
PlayStation 2
Castigo con Dolores
Toda licencia comercial es explotada en el mundo de los videojuegos y Harry Potter no iba a ser menos. Veámos cómo le ha quedado el trabajo a los chicos de EA.

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Como todos bien sabemos, tras la llegada a la gran pantalla de cualquier película de renombre, siempre se nos obsequia con el juego del mismo título para nuestras consolas. Normalmente, los títulos basados en licencias comerciales no suelen dar mucho de sí: un mal apartado gráfico, quizá una arcaica jugabilidad implantada o simplemente la mala compañía de las prisas. Sea como fuere, pasan a los anales de la historia sin pena ni gloria.
Como era de suponer, el joven mago, Harry Potter, vuelve a nuestras casas ya en su quinta entrega, coincidiendo con su estreno mundial. El argumento sobra decir que es idéntico. Todo comienza el día más caluroso del verano. El día transcurre tranquilo hasta que Harry y su primo, Dudley, sufren un ataque a manos de los dementores. Es trasladado a la noble y ancestral casa de los Black, donde descubre la organización de la Orden del Fénix, formada por sus viejos amigos. Allí vuelve a ver a Sirius Black, Remus Lupin, Ojoloco Moody y Los Weasley entre otros.
Sin embargo, no todo son alegrías. Al usar Harry el hechizo Patronus siendo menor de edad, tiene que acudir a una vista en los tribunales mágicos para librarse del castigo de no poder volver a Hogwarts. Gracias al apoyo de Dumbledore, el juzgado lo declara inocente y empieza nuestro nuevo año, conocemos a la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, Dolores Jane Umbrigde. Asistimos a su aterradora maldad y a sus crueles castigos además de su ascenso al poder interno de Hogwarts apoyado por el Ministro de Magia. Gracias a estos Decretos de Magia, Dolores se convierte primero en Suma Inquisidora de Hogwarts para luego arrebatarle la dirección de la Escuela de Magia y Hechicería a Albus Dumbledore.
Su misión fundamental es que no se hable del que no-debe-ser-nombrado. También prohíbe todo tipo de divertimentos internos dentro del castillo y realiza inspecciones a todos los profesores. La primera afectada es la profesora de Adivinación, Sybill Trelawney, que es expulsada sin compasión aunque Dumbledore la sigue hospedando en el castillo. Su sustituto es Firenze, del cual ni la película ni el juego oficial dicen nada de él.
Por otro lado, el Señor Tenebroso ha vuelto. Pero nadie lo ha visto, a excepción de Harry. Éste toma una muy mala reputación dentro y fuera del castillo de Hogwarts. El Profeta no hace más que desacreditarle a Dumbledore y a él además de culpar de todos los extraños accidentes acontecidos a Sirius Black. Ante el oscuro panorama de este quinto curso, Harry decide actuar, aunque esté preocupado por sus extraños sueños.
Harry, Hermione, Ron y múltiples compañeros varios forman el Ejército de Dumbledore y se reúnen en la sala secreta de los Menesteres, en la cual practican los hechizos propios de su año escolar. Nuestra misión es derrotar a Umbridge, aprobar los T.I.M.O.S y descubrir que se esconde tras la puerta del Ministerio. Mientras tanto, Dumbledore le asigna a Snape el deber de enseñar Oclumancia a Harry Potter, el arte de ocultar los pensamientos y recuerdos a quien intente entrar dentro de las mentes ajenas. Como es evidente, todo se vuelve más oscuro en esta entrega.
Paradójicamente, y hablando de fidelidad al libro de Rowling, el título que ahora analizamos tiene ciertos detalles que en la película no constan. Esto se lo debemos atribuir a que sus 893 páginas sean reducidas en la película más corta de la saga. Ver para creer.
Como era de suponer, el joven mago, Harry Potter, vuelve a nuestras casas ya en su quinta entrega, coincidiendo con su estreno mundial. El argumento sobra decir que es idéntico. Todo comienza el día más caluroso del verano. El día transcurre tranquilo hasta que Harry y su primo, Dudley, sufren un ataque a manos de los dementores. Es trasladado a la noble y ancestral casa de los Black, donde descubre la organización de la Orden del Fénix, formada por sus viejos amigos. Allí vuelve a ver a Sirius Black, Remus Lupin, Ojoloco Moody y Los Weasley entre otros.
Sin embargo, no todo son alegrías. Al usar Harry el hechizo Patronus siendo menor de edad, tiene que acudir a una vista en los tribunales mágicos para librarse del castigo de no poder volver a Hogwarts. Gracias al apoyo de Dumbledore, el juzgado lo declara inocente y empieza nuestro nuevo año, conocemos a la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, Dolores Jane Umbrigde. Asistimos a su aterradora maldad y a sus crueles castigos además de su ascenso al poder interno de Hogwarts apoyado por el Ministro de Magia. Gracias a estos Decretos de Magia, Dolores se convierte primero en Suma Inquisidora de Hogwarts para luego arrebatarle la dirección de la Escuela de Magia y Hechicería a Albus Dumbledore.
Su misión fundamental es que no se hable del que no-debe-ser-nombrado. También prohíbe todo tipo de divertimentos internos dentro del castillo y realiza inspecciones a todos los profesores. La primera afectada es la profesora de Adivinación, Sybill Trelawney, que es expulsada sin compasión aunque Dumbledore la sigue hospedando en el castillo. Su sustituto es Firenze, del cual ni la película ni el juego oficial dicen nada de él.
Por otro lado, el Señor Tenebroso ha vuelto. Pero nadie lo ha visto, a excepción de Harry. Éste toma una muy mala reputación dentro y fuera del castillo de Hogwarts. El Profeta no hace más que desacreditarle a Dumbledore y a él además de culpar de todos los extraños accidentes acontecidos a Sirius Black. Ante el oscuro panorama de este quinto curso, Harry decide actuar, aunque esté preocupado por sus extraños sueños.
Harry, Hermione, Ron y múltiples compañeros varios forman el Ejército de Dumbledore y se reúnen en la sala secreta de los Menesteres, en la cual practican los hechizos propios de su año escolar. Nuestra misión es derrotar a Umbridge, aprobar los T.I.M.O.S y descubrir que se esconde tras la puerta del Ministerio. Mientras tanto, Dumbledore le asigna a Snape el deber de enseñar Oclumancia a Harry Potter, el arte de ocultar los pensamientos y recuerdos a quien intente entrar dentro de las mentes ajenas. Como es evidente, todo se vuelve más oscuro en esta entrega.
Paradójicamente, y hablando de fidelidad al libro de Rowling, el título que ahora analizamos tiene ciertos detalles que en la película no constan. Esto se lo debemos atribuir a que sus 893 páginas sean reducidas en la película más corta de la saga. Ver para creer.