Game Boy Advance
Esos locos bajitos
Piecito, Cera, Patito, Petrie, Púas y Tragón llegan a Game Boy Advance con ganas de dar guerra. ¿Lograrán hacerse un hueco en nuestros corazones?
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Piecito & Cia.
Piecito, aquel curioso y simpático dinosaurio que compartía protagonismo con sus amigos en las numerosas películas de En Busca del Valle Encantado, salta de nuevo de la pequeña pantalla al mundo de los videojuegos, está vez, en Game Boy Advance. Este grupo de pequeños y traviesos dinosaurios ha sabido abrirse un hueco dentro del mundo de los más jóvenes, gracias a sus películas, pero, ¿conseguirán mantener este listón con esta entrega para GBA?
Antes de entrar a valorar su argumento, posibilidades técnicas y demás debemos dejar claro desde un principio que este es un título que va claramente dirigido a un sector de la población: los pequeños de la casa.
Argumento y ambientación
Argumentalmente En busca del valle encantado: Into the Mysterious Beyond no se come una rosca. La trama, -si puede llamarse así- se nos antoja demasiado simple, pero está claro que un juego de este tipo no necesita una que sea demasiado elaborada.
Nuestra aventura comienza cuando Tragón se adentra dentro de las profundidades del bosque sin darse cuenta. Más tarde Piecito y sus amigos se dan cuenta de que Tragón ha desaparecido, así que van en su búsqueda y se adentran dentro de la misteriosa tierra del más allá, lugar por donde en nuestra pequeña aventura nos iremos introduciendo cada vez más a lo largo de nuestra aventura y que comprende toda una serie de selvas y montañas.
Y sin más dilación pasemos a comentar lo que nos ofrece este título en cuanto a apartado técnico.
Gráficos
Y dentro del apartado gráfico vuelve a repetirse lo mismo que pasaba con el argumento. De manera general Into the Mysterious Beyond peca de una simpleza gráfica que sólo se salva en los modelados de los protagonistas de la historia. Los escenarios son más estáticos que la Mona Lisa de Da Vinci y que en muchas ocasiones incluso estarán formados por dos o tres elementos de la paleta de colores, aunque la variedad de estos es muy amplia. Recorreremos desérticos barrancos, húmedas selvas, peligrosos ríos y nevadas cumbres. La calidad de los escenarios es francamente irregular ya que las zonas más próximas a la pantalla son muy coloridas pero a medida que nos alejamos un poco del foco de la acción estos pierden bastante calidad, llegando incluso a parecer trazos de un niño de tres años. Pero lo más reseñable de los escenarios es la quietud que los envuelve ya que en muchas ocasiones nos da la impresión de que se moverá antes una estatua que ellos. En lo referente a los enemigos, hay que objetar que muchos de ellos parecen figuritas de cartón piedra, otros simplemente son "algo" que nunca logramos descifrar y otros pocos -por no decir uno- como el dinosaurio Rex sobresalen.
En general, las animaciones de los personajes son secas y sin gracia alguna. El diseño de los menús no es malo, aunque podría haber estado mejor. De éstos destaca su gran colorido.
Piecito, aquel curioso y simpático dinosaurio que compartía protagonismo con sus amigos en las numerosas películas de En Busca del Valle Encantado, salta de nuevo de la pequeña pantalla al mundo de los videojuegos, está vez, en Game Boy Advance. Este grupo de pequeños y traviesos dinosaurios ha sabido abrirse un hueco dentro del mundo de los más jóvenes, gracias a sus películas, pero, ¿conseguirán mantener este listón con esta entrega para GBA?
Antes de entrar a valorar su argumento, posibilidades técnicas y demás debemos dejar claro desde un principio que este es un título que va claramente dirigido a un sector de la población: los pequeños de la casa.
Argumento y ambientación
Argumentalmente En busca del valle encantado: Into the Mysterious Beyond no se come una rosca. La trama, -si puede llamarse así- se nos antoja demasiado simple, pero está claro que un juego de este tipo no necesita una que sea demasiado elaborada.
Nuestra aventura comienza cuando Tragón se adentra dentro de las profundidades del bosque sin darse cuenta. Más tarde Piecito y sus amigos se dan cuenta de que Tragón ha desaparecido, así que van en su búsqueda y se adentran dentro de la misteriosa tierra del más allá, lugar por donde en nuestra pequeña aventura nos iremos introduciendo cada vez más a lo largo de nuestra aventura y que comprende toda una serie de selvas y montañas.
Y sin más dilación pasemos a comentar lo que nos ofrece este título en cuanto a apartado técnico.
Gráficos
Y dentro del apartado gráfico vuelve a repetirse lo mismo que pasaba con el argumento. De manera general Into the Mysterious Beyond peca de una simpleza gráfica que sólo se salva en los modelados de los protagonistas de la historia. Los escenarios son más estáticos que la Mona Lisa de Da Vinci y que en muchas ocasiones incluso estarán formados por dos o tres elementos de la paleta de colores, aunque la variedad de estos es muy amplia. Recorreremos desérticos barrancos, húmedas selvas, peligrosos ríos y nevadas cumbres. La calidad de los escenarios es francamente irregular ya que las zonas más próximas a la pantalla son muy coloridas pero a medida que nos alejamos un poco del foco de la acción estos pierden bastante calidad, llegando incluso a parecer trazos de un niño de tres años. Pero lo más reseñable de los escenarios es la quietud que los envuelve ya que en muchas ocasiones nos da la impresión de que se moverá antes una estatua que ellos. En lo referente a los enemigos, hay que objetar que muchos de ellos parecen figuritas de cartón piedra, otros simplemente son "algo" que nunca logramos descifrar y otros pocos -por no decir uno- como el dinosaurio Rex sobresalen.
En general, las animaciones de los personajes son secas y sin gracia alguna. El diseño de los menús no es malo, aunque podría haber estado mejor. De éstos destaca su gran colorido.