. Será cuando cojamos el teléfono o encendamos el ordenador cuando aparecerá la opción de irnos de vacaciones. En total hay tres lugares para pasar unos días de relax: Shang Simla, Al Simhara y Champs Les Sims, es decir, China, Egipto y Francia al estilo Sims. Cada uno de ellos está perfectamente caracterizado con sus elementos especiales, como la campiña francesa, las pirámides egipcias o los templos chinos.

Antes de comenzar las vacaciones, hay que organizarlas y decidir quiénes van de la familia, dónde y durante cuántos días. La duración se ve limitada por lo que se conoce como nivel de visado. Éste irá aumentando gracias a las acciones que realicemos mientras estemos de viaje, como completar misiones o entablar amistades. En un principio sólo podemos viajar durante tres días.

Durante nuestra visita, nos alojaremos en una especie de campamento base donde tendremos todo lo necesario para satisfacer nuestras necesidades: cama, baño, cocina y gente que también está disfrutando de sus vacaciones y con la que podremos charlar y contarles nuestra experiencia. Los habitantes de cada una de las ciudades tendrán muchas cosas que enseñarnos, como por ejemplo canciones, y nos darán misiones que completar. Esto es realmente la esencia de los viajes y lo que aumentará en mayor medida el nivel del visado. Sobre el estado de humor aparecerá una pestaña que nos indicará en cada momento cuál es nuestro siguiente paso.

Normalmente, las tareas son buscar algún tipo de objeto en una mazmorra. No es que se caractericen por su dificultad, más bien todo lo contrario, pero se agradece el soplo de aire fresco que aporta a la serie. Para avanzar tenemos que descifrar pequeños puzles del estilo colocar un objeto pesado sobre una plataforma para que la próxima puerta se abra o bucear en un pozo para conseguir una llave. Ya hemos avisado que no son para nada desafiantes.

Nuestro paso por las mazmorras no será corto y no hay que olvidarse que los sims siguen teniendo sus necesidades, por lo que habrá tendrán que alimentarse, descansar e incluso lavarse. Para eso hay que ser previsor y comprar antes de adentrarnos en ellas comida deshidratada (que no se pudre con el paso del tiempo en nuestro inventario), tiendas de campaña y hasta duchas portátiles.

Este aspecto quizás ensombrezca un poco el tema de explorar, porque resulta un poco incómodo tener que preocuparse constantemente del personaje. También se puede hacer un poco engorroso el tema de las vacaciones si vamos en familia, puesto que es un poco complicado controlar a todos a la vez: unos de compras, otros resolviendo puzles dentro de una pirámide, otros hablando con gente de la localidad.