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Análisis de Like a Dragon: Infinite Wealth, el RPG japonés más ambicioso de los últimos años
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Análisis de Like a Dragon: Infinite Wealth, el RPG japonés más ambicioso de los últimos años

Afianzando su nueva vertiente de rol por turnos, RGG Studio da un puñetazo en la mesa con "Yakuza 8" y se propone llegar más lejos que nunca en el género.

Por Andrés JC,
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Ryu ga Gotoku Studio tiene un sentido de la orientación creativa que lleva perfeccionando desde hace más de dos décadas. No, no intentan inventar la rueda con cada juego, tampoco pretenden hacer acrobacias técnicas ni sentar un nuevo precedente. Por eso, en la que ya podríamos catalogar como una de las franquicias más longevas de la historia, cada entrega tiene algo especial; pero solo cuando miras con detenimiento. El año pasado trajeron de PS3 un remake de Like a Dragon Ishin, una suerte de spin-off que trata de implementar las convenciones de la serie en el Japón de los shinsengumi, un juego con una ambición muy controlada y sin embargo, una habilidad tremenda para contar una emotiva historia en su ambientación histórica. Más adelante, tan solo en unos meses, Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name se publicó como "un aperitivo", otro spin-off que conectaba las últimas dos entregas principales y que sin embargo consigue dejar huella en el jugador. Lo que viene a continuación es la siguiente entrega numerada de la serie, oficialmente por su título japonés Ryu ga Gotoku 8, denominado en occidente Like a Dragon: Infinite Wealth. Este sí es el plato fuerte, según sus creadores, sin duda el más potente que han cocinado desde que empezó la serie.

Cogiendo tracción en la serie

Resulta harto difícil expresar la identidad de LAD Infinite Wealth sin detenerse, al menos brevemente, en otras entregas en la serie. Mi intención es mantener este análisis lo más libre de spoilers posible, incluso omitiendo spoilers que la propia compañía del juego ha revelado en su material promocional y márketing; sin embargo, algunas aclaraciones son la mar de convenientes. Infinite Wealth vive en un contexto un tanto especial, ya que se trata de la segunda entrega después del "reinicio" que la serie tuvo con Yakuza: Like a Dragon (Ryu ga Gotoku 7). En esta entrega hubo un cambio drástico de sistema de combate, cambio de protagonista y nueva ubicación: a todos los efectos, la serie abandonó buena parte de su zona de confort. En este punto, las novedades fueron muy acertadas en gran medida, el nuevo sistema de combate por turnos, similar al de los JRPGs tradicionales ofrecía un soplo de creatividad. Además, los nuevos personajes traían consigo nuevas formas de ver la vida y de relacionarse con el mundo criminal, eje de la franquicia.



En definitiva, Yakuza: Like a Dragon tuvo la difícil tarea de querer hacer muchas cosas nuevas al mismo tiempo, y aunque el resultado fue más que satisfactorio, ciertos aspectos del juego tuvieron que doblegarse a esta situación. El ritmo narrativo tenía altibajos y los nuevos villanos todavía bebían de los juegos anteriores, por ejemplo. LAD Infinite Wealth ha sabido aprovechar la inercia que ganó su antecesor para caminar con más confianza, centrarse mejor en los detalles y dar el último toque de gracia al legado, con la reaparición de Kazuma Kiryu como personaje principal. Si miramos la portada del juego queda claro que los dos protagonistas, Ichiban Kasuga y Kiryu Kazuma están en primer plano, compartiendo protagonismo al mismo nivel. Esta portada transmite el mensaje que parece: ambos personajes comparten un objetivo similar y van a tener un desarrollo igual de elaborado durante la historia.

«Infinite Wealth ha sabido aprovechar la inercia que ganó su antecesor para caminar con más confianza»


Ichiban y Kiryu comparten protagonismo con Hawái, la ciudad donde se desarrolla la mayor parte del juego. Como seña de identidad, Like a Dragon siempre ocurre en las calles de una gran ciudad, por no decir en sus callejones y guaridas de la yakuza. A pesar de todas las entregas que tiene esta serie, no es tan habitual introducir una ciudad nueva de este calibre: además de la insigne Kamurocho (Tokio), hemos recorrido otro puñado de ciudades en la serie, siendo la última de ellas Yokohama y su Isezakichō, llamado Isezaki Ijincho en el juego. Por primera vez en la serie, Infinite Wealth abandona Japón para irse a Hawái, una isla en el Pacífico que guarda mucha relación con los nipones, debido a la gran cantidad de inmigrantes japoneses que la han poblado históricamente. Sin embargo, la diferencia es palpable: ahora estamos en territorio estadounidense, el inglés es el idioma de muchos personajes y el crimen organizado ya no está organizado por la yakuza.



