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Al grito de Vae Victis
Con el comienzo de la saga Legacy of Kain, Nosgoth se prepara para el reinado de los vampiros

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Así como cada poder especial sirve para un momento determinado de la aventura, también se habilitarán varias armas puestas a disposición de Kain, cada una sus ventajas e inconvenientes dependiendo siempre si se combate con un monstruo o contra una persona civil ya que si nuestro adversario es éste último tendremos la ocasión de succionar la sangre de nuestra víctima para así aumentar la vida de nuestro personaje. Esto será de gran ayuda si se quiere mantener a Kain vivo (o no-vivo) si contamos con escasa cantidad de salud, además como seguro se contará con el depósito de personas encadenadas en el mausoleo personal de Kain o en cualquiera de los castillos o cuevas en los que entremos.
El primer juego de la serie Legacy of Kain salió a la venta en el año 1996 para la consola Playstation y ordenadores, aunque el éxito llegó con su segunda parte: Soul Reaver, que supone un gran salto técnico respecto a Blood Omen. Para comenzar, el juego en el que controlamos a Raziel era la primera vez en la serie en la que se utilizaba los gráficos en 3-D con una ambientación que rayaba a un buen nivel y la oportunidad de poseer el control absoluto de la cámara con el fin de enfocar donde se quisiera. Con Kain, los gráficos han quedado totalmente obsoletos, no solo para la actualidad, sino en la época en el que el juego fue lanzado al mercado se quedaba varios escalones de varios títulos de la consola de Sony como Resident Evil o Tomb Raider, aunque con detalles interesantes que describiremos a continuación. A parte de esto, en varios momentos veremos varias secuencias animadas realmente bien hechas en comparación con el nivel gráfico del título.
En cuanto a la cámara, nos encontramos con un juego que usa la vista cenital en sus tres modos diferentes de vista: la primera se centra en el personaje en un área de terreno pequeña, la segunda recoge una extensión de campo más grande y con la tercera se puede ver el mapeado de la zona limitada en la que se encuentre el personaje, además de poseer un mapa de la región de Nosgoth donde se remarca el objetivo hacia donde se tiene que ir. Las tres cámaras cuentan con más inconvenientes que puntos a favor además de tener ralentizaciones en la segunda en función de si hay varios enemigos atancando a la vez. A todos estos problemas se le une el apartado de inventario siempre visible en el que se refleja las barras de vida y magia, el arma y la magia equipada, como veis es un verdadero incordio ya que ocupa una cuarta parte de la pantalla y el campo de visión se reduce.
Si antes comentábamos los detalles de este juego en el transcurso de la historia, el más notorio es el del ciclo día-noche que se convertirá en un factor muy importante no solo para conseguir algunos secretos que están repartidos por todo Nosgoth, sino que también habrá que estar alerta para que los efectos climáticos como la lluvia o el sol no hagan estragos en la vida de Kain. Al ser un vampiro, éstos no pueden exponerse a los rayos de luz ni al agua de lluvia dado que disminuiría su salud. No obstante, la llegada de la noche con la luna llena en lo alto del cielo, las puertas que permanecen cerradas a la luz del día se abran y así nuestro protagonista tendrá la oportunidad de recoger magias con la finalidad de hacerse cada vez más poderoso.
El primer juego de la serie Legacy of Kain salió a la venta en el año 1996 para la consola Playstation y ordenadores, aunque el éxito llegó con su segunda parte: Soul Reaver, que supone un gran salto técnico respecto a Blood Omen. Para comenzar, el juego en el que controlamos a Raziel era la primera vez en la serie en la que se utilizaba los gráficos en 3-D con una ambientación que rayaba a un buen nivel y la oportunidad de poseer el control absoluto de la cámara con el fin de enfocar donde se quisiera. Con Kain, los gráficos han quedado totalmente obsoletos, no solo para la actualidad, sino en la época en el que el juego fue lanzado al mercado se quedaba varios escalones de varios títulos de la consola de Sony como Resident Evil o Tomb Raider, aunque con detalles interesantes que describiremos a continuación. A parte de esto, en varios momentos veremos varias secuencias animadas realmente bien hechas en comparación con el nivel gráfico del título.
En cuanto a la cámara, nos encontramos con un juego que usa la vista cenital en sus tres modos diferentes de vista: la primera se centra en el personaje en un área de terreno pequeña, la segunda recoge una extensión de campo más grande y con la tercera se puede ver el mapeado de la zona limitada en la que se encuentre el personaje, además de poseer un mapa de la región de Nosgoth donde se remarca el objetivo hacia donde se tiene que ir. Las tres cámaras cuentan con más inconvenientes que puntos a favor además de tener ralentizaciones en la segunda en función de si hay varios enemigos atancando a la vez. A todos estos problemas se le une el apartado de inventario siempre visible en el que se refleja las barras de vida y magia, el arma y la magia equipada, como veis es un verdadero incordio ya que ocupa una cuarta parte de la pantalla y el campo de visión se reduce.
Si antes comentábamos los detalles de este juego en el transcurso de la historia, el más notorio es el del ciclo día-noche que se convertirá en un factor muy importante no solo para conseguir algunos secretos que están repartidos por todo Nosgoth, sino que también habrá que estar alerta para que los efectos climáticos como la lluvia o el sol no hagan estragos en la vida de Kain. Al ser un vampiro, éstos no pueden exponerse a los rayos de luz ni al agua de lluvia dado que disminuiría su salud. No obstante, la llegada de la noche con la luna llena en lo alto del cielo, las puertas que permanecen cerradas a la luz del día se abran y así nuestro protagonista tendrá la oportunidad de recoger magias con la finalidad de hacerse cada vez más poderoso.