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La muerte es nuestra única salvación
Ghost on the Shore nos lleva de paseo a una archipiélago maravilloso y espeluznante del siglo XIX

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Ghost on the Shore, que podríamos traducir "el fantasma de la orilla" es un juego experimental cuyas influencias saltan a la vista. Este juego creado por like Charlie, estudio belga, se afilia a la escuela del walking simulator, más concretamente a aquellos guiados por la narrativa artística. En este área, difícil de definir, podemos encuadrar Dear Esther, Gone Home o The Vanishing of Ethan Carther. Este es un tipo de juego, en mi opinión, poco explorado, a pesar de tener ya más de 10 años desde que empezamos a considerarlo como tal. Por eso es de verdad agradable encontrar Ghost on the Shore, que toma el testigo para contarnos una historia fascinante.
Escapando de la realidad
Una apacible mañana de primavera navegas en tu barco por la costa. La vida, piensas, es una mentira. Todo lo que has vivido, todo lo que has soñado y sufrido, son experiencias impuestas del exterior. De pronto diriges tu barco mar adentro, buscando alguna respuesta, o quizá tratando de olvidar las incesantes preguntas. Una tormenta eléctrica se levanta de repente, y tu humilde embarcación pierde el control. Terminas en una isla desconocida, desierta. Estás sola, y solo quieres relajarte y olvidarte de todo... pero de súbito, una voz resuena en tu cabeza. Hay alguien más. Me estoy volviendo loca o es ¿un fantasma?

Tu frustrado intento de escapismo te lleva a visitar esta misteriosa isla. Parece abandonada desde hace muchos años, y mientras descubres los hogares vacíos y admiras los maravillosos paisajes, casi paradisíacos, el fantasma quiere hablar contigo. La aventura empieza como un ejercicio introspectivo, pero deriva hacia una investigación. ¿Qué pasó en esta isla? ¿Quién es el fantasma? ¿Me estoy volviendo loca? Explorar la isla te va facilitando información sobre lo que aquí ocurrió. Este lugar remoto fue habitado hace mucho tiempo por una familia señorial, que más tarde poblaría todo el archipiélago con unas cuantas familias, y hasta un colegio. Cada lugar importante tiene su página reservada en la libreta, en forma de dibujo al carboncillo.
La forma de jugar se asemeja a los títulos mencionados al principio. Explorar cada recoveco de este lugar es muy gratificante, cada elemento del escenario está repleto de objetos que nos cuentan una historia de los personajes que un día vivieron en las islas. Como es habitual, nos encontraremos con muchas cartas, objetos personales, recortes de periódico, confidencias, dibujos... y todos son una pieza pequeñita del puzzle para reconstruir los acontecimientos. El desarrollo es estrictamente lineal, hasta el punto de no permitirnos avanzar más allá de ciertos puntos si no registramos lo necesario previamente. El guión, pese a ser ciertamente primitivo, está bien ejecutado. Por desgracia, es habitual que determinadas conversaciones se vean interrumpidas por determinados eventos, estropeando la experiencia ocasionalmente.

Conclusiones
La realidad y la fantasía se mezclan con intensidad en Ghost on the Shore, que dura entre dos y tres horas. A pesar de su evidente simplicidad jugable, el argumento que nos transmite es efectivo y sorprendente, incluyendo elementos interesantes y sobre todo, construyendo buenos personajes. Es muy difícil no cogerle cariño a los dos protagonistas de esta historia, que nos acompañan durante todo el recorrido. Cuesta encontrar sensaciones tan sorprendentes como las que ofrecen otros juegos del mismo estilo, pero no hay duda de que el resultado es más que satisfactorio y agradable.
Escapando de la realidad
Una apacible mañana de primavera navegas en tu barco por la costa. La vida, piensas, es una mentira. Todo lo que has vivido, todo lo que has soñado y sufrido, son experiencias impuestas del exterior. De pronto diriges tu barco mar adentro, buscando alguna respuesta, o quizá tratando de olvidar las incesantes preguntas. Una tormenta eléctrica se levanta de repente, y tu humilde embarcación pierde el control. Terminas en una isla desconocida, desierta. Estás sola, y solo quieres relajarte y olvidarte de todo... pero de súbito, una voz resuena en tu cabeza. Hay alguien más. Me estoy volviendo loca o es ¿un fantasma?


Tu frustrado intento de escapismo te lleva a visitar esta misteriosa isla. Parece abandonada desde hace muchos años, y mientras descubres los hogares vacíos y admiras los maravillosos paisajes, casi paradisíacos, el fantasma quiere hablar contigo. La aventura empieza como un ejercicio introspectivo, pero deriva hacia una investigación. ¿Qué pasó en esta isla? ¿Quién es el fantasma? ¿Me estoy volviendo loca? Explorar la isla te va facilitando información sobre lo que aquí ocurrió. Este lugar remoto fue habitado hace mucho tiempo por una familia señorial, que más tarde poblaría todo el archipiélago con unas cuantas familias, y hasta un colegio. Cada lugar importante tiene su página reservada en la libreta, en forma de dibujo al carboncillo.
La forma de jugar se asemeja a los títulos mencionados al principio. Explorar cada recoveco de este lugar es muy gratificante, cada elemento del escenario está repleto de objetos que nos cuentan una historia de los personajes que un día vivieron en las islas. Como es habitual, nos encontraremos con muchas cartas, objetos personales, recortes de periódico, confidencias, dibujos... y todos son una pieza pequeñita del puzzle para reconstruir los acontecimientos. El desarrollo es estrictamente lineal, hasta el punto de no permitirnos avanzar más allá de ciertos puntos si no registramos lo necesario previamente. El guión, pese a ser ciertamente primitivo, está bien ejecutado. Por desgracia, es habitual que determinadas conversaciones se vean interrumpidas por determinados eventos, estropeando la experiencia ocasionalmente.


Conclusiones
La realidad y la fantasía se mezclan con intensidad en Ghost on the Shore, que dura entre dos y tres horas. A pesar de su evidente simplicidad jugable, el argumento que nos transmite es efectivo y sorprendente, incluyendo elementos interesantes y sobre todo, construyendo buenos personajes. Es muy difícil no cogerle cariño a los dos protagonistas de esta historia, que nos acompañan durante todo el recorrido. Cuesta encontrar sensaciones tan sorprendentes como las que ofrecen otros juegos del mismo estilo, pero no hay duda de que el resultado es más que satisfactorio y agradable.
Alternativas
Dear Esther, The Vanishing of Ethan Carter, Gone Home
Experiencia sosegada y relajante. Argumento atractivo
Excesivamente lineal y guiado por scripts que a veces se solapan
Interesante aventura que sabe encandilar, con modesta factura pero gran corazón