Análisis de Fashion Police Squad, un shooter pixelado con estilazo

Hacerse un hueco en el género de los shooters es, hoy en día, una tarea difícil. Los grandes competidores no parece que se vayan a mover y las propuestas suelen ser continuistas, explotando la potencia gráfica y, sobre todo, el multijugador, para traer la experiencia más extrema y completa a nuestras pantallas. Pero de vez en cuando aparece una propuesta diferente, original e incluso rompedora, que nos hace preguntarnos qué es lo que verdaderamente nos atrae de disparar un arma en primera persona y qué lo hace especialmente divertido. Para eso hace falta volver a las raíces y a los orígenes de un género que ha vivido muchas etapas pero que ha estado presente desde el primer cartucho de todos.

Fashion Police Squad suena como una idea loca que parte de un nombre con gancho. Me imagino al equipo de Mopeful Games pensando: ¿y si combinamos un shooter de los de toda la vida pero con un objetivo más frívolo y divertido? En este juego nos vamos a olvidar de matar, porque el objetivo no es ese, ni de lejos. Sí que derrotaremos enemigos... pero para convertirlos en la mejor versión de sí mismos. No me refiero a autoayuda sino a estilo personal. Como su nombre bien indica, nos ponemos en el papel de un escuadrón de policías de la moda, verdaderos fashionistas cargados con las mejores armas y que son la autoridad de una ciudad que, de pronto se ha llenado de gente gris, aburrida, que no sabe vestir y que directamente es hortera. Por eso, nuestro escuadrón se despliega por toda la ciudad para terminar con esa oda al mal gusto y traer el estilo, el savoir faire de vestir con un poco de gracia.




El juego fluye maravillosamente desde el primer momento, ya que todas sus funcionalidades se explican de una forma clara, práctica y nada confusa. Al fin y al cabo se trata de un shooter retro en primera persona, que nos lleva por escenarios pixelados en HD y cuyos enemigos son literalmente sprites que podrían estar sacados de una Mega Drive. Pero hay algo en la jugabilidad que lo hace rápido y cómodo de usar desde el primer segundo. Su fluidez, la manera en la que el protagonista se mueve, salta, gira… Todo eso nos coloca en el juego desde el primer segundo y nos pega a la pantalla durante un tiempo que seguro será mayor del que pensamos.

Fashion Police Squad nos pide que encontremos a todos estos enemigos de la moda y los convirtamos en verdaderos fashionistas. ¿Cómo lo haremos? Derrotándolos con armas, pero no con cualquiera, sino con un arsenal que iremos descubriendo poco a poco y que le da a la jugabilidad un extra de diversión y reto. Por ejemplo, el primer enemigo es un ejecutivo aburrido y, literalmente, gris, cuyo vestuario necesita un poco de color. Nada mejor que una pistola de pintura para convertirlo en toda una estrella. Otra de las armas más interesantes es la pistola de agujas, que nos sirve para “mejorar” a aquellos que llevan un traje oversized o a uno de nuestros enemigos favoritos, la Karen que lleva literalmente un saco de patatas encima. Tampoco faltarán enemigos clásicos de la moda como los turistas con sandalias y calcetines, o garrulos con vapeador y los pantalones bien bajos. Otro elemento que nos va a ayudar mucho durante el juego es el cinturón, al que accedemos directamente con un botón y que nos sirve para muchas cosas: podremos golpear y aturdir enemigos, romper cajas o colgarlos de los edificios más altos. También podremos succionar el color de algunos objetos como bocas de incendio para aumentar nuestro poder especial, que podremos usar una vez por nivel y que nos permite, durante unos 15 segundos, derrotar a muchos enemigos seguidos.