Pero si no hay yakuza, ¿entonces qué hay de Yakuza en este juego de Yakuza? Esta pregunta es muy pertinente si además tenemos en cuenta que tras los acontecimientos de Yakuza: Like a Dragon, las bandas de yakuza tradicionales se disuelven en Japón. Como es natural, el crimen organizado siempre va a existir en todas partes. Tanto Ichiban como Kiryu tienen todavía vínculos con sus anteriores compañeros criminales, y ambos acuden a la isla de Hawái por cuestiones personales. Ichiban recibe una carta a nombre de su madre biológica, a quien todavía no conoce, con remitente en Hawái; Kiryu, por su lado, debe cumplir una promesa que se remonta a los años 80 y aprovecha el viaje que debe hacer para saldar las obligaciones que tiene con la facción Daidoji. Sin tardar mucho, les harán enfrentarse a las mafias locales, que tienen un estilo muy peculiar de hacer negocios.

«Ichiban recibe una carta a nombre de su madre biológica, a quien todavía no conoce, con remitente en Hawái»


Hay un misterio en Hawái que ambos protagonistas tendrán que desvelar. Existen varios organismos criminales que se reparten el territorio, y todos ellos van tras la pista de la misma persona desaparecida, la madre de Ichiban, al mismo tiempo que Ichiban y Kiryu. La ambigüedad de la situación resulta estimulante al principio, pero el ritmo de esta trama avanza muy despacio a propósito. Al igual que ocurre en otros RPGs japoneses, los personajes toman mucha relevancia y el argumento no tiene reparos en relajar la historia de fondo para detenerse a desarrollar y profundizar en varias subtramas. Aquí debemos mencionar a los dos personajes aliados nuevos que se unen al equipo de Ichiban y Kiryu: Eric Tomizawa, taxista de profesión que se ve arrastrado al conflicto principal por mera supervivencia, y Chitose Fujinomiya, heredera de una familia multimillonaria quien tiene una relación directa con la persona desaparecida.



La historia de LAD Infinite Wealth es la más larga que ha tenido nunca un juego de RGG Studio, también una de las más largas del género, y hay varios motivos para ello. En primer lugar, se esfuerza en dedicarle espacio y mimo a cada uno de sus personajes e incluso de los villanos. Si tenemos en cuenta que aquí aparecen también todos los personajes de Yakuza: Like a Dragon, estamos hablando de un total de 10 miembros en el equipo, cada uno con sus conversaciones exclusivas y subtramas. También ocurre que la historia se divide en dos en cierto momento del juego, de modo similar a lo que ocurría en Yakuza 0, alternando distintos acontecimientos en dos ubicaciones distintas. Por otro lado, como es habitual en la serie, nos lleva de excursión de forma ocasional por todas las actividades secundarias disponibles en el juego, para probarlas y experimentar con ellas. Este es, de nuevo, el juego de la serie donde hay minijuegos con más profundidad y detalle.

Un paraíso de los pasatiempos

Si bien en todas las entregas hay algún tipo de actividad que nos permite ganar dinero y podemos compaginarla con el resto del juego, en esta ocasión hay dos grandes minijuegos que casi podrían considerarse juegos propios. Por un lado tenemos la Isla Dondoko, una parodia de Animal Crossing en la que confeccionar nuestra pequeña isla paradisíaca, con una imaginación absurda que no para de sorprender. Esa pequeña aventura permite recolectar materiales por la isla, usarlos en crear edificios y adornos, y más tarde crear una ciudad en miniatura para atraer turistas. Ninguna de las mecánicas de este minijuego es particularmente brillante, pero resulta tan fácil progresar y descubrir todas las sorpresas que trae, que... ¡nos vamos a enganchar sin darnos cuenta!



Además de esta tarea, que solo podemos realizar si abandonamos Hawái, existe un segundo RPG opcional que es una parodia de Pokémon. Ichiban, además de un tipo que sabe pegar puñetazos a los macarras de turno, se va a convertir en entrenador sujimon: captura, entrena y perfecciona tu equipo de criaturas para convertirte en el maestro sujimon definitivo. Esta subtrama nos invita a derrotar a cada uno de los líderes del Alto Palco para obtener las medallas de Maestro Sujimon y así, recuperar la gloria perdida de la Liga Sujimon, una petición del ya conocido Profesor Sujimon de la anterior entrega. La mecánica de estos combates, de 3 contra 3, son de un RPG por turnos muy simplificado, pensado para añadir un poco de variedad a la aventura principal. Hawái está lleno de paradas sujimon y rivales para desafiar, ideales para progresar poco a poco, ganar dinero y recursos.

