Nintendo Switch
No apto para diabéticos - Review Kirbys Dream Buffet
En su tradición, Kirby vuelve a protagonizar un spin-off que procura darle una vuelta de tuerca al multijugador de minijuegos
Por Andrés JC,
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Kirby cumplió 30 años recientemente, y lo celebró por todo lo alto con lo que muchos consideran el mejor juego de su historia Kirby y la tierra olvidada, el cual consideramos uno de los juegos del año. Lejos de detenerse aquí, HAL Laboratory sigue trabajando en su mascota rosa y no cambia sus viejos hábitos, así que su siguiente juego entra en territorio spin-off con Kirby's Dream Buffet. Se trata de uno de tantos experimentos que han acompañado a Kirby en su trayectoria, una larga y bien variada travesía que habíamos explorado en el artículo KIRBY: Cronología de un globo rosa, aquí en uVeJuegos.
Como de costumbre, HAL Laboratory experimenta con las habilidades de metamorfosis de Kirby y su forma esférica al mismo tiempo que toma ideas de otros juegos. En esta ocasión, las referencias más directas son el clásico de Sega Super Monkey Ball y el nuevo fenómeno online gratuito Fall Guys. La idea es muy sencilla: cuatro jugadores compiten por comer el máximo número de fresas posibles en cuatro fases de distinta naturaleza, y todos ellos controlan a un Kirby esférico que se comporta como una pelota. Cuanto más coma Kirby, más grande, pesado y rápido va a ser.
Cuando empezamos una partida, ya sea online o local, empieza la primera ronda que consiste en una carrera de obstáculos y plataformas. Controlar al "Kirby-pelota" requiere cierta habilidad, no solo para avanzar lo más rápido posible por el nivel sino también para recoger antes que los otros jugadores las fresas que hay repartidas por el camino. Varios elementos hacen la tarea más interesante, como poder usar transformaciones de Kirby para derribar a los demás o esquivar los obstáculos; el primero que llega al final puede comerse una tarta con 50 fresas y así hacer crecer a su Kirby mucho y ganar ventaja en la partida. La sensación de juego se parece mucho a la de Super Monkey Ball, aunque sin la exigente jugabilidad del juego de Sega ni el sofisticado sistema de físicas. Esta carrera se repite más adelante en la tercera ronda de la partida.
El juego no termina aquí, puesto que nos quedan tres rondas más. En la segunda y cuarta rondas encontramos minijuegos que parecen sacados de un Mario Party. En ellos debemos competir en un escenario cerrado y pequeño por recoger más fresas, y en este caso vamos a interactuar con más frecuencia con otros jugadores para apartarlos del camino. Nintendo tiene mucha experiencia en minijuegos de esta naturaleza, así que podemos garantizar momentos divertidos y ajustados, sin ser nunca una tarea demasiado complicada.
A pesar de ser un juego decididamente competitivo, es difícil tomárselo muy en serio. La última ronda de la partida, en la cual los jugadores pueden robar fresas a los demás, puede alterar las posiciones de la partida de manera drástica en tan solo unos segundos. El jugador que iba ganando puede caer a la última plaza y echar a perder las victorias en las rondas previas; al mismo tiempo cualquiera puede remontar hasta el último momento. Antes de conocer los resultados, al igual que ocurre en los tableros de Mario Party, se otorgan premios a los jugadores que cumplen ciertas condiciones aleatorias como "el que más salta" o "el que más habilidades usa", lo que altera aún más la competición. En última instancia, es fácil sentir que el reto de Kirby's Dream Buffet está poco balanceado porque pretende agradar a todos los jugadores en la partida, y no recompensa debidamente la habilidad del mejor jugador.
La temática de Kirby's Dream Buffet es un asombroso revolcón de estos Kirbys en miniatura por un mundo de dulces, golosinas, churros, chocolate y frutas. Las apariencias siempre han sido definitorias en el carácter de la mascota rosa, y aquí lo siguen siendo: todo está recreado con un gusto al detalle exquisito, con algunas texturas de la confitería sorprendentemente realistas y muchos colores pastel. El mayor problema que encontramos es que, pese a su elaborado estilo visual, la jugabilidad se resiente a menudo por dos razones: mal rendimiento técnico y una experiencia online deficiente. En un juego como este, de reacciones rápidas y cierta velocidad, es muy perjudicial encontrar que los controles son pocos responsivos y no es raro encontrar partidas con mucho lag.
La motivación para seguir jugando reside en desbloquear nuevas fases y coleccionables. Por cada partida ganamos puntos para subir de nivel, y así conseguir ítems que sirven de homenaje a juegos de Kirby clásicos. También conseguimos nuevas formas para personalizar a nuestro Kirby, al más puro estilo Fall Guys. Tenemos más de 100 niveles para desbloquear con extras, así que hay para rato.
Conclusiones
Es fácil encontrar carácter e incluso tener partidas gratificantes en Kirby's Dream Buffet. Es un juego sencillo pero bien pensado, que nos ofrece partidas rápidas de menos de 10 minutos con bastantes escenarios distintos. Lo que no es tan fácil es disfrutar de este concepto tanto como nos gustaría debido a sus problemas técnicos y, en última instancia, a una sensación de competición que queda diluida por la excesiva aleatoriedad. En otras palabras: este es un experimento interesante de HAL Laboratory, pero le falta bastante refinamiento para alcanzar a aquellos juegos que usa de referencia.
