Análisis de Hi-Fi Rush, la música y los guitarrazos saltan de plataforma

Hi-Fi Rush siempre será un título asociado al efecto sorpresa. Lo fue en 2023, cuando se lanzó casi sin avisar y convirtiéndose en uno de los primeros exclusivos de Bethesda para Xbox Series con una calidad impecable, y lo va a ser en 2024 convirtiéndose en uno de los primeros exclusivos de Microsoft que dan el salto a otras plataformas, especialmente en PlayStation 5. Tenemos los casos de Minecraft y Cuphead, pero este es mucho más impactante para el nuevo horizonte de la industria.

Desarrollado por Tango Gameworks, Hi-Fi Rush llega a un nuevo y amplio público que quizá ni sabía de su existencia. Ya en su día su lanzamiento llego sin avisar a los usuarios de Xbox, y esta vez viene aunque estamos prevenidos no por ello la noticia es menos buena: nos encontramos ante un clásico atemporal. Un hack & slash musical con un aspecto visual increíble y dispuesto a darnos horas y horas de entretenimiento.



Una historia futurista y musical

La llegada a las consolas externas al ecosistema Xbox lo ha hecho sin trampa ni cartón, con toda la naturalidad del mundo y debemos apuntarlo y celebrarlo. Nada de limitar contenido o potencia gráfica para justificar que la mejor versión es la de Series. De hecho, se ha incluido todo el contenido extra y en PlayStation 5 la experiencia se vive de la misma manera e incluso un poco mejor que en su lanzamiento original. Por lo tanto, es de agradecer que cuando Microsoft dio la luz verde (y nunca mejor dicho) a esta nueva y sorprendente iniciativa lo hizo con todas las de la ley, buscando tanto una nueva fuente de ingresos como una situación que aporta muy buena imagen a la compañía tras sus decisiones estratégicas de negocio.

Hi-Fi Rush arranca con la curiosa decisión de Chai, el protagonista, de participar de forma totalmente voluntaria en un proyecto de mejoras anatómico-robóticas. Vamos, que te cambia una extremidad de tu cuerpo por una serie de engranajes y piezas robóticas para mejorar tu potencial. La llegada a la nada sospechosa fábrica es accidentada y deja muy claro el tono humorístico del juego, uno de sus puntos fuertes. Sin ser una narrativa novedosa, el tono desenfadado y el excelente doblaje al español nos meten en la historia desde el primer momento. Con Chai ya reconvertido a medio robot y con habilidades que aún no sabe que tiene a su disposición, empieza su aventura para escapar de un proyecto de experimentación que no era lo que tenía pensado.



Acción trepidante y ritmo musical

Lo que más llama la atención de este título es, sin duda alguna, su aspecto visual. El cell-shading ya está muy visto, pero parece que con Hi-Fi Rush se ha llegado a un nivel excelente. La paleta de colores, los diseños de personajes y escenarios no son lo más innovador del mundo pero funcionan como un reloj. El ritmo trepidante, la jugabilidad y la sincronización de todos los elementos en pantalla es una experiencia que hay que vivir para entender el fenómeno que supuso en 2023.

La clave de Hi-Fi Rush, eso sí, es el ritmo. Aunque tenemos libertad total de movimientos y golpes, hacerlo al ritmo de los beats de la música tiene recompensa y nos ayudará a derrotar enemigos y desbloquear el camino para continuar. Las combinaciones son variadas y todas tendrán su respectivo tutorial, pero todo se basa en: ataque fuerte, ataque sencillo y bloqueo. Saber usarlo al ritmo de la música mejorará nuestra puntuación y nos hará avanzar más rápido por los 12 niveles del juego.



La gestión del ritmo en los videojuegos siempre ha sido muy polarizante, ya que no todo el mundo tiene el oído de músico para acertar ciertas combinaciones con dificultades complicadas como pasó con títulos como Rhythm Paradise de Nintendo DS, pero hay que decir que Tango Gameworks ha puesto todo de su parte para que sea lo más accesible posible a todos los jugadores. Para empezar, con pulsar el panel táctil tendremos un marcador del ritmo que estamos oyendo, para guiarnos con el ritmo. Por otro lado, una solución mucho más orgánica y que nos parece una maravilla, es que el propio escenario vibre al ritmo de la música.

