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Análisis de Dynasty Warriors Origins, el musou más espectacular de todos los tiempos
Dynasty Warriors Origins implica batallas épicas e históricas, con uno de los mejores gameplays del género de los musous. Y todo esto acompañado de un apartado artístico genial.
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Dynasty Warriors lleva innumerables entregas a sus espaldas, y con cada título de la serie siempre quedaba el resquemor de estar jugando lo mismo, pero un poco más grande, o con más opciones. Dynasty Warriors Origins ha ido un paso más allá, y cuando decimos que es "el padre" del género de los musous ahora esto se acentúa por haber dado el salto cualitativo que requería el género. Sí, es normal equiparar los musous a simplemente machacar botones mientras destrozamos cientos y miles de enemigos, y de hecho en esta entrega seguimos arrasando ejércitos completos, pero se acabó eso de aporrear botones. Características como el parry y las esquivas ahora se tornan de gran importancia, haciendo que el título sea más divertido que nunca. Y pese a haber empezado a construir la casa por el tejado, queríamos hacer especial hincapié al inicio del análisis sobre la evolución del gameplay, ya que es algo que le ha sentado de maravilla a este Dynasty Warriors, el cual se encuentra ya disponible en PlayStation 5, Xbox Series y PC.
La historia nos lleva a la piel de un personaje al cual personalizamos su nombre. Este ha olvidado todos sus recuerdos, por lo que la historia de Dynasty Warriors Origins no solo girará en torno al Romance de los Tres Reinos, también a la de este personaje que se va topando con personas de su pasado a la par que va recuperando su memoria. En cuanto a la narración nos encontramos ante una gran historia como el ya mencionado Romance de los Tres Reinos, y pese a estar contada con muchísimo detalle y tener interacciones de personajes históricos de la serie, lo cierto es que se acaba haciendo algo pesada dada su densidad. Algo que sí nos ha gustado mucho es que llegado cierto punto del juego debemos seleccionar a qué bando seguir y mostrar nuestro apoyo, lo que hace que la historia tenga un cambio de rumbo. Al terminar el juego podemos acceder a un selector de capítulos para jugar aquellas batallas que nos lleven a tomar otro rumbo en la historia, por lo que es posible vivir todos los acontecimientos sin tener que empezar una partida de cero. Si completar una senda lleva en torno a unas 30 horas, teniendo en cuenta que nos hemos parado en misiones y eventos opcionales, conseguir el 100% del juego puede andar en torno de las 100 horas.

Como hemos mencionado, el protagonista es un personaje desconocido en la serie, y lo cierto es que no acaba de encajar entre las grandes entidades históricas a las que acompañamos en el campo de batalla o fuera de este. Su diseño sombrío se relaciona a la perfección, por lástima, con la ausencia de carisma del personaje. Es interesante tener un punto de vista fuera de los personajes típicos de la serie, pero esto sería aún más favorable si el desarrollo del protagonista fuese más al compás del universo. Por otro lado, rostros históricos como Cao Cao, Lu Bu, Liu Bei, Guan Yu, Dong Zhuo, Sun Shangxiang y un largo etcétera componen la lista de aquellos personajes conocidos por todos que forman parte del juego. Por desgracia no existe ningún modo de juego en los que tomar el control de estos propiamente dicho, pero en la historia podemos seleccionar al personaje que queremos que nos acompañe, de forma que podemos tomar su control en momentos puntuales.
Ahora bien, vamos a meternos de lleno a hablar del gameplay. Como en todo musou nos encontramos ante un título en el que podemos acabar con decenas y centenares de enemigos en pocos segundos y sin muchos esfuerzo, pero este Dynasty Warriors ha potenciado el nivel y número de generales. Estos enemigos son mucho más duros que el resto y además nos presentan un mayor riesgo y requieren adquirir una mayor habilidad de combate para acabar con ellos. Las esquivas y los parrys son esenciales para bajarles la resistencia, así como tener en cuenta qué tipos de ataques se pueden bloquear o no, así como el cómo hacerlo. Otra pieza fundamental del combate son los artes de combate, algunos comunes para todo el tipo de armas, pero otros específicos para ellas. Para utilizar estos debemos rellenar la energía necesaria para desencadenar estos movimientos. Los poderosos ataques musous vuelven a la palestra, y con ellos encontramos el modo rabia con el que sacar todo nuestro potencial, así como otras mecánicas más que enriquecen el gameplay.

