Nintendo Switch
Análisis de Kirby's Return to Dream Land Deluxe, el eterno retorno a las coloridas plataformas
En este principio de año protagonizado por los remakes, Kirby aparece sin hacer mucho ruido pero con las ideas claras
Por Andrés JC,
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La cadencia de lanzamientos de Nintendo es cada vez más baja, cuando antes veíamos un Fire Emblem o un Zelda cada uno o dos años, ahora es más bien cada tres o cuatro. Pero hay una franquicia cuya promiscuidad no para: Kirby tiene juegos para dar y tomar, ya sean nuevas entregas, remakes, spin-offs o experimentos online. 2023 ha arrancado con fuerza gracias al lanzamiento Kirby's Return to Dream Land Deluxe, que es un remake del título lanzado en 2011 para Wii, a su vez un reboot del Kirby Dream Land original de Game Boy en 1992.
Volvemos a los orígenes
Se hace raro recibir un juego como este tras haber confirmado el tremendo éxito que tuvo Kirby y la tierra olvidada. Creíamos que el personaje rosa entraba en una nueva era, una época de innovación promovida por el nuevo enfoque 3D; pero Nintendo ha decidido aprovechar la situación para recuperar una entrega que no es de las más celebradas por su naturaleza conservadora. Return to Dream Land nació con la intención de resucitar el Kirby clásico en las consolas de sobremesa, tras más de 10 años desde su aparición en Nintendo 64. Y el resultado fue notable, pero no sobresaliente. Este juego sabía capturar el espíritu del globo engulletodo, sin duda, aunque no ofrecía ninguna característica destacable.
Estamos ante un remake cuyo principal atractivo, además de un remozado gráfico, es un nuevo añadido jugable. La aventura de Maglor es un epílogo, un extra que se desbloquea al superar el juego principal. En esta ocasión el protagonista es, por supuesto, Maglor, el personaje secundario y principal aliado de Kirby. Tras los eventos sucedidos en el final de la aventura de Kirby, que no voy a desvelar para mantener la sorpresa, un misterio quedó en el aire en 2011. Gracias a este nuevo epílogo, se nos revela lo ocurrido y nos permite disfrutar de una jugabilidad totalmente distinta a lo habitual.
Lo que más se nota a primera vista en este remake es su lavado de cara. No es un trabajo tan profundo como en el que hemos visto en Metroid Prime Remastered, ni mucho menos transformador como los remakes de Dead Space o Resident Evil 4. A grandes rasgos, se han rediseñado muchos elementos de los escenarios, los personajes ahora tienen un aspecto más cartoon gracias a la aplicación de un curioso cell-shading. Hay varias decisiones estéticas que cambian radicalmente ciertos detalles, como el Rey Dedede, que ahora tiene una apariencia mucho más amigable. En todo caso, los cambios gráficos no son lo más relevante de este remake.
Revisitando Dream Land, con zapatos nuevos
La aventura principal de Kirby conserva todo lo que tenía la original, con algunas novedades interesantes: ahora hay nuevos enemigos y nuevos jefes finales, que por supuesto Kirby puede engullir para copiar sus habilidades. Entre los más divertidos está el Kirby meca, que puede disparar varios cañones a larga distancia, y el Kirby de arena, capaz de atacar con golpes áridos. Los niveles siguen siendo, a grandes rasgos, los mismos de antes, y es ahí donde más me habría gustado ver diferencias: algunas fases se sienten demasiado parecidas entre sí y poco interesantes de superar. Este no es el Kirby con más inventiva en su desarrollo, y tras más de una década se nota aún más, tras haber disfrutado de grandes hitos como Planet Robobot.
Cuando superas la aventura, incluso tras recoger todos los coleccionables (una actividad bastante fácil pero gratificante), podrás ver que el porcentaje de superación del juego apenas llega al 30%. Efectivamente, el juego no ha hecho más que empezar. Se abren en ese momento tres modos de juego adicionales: la aventura en modo difícil, la Arena donde derrotar enemigos en distintos desafíos, y la mencionada aventura de Maglor. Superar todos estos modos lleva bastantes horas, y como es habitual, la dificultad aquí aumenta drásticamente respecto al juego principal.
Para añadir algo de salsa al asunto, otra novedad es el parque de atracciones Maglolandia Fantasía, un saco de minijuegos ya tradicionales en la serie Kirby. Muchos de ellos, muy similares a lo que encontraríamos en un Mario Party, se disfrutan mucho cuando podemos compartir la partida con otros jugadores. De entre las opciones disponibles, existe la curiosa modalidad online del minijuego de desenfundar la katana, donde compiten hasta 100 jugadores por pulsar el botón lo más rápido posible. Aquí hay también muchos retos que superar si queremos desbloquear todas las máscaras disponibles, que Kirby puede equiparse durante el resto de modos de juego.
