
Nintendo Switch
PC
PlayStation 4
PlayStation 5
Stadia
Xbox
Xbox One
The Last Dance
EA Sports lanza su nueva edición de FIFA que apuesta por la continuidad de la fórmula y con pocos cambios.

0
0
0
Hay algo que ocurre con la saga FIFA que difícilmente se puede extrapolar a cualquier otra. Cuando publiqué mis impresiones sobre FIFA 22, comentaba que me había parecido una entrega correcta, divertida, con un ritmo pausado que invitaba al juego colectivo y no tanto al individualismo. Y hoy, poco más de un año después, puedo decir que ha sido una de las entregas con las que más me he aburrido y más rápido he dejado de jugar. Esto se debe a que Electronic Arts acostumbra frecuentemente a aplicar parches que modifican drásticamente el ritmo del juego. Y claro, eso nos lleva a una jugabilidad donde predominan los jugadores ágiles y veloces que puedan aprovecharse de los pases al hueco.
Tras un buen puñado de horas a FIFA 23, me siento como hace un año, con la sensación de estar ante la mejor entrega de FIFA hasta la fecha. No sé si mis sensaciones se mantendrán intactas a lo largo de la temporada, pero lo que tengo claro es que, en el momento de escribir estas líneas, estamos ante el mejor juego de fútbol. Principalmente porque no hay competencia, y aunque por ahí anda eFootball, da la sensación que ha claudicado ante la competencia y se limita a ofrecer su visión de lo que debería ser un simulador de fútbol a su pequeño nicho. No obstante, FIFA 23 es muy, pero que muy continuista con su propuesta. No hay novedades de peso, sí revisiones a algunos sistemas que se habían quedado anticuados, pero en líneas generales, no aporta nada a la fórmula. Cabe resaltar que FIFA 23 será la última entrega de la saga de EA Sports que lleve el nombre de la organización de fútbol, y es que ambas han decidido separarse tras unas negociaciones fallidas. De esta manera, para el próximo año estaremos hablando de EA Sports FC.

Empecemos por lo básico, las licencias. Si no me falla la memoria, FIFA 23 es el simulador de fútbol con más licencias de ligas, equipos, estadios, competiciones y jugadores de toda la historia. Una cantidad ingente que se divide en más de 9000 jugadores, 700 equipos, 100 estadios y 30 ligas. Competiciones como la Supercopa de Europa, la Europa League, la Champions League, la Conference League o el mismísimo Mundial -tanto masculino como femenino- están disponibles para cualquiera que compre el juego, aunque para la gran cita del fútbol mundial habrá que esperar a una actualización gratuita que se lanzará cerca del mes de diciembre. Entre las ligas destacan La Liga, la Premier League, la Bundesliga y la Serie A, que este año recupera a la Juventus tras haber finalizado su acuerdo de exclusividad con el título de Konami. Mención especial para la inclusión para una de las grandes novedades de este año, la presencia de clubes femeninos. La Barclays FA Women's Super League y la Division 1 Arkema se suman a las selecciones internacionales.
Sin embargo, sí impresiona ver la cantidad de jugadores que se han quedado sin un escaneo facial o lo poco realista que son algunas plantillas. Uno de los fichajes estrella del Liverpool este año, Darwin Núñez, poco o nada tiene que ver con su homónimo en la vida real. El caso más grave lo encontramos en los clubes de la LaLiga, que más allá de los equipos que acostumbran a mantenerse en lo alto de la tabla, el resto ha quedado totalmente desatendido. Clubes como el Real Valladolid, el Espanyol, el Elche o el Girona no cuentan con jugadores escaneados, tampoco con los himnos que suenan en sus estadios al inicio de cada partido, aunque sí se han actualizado los de otros clubes. Y, aprovechando este párrafo, tal vez sea el momento para actualizar a la afición, porque cada primer plano que se muestra en un festejo da para echarse las manos a la cabeza.
Uno de los mejores avances que trajo FIFA 22 fue la inclusión de la tecnología HyperMotion, una herramienta en la captura de movimientos que añadía miles de animaciones nuevas para todos los jugadores. Por supuesto, esta tecnología sólo podía aplicarse en las consolas de nueva generación como PlayStation 5 y Xbox Series X|S, aunque este año se suman a la ecuación Google Stadia -que cerrará sus servidores en enero de 2023- y PC. Estas plataformas se benefician del HyperMotion 2, que ahora permite a EA Sports introducir más de 6.000 animaciones para mejorar el aspecto de la simulación. Además, ya no es tanto cuántas animaciones haya, sino cómo la programación determina la que se va a utilizar. Para ello, el HyperMotion 2 tiene en cuenta lo que está sucediendo en cada jugada, y en función de todos los jugadores que intervienen en ella, si se están chocando, si el que cabecea se ha impulsado con las dos piernas o si el portero estaba inclinado hacia un ladu u otro, decide qué animación aplicar a cada jugador.
