Mezcolanza de mitologías

Si hay un referente en el género de la estrategia por turnos capaz de encender rápidamente la nostalgia del aficionado (con permiso de la segunda entrega) ese es Heroes of Might and Magic III. Así pues este clásico se suma a la prolífica iniciativa de las reediciones en alta definición que tanto hemos visto en los últimos años, lo que se traduce en que estamos básicamente delante del juego original pero con un aumento en la definición de las texturas y añadiéndole algún filtro para mejorar un poco su apariencia.

Por si alguien aún no sabe de que va la serie, los Heroes of Might and Magic son juegos de estrategia por turnos con toques de rol donde debemos gestionar nuestros castillos de la mejor forma posible para abastecernos de tropas que nos sirvan para derrotar a nuestros enemigos y acceder a minas y otras localizaciones de los mapas de aventura con el fin de obtener más recursos o poderosos artefactos. Si los castillos son la fuente productora de tropas y de poder, los héroes son la unidad ejecutora de nuestras acciones. Durante cada turno deberemos gastar adecuadamente los puntos de movimiento por un mapa provisto de tesoros, secretos y otros elementos que son útiles para nuestros intereses.

Las distintas facciones añaden un plus de profundidad dado que según la que lideremos cambiará radicalmente nuestra toma de decisiones. Otros factores predominantes serían la proximidad del enemigo, el diseño del mapa o los recursos disponibles al principio de cada partida. Cada parámetro del juego consigue que debamos replantearnos nuestra forma de actuar tanto en el desarrollo de las ciudades como en nuestra forma de explorar el mapa, donde sólo el más perspicaz sacará el máximo partido de cada turno.

La salsa del juego son los combates, y es aquí donde nuestro dominio de la facción se pondrá a prueba. Las batallas se desarrollan en una rejilla hexagonal donde las tropas de cada ejército actúan por turnos en función de su velocidad en combate. Las posibilidades tácticas son de una profundidad pasmosa, absolutamente cualquier movimiento que hagamos (esperar, lanzar un hechizo, etc...) puede variar sustancialmente el ritmo del combate y en el caso de los duelos importantes, el devenir de la partida.

Si hay algo que hay que destacar por encima del resto es que Heroes III es de esos juegos que enganchan sin remedio y que convierten las horas en minutos. Un título capaz de atraparnos durante meses y años gracias a sus sencillas y absorbentes mecánicas, que logran que el fin de las sesiones de juego se prolonguen más de lo esperado por culpa de aquello de "un turno más y paro".