Tal y como hemos adelantado antes, es posible controlar a alguno de los personajes más míticos de la historia de Dynasty Warriors, aunque por desgracia esto es una habilidad que solo podemos utilizar cuando acumulamos la energía necesaria. En cualquier caso, se trata de una posibilidad a la que hay que sacar el máximo partido posible, ya que se trata de momentos en los que podemos dar un giro al combate si estamos decayendo. Los duelos es otro factor muy interesante de este título, y es que en determinados momentos los generales más poderosos nos retan a un 1vs1, de manera que pasamos a una lucha cara a cara contra aquellos que osan a retarnos. Por último, pero no menos importante, hay que destacar aquellos momentos de la batalla en los que ambos bandos, tanto nosotros, como el rival, intentan potenciar su marcha. Para hacer que esto ocurra, ya sea potenciando a nuestro bando, o parando los pies al rival, tenemos que cumplir ciertos requisitos, como acabar con determinados número de rivales o generales, o llegando a determinados puntos del mapa.
El terreno de combate es algo que nos ha gustado mucho. No todo es avanzar hacia el enemigo y acabar con el, especialmente en los niveles de dificultad más altos. Debemos estar pendientes del minimapa en el que vemos la situación de la batalla. Observar las bases controladas por el enemigo para recuperarlas y tomar ventaja, revisar la salud de nuestros aliados por si tenemos que ir a ayudarlos o tener que escapar cuando es necesario son solo algunas de las decisiones que tenemos que tomar en tiempo real. Especial mención requieren también los acantilados que evitan nuestro avance haciéndonos que busquemos otras opciones, o bien aquellas zonas de agua por las que podemos nadar o simplemente desplazarnos con muchas mas lentitud. También existen escaleras en algunas ubicaciones, así como nuestro ejército puede montar torreones para hacernos escalar las murallas más altas. Hay escenarios que son realmente amplios y por ello no faltan a la cita los caballos. A lo largo de la aventura podemos ir consiguiendo varios, así como vamos haciendo que mejoren sus estadísticas cuando nos acompañan en las batallas.

Nuestro personaje dispone de una habilidad que nos ofrece un punto de visto en "modo pájaro" del terreno de combate, pudiendo identificar las fuerzas enemigos con mayor detalle. Esto en principio nos sirve para simplemente observar mejor el terreno de combate, pero después nos ofrece la oportunidad de hallar fuentes mágicas utilizadas por el enemigo. Pero sin lugar a dudas, lo más importante de esta característica lo conseguimos bien avanzados en la trama, y es la posibilidad de encomendar directrices a los soldados que se han unido a nosotros. Podemos organizar formaciones defensivas, salvas de flechas y otras posibilidades muy interesantes. Para poder conseguir más miembros que sigan nuestros pasos debemos completar tareas opcionales, para así incrementar el número de seguidores. Sacar el máximo provecho a todas las posibilidades del gameplay hace que en muchas ocasiones nos olvidemos de que estamos ante un musou, ya que la cantidad de posibilidades que tenemos en nuestras manos es muy potente.
La historia cuenta con tres niveles de dificultad en un principio, y tras acabar la historia desbloqueamos un cuarto nivel de dificultad. Por suerte, podemos continuar en el mismo registro guardado para ver el 100% del contenido, incluyendo la posibilidad de seleccionar el nivel de dificultad que queremos en cada batalla. Además de las batallas principales existen diferentes tipos de misiones secundarias que suelen tener una duración menor a las principales, así como también desbloqueamos un sistema de entrenamientos que nos van encomendando los diferentes personajes con los que entablamos relación a lo largo de la historia. Estos entrenamientos nos ofrecen misiones acumulativas como realizar determinado número de ataques específicos con según que arma u otros similares. Y si la diversión que ofrecen los 9 tipos de armas (con decenas de variantes en cuanto a estadísticas) fuese poca razón como para ir intercalando el uso de estas, en estas misiones encontramos una razón más, ya que con ellos conseguimos puntos de habilidad adicionales que poder emplear en los árboles de mejora que vamos desbloqueando en el progreso de la aventura.