El cambio más significativo a nivel jugable es que ahora encontramos un juego más pausado. El juego rápido continúa presente, jugadores como Mbappé o Vinicius Jr son letales cuando reciben pases al hueco, pero no ocurre que veamos partidos frenéticos de idas y vueltas. Esta evolución en el rtimo del partido se debe a la inclusión del AcceleRATE, una nueva característica exclusiva para ciertos jugadores que determina cómo será su velocidad en función de sus rasgos de rapidez y aceleración. Van Dijk, por ejemplo, es un jugador lento pero de grandes zancadas, por lo que si un jugador como Mbappé se marcha rápidamente de su cobertura, le acabará alcanzando por eso mismo. Otro de los añadidos es la posibilidad de lanzar auténticos zapatazos que destrocen las mallas de la portería con un disparo potente. Pulsando L1+R1 o LB+RB junto al botón de disparo, activaremos este nuevo disparo, que será manual y no asistido, pero que en caso de acertar es prácticamente imposible de atajar para el guardamenta. No obstante, no es movimiento que se pueda ejecutar fácilmente, el jugador tarda dos segundos en colocarse para disparar, y la cámara realizará un zoom al jugador, por lo que el rival podrá ser astuto y lanzarse con todo a por el balón para bloquear el disparo. Entra en juego el factor riesgo-recompensa, y muchos tendrán que pensar si usarlo o no.
A pesar de lo continuista que resulta FIFA 23, EA Sports ha aprovechado este año de transición previo a su nueva licencia futbolística para renovar las jugadas a balón parado. Ahora se nos presenta la posibilidad de escoger en qué punto concreto del esférico queremos golpear. De esta manera, podremos cambiar la trayectoria del balón o del efecto en función de cómo sea nuestro golpeo. Las jugadas a balón parado, ya sea de falta o de córner, son ahora más satisfactorios que nunca. Los penaltis, por su parte, ahora cuentan con un medidor que se acerca a la pelota, por lo que si golpeamos en el momento justo, el balón irá a portería con muchísima potencia. Eleva sustancialmente el resto de disparar penaltis, aunque es extraño que alguien mande el esférico a la gradería, por lo que se pierde el factor de tener que colocar el balón en la portería de manera precisa.
La nueva jugabilidad, con un ritmo más cambiante en función de las características de cada equipo, ha conseguido que disfrute mucho más de lo que podía llegar a imaginar. Los partidos son más intensos, se ve una mayor variedad de equipos (tanto en el modo Temporadas como en Ultimate Team), y aunque se puede llegar a encajar varios goles seguidos sin que el rival se haya esforzado, ya no ocurre con tanta frecuencia como en FIFA 22. Lo que más me preocupa es la cantidad de errores no forzados que he visto en los jugadores. Los laterales, a nivel de posición, son un desastre. Suben constantemente al ataque, y cuando el rival nos roba la pelota en una zona peligrosa, es una rara avis que estén en su posición. Los centrales, más de lo mismo, rompen constantemente la línea del fuera de juego, y si bien es cierto que el HyperMotion ha permitido que la línea defensiva actue en sintonía, todavía queda mucho trabajo por hacer.
Dicho esto, Ultimate Team me ha dejado un mal sabor de boca. Disfruto como el que más con este modo de juego, de alguna manera evoca a mis recuerdos de la infancia cuando mi pasión era coleccionar los cromos de los futbolistas de LaLiga, pero siento que cada año que pasa, Ultimate Team se convierte en un pay to win en toda regla. Sé que a EA Sports les da exactamente igual; Ultimate Team se ha convertido en la gallina de los huevos de oro, genera beneficios inimaginables y la maquinaria no se puede detener por nada ni nadie. No quiero incidir en algo que ya se ha debatido, pero este año ha sido especialmente negativo ver como muchísimos jugadores habían invertido cantidades ingentes de dinero para conseguir las mejores cartas y poder comerciar con ellas para hacer su equipo soñado.
