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¿Qué hay mejor que un Klonoa? ¡Dos!
La saga Klonoa vive su tercera juventud con un completo remake que explota la nostalgia de finales de los 90.

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En pleno boom de los remakes nostálgicos de los últimos 25 años, hay un objetivo que asegura el éxito de los mismos. Si juegas al juego y sientes que lo ves “tal y como lo recordabas”, por muchos gráficos renovados, nueva música o jugabilidad que incorpore, es señal de que los desarrolladores lo han hecho bien. Eso nos sucedió con los remakes de las trilogías Spyro The Dragon y Crash Bandicoot. Y no es hasta que vuelves a revisar los originales cuando te das cuenta del verdadero trabajo que hay detrás, para llevar hasta el presente un juego clásico sin dejar su esencia por el camino. Ya te avanzamos que Klonoa Phantasy Reverie Series cumple con creces lo anteriormente expuesto. ¡Ojo!, que son dos experiencias en una y seguramente merecen una valoración casi individual. Por un lado, tenemos Klonoa: Door to Phantomile, el original de PSOne - y que terminó siendo versionado para Wii - y por otro lado Klonoa 2: Lunatea’s Veil, la menos exitosa secuela, que ya salió para Playstation 2.
Para ponernos en situación, Klonoa: Door to Phantomile llegó a la primera Playstation hace ya 25 años, publicado por Namco (hoy Bandai Namco) y refrescando un género que estaba en auge: el de los plataformas. A medio camino entre las 2D y las 3D, Klonoa se movía en dos dimensiones, pero los escenarios eran en 3D. El propio Klonoa estaba formado con un sprite, otro de los grandes trucos de la época para poder crear un diseño casi “fotorealista” aprovechando que no exigía movimiento 100% 3D.


La jugabilidad de los Klonoa es sencilla, directa y agradecida. Al inicio del juego, por exigencias del guión, el protagonista consigue un anillo que absorbe enemigos. Algo parecido a Kirby, pero en este caso los enemigos se quedan, como pelotas, pegados al anillo. Entonces podemos usar estas bolas para lanzarlas a la izquierda, a la derecha, hacia el fondo o hacia la pantalla, así como para saltar encima y cubrir más espacio. Este es todo el gameplay del juego, y se agradece que sea tan simple, aunque no te creas que eso hará el juego más fácil, ni mucho menos.
La complicación llega con los enemigos: los primeros serán sencillos y los podrás capturar con tu anillo sin problemas. Pero cuando empieces a ver los que traen escudos, los que solo pueden ser atacados desde arriba o las versiones gigantes, entenderás la dificultad, que en algunos casos puede llegar a ser muy compleja.
Como todo buen plataformas, los coleccionables te mantienen ocupado y te animan a repetir los niveles una y otra vez. Los tenemos en forma de joyas - están contadas en cada nivel - y en forma de seres a rescatar (6 en cada mundo). Como es difícil que te lo saques todo a la primera, tienes mucho que rebuscar, y en algunos casos no va a ser nada fácil conseguirlo. Sin ser un juego de puzles, incorpora estupendamente sus mecánicas para que te rompas la cabeza e intuyas como llegar a cierta zona del escenario. La parte buena es que muchas veces te mostrarán ese ítem codiciado, pero nadie te explicará cómo llegar ahí.