«Captura, entrena y perfecciona tu equipo de criaturas para convertirte en el maestro sujimon definitivo»


No podemos dejar de mencionar el salón recreativo. Si en la anterior entrega, Like a Dragon Gaiden, ya hubo una excelente selección de clásicos arcade 3D de Sega, aquí no podía ser menos. El protagonista de esta cita es Virtua Fighter 3 tb, la versión recreativa del juego de lucha que tuvo su versión en Dreamcast. Spikeout, un juego más desconocido, es un beat'em up en tres dimensiones, un género casi en extinción que hará las delicias de los amantes del arcade de los 2000s. También llama mucho la atención Sega Bass Fishing, el simulador de pesca mítico de Sega, que por desgracia tendremos que jugarlo sin el control de caña de pescar.



A todos estos juegos arcade se le suman los tradicionales juegos de mesa, de cartas y unos cuantos minijuegos más, entre ellos un par de añadidos muy divertidos: el minijuego de citas en una red social tipo "Tinder" donde Kasuga tendrá que camelarse a chicas de la zona (recibiendo fotos indecentes si lo hace correctamente); el otro minijuego es el tour de fotografía, un descacharrante "shooter sobre raíles" de fotografiar pervertidos que están haciendo el canelo por la isla, vestidos en mallas y bailando. Nada de esto es obligatorio de jugar más allá de la primera vez, como siempre, pero dedicarle unas cuantas partidas nos dará jugosas recompensas. Sirve como actividades para desestresar y bajar la tensión de la historia principal, y en ese aspecto, es un contenido secundario muy atinado.

Un JRPG esencial

Ya teníamos Yakuza: Like a Dragon como un juego con elementos y cierta estructura de JRPG. Al ser un extraño conglomerado de géneros y distanciarse de forma tan drástica de los estándares del JRPG (diseño basado en mazmorras, posadas para recuperar salud, ambientación medieval...) cuesta clasificar también LAD Infinite Wealth como JRPG. No hay que equivocarse: este juego es capaz de crear la misma sensación que un buen JRPG, donde nos engancha seguir mejorando a los personajes, aprendiendo habilidades y pensando en la mejor forma de superar combates difíciles. En otras palabras: la esencia del RPG tradicional está intacta, y funciona a las mil maravillas con el resto de mecánicas juego.

«Incluso en los combates más sencillos, donde solo es necesario usar ataques básicos, la interacción es muy divertida»


Todo empezó con la percepción alterada de Ichiban, confeso adicto de Dragon Quest. Los combates por turnos son un desfile de tonterías y surrealismo como pocas veces se ha visto en un videojuego: los enemigos son siempre pirados con disfraces estúpidos, que bailan y atacan de formas rocambolescas. Toma un batido de coco o come un bento de ternera para recuperar salud o puntos de magia; usa ataques especiales que parecen sacados de Dragon Ball para destruir a los malos. Toda esta locura sigue creciendo y ahora es aún más dinámica que antes, ya que hay nuevas ideas. Incluso en los combates más sencillos, donde solo es necesario usar ataques básicos, la interacción es muy divertida. Cuando te toque tu turno, mueve al personaje en una pequeña área alrededor y podrás ganar ventajas de ataque; pulsa botones en el momento adecuado para potenciar o bloquear ataques al más puro estilo Paper Mario. Estos pequeños detalles marcan la diferencia con respecto a otros sistemas por turnos, ya que convierten una jugabilidad pasiva en algo muy interactivo y que nos exige prestar atención al escenario. Una de mis acciones favoritas es acercarme a los objetos del entorno y atacar: agarra un banco o una silla de la calle para estampársela en la cabeza al macarra de turno y te quedarás muy a gusto.