No todo es negativo para el gran baluarte de FIFA, que este año ha recibido el añadido del modo Momentos FUT, una serie de desafíos que podemos jugar en solitario y que nos permiten canjear jugosas recompensas. Todos estos desafíos van desde remontar a un partido a marcar un gol desde fuera del área. Al completar estas tareas, se nos recompensa con una nueva divisa que se puede canjear por más sobres o ítems cosméticos. A lo largo de estos desafíos nos encontraremos con capítulos temáticos centrados en momentos o en estrellas mundiales. El primero de ellos está protagonizado por, quién sino, Mbappé. La estrella francesa debutó en el Mónaco y más tarde daría el salto al PSG, y de ahí, ya se sabe, la gloria de alzar al cielo la Copa del Mundo en 2018. Estos desafíos requieren que tengamos a Mbappé en nuestro equipo, y nos presenta tareas como sumar nuestros primeros goles con jugadores del Mónaco o del PSG. Es un añadido resultón para aquellos jugadores de Ultimate Team que se centran en la variante para un jugador y que pedían más contenido.
Por lo demás, Ultimate Team presenta un rediseño en sistema de química, lo cual celebro enormemente. No es que haya cambiado drásticamente el sistema, pero sí lo suficiente como para que ahora se abra todo un abanico de posibilidades con plantillas y jugadores seleccionables. Una gran cantidad de aspectos que afectaban negativamente al rendimiento de nuestros jugadores se ha eliminado en FIFA 23. Aquello de controlar la lealtad de nuestros jugadores para aumentar sus atributos o la química general del equipo ha desaparecido. Por lo demás, es lo de siempre. Division Rivals no ofrece cambios y se mantiene junto a Squad Battles como una opción generosa para conseguir recompensas rápidamente en muy poco tiempo. La personalización profunda del estadio ahora permite configurar el himno y los cánticos que sonarán en nuestro estadio y los Objetivos ahora ofrecen recompensas jugosas sin la necesidad de invertir más tiempo del necesario.
Para el resto de modos, EA Sports ha decidido no agitar la coctelera, aunque si me lo preguntas, te diré que la pérdida del modo El Camino, aquella trilogía que contaba los pasos de Alex Hunter por el fútbol inglés, se ha notado enormemente. Este año no hay grandes novedades, lo único que destaca es la inclusión de Ted Lasso y el AFC Richmond al fútbol virtual. Ahora podemos jugar con estos personajes de la serie de televisión de Apple TV en el modo Carrera o elegir su equipación en Clubes Pro, Volta y FIFA Ultimate Team. El mencionado modo Carrera ha recibido una serie de ajustes para conseguir una experiencia mucho más satisfactoria, pero arrastra problemas de otras entregas. Si decidimos jugar como el delantero referencia, suele ocurrir que el entrenador nos pide jugar de extremo o de 10, y claro, si nos negamos nos invitan a tomar la puerta y buscarnos otro club. Estrambólico.
Por último, el modo Volta y Clubes Pro comparten progreso. De esta manera, podemos tener un mismo personaje en la vertiente callejera y en la profesional. Así, la progresión será mucho más satisfactoria y siempre se nos recompensará con el acceso a nuevos puntos de habilidad o a distintos cosméticos. El modo Volta incluye nuevos juegos de habilidad y unos ajustes para que el estilo de juego no sea demasiado frenético como en la última entrega, pero al mismo tiempo que incluye nuevos campos más grandes para aprovechar las posibilidades del fútbol callejero. Mientras que por su parte, Clubes Pro no termina de añadir nada sustancial. Se conforma con lo que hay, que no es poco.
CONCLUSIÓN
A lo largo de mis decenas de horas en FIFA 23 puedo decir que lo he disfrutado mucho. Como simulador de fútbol es, pese a sus fallos, un juego muy divertido que premia el juego colectivo y el hilvanar jugadas al mismo tiempo que ofrece un montón de contenido muy disfrutable. Sin embargo, por segunda temporada consecutiva, es un FIFA de transición, este año con mayor razón. EA Sports no ha querrido arriesgar, ha controlado el balón con total seguridad porque sabe que su rival peca de falta de ambición y pueden ganar fácilmente. Es lógico pensar que Electronic Arts se está guardando lo mejor para EA Sports FC.
Dicho esto, y para ti que cada año te haces la misma pregunta, ¿merece la pena FIFA 23? Pues a riesgo de pillarme los dedos, te diré que sí. En líneas generales te espera lo de cada año, en esta ocasión con más contenido que nunca. La defensa y el portero te van a agotar las reservas de Paracetamol, pero aún con todo, es un juego muy disfrutable.
