El manga clásico de Dragon Quest llega al videojuego

Dragon Quest: The Adventure of Dai (Dai no Daibōken) es un manga lanzado en Japón en 1989, que trataba de aprovechar el tirón de la serie de videojuegos Dragon Quest, por aquel entonces con solo tres entregas a sus espaldas. Esta serie tenía una clara inspiración en Dragon Ball, y un estilo muy identificable de la época: niño de buen corazón tiene un maestro que le enseña a pelear, aprende técnicas de combate espectaculares, conoce a un grupo de amigos con los que emprende una aventura, se enfrenta a un malvado que pretende dominar el mundo... en definitiva, una historia a medio camino entre los tropos del JRPG y los tropos del manga noventero. Este manga tuvo una adaptación al anime nada menos que 30 años después, en 2020, y ha sido ahora en 2023 cuando se han pasado al videojuego. Llamado Infinity Strash, este juego de acción adapta los primeros 41 capítulos del anime.

El héroe de los monstruos

La historia de Infinity Strash comienza de forma insólita: el protagonista es amigo de los monstruos, las criaturas de la oscuridad, que viven en armonía en una isla porque han logrado escapar del dominio del Señor Oscuro. Y con ellos vive Dai, un niño bastante asalvajado pero encantador. Este inicio, magnífico, del manga y el anime, está desaparecido de Infinity Strash, pero a partir de ahí todos los sucesos ocurren de forma casi idéntica: Dai conoce a la princesa Leona, más tarde se entrena con el maestro Aván, quien derrotó antaño al Señor Oscuro, y de ahí salta a una sucesión de aventuras, siempre perseguido por las legiones del malvado Rey Oscuro.



El desarrollo del juego está dividido en capítulos. Elige un capítulo para repasar, a grandes rasgos, lo que ocurre en unas cuantas escenas del anime. Los capítulos a veces son jugables y otras veces son meras cinemáticas, orquestadas con capturas de imágenes del anime. La fidelidad y cercanía con el material original es manifiesta, pero es obvio que la historia del anime se plantea de forma muy expositiva y poco elaborada, lo deja un sabor de boca amargo. ¿Y cuándo jugamos? Los episodios en los que controlamos a los protagonistas son aquellos en los que hay acción durante el anime, porque es lo único que ofrece Infinity Strash: combates y acción.

«Infinity Strash sufre del problema crónico que han sufrido otros juegos basados en franquicias de manga desde siempre, que es no tener la habilidad de fusionar correctamente el formato videojuego con la historia episódica del manga o el anime»

Infinity Strash sufre del problema crónico que han sufrido otros juegos basados en franquicias de manga desde siempre, que es no tener la habilidad de fusionar correctamente el formato videojuego con la historia episódica del manga o el anime. Es complicado que la aventura te atrape cuando hay tantos acontecimientos que ocurren fuera de tu control, y en particular, Infinity Strash trata de rellenar esos vacíos jugables con un número de capítulos de relleno que reutilizan los mismos escenarios y enemigos varias veces. Durante las primeras horas de juego, lo único que vamos a hacer es enfrentarnos tres o cuatro veces al mismo jefe final, y así ocurre con varios jefes finales. Es un reflejo de lo que ocurre en el anime, pero que no se traduce de forma igual de efectiva al juego, que se hace bastante repetitivo y soso.



El juego trata de disfrazarse de RPG con un sistema de subida de niveles, habilidades y mejoras para los personajes. Dai, Popp y Maam pueden equiparse con varios artefactos y hechizos, suben de nivel cada vez que completan una misión, y también aprenden nuevas técnicas conforme avanza en la historia del anime. Todas las habilidades que conocemos del anime están aquí, y siempre las tenemos que usar de forma idéntica al anime. Es de agradecer la fidelidad que se ha llevado a cabo, y la representación de los personajes y escenarios es magnífica, solo queda un tanto forzada la envoltura de RPG, que en última instancia no beneficia a un juego centrado en la acción.

«Emplea el Avan Strash de Dai, los hechizos elementales de Poop o la pistola de Maam»

El control es sencillo y más enfocado en el efectismo que en la complejidad. Infinity Strash nos permite controlar varios personajes y cambiar entre ellos en tiempo real, y utilizar sus múltiples poderes varias veces en un combate. Emplea el Avan Strash de Dai, los hechizos elementales de Poop o la pistola de Maam, y según la potencia de la habilidad, tendrás que esperar para volver a utilizarlos otra vez. Para tener éxito contra los enemigos más fuertes es imprescindible controlar con precisión la esquiva y el bloqueo, y algunas veces solo podremos ganar si somos capaces de hacer parry a los enemigos. Es un sistema de combate bastante estándar, que incluso incorpora un medidor de postura: agota al enemigo para que se quede aturdido y poder desencadenar tus ataques más poderosos.



A grandes rasgos, incorpora todo lo que un juego de acción actual podría tener, pero al mismo tiempo, es difícil identificar algo de personalidad en él. Todos los enemigos se derrotan de forma muy similar, y en las misiones de "derrotar a todos los enemigos del escenario" casi parece que estemos jugando a un musou, ya que la dificultad de cada monstruo individual es inexistente. Los bosses son más interesantes de derrotar, ya que requieren una táctica algo más fina, pero al tener que repetirlos tantas veces durante el juego pierden el interés.

«Todos los enemigos se derrotan de forma muy similar, y en las misiones de "derrotar a todos los enemigos del escenario" casi parece que estemos jugando a un musou»

Existe un modo opcional, a modo de pequeño "roguelite" que nos ofrece adentrarnos en una mazmorra autogenerada donde empezar desde el nivel 1 y mejorar a los personajes progresivamente con distintas opciones. Superar niveles en este modo nos otorga mejoras permanentes para el resto del juego, de modo que cada vez es más fácil alcanzar un piso superior. Aunque la idea es buena, y añade variedad al juego, la ejecución se queda muy en la superficie, ocasionando que todas las partidas en la mazmorra sean muy parecidas.

La tímida aventura de Dai

Ser fan de Dragon Quest: The Adventure of Dai es casi un requisito para disfrutar de Infinity Strash, ya que es un juego más enfocado en representar el material original que en atraer a nuevo público. Es una experiencia de jugabilidad muy fragmentada, con capítulos muy cortos y a menudo repetitivos, sin una narrativa efectiva y con mucho contenido de relleno. Aunque no hace nada especialmente mal en su diseño, el conjunto resulta bastante insípido, en general una oportunidad desaprovechada de convertir el manga de Dragon Quest en algo más que un juego licenciado con una notable ejecución visual.