La secuela, Lunatea’s Veil, salió a la venta para PS2 y si bien es muy bien recordado, en su momento pasó con un perfil más bajo que su predecesor. Quizá el gran abanico de opciones de la negra de Sony tuvo algo que ver, aunque hoy es recordado como uno de los últimos grandes plataformas de su era.
Esta segunda parte repetía la fórmula del primero, pero mejorada. ¿Para qué cambiar lo que ha funcionado? Se mantiene la jugabilidad intacta y aprovecha la potencia de los 128 bits, por eso vemos escenarios mucho más detallados, dinámicas más impresionantes, como los saltos de un escenario a otro que juegan con la profundidad más que nunca. Sí que aparecen unos cuantos niveles especiales en los que la perspectiva cambia, pero siempre haciéndote entender que es un minijuego, ya que la esencia del primer Klonoa sigue intacta: escenarios 3D, jugabilidad 2D.
Hasta ahora, todo lo comentado sería aplicable en 1997 y 2001, los años de lanzamiento respectivos de los juegos incluidos, pero ¿dónde están las mejoras? Principalmente en lo gráfico. El primer Klonoa está basado casi completamente en la versión de Wii lanzada en 2008, el primer remake oficial: cinemáticas, personajes y demás assets siguen la estructura con las evidentes mejoras. Pero aún así, si nos ponemos un poco picajosos, notamos que es un juego de 2008 en HD. Con la secuela, Lunatea’s Veil, sí que vemos una mejoría sustancial respecto al juego de Playstation 2, pero también es visible que han sido extremadamente fieles con la colocación de los assets, para seguir su objetivo de ser un remake calcado. Algo que, por supuesto, no es negativo, pero sí nos recuerda que el esfuerzo en la versión no ha sido excesivo. Como curiosidad, en el Klonoa 2 original, el protagonista tenía un diseño cell-shading que se ha abandonado en este remake para mantener la homogeneidad con el juego anterior.


La dificultad de ambos juegos es adaptable, los modos de dificultad no modifican el juego, sino que te dan más o menos corazones de vida. En cambio, la curva de aprendizaje es excelente. En los primeros niveles todo sale rodado, y a medida que avanza la historia, nos encontraremos puntos concretos que tendremos que repetir una y otra vez, especialmente si queremos conseguir el 100% del juego, un reto que nos tendrá ocupados, especialmente en los niveles finales.
¿Nos hubiera gustado que estos remakes de Klonoa renovaran por completo el nivel gráfico del juego sin aprovechar assets antiguos? Por supuesto. Pero nuestro querido ser con su anillo incorporado no goza de una popularidad enorme en el mundo gamer actual. Por lo tanto, la inversión en este juego ha sido: cumplir con unos gráficos más que aceptables, una jugabilidad más ágil que hace que el juego gane en diversión y un precio que, si bien no es el más barato del mercado, es asumible. Ahora toca cruzar los dedos, desear que no solo los nostálgicos se apunten a esta aventura doble y quizá, si somos afortunados, veamos un Klonoa 3 en el horizonte.
«2 en 1: Klonoa: Door to Phantomile y Klonoa 2: Lunatea’s Veil»
Para ponernos en situación, Klonoa: Door to Phantomile llegó a la primera Playstation hace ya 25 años, publicado por Namco (hoy Bandai Namco) y refrescando un género que estaba en auge: el de los plataformas. A medio camino entre las 2D y las 3D, Klonoa se movía en dos dimensiones, pero los escenarios eran en 3D. El propio Klonoa estaba formado con un sprite, otro de los grandes trucos de la época para poder crear un diseño casi “fotorealista” aprovechando que no exigía movimiento 100% 3D.


El plataformas que mejor combina 2D y 3D
La jugabilidad de los Klonoa es sencilla, directa y agradecida. Al inicio del juego, por exigencias del guión, el protagonista consigue un anillo que absorbe enemigos. Algo parecido a Kirby, pero en este caso los enemigos se quedan, como pelotas, pegados al anillo. Entonces podemos usar estas bolas para lanzarlas a la izquierda, a la derecha, hacia el fondo o hacia la pantalla, así como para saltar encima y cubrir más espacio. Este es todo el gameplay del juego, y se agradece que sea tan simple, aunque no te creas que eso hará el juego más fácil, ni mucho menos.
La complicación llega con los enemigos: los primeros serán sencillos y los podrás capturar con tu anillo sin problemas. Pero cuando empieces a ver los que traen escudos, los que solo pueden ser atacados desde arriba o las versiones gigantes, entenderás la dificultad, que en algunos casos puede llegar a ser muy compleja.
«La jugabilidad de los Klonoa es sencilla, directa y agradecida»
Como todo buen plataformas, los coleccionables te mantienen ocupado y te animan a repetir los niveles una y otra vez. Los tenemos en forma de joyas - están contadas en cada nivel - y en forma de seres a rescatar (6 en cada mundo). Como es difícil que te lo saques todo a la primera, tienes mucho que rebuscar, y en algunos casos no va a ser nada fácil conseguirlo. Sin ser un juego de puzles, incorpora estupendamente sus mecánicas para que te rompas la cabeza e intuyas como llegar a cierta zona del escenario. La parte buena es que muchas veces te mostrarán ese ítem codiciado, pero nadie te explicará cómo llegar ahí.


