Análisis de Fae Farm - La vida en la granja con un toque de magia

En los últimos años, el éxito de los simuladores de granja se ha disparado exponencialmente en el mundo de los videojuegos. Incluso compañías, que no habían tenido antes ninguna inquietud al respecto, nos han sorprendido gratamente adentrándose en el género con mayor o menor éxito, mismamente Square Enix y su Harvestella serían un ejemplo de buen hacer. Este tipo de juegos, que antes se consideraban como “juegos de nicho”, están viviendo actualmente su época dorada. No hay más que echar un vistazo a las últimas presentaciones de Nintendo para ver multitud de juegos con esta temática. Además, la proliferación de granjas consigue que las compañías quieran diferenciarse y apostar por pequeños cambios en las mecánicas para sorprender al jugador, cosa que se agradece en un género que parecía estancado hace unos años. Pero, ¿qué tienen los farming simulators que enganchan tanto al “cozy gamer”? Con este análisis intentaremos dar respuesta a esta pregunta.

En Fae Farm nos ponemos en la piel de nuestro protagonista mientras se ve envuelto en un naufragio en alta mar. Tras el accidente llegamos a la isla de Azoria, una tierra extraña repleta de habitantes que nos acogerán con los brazos abiertos desde el primer momento. Tras las presentaciones iniciales, enseguida empezaremos a realizar las tareas habituales de todo simulador de granja: plantar semillas, cuidar animales, obtener metales en la mina y demás acciones de "crafteo". Nada que no hayamos visto ya en multitud de juegos similares, sí, pero el principal elemento diferenciador en Fae Farm es la inclusión de magia, con la que podremos agilizar algunas de estas acciones. Magia y energía se complementan perfectamente para que consigamos realizar más acciones a lo largo del día y no acabar derrotado a media mañana sin posibilidad de avance. Además, el uso de magia nos permitirá lanzar ataques mucho más potentes, desbloquear ciertas áreas del mapa o incluso recolectar todos nuestros conreos con un solo golpe de viento.




Un realista creador de personajes en un mundo de fantasía

Debo hacer una mención especial a las opciones de personalización del personaje, ya que me ha sorprendido gratamente la cantidad de aspectos que podemos modificar a nuestro antojo. Incluso puedes tener un ojo de cada color o ponerle vello facial al protagonista, algo no muy habitual en los juegos de granja. Esto es sólo un ejemplo más de todos los aspectos positivos con los que cuenta Fae Farm, que parece haber estudiado bien a la competencia y ha decidido agilizar todas esas acciones que en otros juegos del estilo nos podían resultar algo tediosas. Aquí nos encontramos multitud de mejoras en la calidad de vida que consiguen hacer nuestra experiencia mucho más confortable. Por ejemplo, no nos hace falta cambiar la herramienta de uso para cortar la vegetación, cavar en la tierra o picar minerales, ya que el juego identifica el elemento que tienes delante y actúa en consecuencia. Además, los días son lo suficientemente largos como para realizar diversas tareas sin sufrir porque se nos eche la noche encima, situación que tampoco sería un problema porque apareceríamos a la mañana siguiente en nuestra casa sin perder nada de lo que hubiéramos recolectado. Incluso cuando estamos bajos de energía, se habilita un acceso directo a algún alimento de nuestro inventario para recuperarnos rápidamente con solo pulsar un botón. Como veis, aquí todo son facilidades.

Siguiendo con las virtudes a destacar del juego, hay que decir que moverse por las diferentes zonas del mapa es todo un placer. Nuestro personaje, más que correr, parece que vuela sobre el terreno. Llegados a cierto punto de la historia, veremos que esta facilidad de movimiento se ve incrementada aún más, pero hasta aquí puedo leer. Por supuesto, no faltará la opción de teletransportarse entre los diferentes puntos de la isla que previamente hayamos desbloqueado. Pese a que más de uno pueda echar en falta un mini mapa en la pantalla de juego que nos vaya guiando en nuestra aventura, hay que decir que es imposible perderse. El juego nos lleva de la mano en todo momento, permitiendo marcar cualquier zona en el mapa y poder seguir su rastro sin problema. Sí que es cierto que, para los jugadores más clásicos en esto de crear tu propia granja, Fae Farm puede resultar poco desafiante por estar premiándonos en cada pequeña acción que hagamos. ¡Olvídate de trabajar a destajo para conseguir una miseria de dinero vendiendo tus judías!, porque aquí todo se vende a muy buen precio y enseguida podremos ampliar nuestra casa, mejorar herramientas y avanzar en los capítulos en los que está dividida la historia.

