¡Resintonice Lagarto TV!

Sr. Lagarto vuelve al 2D

La serie Gex tenía un mal frustrante, su protagonista y su imaginería paródica eran estupendos sin embargo los juegos en sí no ofrecían todo su potencial. Solamente salieron tres títulos y el segundo de ellos, Enter the Gecko, es considerado el peor de todos. Lo cierto es que es verdad, tiene menos fuerza visual cómica y sus controles no eran buenos. Lo mismo ocurrió con su versión de Game Boy Color. No obstante el juego sigue siendo disfrutable. Para esta adaptación se acudió al trabajo de David A. Palmer, una empresa británica especializada en las consolas portátiles de Nintendo, y Crave Enternainment se encargó de la producción y distribución en algunos países..

Gex intenta vivir tranquilamente con sus hábitos de teleadicto pero para un lagarto como él eso es imposible. Un día, ni malo ni bueno, sino regulero, aparecen dos agentes de una agencia secreta del gobierno para encomendarle (más bien obligarle) la detención de Rez, el maligno amo del mundo de la comunicación (o Media Dimensión), además de ser su archienemigo oficial. El argumento no es muy allá pero al menos tiene uno, algo que puede parecer en esta versión, ya que no hay ninguna pantalla de introducción ni diálogos ni nada. Si queremos conocerla debemos recurrir al manual de instrucciones (en inglés) o recordar lo jugado en las versiones de sobremesa.

Vivir y luchar por el mando a distancia

La idea es la habitual el género: a lo largo del juego cumplimos misiones para obtener mandos a distancias con los que desbloquear nuevas fases o zonas secretas y luchamos contra tres jefes finales, uno de ellos nuestro querido Rez. Por consiguiente se distingue tres tipos de mando: los de bronce que se suelen conseguir al cumplir misiones normales, las de plata al recoger todos los coleccionables de una fase o están escondidos por ahí, y los de oro que se ganan en los niveles de bonificación o contra jefes.

Los niveles suelen tener de dos a tres misiones, tales como recorrer el escenario completo, vencer a determinados enemigos o destruir unos objetos escondidos. Suele pasar que comencemos una misión y acabemos completando otra, ya que todos los requisitos para terminar una misión comparten la misma pantalla y siempre están disponibles, incluso aún después de completarlas.

Lo cierto es que el juego tiene bastantes fases, unas doce, con sus submisiones, también están las de jefes y los de bonus, que consisten en recoger todos los coleccionables de un mapa antes de que se agote el tiempo. Así pues, coleccionar cada mando a distancia lleva su tiempo. También influye que el juego tiene una buena dificultad, ni muy fácil ni muy difícil. Es bastante equilibrada. Lo que sí es innecesariamente difícil es el sistema de contraseñas. En vez de poner unas palabras claves o una sucesión aleatoria de letras han preferido que tengamos que apuntar un complejo esquema de flechas. Cinco hileras compuestas por veintiocho flechas, y cada flecha está apuntando a la derecha o a la izquierda, o es blanca o negra. Un diseño tan excéntrico que nos hace quitar las ganas de apuntar la contraseña y posteriormente introducirla para jugar. No sería de extrañar que en una contraseña tan larga apuntemos mal una flecha y no nos sirva de nada.

Gex tiene una robusta cola para golpear y realizar saltos dobles con efecto muelle, además de una veloz lengua para capturar las moscas, así que se consigue resumir casi los movimientos de las otras versiones con sólo dos botones. Eso sí, a veces el control no responde todo lo bien que debería o nuestro lagarto realiza los saltos un poco tarde. No obstante se ha eliminado la útil y divertida patada voladora de las otras versiones y tampoco se ha aprovechado el potencial de la habilidad de trepar por las paredes.