Maglor de mi corazón
Ahora entremos en harina: el epílogo, o aventura extra, protagonizada por Maglor. Este es un añadido que tiene madera de DLC, aunque en este caso forma un paquete completo junto al juego original. La historia se sitúa en los momentos previos a la aventura de Kirby, y en ella tomamos el control del mago Maglor, quien tras un combate encarnizado pierde todos sus poderes. A diferencia del globo rosa, Maglor no puede absorber enemigos ni copiar habilidades, sino que utiliza sus hechizos como proyectiles para atacar. Puede realizar varios ataques diferentes, y también acciones defensivas, como activar un escudo que recuerda al de Super Smash Bros.
Este contenido es realmente interesante porque se podría considerar un juego totalmente nuevo. Aunque los enemigos son a menudo los mismos, el diseño de niveles y la forma de superarlos es drásticamente distinto. Maglor no puede planear hasta el infinito como Kirby, y su repertorio de habilidades es fijo. Pero ojo, porque el pequeño mago está en una senda de recuperar sus poderes, lo que significa que conforme avance la aventura obtendrá nuevas habilidades. Al principio solo es posible lanzar un hechizo a distancia, pero más adelante será capaz de realizar ataques muy poderosos y movimientos únicos, como un salto que le permite balancearse hacia arriba, al más puro estilo Yoshi.
Mediante un menú el jugador puede mejorar la potencia de las habilidades de Maglor como si de un RPG se tratara. Las opciones de personalización no son muy altas, pero introducen una curva de dificultad interesante. A diferencia de lo que sucede en la aventura tradicional de Kirby, el contenido opcional no consiste en encontrar coleccionables, sino en conseguir la máxima puntuación en cada nivel. ¿Y cómo se consiguen puntos? Como si estuvieras jugando a un beat'em up, Maglor puede encadenar combos si ataca consecutivamente a los enemigos, y de esta forma multiplicar los puntos que obtienes. Si consigues una puntuación alta, lograrás la medalla de platino, que equivale a superar el nivel a 100%. Aprender bien la estructura de cada fase y cómo utilizar la magia de Maglor es fundamental para conseguir este objetivo, y sin duda lo más divertido de esta aventura extra.
Conclusiones
El regreso a Dream Land no nos pilla con tanta ilusión como en 2011. Kirby ha tenido desde entonces aventuras más creativas y originales, y la forma de compensarlo que se le ha ocurrido a HAL Laboratory es con un magnífico añadido protagonizado por el adorable Maglor. Una vez pasamos la aventura inicial de Kirby, unas 5 o 6 horas entretenidas pero no brillantes, podemos empezar a disfrutar de lo mejor: el postgame y el epílogo de Maglor. Como suele ser habitual, la experiencia en cooperativo es exquisita.
Copia digital proporcionada por Nintendo
Volvemos a los orígenes
Se hace raro recibir un juego como este tras haber confirmado el tremendo éxito que tuvo Kirby y la tierra olvidada. Creíamos que el personaje rosa entraba en una nueva era, una época de innovación promovida por el nuevo enfoque 3D; pero Nintendo ha decidido aprovechar la situación para recuperar una entrega que no es de las más celebradas por su naturaleza conservadora. Return to Dream Land nació con la intención de resucitar el Kirby clásico en las consolas de sobremesa, tras más de 10 años desde su aparición en Nintendo 64. Y el resultado fue notable, pero no sobresaliente. Este juego sabía capturar el espíritu del globo engulletodo, sin duda, aunque no ofrecía ninguna característica destacable.
Estamos ante un remake cuyo principal atractivo, además de un remozado gráfico, es un nuevo añadido jugable. La aventura de Maglor es un epílogo, un extra que se desbloquea al superar el juego principal. En esta ocasión el protagonista es, por supuesto, Maglor, el personaje secundario y principal aliado de Kirby. Tras los eventos sucedidos en el final de la aventura de Kirby, que no voy a desvelar para mantener la sorpresa, un misterio quedó en el aire en 2011. Gracias a este nuevo epílogo, se nos revela lo ocurrido y nos permite disfrutar de una jugabilidad totalmente distinta a lo habitual.
«Los cambios gráficos no son lo más relevante de este remake»
Lo que más se nota a primera vista en este remake es su lavado de cara. No es un trabajo tan profundo como en el que hemos visto en Metroid Prime Remastered, ni mucho menos transformador como los remakes de Dead Space o Resident Evil 4. A grandes rasgos, se han rediseñado muchos elementos de los escenarios, los personajes ahora tienen un aspecto más cartoon gracias a la aplicación de un curioso cell-shading. Hay varias decisiones estéticas que cambian radicalmente ciertos detalles, como el Rey Dedede, que ahora tiene una apariencia mucho más amigable. En todo caso, los cambios gráficos no son lo más relevante de este remake.
