Cazadores por el día, presas por la noche

Versión analizada: Xbox One.

Dying Light ya a está a la venta para PS4, Xbox One y PC, aunque por el momento sólo en formato digital. Los que quieran comprar el juego en formato físico tendrán que esperar hasta el 27 de febrero. Cabe destacar que estamos ante un trabajo de Techland, los padres de la serie Dead Island.

Nos sumergimos en Harran, una ciudad que se encuentra aislada del resto por un brote zombie. Kyle Crane es el protagonista del que tomamos el control y el mismo que tiene como misión encontrar datos a cerca de la posible cura del virus. Durante la historia varios giros de argumentación, mentiras de unos bandos, o verdades de otros nos hará movernos y conocer a diferentes grupos que habitan en el lugar. El resto es mejor que cada uno lo compruebe y viva por si mismo.

En primer lugar tenemos que empezar explicando qué es lo que hace a este "sandbox de zombies" especial respecto a los demás. Para empezar tenemos una faceta de parkour con gran protagonismo durante el juego, por lo que es posible correr, trepar por edificios y estructuras, así como saltar por los tejados a toda velocidad. El sistema no llega a tener una profundidad tan grande como la de Mirror's Edge pero sin lugar a dudas cumple con creces y se lleva a cabo de una forma bien sencilla. Como única penalización es este aspecto tenemos algunos fallos a la hora de saltar al estar colgando de algunos salientes y querer alcanzar otros, pero son casos puntuales.

El segundo pilar fundamental de Dying Light es el ciclo de día-noche. Con el sol fuera podemos salir casi sin preocupaciones ya que los zombies no presentan grandes problemas en pequeños grupos, pero cuando la ciudad se oscurece todo cambia. Llegado ese momento una nueva clase de zombies llamada "Coléricos" entra en escena. Estos enemigos son muchos más feroces, saltan muchísimo, así como se desplazan de una forma muy rápida y no dudan en seguirnos a toda velocidad para acabar con nosotros. Es difícil acabar con ellos y lo mejor en nuestras primeras noches de juego es echarnos a dormir en alguno de los refugios que podemos montar por el mapa, así no nos tendremos que ver las caras con ellos. También se puede dormir por el día si queremos proceder de forma más rápida a las noches. Además de los "Coléricos" a lo largo de la historia van apareciendo otras clases de zombies que tienen sus propias habilidades.

Otro aspecto con el que se ha trabajado de una forma muy acertada es el ruido. En todos los juegos del género el ruido atrae a los zombies, pero en este caso hay muchos más detalles que cuidar al respecto. El parkour hace que en ocasiones caigamos desde tejados altos y que causemos ruido en coches, objetos que rompemos, etc. Las armas de fuego y explosiones también ocasionan ruido y atrae la atención de los enemigos. Por el contrario podemos usar también el ruido a nuestro favor para hacer que las hordas de caminantes se desplacen hacia un punto que queramos y así despejar el camino, para ello contamos con un ítem tan sencillo y eficaz como son los petardos. Y volviendo a los "Coléricos", éstos también gritan cuando nos ven, así que por si no eran suficientes las razones para huir de ellos, aquí tenemos otra.