Como de costumbre, HAL Laboratory experimenta con las habilidades de metamorfosis de Kirby y su forma esférica al mismo tiempo que toma ideas de otros juegos. En esta ocasión, las referencias más directas son el clásico de Sega Super Monkey Ball y el nuevo fenómeno online gratuito Fall Guys. La idea es muy sencilla: cuatro jugadores compiten por comer el máximo número de fresas posibles en cuatro fases de distinta naturaleza, y todos ellos controlan a un Kirby esférico que se comporta como una pelota. Cuanto más coma Kirby, más grande, pesado y rápido va a ser.
Cuando empezamos una partida, ya sea online o local, empieza la primera ronda que consiste en una carrera de obstáculos y plataformas. Controlar al "Kirby-pelota" requiere cierta habilidad, no solo para avanzar lo más rápido posible por el nivel sino también para recoger antes que los otros jugadores las fresas que hay repartidas por el camino. Varios elementos hacen la tarea más interesante, como poder usar transformaciones de Kirby para derribar a los demás o esquivar los obstáculos; el primero que llega al final puede comerse una tarta con 50 fresas y así hacer crecer a su Kirby mucho y ganar ventaja en la partida. La sensación de juego se parece mucho a la de Super Monkey Ball, aunque sin la exigente jugabilidad del juego de Sega ni el sofisticado sistema de físicas. Esta carrera se repite más adelante en la tercera ronda de la partida.
«El primero que llega al final puede comerse una tarta con 50 fresas y así hacer crecer a su Kirby mucho y ganar ventaja en la partida»
El juego no termina aquí, puesto que nos quedan tres rondas más. En la segunda y cuarta rondas encontramos minijuegos que parecen sacados de un Mario Party. En ellos debemos competir en un escenario cerrado y pequeño por recoger más fresas, y en este caso vamos a interactuar con más frecuencia con otros jugadores para apartarlos del camino. Nintendo tiene mucha experiencia en minijuegos de esta naturaleza, así que podemos garantizar momentos divertidos y ajustados, sin ser nunca una tarea demasiado complicada.
A pesar de ser un juego decididamente competitivo, es difícil tomárselo muy en serio. La última ronda de la partida, en la cual los jugadores pueden robar fresas a los demás, puede alterar las posiciones de la partida de manera drástica en tan solo unos segundos. El jugador que iba ganando puede caer a la última plaza y echar a perder las victorias en las rondas previas; al mismo tiempo cualquiera puede remontar hasta el último momento. Antes de conocer los resultados, al igual que ocurre en los tableros de Mario Party, se otorgan premios a los jugadores que cumplen ciertas condiciones aleatorias como "el que más salta" o "el que más habilidades usa", lo que altera aún más la competición. En última instancia, es fácil sentir que el reto de Kirby's Dream Buffet está poco balanceado porque pretende agradar a todos los jugadores en la partida, y no recompensa debidamente la habilidad del mejor jugador.
La temática de Kirby's Dream Buffet es un asombroso revolcón de estos Kirbys en miniatura por un mundo de dulces, golosinas, churros, chocolate y frutas. Las apariencias siempre han sido definitorias en el carácter de la mascota rosa, y aquí lo siguen siendo: todo está recreado con un gusto al detalle exquisito, con algunas texturas de la confitería sorprendentemente realistas y muchos colores pastel. El mayor problema que encontramos es que, pese a su elaborado estilo visual, la jugabilidad se resiente a menudo por dos razones: mal rendimiento técnico y una experiencia online deficiente. En un juego como este, de reacciones rápidas y cierta velocidad, es muy perjudicial encontrar que los controles son pocos responsivos y no es raro encontrar partidas con mucho lag.
La motivación para seguir jugando reside en desbloquear nuevas fases y coleccionables. Por cada partida ganamos puntos para subir de nivel, y así conseguir ítems que sirven de homenaje a juegos de Kirby clásicos. También conseguimos nuevas formas para personalizar a nuestro Kirby, al más puro estilo Fall Guys. Tenemos más de 100 niveles para desbloquear con extras, así que hay para rato.
Conclusiones
Es fácil encontrar carácter e incluso tener partidas gratificantes en Kirby's Dream Buffet. Es un juego sencillo pero bien pensado, que nos ofrece partidas rápidas de menos de 10 minutos con bastantes escenarios distintos. Lo que no es tan fácil es disfrutar de este concepto tanto como nos gustaría debido a sus problemas técnicos y, en última instancia, a una sensación de competición que queda diluida por la excesiva aleatoriedad. En otras palabras: este es un experimento interesante de HAL Laboratory, pero le falta bastante refinamiento para alcanzar a aquellos juegos que usa de referencia.
Jugado en Switch. Copia digital proporcionada por Nintendo España.
Alternativas
Super Monkey Ball, Fall Guys
Muy agradable a la vista y con algunas ideas interesantes
El rendimiento es malo y la competición queda empañada con frecuencia
Propuesta multijugador divertida y agradable que se queda a medio gas por sus imperfecciones
