Análisis de Eriksholm: The Stolen Dream - ¡Todo por un hermano!

2025 está siendo un año lleno de grandes y mediáticos lanzamientos de videojuegos, pero la contrapartida de esto es la de que muchos otros que tienen mucho que aportar no están logrando llegar a un gran público. Posiblemente este sea el caso de Eriksholm: The Stolen Dream. Este título desarrollado por River End Game destaca en primer lugar por unas cinemáticas que muchos Triple A quisieran, pero además aportan un gameplay realmente interesante y entretenido, así como una historia muy cuidada. Eriksholm: The Stolen Dream está disponible en PlayStation 5, Xbox Series y PC.

Sigilo y un ritmo pausado en la búsqueda de nuestro hermano

Ante nosotros tenemos la historia de Hanna, quien vive junto a su hermano Herman. Esta descubre que su hermano está siendo perseguido por la policía, por lo que no duda en huir tras él para comprobar qué es lo que ha pasado, momento en el cual pasamos a ser también convictos buscados por la justicia. El desarrollo de la historia gira sobre esta premisa de huida, donde la ocultación pasa a ser un elemento que afecta directamente a las mecánicas principales de la jugabilidad del título. Seguir los pasos de Herman sin ser atrapados es el pilar principal de la narración y la jugabilidad.



El título nos propone un punto de vista aéreo de los diferentes lugares por los que nos movemos, de manera que tenemos un gran ángulo de visión del terreno y todos los elementos que encontramos en cada uno de ellos. Además es posible comprobar el rango de visión que tienen aquellos que nos buscan, por lo que no ponernos ante sus ojos es algo más sencillo con esta mecánica. Ahora bien, debemos movernos sobre las sombras, interactuar con elementos del escenario que nos proporcionen escondites, pero también utilizar otros para llamar la atención de la justicia lejos del camino que debemos tomar. Existen también estancias interiores, las cuales podemos observar por recovecos o ventanas previamente.

El sigilo y la infiltración están muy bien conseguidos, y la experiencia es realmente interesante, ya que además cada sección del juego nos propone puzles o situaciones que superar buscando la solución idónea para ello. Ir con prisa para llegar al siguiente escondite o ser paciente y esperar el momento adecuado es algo que debemos valorar en todo momento. Se echa en falta un poco más de variedad a la hora de solucionar según que situaciones, ya que en muchos casos las posibilidades están sujetas a un evento clave que debe ocurrir para poder proseguir. Por suerte el título cuenta con un buen sistema de puntos de control, por si somos descubiertos.

Más allá de Hanna, la experiencia nos presenta hasta 3 personajes controlables

Además de Hanna, en el título podemos tomar el control de dos personajes más. En este aspecto no vamos a revelar mucha información por si decidís jugar, que podáis descubrirlos por vosotros mismos. Lo que sí hay que explicar es que llegado el momento en el que somos dos o tres, en el grupo, es posible cambiar el control entre los diferentes personajes. Además cada uno de ellos dispone de diferentes habilidades o utensilios con los que distraer o noquear a los enemigos, por lo que combinar el uso de todos es esencial para avanzar. Lo único negativo en este apartado es lo que tardamos en poder controlar a más personajes que Hanna, o la ausencia de accesos rápidos para gestionar movimientos "en grupo" o "al mismo tiempo". En cualquier caso, la jugabilidad es una delicia con el mando en las manos. Eso sí, si eres de los que no aguantan ir despacio y con pausa en los videojuegos, esta experiencia es posible que no sea para ti.



Existen cantidad de coleccionables que nos amplían los conocimientos sobre la sociedad que rodea a la narración, pero sí que hemos notado que el número de estos elementos es demasiado alto, y en ocasiones hay algunas secciones que parecen meramente de recolección de coleccionables. La rejugabilidad del título reside precisamente en este punto de cara a los más completistas, ya que no son muchos los casos en los que se pueden experimentar diferentes soluciones con un peso importante como para querer rejugar zonas y experimentar otros procedimientos.

En lo artístico el juego destaca por un gran uso del Unreal Engine 5. Las escenas de vídeo lucen espectaculares, con un diseño de personajes, y especialmente de sus rostros y expresiones, que aportan un enorme realismo. Los escenarios también están muy cuidados, aunque con la vista aérea no destaca tanto el cuidado nivel visual del título. En lo sonoro tenemos un doblaje en inglés de un alto nivel, el cual va acompañado de textos en castellano. La música cuenta con una selección interesante y un sonido ambiente que acompaña de manera correcta la aventura, aunque quizás es lo menos destacable dentro de todo lo artístico que hace referencia al título.



CONCLUSIONES

Eriksholm: The Stolen Dream es un título que tiene muchas papeletas para convertirse en una de las grandes sorpresas que nos ha deparado este 2025. El título cuenta con un apartado técnico muy cuidado que incluso queda por encima de lo visto en títulos con presupuestos y equipos de desarrollo mucho más grandes. Es uno de esos videojuego que con poco que contar tiene mucho que aportar a una industria en la que cada día vemos menos ideas originales. Su temática de sigilo y juego pausado es cierto que puede no llamar la atención de todos los públicos, pero los amantes de esta temática tienen delante una de las mejores propuestas de los últimos años. Son muy pocas las carencias que presenta, y todas sus bondades destacan mucho más haciendo que aquellas mecánicas que echamos en falta no parezcan tan importantes.

Es este tipo de juegos y propuestas lo que necesita la industria independiente de los videojuegos, obras hechas con cariño e ideas propias.