Alonsomanía

"Se prepara la salida, Alonso saldrá con la pole en el alocado circuito de Cataluña. Se enciende una luz, la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta y... Se apaga el semáforo, ¡Fernando Alonso ha hecho una gran salida! Sigue primero por delante del mismísimo Michael Schumacher. Ha pasado una vuelta y la diferencia de Magic Alonso con el Kaiser es demencial, no le saca ni más ni menos que ¡cinco segundos! Esto es la Fórmula Uno y si parpadean se lo pierden."

Desde los principios de los principios de la Fórmula Uno, España nunca ha tenido un piloto que sobresaliese mucho (con esto me refiero a que suela quedar entre los puntos). Hace poco se creyó haber conseguido con un madrileño llamado Pedro De la Rosa (actual corredor de pruebas de McLaren-Mercedes), que corría entonces en un Jaguar, pero no fue así ya que después de tener grandes éxitos en la F-3000 no cumplió lo esperado y acabó defraudando.

Pero en el mismo año en el que De la Rosa pasó a ser piloto de pruebas apareció un nuevo español en la elite de la velocidad: Fernando Alonso, que corría con Minardi Cosworth, con lo que cualquiera que sepa un mínimo de Fórmula Uno entendería que ese año Alonso, con ese coche, no podría hacer mucho. Sin embargo, al año siguiente Renault confió en él y le fichó para hacer de él un piloto de pruebas oficial. En esa misma temporada, Alonso se ganó la confianza de Flavio Briattore, director de la escudería Renault, haciendo así que el año siguiente ya fuese piloto oficial de la escudería francesa.

Así, en 2003, el asturiano empezó a correr por fin y para su alivio en un coche competitivo, con su compañero de equipo el italiano Jarno Trulli. Su mejor momento llegó al ganar un Grand Prix, más concretamente el del Gran Premio de Hungría en el circuito de Hungaroring. En ese circuito, Alonso consiguió la Pole Position en los entrenamientos clasificatorios del sábado. Empezó primero la carrera y acabo en primera posición, a mas de 16 segundos del segundo clasificado, además de doblar al mismísimo Michael Schumacher, que quedó en una decepcionante (para él) octava posición. Alonso hizo historia ese año al ser el más joven en conseguir vencer en un Gran Premio, conseguir podio, conseguir pole position y conseguir vuelta rápida en un circuito. Además, claro está, de hacer historia en España al ser el primer español en ganar un Gran Premio y conseguir una pole.

Al tiempo que Alonso nos hacía cada vez más y más fans de la Fórmula Uno y conseguía más y más triunfos, Sony aprovechó la ocasión y consiguió todas las licencias de la competición. Así, sacó el juego Formula Uno 2003, en el que utilizaba como principal reclamo la inclusión de Fernando Alonso en el equipo Renault. Y funcionó: los seguidores se acercaron en masa su tienda de videojuegos habitual para poder emular a su nuevo ídolo, consiguiendo el título así unas ventas por encima de lo previsto.

Una vez presentada la historia reciente de la Fórmula Uno, nos adentraremos en el juego que nos ocupa, el nuevo lanzamiento de Sony, que pretende ser un éxito de ventas por segunda vez.