Me acuerdo de ti

Versión analizada Xbox One. Copia digital facilitada por ICO Partners.

A veces nos olvidamos que los videojuegos pueden contar historias, que estamos ante una poderosa herramienta narrativa capaz de introducir al usuario dentro de un universo gracias a la interacción. Sassybot Studios es una pequeña desarrolladora holandesa que quiere contar historias. Sus historias. Se han propuesto que sean reales (o por lo menos dentro de la realidad que puede reflejar un videojuego) y con un enfoque adulto. Su propuesta se llama Fragments of Him y desde que conocimos su puesta en escena nos quedamos con ganas de saber más. El juego sale a la venta en PC, Xbox One y PlayStation 4 por apenas diez euros.

El problema a la hora de hablar sobre un juego tan narrativo, es conocer elementos trascendentales de su argumento. En el caso de Fragments of Him, lo importante no es lo que se cuenta, es que se cuenta. Como su nombre indica, estamos ante una historia contada, una sucesión de testimonios sobre Will, el fallecido personaje sobre el que gira todo. No es que sea el protagonista al uso, es el elemento sobre el que los demás personajes opinan y recuerdan. Después de la muerte de Will, pasaremos a controlar los recuerdos de los personajes allegados. Eso incluye familiares, amigos y su pareja. En este último caso se trata de su novio, algo que no debería sorprender a nadie con dos dedos de frente a estas alturas de la vida.

Nos encanta la premisa y nos encanta que se tome el tema homosexual sin tapujos en un medio tan misógino como es el de los videojuegos, pero el juego falla en donde no debe fallar. Por momentos es tedioso. La jugabilidad, por llamarla de alguna forma, se limita a mover el puntero por limitados escenarios en tres dimensiones para interactuar con el siguiente elemento que progrese la trama o que libere un nuevo pensamiento (una frase nueva para que nos entendamos). De todos los elementos que hay en pantalla, la mayoría de las veces, solamente uno será seleccionable y estará convenientemente resaltado para que no nos perdamos más de la cuenta. Tampoco ayuda el ritmo, paso lento que invita a que tengamos el gatillo de correr continuamente. Ni por esas gana en intensidad.

En cuanto al apartado técnico, el juego es tan mediocre como su jugabilidad, por mucho que se haya buscado de forma predemitada esa apariencia de juego a medio terminar. El modelado poligonal de los personajes es simbólico, casi roza lo esquemático. Los escenarios tienen algo más de detalle, pero un algo tan liviano que casi no merece ser mencionado. El estilo triste y decande se complementa con una escala de gríses de lo más deprimente. Como diría Woody Allen: "los de mi barrio somos demasiado pesimistas como para suicidarnos". Si sumamos los enormes tiempos de carga, nos queda una optimización pobre para las consolas de nueva generación. Para colmo, llega en inglés con subtítulos en inglés, lo que limita considerablemente su propuesta al público de nuestro país.

Fragments of Him busca ser un drama. Un obra interactiva que rompe esquemas por su adulta propuesta y su atrevido planteamiento. Pero no, se queda en película de tarde de sábado, de esas de "basadas en hechos reales" que tan bien resultan para dormir después de un vienes de fiesta. Recuerda mucho a Blues and Bullets, por aquellos de tener un desarrollo lleno de parsimonia en la que somos más espectadores que jugadores, aunque el juego español es mucho mejor en todos los aspectos. Si quieres un juego que dure algo más de dos horas y aumentar considerablemente tu cuenta de puntos de logros, no descartes la historia de Will. No permanecerá en tu recuerdo, pero al menos se agradece que se intenten cosas nuevas.