Tras un buen puñado de horas a FIFA 23, me siento como hace un año, con la sensación de estar ante la mejor entrega de FIFA hasta la fecha. No sé si mis sensaciones se mantendrán intactas a lo largo de la temporada, pero lo que tengo claro es que, en el momento de escribir estas líneas, estamos ante el mejor juego de fútbol. Principalmente porque no hay competencia, y aunque por ahí anda eFootball, da la sensación que ha claudicado ante la competencia y se limita a ofrecer su visión de lo que debería ser un simulador de fútbol a su pequeño nicho. No obstante, FIFA 23 es muy, pero que muy continuista con su propuesta. No hay novedades de peso, sí revisiones a algunos sistemas que se habían quedado anticuados, pero en líneas generales, no aporta nada a la fórmula. Cabe resaltar que FIFA 23 será la última entrega de la saga de EA Sports que lleve el nombre de la organización de fútbol, y es que ambas han decidido separarse tras unas negociaciones fallidas. De esta manera, para el próximo año estaremos hablando de EA Sports FC.

Empecemos por lo básico, las licencias. Si no me falla la memoria, FIFA 23 es el simulador de fútbol con más licencias de ligas, equipos, estadios, competiciones y jugadores de toda la historia. Una cantidad ingente que se divide en más de 9000 jugadores, 700 equipos, 100 estadios y 30 ligas. Competiciones como la Supercopa de Europa, la Europa League, la Champions League, la Conference League o el mismísimo Mundial -tanto masculino como femenino- están disponibles para cualquiera que compre el juego, aunque para la gran cita del fútbol mundial habrá que esperar a una actualización gratuita que se lanzará cerca del mes de diciembre. Entre las ligas destacan La Liga, la Premier League, la Bundesliga y la Serie A, que este año recupera a la Juventus tras haber finalizado su acuerdo de exclusividad con el título de Konami. Mención especial para la inclusión para una de las grandes novedades de este año, la presencia de clubes femeninos. La Barclays FA Women's Super League y la Division 1 Arkema se suman a las selecciones internacionales.
"Tras un buen puñado de horas a FIFA 23, me siento como hace un año, con la sensación de estar ante la mejor entrega de FIFA hasta la fecha"
Sin embargo, sí impresiona ver la cantidad de jugadores que se han quedado sin un escaneo facial o lo poco realista que son algunas plantillas. Uno de los fichajes estrella del Liverpool este año, Darwin Núñez, poco o nada tiene que ver con su homónimo en la vida real. El caso más grave lo encontramos en los clubes de la LaLiga, que más allá de los equipos que acostumbran a mantenerse en lo alto de la tabla, el resto ha quedado totalmente desatendido. Clubes como el Real Valladolid, el Espanyol, el Elche o el Girona no cuentan con jugadores escaneados, tampoco con los himnos que suenan en sus estadios al inicio de cada partido, aunque sí se han actualizado los de otros clubes. Y, aprovechando este párrafo, tal vez sea el momento para actualizar a la afición, porque cada primer plano que se muestra en un festejo da para echarse las manos a la cabeza.


Uno de los mejores avances que trajo FIFA 22 fue la inclusión de la tecnología HyperMotion, una herramienta en la captura de movimientos que añadía miles de animaciones nuevas para todos los jugadores. Por supuesto, esta tecnología sólo podía aplicarse en las consolas de nueva generación como PlayStation 5 y Xbox Series X|S, aunque este año se suman a la ecuación Google Stadia -que cerrará sus servidores en enero de 2023- y PC. Estas plataformas se benefician del HyperMotion 2, que ahora permite a EA Sports introducir más de 6.000 animaciones para mejorar el aspecto de la simulación. Además, ya no es tanto cuántas animaciones haya, sino cómo la programación determina la que se va a utilizar. Para ello, el HyperMotion 2 tiene en cuenta lo que está sucediendo en cada jugada, y en función de todos los jugadores que intervienen en ella, si se están chocando, si el que cabecea se ha impulsado con las dos piernas o si el portero estaba inclinado hacia un ladu u otro, decide qué animación aplicar a cada jugador.