Revisitando Dream Land, con zapatos nuevos
La aventura principal de Kirby conserva todo lo que tenía la original, con algunas novedades interesantes: ahora hay nuevos enemigos y nuevos jefes finales, que por supuesto Kirby puede engullir para copiar sus habilidades. Entre los más divertidos está el Kirby meca, que puede disparar varios cañones a larga distancia, y el Kirby de arena, capaz de atacar con golpes áridos. Los niveles siguen siendo, a grandes rasgos, los mismos de antes, y es ahí donde más me habría gustado ver diferencias: algunas fases se sienten demasiado parecidas entre sí y poco interesantes de superar. Este no es el Kirby con más inventiva en su desarrollo, y tras más de una década se nota aún más, tras haber disfrutado de grandes hitos como Planet Robobot.
Cuando superas la aventura, incluso tras recoger todos los coleccionables (una actividad bastante fácil pero gratificante), podrás ver que el porcentaje de superación del juego apenas llega al 30%. Efectivamente, el juego no ha hecho más que empezar. Se abren en ese momento tres modos de juego adicionales: la aventura en modo difícil, la Arena donde derrotar enemigos en distintos desafíos, y la mencionada aventura de Maglor. Superar todos estos modos lleva bastantes horas, y como es habitual, la dificultad aquí aumenta drásticamente respecto al juego principal.
«Cuando superas la aventura, incluso tras recoger todos los coleccionables [...] podrás ver que el porcentaje de superación del juego apenas llega al 30%»
Para añadir algo de salsa al asunto, otra novedad es el parque de atracciones Maglolandia Fantasía, un saco de minijuegos ya tradicionales en la serie Kirby. Muchos de ellos, muy similares a lo que encontraríamos en un Mario Party, se disfrutan mucho cuando podemos compartir la partida con otros jugadores. De entre las opciones disponibles, existe la curiosa modalidad online del minijuego de desenfundar la katana, donde compiten hasta 100 jugadores por pulsar el botón lo más rápido posible. Aquí hay también muchos retos que superar si queremos desbloquear todas las máscaras disponibles, que Kirby puede equiparse durante el resto de modos de juego.
Maglor de mi corazón
Ahora entremos en harina: el epílogo, o aventura extra, protagonizada por Maglor. Este es un añadido que tiene madera de DLC, aunque en este caso forma un paquete completo junto al juego original. La historia se sitúa en los momentos previos a la aventura de Kirby, y en ella tomamos el control del mago Maglor, quien tras un combate encarnizado pierde todos sus poderes. A diferencia del globo rosa, Maglor no puede absorber enemigos ni copiar habilidades, sino que utiliza sus hechizos como proyectiles para atacar. Puede realizar varios ataques diferentes, y también acciones defensivas, como activar un escudo que recuerda al de Super Smash Bros.
Este contenido es realmente interesante porque se podría considerar un juego totalmente nuevo. Aunque los enemigos son a menudo los mismos, el diseño de niveles y la forma de superarlos es drásticamente distinto. Maglor no puede planear hasta el infinito como Kirby, y su repertorio de habilidades es fijo. Pero ojo, porque el pequeño mago está en una senda de recuperar sus poderes, lo que significa que conforme avance la aventura obtendrá nuevas habilidades. Al principio solo es posible lanzar un hechizo a distancia, pero más adelante será capaz de realizar ataques muy poderosos y movimientos únicos, como un salto que le permite balancearse hacia arriba, al más puro estilo Yoshi.
«Como si estuvieras jugando a un beat'em up, Maglor puede encadenar combos si ataca consecutivamente a los enemigos»
Mediante un menú el jugador puede mejorar la potencia de las habilidades de Maglor como si de un RPG se tratara. Las opciones de personalización no son muy altas, pero introducen una curva de dificultad interesante. A diferencia de lo que sucede en la aventura tradicional de Kirby, el contenido opcional no consiste en encontrar coleccionables, sino en conseguir la máxima puntuación en cada nivel. ¿Y cómo se consiguen puntos? Como si estuvieras jugando a un beat'em up, Maglor puede encadenar combos si ataca consecutivamente a los enemigos, y de esta forma multiplicar los puntos que obtienes. Si consigues una puntuación alta, lograrás la medalla de platino, que equivale a superar el nivel a 100%. Aprender bien la estructura de cada fase y cómo utilizar la magia de Maglor es fundamental para conseguir este objetivo, y sin duda lo más divertido de esta aventura extra.
Conclusiones
El regreso a Dream Land no nos pilla con tanta ilusión como en 2011. Kirby ha tenido desde entonces aventuras más creativas y originales, y la forma de compensarlo que se le ha ocurrido a HAL Laboratory es con un magnífico añadido protagonizado por el adorable Maglor. Una vez pasamos la aventura inicial de Kirby, unas 5 o 6 horas entretenidas pero no brillantes, podemos empezar a disfrutar de lo mejor: el postgame y el epílogo de Maglor. Como suele ser habitual, la experiencia en cooperativo es exquisita.
Copia digital proporcionada por Nintendo
Alternativas
Kirby Star Allies, Yoshi's Crafted World
Maglor y su nueva aventura
Lo bueno tarda en llegar
Un remake efectivo cuyo mejor añadido es un epílogo corto pero rejugable y muy divertido.