el juego incluye la secuela para Playstation 2
La secuela, Lunatea’s Veil, salió a la venta para PS2 y si bien es muy bien recordado, en su momento pasó con un perfil más bajo que su predecesor. Quizá el gran abanico de opciones de la negra de Sony tuvo algo que ver, aunque hoy es recordado como uno de los últimos grandes plataformas de su era.
Esta segunda parte repetía la fórmula del primero, pero mejorada. ¿Para qué cambiar lo que ha funcionado? Se mantiene la jugabilidad intacta y aprovecha la potencia de los 128 bits, por eso vemos escenarios mucho más detallados, dinámicas más impresionantes, como los saltos de un escenario a otro que juegan con la profundidad más que nunca. Sí que aparecen unos cuantos niveles especiales en los que la perspectiva cambia, pero siempre haciéndote entender que es un minijuego, ya que la esencia del primer Klonoa sigue intacta: escenarios 3D, jugabilidad 2D.
«Klonoa 2 mantiene la jugabilidad intacta y aprovecha la potencia de los 128 bits»
Hasta ahora, todo lo comentado sería aplicable en 1997 y 2001, los años de lanzamiento respectivos de los juegos incluidos, pero ¿dónde están las mejoras? Principalmente en lo gráfico. El primer Klonoa está basado casi completamente en la versión de Wii lanzada en 2008, el primer remake oficial: cinemáticas, personajes y demás assets siguen la estructura con las evidentes mejoras. Pero aún así, si nos ponemos un poco picajosos, notamos que es un juego de 2008 en HD. Con la secuela, Lunatea’s Veil, sí que vemos una mejoría sustancial respecto al juego de Playstation 2, pero también es visible que han sido extremadamente fieles con la colocación de los assets, para seguir su objetivo de ser un remake calcado. Algo que, por supuesto, no es negativo, pero sí nos recuerda que el esfuerzo en la versión no ha sido excesivo. Como curiosidad, en el Klonoa 2 original, el protagonista tenía un diseño cell-shading que se ha abandonado en este remake para mantener la homogeneidad con el juego anterior.


Algunos enemigos y escenarios te harán romperte la cabeza
La dificultad de ambos juegos es adaptable, los modos de dificultad no modifican el juego, sino que te dan más o menos corazones de vida. En cambio, la curva de aprendizaje es excelente. En los primeros niveles todo sale rodado, y a medida que avanza la historia, nos encontraremos puntos concretos que tendremos que repetir una y otra vez, especialmente si queremos conseguir el 100% del juego, un reto que nos tendrá ocupados, especialmente en los niveles finales.
¿Nos hubiera gustado que estos remakes de Klonoa renovaran por completo el nivel gráfico del juego sin aprovechar assets antiguos? Por supuesto. Pero nuestro querido ser con su anillo incorporado no goza de una popularidad enorme en el mundo gamer actual. Por lo tanto, la inversión en este juego ha sido: cumplir con unos gráficos más que aceptables, una jugabilidad más ágil que hace que el juego gane en diversión y un precio que, si bien no es el más barato del mercado, es asumible. Ahora toca cruzar los dedos, desear que no solo los nostálgicos se apunten a esta aventura doble y quizá, si somos afortunados, veamos un Klonoa 3 en el horizonte.
Alternativas
Yooka Laylee and the Impossible Lair, Sonic Mania
Igual de divertido y jugable que hace 25 años
Son versiones idénticas (aunque en HD) de las versiones de Wii y PS2
Klonoa vuelve y nos recuerda por qué los plataformas nunca van a pasar de moda.