El cambio más significativo a nivel jugable es que ahora encontramos un juego más pausado. El juego rápido continúa presente, jugadores como Mbappé o Vinicius Jr son letales cuando reciben pases al hueco, pero no ocurre que veamos partidos frenéticos de idas y vueltas. Esta evolución en el rtimo del partido se debe a la inclusión del AcceleRATE, una nueva característica exclusiva para ciertos jugadores que determina cómo será su velocidad en función de sus rasgos de rapidez y aceleración. Van Dijk, por ejemplo, es un jugador lento pero de grandes zancadas, por lo que si un jugador como Mbappé se marcha rápidamente de su cobertura, le acabará alcanzando por eso mismo. Otro de los añadidos es la posibilidad de lanzar auténticos zapatazos que destrocen las mallas de la portería con un disparo potente. Pulsando L1+R1 o LB+RB junto al botón de disparo, activaremos este nuevo disparo, que será manual y no asistido, pero que en caso de acertar es prácticamente imposible de atajar para el guardamenta. No obstante, no es movimiento que se pueda ejecutar fácilmente, el jugador tarda dos segundos en colocarse para disparar, y la cámara realizará un zoom al jugador, por lo que el rival podrá ser astuto y lanzarse con todo a por el balón para bloquear el disparo. Entra en juego el factor riesgo-recompensa, y muchos tendrán que pensar si usarlo o no.


A pesar de lo continuista que resulta FIFA 23, EA Sports ha aprovechado este año de transición previo a su nueva licencia futbolística para renovar las jugadas a balón parado. Ahora se nos presenta la posibilidad de escoger en qué punto concreto del esférico queremos golpear. De esta manera, podremos cambiar la trayectoria del balón o del efecto en función de cómo sea nuestro golpeo. Las jugadas a balón parado, ya sea de falta o de córner, son ahora más satisfactorios que nunca. Los penaltis, por su parte, ahora cuentan con un medidor que se acerca a la pelota, por lo que si golpeamos en el momento justo, el balón irá a portería con muchísima potencia. Eleva sustancialmente el resto de disparar penaltis, aunque es extraño que alguien mande el esférico a la gradería, por lo que se pierde el factor de tener que colocar el balón en la portería de manera precisa.
"Ultimate Team me ha dejado un mal sabor de boca [...] siento que cada año que pasa, se convierte en un pay to win en toda regla. "
La nueva jugabilidad, con un ritmo más cambiante en función de las características de cada equipo, ha conseguido que disfrute mucho más de lo que podía llegar a imaginar. Los partidos son más intensos, se ve una mayor variedad de equipos (tanto en el modo Temporadas como en Ultimate Team), y aunque se puede llegar a encajar varios goles seguidos sin que el rival se haya esforzado, ya no ocurre con tanta frecuencia como en FIFA 22. Lo que más me preocupa es la cantidad de errores no forzados que he visto en los jugadores. Los laterales, a nivel de posición, son un desastre. Suben constantemente al ataque, y cuando el rival nos roba la pelota en una zona peligrosa, es una rara avis que estén en su posición. Los centrales, más de lo mismo, rompen constantemente la línea del fuera de juego, y si bien es cierto que el HyperMotion ha permitido que la línea defensiva actue en sintonía, todavía queda mucho trabajo por hacer.

Dicho esto, Ultimate Team me ha dejado un mal sabor de boca. Disfruto como el que más con este modo de juego, de alguna manera evoca a mis recuerdos de la infancia cuando mi pasión era coleccionar los cromos de los futbolistas de LaLiga, pero siento que cada año que pasa, Ultimate Team se convierte en un pay to win en toda regla. Sé que a EA Sports les da exactamente igual; Ultimate Team se ha convertido en la gallina de los huevos de oro, genera beneficios inimaginables y la maquinaria no se puede detener por nada ni nadie. No quiero incidir en algo que ya se ha debatido, pero este año ha sido especialmente negativo ver como muchísimos jugadores habían invertido cantidades ingentes de dinero para conseguir las mejores cartas y poder comerciar con ellas para hacer su equipo soñado.
No todo es negativo para el gran baluarte de FIFA, que este año ha recibido el añadido del modo Momentos FUT, una serie de desafíos que podemos jugar en solitario y que nos permiten canjear jugosas recompensas. Todos estos desafíos van desde remontar a un partido a marcar un gol desde fuera del área. Al completar estas tareas, se nos recompensa con una nueva divisa que se puede canjear por más sobres o ítems cosméticos. A lo largo de estos desafíos nos encontraremos con capítulos temáticos centrados en momentos o en estrellas mundiales. El primero de ellos está protagonizado por, quién sino, Mbappé. La estrella francesa debutó en el Mónaco y más tarde daría el salto al PSG, y de ahí, ya se sabe, la gloria de alzar al cielo la Copa del Mundo en 2018. Estos desafíos requieren que tengamos a Mbappé en nuestro equipo, y nos presenta tareas como sumar nuestros primeros goles con jugadores del Mónaco o del PSG. Es un añadido resultón para aquellos jugadores de Ultimate Team que se centran en la variante para un jugador y que pedían más contenido.