RGG Studio ha aprendido de las varias décadas que lleva el género de rol por turnos para aplicar unas cuantas lecciones y hacerlo estimulante. El combate se ve alterado por un gran número de elementos en el juego, y casi cualquier cosa que hacemos tiene su repercusión a la hora de pegarse tortas, de modo que explorar las calles de la ciudad, hablar con personajes, jugar minijuegos o desarrollar el vínculo con los otros protagonistas garantiza progresar en el combate. Lo mismo ocurre con los diversos recursos del juego: dinero, objetos, equipamiento y otras cosas, se obtienen por experimentar con todas las opciones que ofrece el juego, nunca llegan a ser agobiantes, y siempre es fácil encontrar recompensas con poco esfuerzo. En particular, es fácil encontrar cofres escondidos por Hawái con ítems especiales, como si estuvieras jugando a un Final Fantasy.

El ritmo narrativo, un desafío del juego moderno

Es especialmente notable la capacidad de LAD Infinite Wealth para mantener un ritmo alto e interés en lo que ocurre durante las más de 80 horas que puede durar la aventura. En una época donde los juegos son cada vez más largos y muchas veces lo consiguen introduciendo contenido de poca calidad, este es sin duda un juego ejemplar, aunque no llega a ser perfecto. En particular, la historia tarda unas cinco horas en arrancar, que pueden ser demasiadas para un jugador poco paciente, y también recurre a cierta treta (habitual en la serie) de enfrentarnos al mismo enemigo muchas veces. En términos generales, sin embargo, progresar en el juego se siente gratificante, siempre hay algo interesante en el siguiente capítulo del juego, ya sea un nuevo giro de guión, una nueva mecánica de juego o la sensación de estar viviendo momentos especiales de la aventura, algo que los jugadores veteranos de Yakuza conocen perfectamente.



Si la serie Like a Dragon se caracteriza por combinar, de forma implacable, momentos del humor más ridículo con acontecimientos del drama más lacrimógeno, LAD Infinite Wealth lo lleva totalmente al extremo. Nunca antes se habían dado ciertos temas en esta serie, o se había expuesto a los personajes a situaciones tan extremas. La aparición de Kazuma Kiryu, si bien al principio parece diseñada para "cumplir" con los aficionados, conforme avanza la historia queda muy claro que ha sido una maniobra perfectamente estudiada. En este juego existía el riesgo de que Kiryu, un personaje con un trasfondo enorme, eclipsara a los demás personajes. RGG Studio ha sabido resolver esta papeleta de forma muy elegante, y solo podemos decir que las referencias y guiños a personajes y eventos pasados de la serie se funden con el contexto actual de forma deliciosa. Tanto Kiryu, como Ichiban, son protagonistas que es imposible no querer, cada uno en su estilo, y sus aliados en este viaje aportan una riqueza tremenda.

«Tanto Kiryu, como Ichiban, son protagonistas que es imposible no querer»


No porque sea hábito podemos dejar de mencionar que LAD Infinite Wealth "recicla" muchísimas cosas de entregas anteriores, remontándose a hace una década. Minijuegos, escenarios, sonidos, y recursos en general. Esta es una espada de doble filo, por un lado sirven para sentirse en casa una vez más, como cuando en una sitcom siempre vemos a los personajes acudir por enésima vez al mismo pub; pero RGG Studio camina en una delgada línea, donde a veces desearía un poco más de moderación en este reciclaje para que la entrega se sienta un poco más distinta que las demás. En particular, las subhistorias de Infinite Wealth (misiones cortas con algún relato, normalmente cómico) me resultan menos atrevidas y originales de lo habitual. Nada que interrumpa las principales ambiciones del juego, que son contar una historia compleja en un universo que es constante en el tiempo.

Conclusiones

Tras muchas entregas a sus espaldas, la serie Like a Dragon ha alcanzado nuevas metas. Con Infinite Wealth sentimos una madurez tremenda, la capacidad de orquestar más personajes que nunca con elegancia, y la habilidad de integrar el JRPG con más salero que en su antecesor. Este juego es denso, es largo, está muy bien escrito y tiene un gran número de sorpresas y giros de guión. Es un drama, es comedia, está adornado por entremeses teatrales maravillosos. En definitiva, Like a Dragon Infinite Wealth es muchas cosas, y en muchas de ellas se desenvuelve con gran eficacia, y sobre todo, con mucho carisma.

Jugado en PlayStation 5. Clave digital proporcionada por PLAION.


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Alternativas
Persona 5, Baldur's Gate III, Sea of Stars.
La historia principal es larga con pocos rodeos innecesarios. Personajes brillantes y guion sublime.
Tarda unas cinco horas en arrancar. El mismo motor gráfico de antes. Recicla bastantes recursos.
Punto álgido en la trayectoria de Like a Dragon, que deslumbra con su profundidad jugable, argumental y narrativa. Una aventura memorable.
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