«Fae Farm puede convertirse en el juego ideal para iniciarse dentro del género»

El lado negativo de la granja mágica

En cuanto a los aspectos negativos, hay que decir que, en algunas ocasiones, el juego se puede llegar a congelar durante 1 o 2 segundos. Esto ocurre sobre todo tras finalizar una misión principal o al desbloquear nuevas recetas en el Almanaque, agravándose a partir del Capítulo 4 (jugado en Nintendo Switch, versión 1.3.1). Pero quitando este pequeño detalle, el juego es completamente disfrutable de principio a fin, tanto en TV como en modo portátil. Los menús son bastante intuitivos y la curva de aprendizaje está bien equilibrada para que no no nos sintamos abrumado al inicio y vayamos descubriendo los diferentes productos del juego poco a poco. Es por ello por lo que Fae Farm puede convertirse en el juego ideal para iniciarse dentro del género.

Pero si hay algo que no brille especialmente en este juego, estas son las conversaciones con los NPCs. Sus frases apenas tendrán relevancia en la historia principal, haciendo que te las saltes rápidamente cuando llegan al punto de repetirse una y otra vez. Si buscas una historia algo más profunda, disfrutarás mucho más con la saga Rune Factory o con el popularísimo Stardew Valley. También se hubiera agradecido algo más de variedad a la hora de iniciar un romance con alguno/a de los personajes de Azoria, puesto que solo hay 6 solteros/as con los que entablar una relación sentimental, siendo este un número bastante bajo para lo que estamos acostumbrados. Por supuesto, el juego permite el romance con vecinos/as con independencia de tu género.




Acción en las minas

Otro de los pilares fundamentales son las minas y los enemigos a los que tendremos que hacer frente. Sí, hablamos de minas en plural, así que prepárate para darle al pico sin parar hasta llegar al final de todas ellas. El sistema de ir desbloqueando cada uno de sus niveles utilizando sellos de mazmorra me parece muy acertado. Con estos sellos, obtenibles a base de fundir los minerales que vamos extrayendo, podremos regresar directamente a una planta concreta de la mina sin tener que volver a recorrer los anteriores. Eso sí, cuidado con pausar el juego en las profundidades, ya que los enemigos podrán seguir atacándonos sin piedad (creedme, lo he sufrido en mis propias carnes). Esquivar sus ataques es sencillo, ya que nos marcarán en color naranja la zona donde propinarán el golpe, pero sigue siendo la mar de divertido enfrentarse a ellos. Además el diseño de todos ellos está muy cuidado, resultando adorables a la par que peligrosos.

Por supuesto, como ya es habitual en los últimos lanzamientos “granjeriles”, Fae Farm también incluye la posibilidad de obtener flores híbridas. Aquí, la hibridación sigue el mismo sistema que en Animal Crossing: New Horizons. Es decir, si plantamos una rosa roja cerca de otra rosa amarilla, podemos llegar a obtener una rosa de color naranja. Esto no es más que una explicación sencilla del funcionamiento, porque en la práctica la cosa se vuelve mucho más compleja, haciendo que la genética mendeliana se convierta en un auténtico juego de niños a su lado. ¡Mucha suerte a quien quiera hacerse con todas y cada una de las flores del juego!, porque no va a ser tarea fácil.




Pero volvamos a la pregunta que formulé al principio de este análisis, que no es otra que descifrar el motivo por el que los simuladores de granja son tan bien recibidos por el público. Para mí, la clave está en la imposibilidad de sentirte frustrado mientras juegas. ¡Olvídate de apagar la consola enfadado porque no has podido vencer a ese enemigo final que tanto te está tocando las narices! Aquí cada avance cuenta y tiene valor, además no es necesario desbloquear ningún capítulo antes de llegar a cierta estación o día en concreto. Podemos pasarnos el primer año de juego dedicándonos única y exclusivamente a decorar nuestra casa y sin prestarle mucha atención a los cultivos, porque esto no es una carrera y no importa si finalizas el Capítulo 3 en el primer o en el quinto año de juego. El concepto de “juego de chill” cobra aquí todo su significado.

Conclusión

En definitiva, si eres un amante del género, Fae Farm te dará exactamente lo que necesitas cuando quieras desconectar de la realidad y olvidarte por completo de tus preocupaciones. Además, el juego incluye multijugador para que hasta 4 personas colaboren juntas en una de sus granjas. Eso sí, para jugar al multijugador es necesario crear previamente una cuenta en los servidores de la desarrolladora Phoenix Labs, algo que no nos llevará más de un minuto y que podremos hacer directamente desde nuestra Nintendo Switch. De modo que, si buscas desarrollar tu vida de granjero en un entorno acogedor y colorido, con un sistema en el que cada pequeña acción que realices te recompense con una mejora directa, entonces éste es tu juego.

Analizado en Nintendo Switch. Copia digital proporcionada por Nintendo.