Nintendo Switch
PC
PlayStation 4
Xbox
Xbox One
El dolor nos acompaña - Review Infernax
Homenaje y evolución a partes iguales, Infernax es una píldora deliciosa de retro
Por Andrés JC,
0
0
0
Castlevania II: Simon's Quest y The Legend of Zelda II: Adventure of Link son las dos "ovejas negras" de ambas franquicias clásicas. Introdujeron cambios drásticos sobre la fórmula original, y comparten varias características, como un mundo interconectado por explorar, enfoque horizontal y misiones secundarias. Ambos, también, se ganaron cierta infamia por ciertos elementos muy críticos y fases complicadas de comprender. Por eso resulta fascinante como Infernax sirve de homenaje a los dos. ¿Qué llevará a un pequeño desarrollador a utilizar estas referencias? Esta es una historia de redención y sangre. Mucha sangre.
El camino de los sacrificios
El duque Alcedor, héroe de guerra, ha combatido en innumerables Cruzadas, y es conocido a lo largo y ancho del país. Tras la batalla regresa en barco a su tierra natal, solo para hallar un escabroso descubrimiento: la región ha sido asolada por el mal. Los monstruos campan a sus anchas por los caminos, la población se refugia en sus aldeas impotente y un poderoso demonio se alza desde su torre, invocado por un culto encapuchado. Alcedor es el único que puede revertir la situación, maza en mano y con los poderes mágicos sagrados de su parte. Aquí empieza un viaje para liberar este mundo... o terminar de esclavizarlo.
Desde el primer momento es claro que estamos ante un juego de profunda inspiración por los 8 bits. El aspecto gráfico es lo primero que salta a la vista, pero también su esquema jugable nos hace pensar en los Castlevania de NES. Los mazazos de Alcedor requieren un control preciso y metódico, igual que el látigo de los Belmont. A pesar de no tener tanto alcance como el arma de los cazavampiros, Alcedor puede también lanzar hechizos y usar su escudo para detener proyectiles, al más puro estilo Zelda II. En seguida quedan claras las influencias de Infernax, y cuando hilamos fino podemos detectar pequeños cambios que perfeccionan la fórmula de sus ancestros. La dificultad resulta mucho más justa que entonces, gracias a poder controlar con mayor facilidad los saltos de Alcedor, así como que las hitbox son mucho más amables con el jugador.
Las referencias a juegos de NES son constantes. Trampas de pinchos que nos intentan aplastar, aldeas con personajes que solicitan nuestra ayuda, y un diseño de niveles muy similar a aquellos clásicos de 8 bits. No solo el aspecto visual, sino también la banda sonora, tremendamente pegadiza y muy emparentada con aquellos maravillosos juegos de Konami. Además hay numerosos secretos, que no voy a desvelar, y que harán las delicias del jugador que disfrute de los juegos de cartucho. Seas o no aficionado de los juegos de los 80, aquí vas a encontrar mucho contenido que se desmarca de los juegos actuales. Esto es un metroidvania, pero que se aleja de la complejidad y prefiere ofrecer una propuesta más directa y menos laberíntica.
Infernax aprieta, pero no ahorca
El mayor desafío de Infernax no es tanto encontrar nuestro camino, sino superar sus exigentes mazmorras. Cinco mazmorras principales, más unas cuantas secundarias, se reparten por todo el mapa y Alcedor debe abrirse paso por hordas de terroríficas criaturas para desbloquear la fortaleza del demonio que ha orquestado esta pesadilla. Mi experiencia con Infernax ha sido excepcional cuando hacía frente a estas fases, que requieren bastante dominio de los controles y esconden una estructura no lineal, con trampas, plataformas y enemigos duros de pelar. Los jugadores que quieran un desafío interesante pueden optar por el "modo clásico", mientras que aquellos que busquen una aventura más asequible tienen un modo fácil con checkpoints y menor dificultad.