En lo artístico nos encontramos con un apartado gráfico realmente sensacional, donde destacan los grandes efectos visuales en las batallas. Otro factor muy importante es el genial rendimiento del título, incluyendo opciones de hasta 120 fps en consola. Sin lugar a dudas es un juego que entra por los ojos cuando lo ves, ya que muestra una enorme espectacularidad. En lo sonoro destaca un fabuloso doblaje de voces en japonés, y unas melodías que acompañan correctamente las enormes batallas que tenemos ante nosotros, y melodías más "majestuosas" en esos momentos previos en los que los bandos preparan los combates.
CONCLUSIONES
Dynasty Warriors Origins ha demostrado que hasta el género de videojuegos más clásico puede evolucionar y ofrecer algo nuevo a los jugadores. El trabajo de Omega Force llega a las tiendas con una propuesta muy buen llevada con la que podemos disfrutar durante decenas de horas. La historia, aunque larga y algo pesada, nos presenta la mejor representación del Romance de los Tres Reinos. En cuanto a jugabilidad se refiere las sensaciones son realmente buenas, y disponemos de un sin fin de posibilidades en el terreno de batalla. Quizás el mayor punto negativo que le encontramos a la obra es la inclusión de un protagonista que no está a la altura de los personajes clásicos de la serie. En cualquier caso, si eres amante de los musou, o de los títulos de acción y combate en general, debes probar este nuevo Dynasty Warriors.
La historia nos lleva a la piel de un personaje al cual personalizamos su nombre. Este ha olvidado todos sus recuerdos, por lo que la historia de Dynasty Warriors Origins no solo girará en torno al Romance de los Tres Reinos, también a la de este personaje que se va topando con personas de su pasado a la par que va recuperando su memoria. En cuanto a la narración nos encontramos ante una gran historia como el ya mencionado Romance de los Tres Reinos, y pese a estar contada con muchísimo detalle y tener interacciones de personajes históricos de la serie, lo cierto es que se acaba haciendo algo pesada dada su densidad. Algo que sí nos ha gustado mucho es que llegado cierto punto del juego debemos seleccionar a qué bando seguir y mostrar nuestro apoyo, lo que hace que la historia tenga un cambio de rumbo. Al terminar el juego podemos acceder a un selector de capítulos para jugar aquellas batallas que nos lleven a tomar otro rumbo en la historia, por lo que es posible vivir todos los acontecimientos sin tener que empezar una partida de cero. Si completar una senda lleva en torno a unas 30 horas, teniendo en cuenta que nos hemos parado en misiones y eventos opcionales, conseguir el 100% del juego puede andar en torno de las 100 horas.

Como hemos mencionado, el protagonista es un personaje desconocido en la serie, y lo cierto es que no acaba de encajar entre las grandes entidades históricas a las que acompañamos en el campo de batalla o fuera de este. Su diseño sombrío se relaciona a la perfección, por lástima, con la ausencia de carisma del personaje. Es interesante tener un punto de vista fuera de los personajes típicos de la serie, pero esto sería aún más favorable si el desarrollo del protagonista fuese más al compás del universo. Por otro lado, rostros históricos como Cao Cao, Lu Bu, Liu Bei, Guan Yu, Dong Zhuo, Sun Shangxiang y un largo etcétera componen la lista de aquellos personajes conocidos por todos que forman parte del juego. Por desgracia no existe ningún modo de juego en los que tomar el control de estos propiamente dicho, pero en la historia podemos seleccionar al personaje que queremos que nos acompañe, de forma que podemos tomar su control en momentos puntuales.
Ahora bien, vamos a meternos de lleno a hablar del gameplay. Como en todo musou nos encontramos ante un título en el que podemos acabar con decenas y centenares de enemigos en pocos segundos y sin muchos esfuerzo, pero este Dynasty Warriors ha potenciado el nivel y número de generales. Estos enemigos son mucho más duros que el resto y además nos presentan un mayor riesgo y requieren adquirir una mayor habilidad de combate para acabar con ellos. Las esquivas y los parrys son esenciales para bajarles la resistencia, así como tener en cuenta qué tipos de ataques se pueden bloquear o no, así como el cómo hacerlo. Otra pieza fundamental del combate son los artes de combate, algunos comunes para todo el tipo de armas, pero otros específicos para ellas. Para utilizar estos debemos rellenar la energía necesaria para desencadenar estos movimientos. Los poderosos ataques musous vuelven a la palestra, y con ellos encontramos el modo rabia con el que sacar todo nuestro potencial, así como otras mecánicas más que enriquecen el gameplay.

Tal y como hemos adelantado antes, es posible controlar a alguno de los personajes más míticos de la historia de Dynasty Warriors, aunque por desgracia esto es una habilidad que solo podemos utilizar cuando acumulamos la energía necesaria. En cualquier caso, se trata de una posibilidad a la que hay que sacar el máximo partido posible, ya que se trata de momentos en los que podemos dar un giro al combate si estamos decayendo. Los duelos es otro factor muy interesante de este título, y es que en determinados momentos los generales más poderosos nos retan a un 1vs1, de manera que pasamos a una lucha cara a cara contra aquellos que osan a retarnos. Por último, pero no menos importante, hay que destacar aquellos momentos de la batalla en los que ambos bandos, tanto nosotros, como el rival, intentan potenciar su marcha. Para hacer que esto ocurra, ya sea potenciando a nuestro bando, o parando los pies al rival, tenemos que cumplir ciertos requisitos, como acabar con determinados número de rivales o generales, o llegando a determinados puntos del mapa.
El terreno de combate es algo que nos ha gustado mucho. No todo es avanzar hacia el enemigo y acabar con el, especialmente en los niveles de dificultad más altos. Debemos estar pendientes del minimapa en el que vemos la situación de la batalla. Observar las bases controladas por el enemigo para recuperarlas y tomar ventaja, revisar la salud de nuestros aliados por si tenemos que ir a ayudarlos o tener que escapar cuando es necesario son solo algunas de las decisiones que tenemos que tomar en tiempo real. Especial mención requieren también los acantilados que evitan nuestro avance haciéndonos que busquemos otras opciones, o bien aquellas zonas de agua por las que podemos nadar o simplemente desplazarnos con muchas mas lentitud. También existen escaleras en algunas ubicaciones, así como nuestro ejército puede montar torreones para hacernos escalar las murallas más altas. Hay escenarios que son realmente amplios y por ello no faltan a la cita los caballos. A lo largo de la aventura podemos ir consiguiendo varios, así como vamos haciendo que mejoren sus estadísticas cuando nos acompañan en las batallas.