Tuberías, personajes, detalles del decorado que rebotan o se mueven para indicarnos cómo está sonando todo, y nuestros ataques de guitarra o saltos también nos proporcionarán sonidos para confirmar que lo estamos haciendo correctamente. Hay muchas maneras de hacer el juego adaptable para todos, así que si no eres muy ducho con el ritmo, que eso no te frene. Atacaremos con nuestra guitarra y lo haremos poco a poco, primero con combos sencillos y luego más complejos, que premiarán la paciencia antes que el machacabotones porque sí.



Banda sonora rockera y electrónica

Pero seguir el ritmo de temazos musicales históricos lo hace mucho más interesante: la propia banda sonora es un regalo para los oídos de los fans del rock y de la música en general. Clásicos de Nine Inch Nails, The Black Keys o The Prodigy conviven con temas creados exclusivamente para el juego. Y eso último es interesante porque nada más empezar, el juego te recuerda que existe el modo retransmisión, en el que se sustituyen las canciones con licencia para evitar baneos a la hora de compartir tu partida online. Una buena medida, ya que aunque se consiguiera el uso temporal de las canciones, una vez pasado ese periodo, cualquier jugador estaría expuesto a que le caiga alguna penalización.

El diseño de los escenarios es más que notable: aunque le llamemos hack and slash, realmente el plataformeo es protagonista de más de la mitad del juego. Explorar los escenarios, aprovechar sus recovecos y buscar el coleccionable en la localización más curiosa nos hará invertir mucho tiempo, aunque de la mejor manera posible. Saltar sobre plataformas que creemos imposibles y aprovechar el botón de dash para evadir y llegar a espacios más alejados nos harán rompernos la cabeza para compensar tanto machaque de guitarra. Incluso nos encontramos algunos niveles 2,5D que se nos hacen hasta cortos porque tienen la cantidad perfecta de nostalgia manteniendo el estilo del juego

«Aunque le llamemos hack and slash, realmente las plataformas están más que presentes»

Los enemigos básicos son entretenidos y variados, dentro de estar tratando con robots, pero es con los final bosses con los que Tango se ha esmerado. Personajes con carisma, con un objetivo claro y mecánicas difíciles pero muy divertidas, lo que convierte a las batallas con enemigos finales en enigmas, en algunos casos.

Habrá margen para personalizar nuestra ropa, guitarra y hasta a nuestro querido gato acompañante (sí, se puede acariciar). Los secundarios side-kick son los que nos proporcionarán mejoras, información y coleccionables, así que iremos servidos de revisitas de niveles con nuevas mejoras, chips, ataques y combos especiales. Aunque hay algo en lo que Hi-Fi Rush se queda corto y es en la variedad de escenarios. Si bien su estructura es interesante - teniendo en cuenta que no se trata de un mundo abierto, más bien de uno bastante limitado-, llega un punto en el que ya no sorprende ver la estética de fábrica de montaje, con todos sus mecanismos una y otra vez. Deseamos que llegue una potencial secuela en la que salgamos al mundo y veamos variedades más reales de escenario.



Conclusiones

Hi-Fi Rush es una bomba de diversión que aporta una bocanada de aire fresco en un momento de los videojuegos en los que apostar por algo diferente parece ser algo exclusivo de los desarrollos indies. Un hack and slash musical que literalmente bebe de golpear a los enemigos al ritmo de temazos de Nine Inch Nails, entre otros, con un aspecto visual cell-shading que bordea la perfección en este estilo visual, una serie de combos y controles exigentes pero satisfactorios, con muchas opciones de accesibilidad para que todos los jugadores puedan formar parte de esta experiencia. Además, súmale un guión sencillo pero gamberro, uno de los mejores doblajes del año pasado y el contenido extra que han ido lanzando en este tiempo. En definitiva, la experiencia Hi-Fi Rush llega a PlayStation 5 en la misma forma que siempre, marcando un nuevo y sorprendente horizonte en el sector de los videojuegos, que difumina más que nunca el concepto de exclusividad y, de paso, desarma un poco más la innecesaria guerra de consolas.

Esperamos sinceramente que Hi-Fi Rush funcione a nivel de ventas. Tiene un precio competitivo, es un port excelente de un juego de matrícula y si tiene éxito contamos con que sirva para financiar una más que requerida secuela. ¿Se atreverán con otros géneros?