La duración de la aventura no es muy alta, pues oscila entre las 6 y 8 horas. Sin embargo, tenemos varios motivos para volver a jugar varias veces. En momentos clave de la aventura, Alcedor tendrá que tomar una decisión que tiene efecto sobre su moralidad. A grandes rasgos, existe una opción buena y una opción mala, y en función de lo elegido se pueden desbloquear hasta 7 finales distintos, con varias fases opcionales que enriquecen de forma muy interesante la experiencia. ¿Serás un guerrero heroico, o sucumbirás al mal? ¿Derrotarás al demonio o encontrarás el camino alternativo? Además, existe la opción de jugar con distintos personajes al más puro estilo Castlevania III, mediante la introducción de un nombre específico al iniciar la partida. Así, encontramos una aventura muy rejugable, con muchas más horas de contenido de las que parece a primera vista.
Lo mejor de Infernax, sin duda, es su capacidad para ofrecer la mejor versión de un juego de 8 bits. Sin embargo también tiene algunos elementos ochenteros, típicos de las limitaciones de la época, que en 2022 son inexplicables y estropean un poco el resultado. Aunque no hay nada especialmente dramático, cabe preguntarse por qué se reutilizan ciertos personajes o enemigos con tanta frecuencia, por qué el diseño del mapa es tan básico o por qué hay que hacer algunas acciones poco intuitivas para avanzar en la aventura en determinadas ocasiones. Las sensaciones globales que deja Infernax son muy positivas, pero queda la sensación de que faltan uno o dos pasos para alcanzar la excelencia.
Conclusiones
De entre los muchos homenajes a juegos clásicos, considero que Infernax ocupa un lugar muy específico, muy personal, en el que sin duda ofrece un desafío la mar de interesante. Este es un título que cualquier aficionado por juegos de hace tres o cuatro décadas no debe dejar escapar, porque utiliza su naturaleza contemporánea para redondear una fórmula muy clásica. Querrás seguir jugando y masacrando a sus colosales monstruos, descubriendo secretos y experimentando con sus múltiples opciones para vivir la aventura una vez más.
El camino de los sacrificios
El duque Alcedor, héroe de guerra, ha combatido en innumerables Cruzadas, y es conocido a lo largo y ancho del país. Tras la batalla regresa en barco a su tierra natal, solo para hallar un escabroso descubrimiento: la región ha sido asolada por el mal. Los monstruos campan a sus anchas por los caminos, la población se refugia en sus aldeas impotente y un poderoso demonio se alza desde su torre, invocado por un culto encapuchado. Alcedor es el único que puede revertir la situación, maza en mano y con los poderes mágicos sagrados de su parte. Aquí empieza un viaje para liberar este mundo... o terminar de esclavizarlo.
El principio de la aventura empuja a Alcedor a ayudar a una aldea acosada por una bestia
Desde el primer momento es claro que estamos ante un juego de profunda inspiración por los 8 bits. El aspecto gráfico es lo primero que salta a la vista, pero también su esquema jugable nos hace pensar en los Castlevania de NES. Los mazazos de Alcedor requieren un control preciso y metódico, igual que el látigo de los Belmont. A pesar de no tener tanto alcance como el arma de los cazavampiros, Alcedor puede también lanzar hechizos y usar su escudo para detener proyectiles, al más puro estilo Zelda II. En seguida quedan claras las influencias de Infernax, y cuando hilamos fino podemos detectar pequeños cambios que perfeccionan la fórmula de sus ancestros. La dificultad resulta mucho más justa que entonces, gracias a poder controlar con mayor facilidad los saltos de Alcedor, así como que las hitbox son mucho más amables con el jugador.
