
Nintendo DS
¡Estírate Stylus mágico!
Una continuación muy digna que retrata, como en el anterior, la primera temporada de la serie.
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Game Republic hizo un trabajo muy loable con el primer Dragon Ball: Origins, un juego claramente inspirado en Zelda: Phantom Hourglass. Lo mejor del título fue sin duda el cuidado trabajo que se reflejaba a nivel argumental, y es que ningún otro juego basado en la franquicia ha sabido homenajear a esta idolatrada serie de forma tan magnífica. Abarcaba los 28 episodios de la primera etapa de la serie de forma calcada, todo mediante secuencias realizadas con el motor gráfico del juego que daban gusto leer. Hoy se nos presenta esta continuación, que viene a ser un título que tratará de compensar la pérdida del factor sorpresa con una serie de mejoras que ahora nos ponemos a comentar.
Jugabilidad
Si hemos echado el guante a la primera parte no notaremos mejorables destacables durante los primeros minutos de juego. Lo primero que se nos da oferta es un control táctil o con botones, aunque también es posible seleccionar una combinación de ambos. Recordemos que estamos delante de una aventura muy similar a Zelda, una combinación muy efectiva de acción, puzles y rol. Nuestra misión es avanzar por las fases explorando los mapas y eliminando los enemigos que se interpongan en nuestro camino. En los combates encontramos las primeras mejoras: esta vez el sistema se ha equilibrado con unas peleas más profundas en las cuales podemos elaborar más y mejores combos que en el anterior. Existen dos maneras de afrontarlos, bien mediante puños o bien usando nuestro bastón mágico, que se puede utilizar a cierta distancia. Además, a medida que avancemos Goku tendrá más técnicas que podremos potenciar en un menú en el que canjeamos los puntos de experiencia por una serie de atributos.
Uno de los principales cambios en el desarrollo es que ya no tenemos que estar cuidando a Bulma durante nuestras aventuras. Eso puede ser bueno dependiendo del punto de vista del usuario. En cualquier caso la dificultad ha subido de nivel en Origins 2, algo especialmente notable en las luchas contra jefes finales (algunos los combatiremos de forma lateral), bastante duros en general. Y lo peor de todo es que se han eliminado los puntos de control en casi todas las fases, así que es probable que tengamos que repetir niveles enteros si un jefe nos pone las cosas difíciles.
Todo el desarrollo es más variado en conjunto que en la primera parte, algo que contribuye el plantel de personajes. Ahora no solo manejaremos a Goku, sino que viviremos algunos momentos en la piel de otros personajes, todos diferenciados en sus habilidades. Por ejemplo Arale es bastante fuerte, tiene un salto que alcanza grandes distancias, mientras que Krilín es capaz de iluminar cuevas oscuras con su calva. La variedad de situaciones, por tanto, está garantizada, incluso se han incluido una serie de minijuegos como la subida a la torre de Karin. Todo un guiño a la serie de animación.
Los rompecabezas también harán acto de presencia en algunos momentos del cartucho. Generalmente suelen ser muy simples y casi siempre se resumen en mover una roca o encontrar un interruptor oculto que nos permita seguir avanzando. En resumen, todo está más potenciado y la mecánica propone diversos retos que amenizan las misiones, pero queremos comentar que el Stylus no siempre es del todo preciso. Aun así reconocemos haber notado cierta mejora en nuestras partidas con respecto al primer Origins.
Jugabilidad
Si hemos echado el guante a la primera parte no notaremos mejorables destacables durante los primeros minutos de juego. Lo primero que se nos da oferta es un control táctil o con botones, aunque también es posible seleccionar una combinación de ambos. Recordemos que estamos delante de una aventura muy similar a Zelda, una combinación muy efectiva de acción, puzles y rol. Nuestra misión es avanzar por las fases explorando los mapas y eliminando los enemigos que se interpongan en nuestro camino. En los combates encontramos las primeras mejoras: esta vez el sistema se ha equilibrado con unas peleas más profundas en las cuales podemos elaborar más y mejores combos que en el anterior. Existen dos maneras de afrontarlos, bien mediante puños o bien usando nuestro bastón mágico, que se puede utilizar a cierta distancia. Además, a medida que avancemos Goku tendrá más técnicas que podremos potenciar en un menú en el que canjeamos los puntos de experiencia por una serie de atributos.
Uno de los principales cambios en el desarrollo es que ya no tenemos que estar cuidando a Bulma durante nuestras aventuras. Eso puede ser bueno dependiendo del punto de vista del usuario. En cualquier caso la dificultad ha subido de nivel en Origins 2, algo especialmente notable en las luchas contra jefes finales (algunos los combatiremos de forma lateral), bastante duros en general. Y lo peor de todo es que se han eliminado los puntos de control en casi todas las fases, así que es probable que tengamos que repetir niveles enteros si un jefe nos pone las cosas difíciles.
Todo el desarrollo es más variado en conjunto que en la primera parte, algo que contribuye el plantel de personajes. Ahora no solo manejaremos a Goku, sino que viviremos algunos momentos en la piel de otros personajes, todos diferenciados en sus habilidades. Por ejemplo Arale es bastante fuerte, tiene un salto que alcanza grandes distancias, mientras que Krilín es capaz de iluminar cuevas oscuras con su calva. La variedad de situaciones, por tanto, está garantizada, incluso se han incluido una serie de minijuegos como la subida a la torre de Karin. Todo un guiño a la serie de animación.
Los rompecabezas también harán acto de presencia en algunos momentos del cartucho. Generalmente suelen ser muy simples y casi siempre se resumen en mover una roca o encontrar un interruptor oculto que nos permita seguir avanzando. En resumen, todo está más potenciado y la mecánica propone diversos retos que amenizan las misiones, pero queremos comentar que el Stylus no siempre es del todo preciso. Aun así reconocemos haber notado cierta mejora en nuestras partidas con respecto al primer Origins.