Nuestro personaje dispone de una habilidad que nos ofrece un punto de visto en "modo pájaro" del terreno de combate, pudiendo identificar las fuerzas enemigos con mayor detalle. Esto en principio nos sirve para simplemente observar mejor el terreno de combate, pero después nos ofrece la oportunidad de hallar fuentes mágicas utilizadas por el enemigo. Pero sin lugar a dudas, lo más importante de esta característica lo conseguimos bien avanzados en la trama, y es la posibilidad de encomendar directrices a los soldados que se han unido a nosotros. Podemos organizar formaciones defensivas, salvas de flechas y otras posibilidades muy interesantes. Para poder conseguir más miembros que sigan nuestros pasos debemos completar tareas opcionales, para así incrementar el número de seguidores. Sacar el máximo provecho a todas las posibilidades del gameplay hace que en muchas ocasiones nos olvidemos de que estamos ante un musou, ya que la cantidad de posibilidades que tenemos en nuestras manos es muy potente.
La historia cuenta con tres niveles de dificultad en un principio, y tras acabar la historia desbloqueamos un cuarto nivel de dificultad. Por suerte, podemos continuar en el mismo registro guardado para ver el 100% del contenido, incluyendo la posibilidad de seleccionar el nivel de dificultad que queremos en cada batalla. Además de las batallas principales existen diferentes tipos de misiones secundarias que suelen tener una duración menor a las principales, así como también desbloqueamos un sistema de entrenamientos que nos van encomendando los diferentes personajes con los que entablamos relación a lo largo de la historia. Estos entrenamientos nos ofrecen misiones acumulativas como realizar determinado número de ataques específicos con según que arma u otros similares. Y si la diversión que ofrecen los 9 tipos de armas (con decenas de variantes en cuanto a estadísticas) fuese poca razón como para ir intercalando el uso de estas, en estas misiones encontramos una razón más, ya que con ellos conseguimos puntos de habilidad adicionales que poder emplear en los árboles de mejora que vamos desbloqueando en el progreso de la aventura.

En lo artístico nos encontramos con un apartado gráfico realmente sensacional, donde destacan los grandes efectos visuales en las batallas. Otro factor muy importante es el genial rendimiento del título, incluyendo opciones de hasta 120 fps en consola. Sin lugar a dudas es un juego que entra por los ojos cuando lo ves, ya que muestra una enorme espectacularidad. En lo sonoro destaca un fabuloso doblaje de voces en japonés, y unas melodías que acompañan correctamente las enormes batallas que tenemos ante nosotros, y melodías más "majestuosas" en esos momentos previos en los que los bandos preparan los combates.
CONCLUSIONES
Dynasty Warriors Origins ha demostrado que hasta el género de videojuegos más clásico puede evolucionar y ofrecer algo nuevo a los jugadores. El trabajo de Omega Force llega a las tiendas con una propuesta muy buen llevada con la que podemos disfrutar durante decenas de horas. La historia, aunque larga y algo pesada, nos presenta la mejor representación del Romance de los Tres Reinos. En cuanto a jugabilidad se refiere las sensaciones son realmente buenas, y disponemos de un sin fin de posibilidades en el terreno de batalla. Quizás el mayor punto negativo que le encontramos a la obra es la inclusión de un protagonista que no está a la altura de los personajes clásicos de la serie. En cualquier caso, si eres amante de los musou, o de los títulos de acción y combate en general, debes probar este nuevo Dynasty Warriors.
Copia digital proporcionada por PLAION.
Alternativas
Origins es el mejor en su género, pero puedes probar los de Zelda, Fire Emblem o One Piece si buscas musous enfocados a otras series.
El arsenal y la cantidad de habilidades generan un gameplay muy divertido. La historia principal ...
... aunque termina haciéndose pesada. La falta de carisma de nuestro protagonista.
Dynasty Warriors renueva un gameplay que parecía que no podía evolucionar, haciendo así un juego muy divertido y que engancha durante horas.