Plantígrados de peluche

De los juegos que acompañaron la salida al mercado de Kinect el pasado año, posiblemente fue Kinectimals el que menos atención recibió y era uno de los que más la merecía. A medio camino entre un título de mascotas y uno de minijuegos, la propuesta de interactuar con esos adorables felinos mientras descubríamos los secretos de la misteriosa isla de Lemuria nos cautivó. Pero para todos aquellos que desentrañaron los secreto del capitán Able Blackwood, el pirata más grande y amable que ha cruzado los siete mares, todavía quedan retos y misterios por descubrir. Mientras Frontier Developments prepara su particular visión del mundo de fantasía por antonomasia con Kinect Disneyland Adventures, le ha dado tiempo de expandir la experiencia de su primer título para Kinect. Está disponible tanto para los jugadores que ya tenían el título original por tan sólo 1200 Microsoft Points como para los nuevos usuarios del periférico, ya que se ha puesto a la venta una edición especial del juego en formato físico que reúne en un mismo disco el título del año pasado y este contenido tan especial.

Abrazo fuerte

Como Kinectimals fue analizado en su día en esta misma web, hemos pensado en centrarnos solamente en el contenido nuevo que trae tanto el disco como la descarga que ya está disponible en el Bazar de Xbox Live. Todos los usuarios pueden acceder a dicho análisis desde el siguiente enlace. Este nuevo añadido ocupa 1,54 gigas de espacio de nuestro disco duro y añade 250 puntos de logros para engrosar el registro de nuestra tarjeta de jugador. Una vez descargado podremos elegir si queremos jugar a la aventura principal con los gatunos o si por el contrario queremos entrar de lleno en esta aventura osuna para toda la familia. Para los que no lo conozcan, se trata de un juego para todos los públicos en el que poco a poco ganamos interacción con nuestra mascota mediante objetos, juguetes y minijuegos. Cada nuevo premio o cada nuevo evento nos acercan a descubrir un nuevo rincón de la isla en la que los retos y la diversión nos trasladan a un cuento de hadas.

Este nuevo contenido mantiene la estructura del juego principal. Una vez descargado (si teníamos el juego del año pasado; los que han adquirido la versión física no tendrán que hacer nada) podremos seleccionar entre la aventura felina o la de los osos. Una nueva introducción en la que se muestra que llegamos a una nueva isla en hidroavión nos da la bienvenida. A continuación Lina (la versión femenina de Bámbel el bichito volador que nos acompañaba todo el recorrido) hará de anfitriona de la isla Mia y nos explicará cada una de las novedades que se han incluido para la ocasión. De inicio podremos elegir entre cinco especies como son el oso canela, el oso negro, el oso panda, el oso polar y el oso grizzli. Más adelante podremos acceder a seis más, algunas realmente curiosas.

Enseñarle trucos y participar en pequeñas pruebas nos harán ganar puntos hasta acceder a los eventos de cada zona. Al igual que los felinos, los osos copiarán nuestros movimientos para aprenderlos y entenderán nuestras órdenes mediante el micrófono que incorpora Kinect. Nuevos juguetes y nuevas pruebas como la de subir hasta la copa de un árbol, mojarnos hasta la rodilla para pescar o el concurso de malabares en el que adiestrador y mascota deberán sincronizarse para alcanzar las más altas puntuaciones serán algunas de las novedades. La nueva isla no es tan grande como la anterior como comprobaremos en el mapa y de entrada sólo tendremos el Fuerte Topaz y la Cueva Kokopo, aunque más adelante nos espera una sorpresa. En definitiva, la forma de jugar resulta similar y lo poco que ha cambiado ha sido el aspecto de los nuevos animales (soberbios tanto en diseño como en sus animaciones) y la misma mecánica de los minijuegos, que se han adaptado a sus características.

Conclusiones

Tanto como contenido descargable como juego en formato físico (si no tenemos el primer Kinectimals obviamente) Ahora con osos cumple de sobra su función: ofrecer nuevos animales, personalizar la experiencia con nuevos minijuegos y nuevas regiones que visitar en este incomparable marco. Para nada estamos ante un producto descuidado, tal y como se puede ver en el doblaje y en las escenas intermedias. Los más talluditos lo podrán encontrar algo ñoño (sobre todo al insufrible Bámbel del que ya nos despachamos a gusto en el análisis del año pasado, parece que Lina es más llevadera) pero más de uno que se considera un tipo duro se sorprenderá de lo divertido que es acariciar a nuestra mascota o ayudarla a pescar en el río. Suponemos que los quehaceres de la desarrolladora en otros menesteres (comentados en el primer párrafo de este texto) nos han privado de una hipotética segunda parte, pero si mantienen este nivel de cuidado en todas sus producciones les auguramos una gran futuro tanto a ella como a su serie.