Por lo demás, Ultimate Team presenta un rediseño en sistema de química, lo cual celebro enormemente. No es que haya cambiado drásticamente el sistema, pero sí lo suficiente como para que ahora se abra todo un abanico de posibilidades con plantillas y jugadores seleccionables. Una gran cantidad de aspectos que afectaban negativamente al rendimiento de nuestros jugadores se ha eliminado en FIFA 23. Aquello de controlar la lealtad de nuestros jugadores para aumentar sus atributos o la química general del equipo ha desaparecido. Por lo demás, es lo de siempre. Division Rivals no ofrece cambios y se mantiene junto a Squad Battles como una opción generosa para conseguir recompensas rápidamente en muy poco tiempo. La personalización profunda del estadio ahora permite configurar el himno y los cánticos que sonarán en nuestro estadio y los Objetivos ahora ofrecen recompensas jugosas sin la necesidad de invertir más tiempo del necesario.
Para el resto de modos, EA Sports ha decidido no agitar la coctelera, aunque si me lo preguntas, te diré que la pérdida del modo El Camino, aquella trilogía que contaba los pasos de Alex Hunter por el fútbol inglés, se ha notado enormemente. Este año no hay grandes novedades, lo único que destaca es la inclusión de Ted Lasso y el AFC Richmond al fútbol virtual. Ahora podemos jugar con estos personajes de la serie de televisión de Apple TV en el modo Carrera o elegir su equipación en Clubes Pro, Volta y FIFA Ultimate Team. El mencionado modo Carrera ha recibido una serie de ajustes para conseguir una experiencia mucho más satisfactoria, pero arrastra problemas de otras entregas. Si decidimos jugar como el delantero referencia, suele ocurrir que el entrenador nos pide jugar de extremo o de 10, y claro, si nos negamos nos invitan a tomar la puerta y buscarnos otro club. Estrambólico.
Por último, el modo Volta y Clubes Pro comparten progreso. De esta manera, podemos tener un mismo personaje en la vertiente callejera y en la profesional. Así, la progresión será mucho más satisfactoria y siempre se nos recompensará con el acceso a nuevos puntos de habilidad o a distintos cosméticos. El modo Volta incluye nuevos juegos de habilidad y unos ajustes para que el estilo de juego no sea demasiado frenético como en la última entrega, pero al mismo tiempo que incluye nuevos campos más grandes para aprovechar las posibilidades del fútbol callejero. Mientras que por su parte, Clubes Pro no termina de añadir nada sustancial. Se conforma con lo que hay, que no es poco.

CONCLUSIÓN
A lo largo de mis decenas de horas en FIFA 23 puedo decir que lo he disfrutado mucho. Como simulador de fútbol es, pese a sus fallos, un juego muy divertido que premia el juego colectivo y el hilvanar jugadas al mismo tiempo que ofrece un montón de contenido muy disfrutable. Sin embargo, por segunda temporada consecutiva, es un FIFA de transición, este año con mayor razón. EA Sports no ha querrido arriesgar, ha controlado el balón con total seguridad porque sabe que su rival peca de falta de ambición y pueden ganar fácilmente. Es lógico pensar que Electronic Arts se está guardando lo mejor para EA Sports FC.
Dicho esto, y para ti que cada año te haces la misma pregunta, ¿merece la pena FIFA 23? Pues a riesgo de pillarme los dedos, te diré que sí. En líneas generales te espera lo de cada año, en esta ocasión con más contenido que nunca. La defensa y el portero te van a agotar las reservas de Paracetamol, pero aún con todo, es un juego muy disfrutable.
Jugado en PlayStation 5. Copia digital proporcionada por Electronic Arts.
Alternativas
FIFA 22
Una jugabilidad mucho más satisfactoria. Los FUT Momentos. La enorme cantidad de licencias.
Cómo están planteados los micropagos de Ultimate Team.
Aún con todo lo conservador que pueda llegar a ser, FIFA 23 es la experiencia definitiva de fútbol.