«‘Fashion Police Squad’ nos pide que encontremos a todos estos enemigos de la moda y los convirtamos en verdaderos fashionistas. »

Todas estas armas se combinarán en los diferentes escenarios y tendremos que hacer uso de nuestra habilidad con los dedos para cambiar de una a otra y usarlas constantemente con la variedad de enemigos que nos encontraremos. Siendo sinceros, este sistema de cambio de armas es muy exigente y los botones no lo resuelven al 100%. Estamos acostumbrados a juegos en los que el cambio de arma es constante, pero por ello necesitamos un sistema que sea cómodo y no nos deje vendidos frente al enemigo, algo que sucede muy a menudo. Las armas se asocian a las flechas de movimiento, pero al dejar quieto a tu enemigo mientras buscas el botón, ya te han quitado parte de la vida. Con el botón R podemos cambiar a la siguiente arma, pero como la que necesites esté al final, le vas a tener que dar un rato, perdiendo un tiempo valiosísimo. Por último, si aguantamos presionado el botón R veremos el clásico círculo con todas las armas, que suele ser la solución más ágil pero ni de lejos perfecta. Si a todo eso le sumamos que los puntos de control no son especialmente generosos, nos vamos a encontrar repitiendo zonas una y otra vez que ya teníamos resueltas hasta que lleguemos al punto en el que hemos muerto.

La dificultad del juego es una verdadera montaña rusa. En la primera mitad del juego no tendremos ningún problema, pero cuando se acercan los episodios finales, nos encontraremos muriendo muchas más veces de las que pensábamos. Sin duda no es un problema, ya que el reto es lo que nos motiva, pero sí que no nos gusta encontrarnos que la razón de morir sea, como ya hemos comentado, la dificultad en elegir el arma correcta, más que el movimiento de los enemigos, que creemos que está muy bien ajustado. Hay que destacar que cerca del final del juego veremos enemigos que necesitarán el uso de dos armas diferentes para ser derrotados, lo que añade un extra de complicación que si bien es irritante, nos parece maravilloso para dar una vuelta de tuerca a este sistema de cambio de armas constante.




El humor está muy presente durante cada línea de diálogo (todo traducido al castellano) y nos encontramos con momentos verdaderamente divertidos como el oscuro y siniestro informador anónimo que bromea con el hecho de que probablemente sea un villano engañando a la squad constantemente. Ese tipo de humor, unido a los enemigos o el momento final de cada nivel en el que los enemigos derrotados lucen sus modelitos en una pasarela de moda, mantienen la diversión en un juego que ya a nivel jugable es fresco y entretenido.

Sin ser excesivamente largo, Fashion Police Squad tiene sus momentos de delirio jugable con los minijuegos y guiños a otros géneros y directamente sagas reconocidísimas. Vamos a tener un clásico momento francotirador divertidísimo, a la vez que homenajes a clásicos como Doom o Metal Gear Solid. Todo ello sin perder su humor y personalidad, frívolo y simpático a partes iguales. Hay que destacar la traducción está muy bien hecha, algo especialmente reconocible en un juego indie y tan lleno de referencias al mundo de la moda, cultura pop, estilo y demás. Todos vamos a entender los chistes de Gucci y Prada aunque no conozcamos desde dentro el mundo de la moda.




Hay algo que nos une como sociedad y es la lucha contra la combinación de sandalias y calcetines. Una sociedad no avanza hasta que no derrota a aquellos que visten así y por ello estamos ante un juego que nos anima a cambiar el estilo… a mejor. Fashion Police Squad toma ese chascarrillo y lo convierte en un más que notable shooter en primera persona, homenaje a los clásicos como Doom o Zero Tolerance pero con una premisa muy diferente: vamos a salvar a los bala perdidas que visten mal con unas armas que los dejarán hechos unos pinceles. La jugabilidad es la mayor baza de este juego, ya que es dinámica y rápida, te vas a reír mientras derrotas enemigos y durante las breves escenas de charla, que siempre es un plus, y le vas a coger el gustillo a lo de disponer de varias armas para cada tipo de enemigo. Eso sí, el cambio de armas se ve lastrado por un sistema que no pone las cosas fáciles y aunque es un juego que pide rejugabilidad (cuenta con sus propios niveles de reto), creemos que podría aprovechar sus niveles y arquitectura para proponer más y mejores minijuegos. Lo que está claro es que con Fashion Police Squad lo pasaremos muy bien y cruzamos los dedos para que no sea el primer y último juego de esta saga y tanto Mopeful Games como No More Robots nos den más y aún mejor.