«En seguida quedan claras las influencias de Infernax, y cuando hilamos fino podemos detectar pequeños cambios que perfeccionan la fórmula de sus ancestros»
Las referencias a juegos de NES son constantes. Trampas de pinchos que nos intentan aplastar, aldeas con personajes que solicitan nuestra ayuda, y un diseño de niveles muy similar a aquellos clásicos de 8 bits. No solo el aspecto visual, sino también la banda sonora, tremendamente pegadiza y muy emparentada con aquellos maravillosos juegos de Konami. Además hay numerosos secretos, que no voy a desvelar, y que harán las delicias del jugador que disfrute de los juegos de cartucho. Seas o no aficionado de los juegos de los 80, aquí vas a encontrar mucho contenido que se desmarca de los juegos actuales. Esto es un metroidvania, pero que se aleja de la complejidad y prefiere ofrecer una propuesta más directa y menos laberíntica.
Las mazmorras son duras, pero muy gratificantes de superar
Infernax aprieta, pero no ahorca
El mayor desafío de Infernax no es tanto encontrar nuestro camino, sino superar sus exigentes mazmorras. Cinco mazmorras principales, más unas cuantas secundarias, se reparten por todo el mapa y Alcedor debe abrirse paso por hordas de terroríficas criaturas para desbloquear la fortaleza del demonio que ha orquestado esta pesadilla. Mi experiencia con Infernax ha sido excepcional cuando hacía frente a estas fases, que requieren bastante dominio de los controles y esconden una estructura no lineal, con trampas, plataformas y enemigos duros de pelar. Los jugadores que quieran un desafío interesante pueden optar por el "modo clásico", mientras que aquellos que busquen una aventura más asequible tienen un modo fácil con checkpoints y menor dificultad.
«En momentos clave de la aventura, Alcedor tendrá que tomar una decisión que tiene efecto sobre su moralidad»
La duración de la aventura no es muy alta, pues oscila entre las 6 y 8 horas. Sin embargo, tenemos varios motivos para volver a jugar varias veces. En momentos clave de la aventura, Alcedor tendrá que tomar una decisión que tiene efecto sobre su moralidad. A grandes rasgos, existe una opción buena y una opción mala, y en función de lo elegido se pueden desbloquear hasta 7 finales distintos, con varias fases opcionales que enriquecen de forma muy interesante la experiencia. ¿Serás un guerrero heroico, o sucumbirás al mal? ¿Derrotarás al demonio o encontrarás el camino alternativo? Además, existe la opción de jugar con distintos personajes al más puro estilo Castlevania III, mediante la introducción de un nombre específico al iniciar la partida. Así, encontramos una aventura muy rejugable, con muchas más horas de contenido de las que parece a primera vista.
Al igual que en Castlevania II hay ciclo de día y noche
Lo mejor de Infernax, sin duda, es su capacidad para ofrecer la mejor versión de un juego de 8 bits. Sin embargo también tiene algunos elementos ochenteros, típicos de las limitaciones de la época, que en 2022 son inexplicables y estropean un poco el resultado. Aunque no hay nada especialmente dramático, cabe preguntarse por qué se reutilizan ciertos personajes o enemigos con tanta frecuencia, por qué el diseño del mapa es tan básico o por qué hay que hacer algunas acciones poco intuitivas para avanzar en la aventura en determinadas ocasiones. Las sensaciones globales que deja Infernax son muy positivas, pero queda la sensación de que faltan uno o dos pasos para alcanzar la excelencia.
Conclusiones
De entre los muchos homenajes a juegos clásicos, considero que Infernax ocupa un lugar muy específico, muy personal, en el que sin duda ofrece un desafío la mar de interesante. Este es un título que cualquier aficionado por juegos de hace tres o cuatro décadas no debe dejar escapar, porque utiliza su naturaleza contemporánea para redondear una fórmula muy clásica. Querrás seguir jugando y masacrando a sus colosales monstruos, descubriendo secretos y experimentando con sus múltiples opciones para vivir la aventura una vez más.
Analizado en Steam. Copia digital proporcionada por The Arcade Crew
Alternativas
Bloodstained: Curse of the Moon, Shovel Knight
Jugabilidad excelente. Muy rejugable
Curva de dificultad descendente. Universo muy plano
Fantástico viaje en el tiempo a los 8 bits con aderezos modernos