
Xbox 360
Ejército infinito
Son más de ocho, pero hay chinos como para ocho entregas más.
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Las entregas de Dynasty Warriors son como las películas de Jason Statham, sabes que va a ver otra dentro de muy poco y que será muy parecida a la anterior. Pero la fórmula vende, sobre todo en oriente y por eso se ha buscado llevar el género Musou a otras licencias como son el caso de One Piece, Fist of the North Star o Gundam. Pero hoy nos toca hablar del octavo Dynasty Warriors, serie que inició el camino del éxito al basarse en Romance de los Tres Reinos, una novela histórica china del siglo XIV que cuenta el final de la Dinastía Han y la era que da nombre al texto. O eso dice Wikipedia. Lo cierto es que o en Omega Force (los creadores) son muy fanaticos de la novela o en Koei (la distribuidora) no dudan de que el éxito de la serie se mantiene inexorable. Sea cual sea el caso, hay novedades en esta nueva entrega, más allá de nuevos niveles o nuevos personajes que encarnar. Como ya es tradición, nos adentramos en los digitalizados pasajes del la historia china a base de combos y mamporros.
One Man Army
Los ingredientes de la mezcla no caducan y tenemos ante nosotros los mismos fundamentos que conocemos de anteriores trabajos de esta desarrolladora. Nuestro impasible protagonista centrará la atención de todos los enemigos que aparecerán en pantalla formando batallones, mientras con nuestras cadenas de golpes los eliminamos en grandes cantidades mientras el contador de muertes no deja de crecer (cada cierto número, tendremos un aviso en mitad de la pantalla). Podrán acompañarnos otros soldados, pero la mayoría de las veces nuestros rivales intentarán rodearnos esparando el momento oportuno para golpearnos y fastidiarnos el combo. Solo la aparición de algún lugarteniente con nombre y apellidos conseguirá llamar nuestra atención, ya que estos enemigos tienen mucha más energía que descontar y están aleccionados para que intenten atacarnos antes de que lo hagamos nosotros.
En ocasiones soltarán objetos que potenciarán nuestros atributos de forma temporal o mejorarán nuestras prestaciones al subir de nivel, momento en el que tendremos que ir al socorrido menú para ver nuestro progreso. Por lo demás, tendremos que recorrer los escenarios para llegar hasta los puntos claves en los que encontraremos más y más enemigos. Para aliviar un poco las caminatas, podremos utilizar a nuestro caballo, con pulsar el gatillo izquierdo llegará nuestro equino dispuesto a llevarnos al combate (y sí, podremos golpear subidos en su grupa).
Lo mejor de todo el sistema de juego, son las variantes de ataque. Los dos golpes principales permiten que creemos cadenas de golpes, sobre todo porque también podemos alternar con las armas que llevamos (alguna realmente estrafalaria) pero hasta que no consigamos más nivel o rellenemos las barras especiales no podremos disfrutar del verdadero potencial del juego. Las tres barras de especiales desencadenan un golpe especial que puede ejecutarse de tres maneras diferentes: al saltar, con un arma o con la secundaria. A esto se suma la "rabia", otra barrita en vertical que nos proporciona un poder desmesurado durante un breve periodo de tiempo. No tardaremos en darnos cuenta que lo mejor es reservar estas acciones para los enemigos finales, ya que el resto de enemigos son carne de cañón y si gastamos estos movimientos con ellos es simplemente para ver a decenas de muñecos volar por la pantalla ante nuestras arremetidas.
One Man Army
Los ingredientes de la mezcla no caducan y tenemos ante nosotros los mismos fundamentos que conocemos de anteriores trabajos de esta desarrolladora. Nuestro impasible protagonista centrará la atención de todos los enemigos que aparecerán en pantalla formando batallones, mientras con nuestras cadenas de golpes los eliminamos en grandes cantidades mientras el contador de muertes no deja de crecer (cada cierto número, tendremos un aviso en mitad de la pantalla). Podrán acompañarnos otros soldados, pero la mayoría de las veces nuestros rivales intentarán rodearnos esparando el momento oportuno para golpearnos y fastidiarnos el combo. Solo la aparición de algún lugarteniente con nombre y apellidos conseguirá llamar nuestra atención, ya que estos enemigos tienen mucha más energía que descontar y están aleccionados para que intenten atacarnos antes de que lo hagamos nosotros.
En ocasiones soltarán objetos que potenciarán nuestros atributos de forma temporal o mejorarán nuestras prestaciones al subir de nivel, momento en el que tendremos que ir al socorrido menú para ver nuestro progreso. Por lo demás, tendremos que recorrer los escenarios para llegar hasta los puntos claves en los que encontraremos más y más enemigos. Para aliviar un poco las caminatas, podremos utilizar a nuestro caballo, con pulsar el gatillo izquierdo llegará nuestro equino dispuesto a llevarnos al combate (y sí, podremos golpear subidos en su grupa).
Lo mejor de todo el sistema de juego, son las variantes de ataque. Los dos golpes principales permiten que creemos cadenas de golpes, sobre todo porque también podemos alternar con las armas que llevamos (alguna realmente estrafalaria) pero hasta que no consigamos más nivel o rellenemos las barras especiales no podremos disfrutar del verdadero potencial del juego. Las tres barras de especiales desencadenan un golpe especial que puede ejecutarse de tres maneras diferentes: al saltar, con un arma o con la secundaria. A esto se suma la "rabia", otra barrita en vertical que nos proporciona un poder desmesurado durante un breve periodo de tiempo. No tardaremos en darnos cuenta que lo mejor es reservar estas acciones para los enemigos finales, ya que el resto de enemigos son carne de cañón y si gastamos estos movimientos con ellos es simplemente para ver a decenas de muñecos volar por la pantalla ante nuestras arremetidas.
Información del juego
Fecha de lanzamiento: 19 de julio de 2013
Desarrollado por:
Omega Force