El canguro desencantado

Editado: La desarrolladora ha informado de que los bugs relativos al sistema de guardado que mencionamos en el texto han sido solucionados en el parche 1.2.

Kao the Kangaroo fue un juego que llegó un poco tarde al género de plataformas 3D, especialmente por su enfoque demasiado básico. Super Mario 64 o Ape Escape ya llevaban años en el mercado y habían establecido un nivel de calidad alto, y cuando el canguro llegó apenas pudo competir por su escasa complejidad. Hoy la historia es bien distinta, porque buscamos aquello que ya no tenemos, que son los juegos decididamente simples, pero con los controles modernos que potencien la experiencia. Kao the Kangaroo vuelve en 2022 con las ideas claras, y una propuesta retro que apela directamente a los nostálgicos.



Encontramos en Kao the Kangaroo una propuesta más similar a Crash Bandicoot y Spyro de Dragon que al fontanero de Nintendo. Esto significa que los niveles están diseñados para jugarse una única vez, y tienen una estructura lineal con caminos secundarios que esconden coleccionables. Los niveles están conectados por un área más abierta, también con varios secretos por descubrir, pero en última instancia poco interesantes; una vez exploramos ese nivel podemos descubrirlo todo rápidamente, salvo aquello que necesita habilidades aún no descubiertas.

«La jugabilidad es tan sencilla como fácil de entender»

Kao es un canguro cuya característica principal es poder utilizar sus guantes mágicos (tan mágicos que hablan) para propinar guantazos a los enemigos y, conforme avanzamos en la aventura, pueden obtener habilidades. Así, por ejemplo, la primera habilidad obtenida permite infundir poder ígneo que sirve para quemar materiales inflamables; más adelante con un poder eléctrico capaz de activar mecanismos móviles. Sin embargo, todo es muy sencillo, porque apenas hay tres acciones: saltar, golpear y dar una voltereta. La jugabilidad es tan sencilla como fácil de entender. Este juego apela a los principios más elementales del diseño de videojuegos: hay obstáculos, enemigos y puzzles sencillos que solucionar, y lo único que necesitamos es un poco de habilidad a los botones para progresar.



Lo que no esperaba era encontrar en Kao the Kangaroo tantos problemas técnicos que, en última instancia, han destruido por completo mi disfrute del título. En la copia digital proporcionada por el distribuidor para PC, tras haber iniciado el juego hasta tres veces, en todas ellas he encontrado bugs que han hecho imposible continuar la partida. Estos problemas casi siempre tenían relación con el sistema de guardado, corrompiendo de alguna forma el juego y haciendo que no fuese posible progresar tras las primeras dos horas de juego. Tras su lanzamiento, la copia proporcionada para análisis no ha recibido actualización alguna, así que no puedo decir que los problemas se hayan solucionado. Mi única recomendación, entonces, es ser muy cauteloso con este juego y tener a mano la opción de devolverlo en caso de estar interesados en adquirirlo.

«Este Kao, al igual que sus antecesores, se queda muy corto en muchos aspectos respecto a lo que da de sí el género de plataformas»

Problemas técnicos aparte, tras haber experimentado casi la mitad del juego, no puedo decir que detrás en el fondo haya encontrado una propuesta muy interesante. Este Kao, al igual que sus antecesores, se queda muy corto en muchos aspectos respecto a lo que da de sí el género de plataformas. El comienzo del juego es prometedor, divertido y nos hace pensar en un juego con potencial, pero rápidamente pierde fuelle y cae en la mediocridad. El diseño en general de las mecánicas no ofrece apenas profundidad, ni tampoco el argumento o la búsqueda de secretos resultan muy atractivos. Reside en la fórmula clásica de los 32 bits, muy bien decorada, pero poco más: le falta un punto de personalidad como para situarlo a la altura de títulos que intentaron algo similar, como Yooka Laylee.

Los niveles se dejan jugar, pero en última instancia, su estricta linealidad no está llevada a cabo con la misma gracia que por ejemplo hemos visto en Kirby y la tierra olvidada, a todos los efectos uno de los mejores del género en los últimos años. Tanto Kirby como Kao, en la superficie, son juegos muy similares porque su estructura de juego es idéntica, pero mientras que el globo rosa de Nintendo ofrece una constante montaña rusa de descubrimientos, ideas interesantes y creativas, la ejecución de Kao es perezosa y demasiado plana. Rejugar niveles, algo muy habitual en este tipo de juegos para recoger coleccionables, resulta especialmente tedioso en Kao the Kangaroo porque no da opción a hacerlo más rápido o diferente, solo hay una forma posible de progresar, y suele ser lenta y repetitiva.

Conclusiones

Kao the Kangaroo es una decepción por mi experiencia personal, y asumiendo que los problemas técnicos que he afrontado puedan ser arreglados, el resultado tampoco es para tirar cohetes. Su premisa queda muy atrás, y parece casi un juego creado por principiantes sin muchas ambiciones más allá de copiar lo que ya hicieron otros hace 20 años, sin añadir apenas ingredientes propios en el camino. Es una lástima que lo que podría haber sido la resurrección del canguro, probablemente sea su sentencia definitiva.

Jugado en PC. Copia digital proporcionada por PressEngine.